sábado, enero 26, 2008

Guerra y ocupación de Iraq: Sinopsis


Texto original en inglés en: http://www.globalpolicy.org/

Balance del informe de marzo de 2007 “War and Occupation in Iraq” (http://www.globalpolicy.org), elaborado por ‘Global Policy Forum’ como balance de los cuatro primeros años de ocupación de Iraq, y que IraqSolidaridad editó en castellano en sucesivas entregas disponibles en Cuatro años de ocupación en en Iraq. Informe de 'Global Policy Forum'.

“Quienes iniciaron la guerra y la ocupación —especialmente EEUU y Reino Unido— son responsables de las falsas declaraciones que realizaron, de la guerra ilegal que emprendieron y de la amplia destrucción que han generado; también son responsables de la situación de caos y violencia que han provocado y de las graves violaciones del Derecho Internacional que sistemáticamente han cometido. El Consejo de Seguridad, debido al mandato que otorgó a la Coalición, también tiene su parte de responsabilidad en todo este desastre.”

Global Policy Forum (www.globalpolicy.org), junio 2007
IraqSolidaridad (www.iraqsolidaridad.org), 25 enero de 2008
Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Consuelo Delgado

El 20 de marzo de 2003, Estados Unidos [EEUU], Reino Unido y una coalición de aliados invadió Iraq y derrocó el gobierno de Sadam Husein. Proclamaron que llevaban la paz, la prosperidad y la democracia, pero desde entonces la violencia, el enfrentamiento civil y la penuria económica han atormentado al país. Aunque el 2 de mayo de 2003 el presidente de EEUU, George W. Bush, pronunció su discurso de “misión cumplida”, el conflicto continúa desde hace más de cuatro años. Miles de personas inocentes han muerto o están heridas; hay millones de desplazados; varias ciudades iraquíes están en ruinas y se han malgastado ingentes recursos.

Este informe analiza muchos aspectos del conflicto, poniendo especial énfasis en la responsabilidad de la coalición liderada por EEUU en relación con la legislación internacional. Asimismo, aborda cuestiones políticas y económicas en Iraq y aboga por un cambio urgente que incluya una rápida retirada de las fuerzas de la coalición.

El informe no examina con detalle la resistencia o las bandas criminales y milicias que aparecen tan a menudo en las noticias. Estos grupos armados, que actúan por diversos motivos, suelen recurrir a tácticas violentas y algunos son responsables de un gran número de muertes y heridos entre la inocente población civil iraquí. El creciente derramamiento de sangre y la división sectaria entre los iraquíes es algo abominable, pero cualquiera que sea la responsabilidad de los propios iraquíes por la actual situación de punto muerto dentro del país, la responsabilidad principal recae sobre EEUU y su Coalición, cuya ocupación militar dio origen a estos grupos y cuyas políticas han sido incapaces de proteger a la población iraquí o de llevar paz, prosperidad y democracia, como inicialmente proclamaron.

Desde nuestra perspectiva, la responsabilidad de la Coalición liderada por EEUU es especialmente grave porque el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas le otorgó un mandato, por el cual debe respetar escrupulosamente la legalidad internacional. Aunque en un principio el Consejo se negó a autorizar la guerra, sólo unos pocos meses después dio el mandato a la Coalición como una “fuerza multinacional”. Los miembros de quienes entonces componían el Consejo esperaban que Naciones Unidas [NNUU] asumiera un “papel crucial” en Iraq, liderando la vuelta a la paz y a la legalidad internacional. Pero esto no ocurrió. EEUU sólo permitió a NNUU una implicación marginal, tanto sobre el terreno como en [la sede de] Nueva York. El 19 de agosto de 2003, un coche bomba destruyó la sede de NNUU en Bagdad y la organización redujo drásticamente su presencia en el país. Desde entonces, NNUU prácticamente no ha ejercido ningún papel de control y el Consejo de Seguridad apenas ha mantenido un debate de importancia sobre el asunto.

Todas las semanas se emiten informes cada vez más preocupantes sobre Iraq y más pruebas de las violaciones de la legislación internacional y del sufrimiento humano generalizado. La opinión pública iraquí apoya de forma abrumadora una retirada [de las fuerzas de la Coalición] a corto plazo y, en las últimas elecciones al Congreso estadounidense, la ciudadanía en EEUU ha manifestado su rechazo a la ocupación. En Washington y en Londres, altos cargos públicos y mandos militares expresan también cada vez más sus recelos. Sin embargo, la comprensión del conflicto sigue siendo parcial y está enturbiada por el dogma oficial y múltiples ideas falsas. Este informe espera aportar información y análisis nuevos al debate público, para contribuir a poner fin al sufrimiento y la violencia.

