martes, mayo 15, 2007

Nota apurada sobre mi trotskismo.

Varios amigos me han hecho llegar un artículo que menciona el” trotskismo hartiano”y paralelamente el partido contrarrevolucionario... social-revolucionario-democrático publica mi último trabajo Welcome Trotsky, sin pedirme autorización y suponiendo que yo soy “opositora de mi revolución”.
He dicho más de una vez que responder nos aleja de nuestro trabajo y nos despedaza el tiempo y los nervios, por esta razón decidí hace ya tiempo no contestar a todos los que me critican. Los diálogos cibernéticos son realmente poco edificantes cuando no hay puntos de contacto. Pero esta vez amerita un par de aclaraciones debido a la difusión que han tenido estos materiales. Así que le pido permiso a mis lectores para aclarar muy brevemente un par de aspectos.
1) Resulta ridículo, casi perverso el nombre trotskismo hartiano. En primer lugar porque una servidora no cuenta por desgracia con la cultura y la capacidad para bautizar tendencia alguna, no basta que sea admiradora y seguidora del pensamiento del Jefe del Ejército Rojo, ni que manosee un poco las palabras para poder ocupar ese título.
En segundo lugar porque Armando Hart no tiene un solo pelo trotskista. Es entonces injusto hacia él esta “crítica”. Lo único que pudo hacer Armando Hart de cierta gravedad es prestarle a su desesperada hija un par de libros. No creo que eso sea una actitud trotskista. Además quien conoce su pensamiento reflejado en decenas de libros y artículos lo sabe perfectamente. En su artículo Stalin por ejemplo, Armando Hart logró con gran pericia escribir cuartillas enteras criticando a Stalin y no mencionó ni una sola vez a León Trotsky, ni a la oposición de izquierda, ni los procesos de Moscú, ni los millones de víctimas del estalinismo, ni la traición a la Internacional. Logró un elegante puente saltando de la maldad estaliniana al pensamiento de José Martí de manera asépticamente no trotskista.
Por tanto lo primero que deberemos solicitar es que bajen, para bien de todos, a Armando Hart de la lista trotskista, pues no es enanito del cuento.
2) En relación a la permisividad del Comandante en Jefe para conmigo: No veo que es lo que deba hacerme, ¿tal vez mandarme a un campo de concentración? A estas alturas del partido no lo creo necesario. El que se haya leído mis trabajos se darán cuenta de que mi primer amor es la revolución cubana, a la que defiendo con mis instrumentos y con toda mi pasión. Además Fidel Castro tiene mucho que hacer para molestarse con mis escritos. Que yo sepa, por fortuna en Cuba no tenemos a la GPU.
3) La cita de Carlos Alberto Montaner puede ser más clara si se lee lo que a propósito de eso yo escribí en un artículo difundido por Rebelión, respondiendo precisamente a su respuesta porque le llamé terrorista. El artículo mío se titula: “El Socialismo ese único mundo mejor” del cual transcribo un par de párrafos:
“Por último debo referirme de nuevo al artículo de Carlos Alberto Montaner, pues creo que de nuevo agarra los rábanos por las hojas. El señor protesta además porque le llamé terrorista. Y puede que tenga razón. Si el imperialismo llama terroristas a mis hermanos palestinos que luchan por la autodeterminación de su pueblo en contra del sionismo; él no es terrorista, si los luchadores iraquíes en Faluya son terroristas por enfrentarse valientemente al ejercito mas fuerte y mas cobarde del mundo; entonces él no es terrorista, si los revolucionarios cubanos que se opusieron a un dictadura criminal y pro yankee, y en menos de siete años conquistaron el poder y establecieron un autentica revolución socialista eran terroristas; entonces él no lo es. Pero este señor es enemigo del pueblo de Cuba. Pretende que después de cuatro décadas conociendo cual es la dignidad volvamos atrás. Después de que aprendimos a conocer el decoro de ser libres es imposible que el pueblo de Cuba se convierta “pacíficamente” en una república corrupta fiel al imperialismo. Sus pretensiones de que mi patria se regrese medio siglo atrás y vuelva a ser el casino de los Estados Unidos son casi infantiles. Fidel dijo más o menos que primero triunfará una revolución socialista en los Estados Unidos, que una contrarrevolución en Cuba.
Y en cuanto a mi persona y mi “revisionismo” le digo lo siguiente: Tengo la esperanza de que en Cuba no se instaurará jamás aquella democracia formal, tan viciada y corrompida que él propone. Pero si así fuese, si por alguna razón la revolución cubana fracasase, si aquellas fuerzas restauradoras de las que hablábamos arriba aventajasen a la impronta revolucionaria de nuestra batalla de ideas, entonces no se me ocurrirá revisar otra cosa que no sean el número de balas de mi cargador y el cañón de mi fusil, y la única corriente que tendremos los comunistas de Cuba y del mundo será la corriente de aire que sople nuevamente en la Sierra Maestra Y le aseguro al señor Montaner que junto a mí además de Fidel, el Che, Marx y Lenin estará como el primer soldado de fila León Trotsky.
Ingresaré con mucho orgullo las filas de los “terroristas” de Montaner”.
4) En cuanto al Che: Él siguió el pensamiento de Trotsky (o lo mejor del pensamiento de Trosky), tan sólo porque de verdad quiso hacer la revolución: Para no derramar el vaso de agua al suelo no precisa usted ser “newtoniano” ni haberse leído los Principia del científico inglés.
Así que no veo de qué forma puede congratularse mis ideas con las enemigo. Pero quizás tengan razón: De hecho ya veo que los contrarrevolucionarios y los estalinistas están de nuevo de acuerdo en lo mismo. ¡Vaya, eso me resulta muy conocido!
Entonces sirva esta notita breve para mis compañeros y los que no lo son. Y no me quiero dispersar en responder más ataques sobre mis pensamientos, pues a decir de Silvio Rodríguez “La gente que me odia y que me quiere no me va a perdonar que me distraiga”.

Celia Hart

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