1. Bases permanentes y el enorme complejo de la nueva embajada

EEUU ha construido en Iraq varias bases militares gigantescas, costosas y con vistas al futuro así como un enorme complejo para la nueva embajada en Bagdad. Estos proyectos de construcción son muy controvertidos: los iraquíes se oponen abrumadoramente a las bases, tal y como han reflejado numerosas encuestas de opinión, y el Congreso de EEUU también se ha opuesto al gasto de fondos para bases “permanentes” en Iraq. Mucha gente considera las bases y la gigantesca embajada como claras señales de que EEUU planea ejercer una gran influencia política y militar en Iraq durante muchos años.

2. Uso de armas indiscriminadas y especialmente dañinas

Las fuerzas de la Coalición lideradas por EEUU han utilizado armas indiscriminadas y especialmente dañinas prohibidas por las convenciones internacionales o mayoritariamente consideradas inaceptables e inhumanas. EEUU utilizó un arma incendiaria de tipo napalm así como municiones de fósforo blanco, estas últimas contra objetivos terrestres en áreas densamente pobladas. Durante la invasión de 2003, la Coalición liderada por EEUU también hizo uso de munición [revestida] con uranio empobrecido y bombas de racimo. Ambas violan las prohibiciones de armas que causan sufrimiento innecesario y daño indiscriminado.

3. Detenciones y cárceles

La Coalición liderada por EEUU y sus socios del gobierno iraquí han mantenido a un gran número de ciudadanos iraquíes bajo “arresto por razones de seguridad” sin acusación o sin juicio, lo que viola directamente la legislación internacional. Ningún iraquí está a salvo del arresto arbitrario y el número de prisioneros ha aumentado enormemente desde 2003. Más de 30.000 detenidos carecen de los derechos fundamentales y permanecen encerrados en unas condiciones físicas deplorables, muchos de ellos durante largos periodos. Los mandos militares estadounidenses han transferido miles de detenidos a las autoridades iraquíes, cuyas cárceles violan gravemente las normas de derechos humanos.

4. Malos tratos y torturas a prisioneros

Las fuerzas de EEUU han torturado y maltratado a un gran número de prisioneros iraquíes. Cientos de iraquíes han sufrido este trato inhumano y algunos han muerto como consecuencia directa de ello. La tortura se ha practicado en muchos centros en todo Iraq, tanto en prisiones centrales, como Abú Ghraib, como en centros secretos de interrogatorio y en decenas de instalaciones locales. La tortura se practica cada vez más en las cárceles iraquíes, aparentemente con el conocimiento y la complicidad de EEUU.

5. Ataques contra las ciudades

Las fuerzas de la Coalición lideradas por EEUU han atacado y destruido varias ciudades iraquíes importantes con el pretexto de que eran “reductos de la resistencia”. Los ataques han ocasionado el desplazamiento masivo de personas, muchas muertes de civiles y la destrucción a gran escala de la infraestructura urbana. Además de Faluya, han asaltado una docena de ciudades, como al-Qaim, Tal-Afar, Samarra, Hadiza y Ramadi. Los ataques implican intensos bombardeos terrestres y aéreos y cortes de luz, agua y del suministro de alimentos y medicinas. Los ataques han dejado a cientos de miles de personas sin hogar y en campos de desplazados.

6. Matanzas y asesinatos de civiles y otras atrocidades

Los mandos militares estadounidenses han establecido unas “normas de actuación” permisivas que autorizan a las tropas a “disparar a matar” contra prácticamente cualquier amenaza que perciban. Como consecuencia de ello, es habitual que EEUU y sus aliados asesinen a ciudadanos iraquíes en los puestos de control y durante las operaciones militares, simplemente ante una mera sospecha. Durante las operaciones militares y los ataques aéreos, las fuerzas de la Coalición lideradas por EEUU también asesinan a muchos iraquíes no combatientes. En este ambiente de permisiva violencia, algunos soldados han cometido asesinatos premeditados y se han conocido varias atrocidades espeluznantes, como la masacre de Hadiza.

7. Desplazados y mortalidad

Desplazados y refugiados

Hasta abril de 2007, se calcula en 1,9 millones el número de iraquíes desplazados dentro del país y en más de 2,2 millones los refugiados en el extranjero. El gobierno iraquí calcula que unas 50.000 personas abandonan sus hogares todos los meses. La magnitud del problema y la dificultad de llegar hasta los desplazados hacen que la crisis desborde prácticamente la capacidad del sistema de ayuda internacional.

Mortalidad

Un gran número de iraquíes ha muerto bajo la ocupación y el índice de mortalidad se ha elevado drásticamente. Además de las muertes en combate, las fuerzas de la Coalición han asesinado a muchos civiles iraquíes. También han muerto iraquíes debido a la desintegración del sistema sanitario, así como por la violencia de las milicias, las bandas y los escuadrones de la muerte. Un estudio de 2006 calcula que desde 2003 se ha producido una sobremortalidad de más de medio millón de personas.

8. Destrucción del patrimonio cultural

EEUU y sus aliados desoyeron las advertencias de organizaciones y expertos sobre la protección del patrimonio cultural de Iraq, incluidos los museos, las bibliotecas, los yacimientos arqueológicos y otros valiosos lugares arqueológicos. Los incendiarios quemaron la Biblioteca Nacional provocando muchos daños y los saqueadores expoliaron el Museo Nacional. Los saqueadores también dañaron o destruyeron muchos edificios y objetos de arte. EEUU construyó una base militar en el emplazamiento de la antigua Babilonia. Las fuerzas de la Coalición destruyeron o dañaron seriamente muchas zonas y edificios urbanos históricos, en tanto que los ladrones han expoliado miles de yacimientos arqueológicos únicos en el mundo, que estaban desprotegidos.

9. Corrupción, fraude y delitos económicos

Bajo el control o la influencia de las autoridades de EEUU, los fondos públicos de Iraq se han esfumado debido a la corrupción generalizada y al robo de petróleo, dejando al país incapacitado para suministrar los servicios básicos y poder reconstruir. Miles de millones de dólares han desaparecido. Para eludir las responsabilidades, EEUU y Reino Unido limitaron la acción de la Junta Internacional de Asesoramiento y Control bajo el mando de NNUU. Iraq ha sufrido el robo de dinero en efectivo, los contratos inflados, el amiguismo, los sobornos y los pagos fraudulentos, el despilfarro y la incompetencia, así como la ejecución chapucera e inadecuada de los contratos. Grandes subcontratas, en su mayoría empresas estadounidenses con fuertes vínculos políticos, han obtenido miles de millones en beneficios.

10. Otros temas

El coste de la guerra y la ocupación

Iraq ha soportado enormes costes que abarcan desde la amplia destrucción material, pérdidas humanas, heridos y traumas hasta la pérdida de producción económica y de ingresos del petróleo. Hasta diciembre de 2006, EEUU ha gastado aproximadamente 400.000 millones de dólares en asignaciones directas del gobierno para el conflicto. Los gastos del presupuesto federal de EEUU se han duplicado desde unos 4.000 millones de dólares al mes en 2003 hasta más de 8.000 millones de dólares al mes a finales de 2006. Los gastos totales de EEUU —incluida la previsión de los gastos futuros, los intereses de la deuda nacional, los costes sanitarios de los veteranos de guerra y otros factores— ya han sobrepasado los dos billones de dólares.

La opinión pública iraquí y la ocupación

Las encuestas realizadas en Iraq muestran que la ocupación se ha ido haciendo cada vez más clara y decisivamente impopular. Incluso las encuestas encargadas por los gobiernos de EEUU y Reino Unido demuestran rotundamente que una gran mayoría de los iraquíes son críticos y partidarios de una rápida retirada [de las fuerzas de la Coalición]. Ahora un gran porcentaje de iraquíes creen que la ocupación aumenta la inseguridad y la violencia sectaria. Ahora más que nunca, los iraquíes desean abrumadoramente el fin de la ocupación.

11. Conclusiones y recomendaciones

EEUU ha establecido una amplia inmunidad legal para sus fuerzas armadas en Iraq, para el personal de las empresas privadas de seguridad, para las subcontratas civiles y militares extranjeras e incluso para las compañías petroleras que mantienen negocios con Iraq. No importan los delitos que cometa la Coalición: los iraquíes, ahora o en el futuro, se enfrentan a barreras legales si quieren exigirle responsabilidades. La orden ejecutiva 13303 del presidente de EEUU, la orden 17 de la Autoridad Provisional de la Coalición y otros decretos oficiales, protegen al personal militar extranjero del arresto, la detención, el enjuiciamiento o el castigo. Aunque en unos pocos casos flagrantes que salieron a la luz pública EEUU y sus aliados han aplicado de manera restringida la legalidad, el castigo ha sido leve. A las personas con responsabilidad de mando se les sigue sin aplicar la ley; pero la inmunidad que han establecido para sí mismos puede y debe terminar en un futuro. Un día serán juzgados.

La Coalición liderada por EEUU es la principal causa de las actuales penalidades de Iraq. No hay duda de que la violencia criminal organizada por los propios iraquíes y de que los dirigentes políticos sectarios han causado un gran daño al país y a su futuro; pero quienes iniciaron la guerra y la ocupación —especialmente EEUU y Reino Unido— son responsables de las falsas declaraciones que realizaron, de la guerra ilegal que emprendieron y de la amplia destrucción que han generado; también son responsables de la situación de caos y violencia que han provocado y de las graves violaciones del Derecho Internacional que sistemáticamente han cometido. El Consejo de Seguridad, debido al mandato que otorgó a la Coalición, también tiene su parte de responsabilidad en todo este desastre.

El camino que queda por delante es difícil. Iraq no recuperará ni conseguirá la estabilidad fácilmente, pero hay pasos evidentes que pueden ser el comienzo de la resolución del conflicto. NNUU y la comunidad internacional deben poner fin a la complicidad del silencio y afrontar resueltamente la crisis de Iraq; el Consejo de Seguridad debe asumir su responsabilidad y reflexionar en alternativas para el futuro; el Congreso de EEUU debe tener en cuenta la voluntad del electorado y actuar de acuerdo a ella; y los tribunales deben juzgar a aquellos con responsabilidades de mando.

Las siguientes recomendaciones pueden ser un camino inmediato hacia el futuro:

- La comunidad internacional debe reconocer y afrontar en su conjunto la crisis humanitaria de Iraq.

- El Consejo de Seguridad tiene que poner fin al mandato de la Coalición cuanto antes y planificar una transición estable en Iraq respetando la legislación internacional.

- La Coalición liderada por EEUU ha de retirar de forma rápida e inmediata todas sus fuerzas de Iraq.

- La retirada debe estar regida por un calendario transparente y a corto plazo y tiene que ser completa, sin que queden fuerzas residuales ni bases y sin condiciones.

- Una fuerza de pacificación de NNUU, absolutamente diferenciada de la Coalición, podría ayudar en la transición controlando el alto el fuego, reforzando las fuerzas policiales locales y el sistema judicial y organizando elecciones totalmente fiables.

- Las fuerzas de la Coalición lideradas por EEUU tienen que respetar plenamente el Derecho Internacional durante el periodo de tiempo que permanezcan en Iraq.

- Las fuerzas de la Coalición lideradas por EEUU y el gobierno de Iraq tienen que liberar de forma inmediata a todos los presos por “razones seguridad” que no estén acusados de ningún delito; también deben plantearse una amnistía para quienes estén en prisión por motivos relacionados con el conflicto creado a raíz de la invasión.

- Los iraquíes tienen que llevar a cabo negociaciones que incluyan todos los temas y sean claramente integradoras para alcanzar un plan de seguridad y un gobierno pacífico en todo el territorio nacional. NNUU podría proporcionar ayuda en este proceso.

- Todos los grupos armados y milicias deben acordar un alto el fuego y un proceso de desarme. Las fuerzas armadas del gobierno iraquí han de actuar con comedimiento y pleno respeto al imperio de la ley. A medida que se retiren las fuerzas de la Coalición, las fuerzas irregulares deben entregar las armas y disolverse como parte del proceso de paz y reconciliación nacional.

- Tras la retirada de las fuerzas de ocupación, se deben celebrar nuevas elecciones en Iraq, de acuerdo con las normas electorales internacionales y con la presencia de observadores internacionales; una nueva Constitución (o una revisión de la existente) sería una parte necesaria del proceso de reconciliación.

- No se deben promulgar nuevas leyes del petróleo ni firmar nuevos contratos hasta que la situación de paz, posterior al fin de la ocupación, garantice un debate nacional completo y democrático sobre el futuro del recurso natural más importante de Iraq.

- La comunidad internacional debe contribuir a la reconstrucción y restauración de las infraestructuras y ciudades gravemente afectadas de Iraq, así como al rápido reasentamiento (con garantías de seguridad) de los desplazados.

- Los tribunales, tanto nacionales como internacionales, deben enjuiciar a quienes ostentan responsabilidad de mando para que respondan de las muchas y graves violaciones de las leyes internacionales humanitarias y de los derechos humanos.



Texto original en inglés en: http://www.

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