jueves, febrero 07, 2008

Cadenas silenciosas



Por Lianet Arias Sosa

Un modelo cultural se impone. El mensaje cifrado en los términos del American way of life eclipsa la identidad de otros. Desde América, la del Norte, se arbitra el juego. ABC, CBS y NBC, tres de las mayores cadenas televisivas de Estados Unidos, cautivan a millones de pupilas del planeta.

La crisis en el Congo estuvo entre las “olvidadas”.

Ellas acapararon la atención de los norteños hasta la penúltima década del siglo XX. Después, la expansión de otros canales disparaba una auténtica guerra por la audiencia. El querer dar al público lo que "este quería" redundó en la banalización de los contenidos y la creación de programas con efectos probadamente seductores. A fin de cuentas, "para educar, está la escuela", decía Rupert Murdoch, el magnate propietario de la Fox News.

No es de extrañar, entonces, que los noticiarios de esa tríada, cuya audiencia asciende a unos 25 millones de personas dentro de EE.UU., dedicaran menos tiempo a la información internacional durante el último año. Solo Iraq, Irán y Paquistán alcanzaron a incluirse entre las 20 informaciones con mayor cobertura. África, América Latina, el sudeste asiático y la vieja Europa no clasificaron.

"Hemos vuelto a los niveles de cobertura de información internacional previos al 11 de septiembre", señalaba Andrew Tyndall, un analista de medios norteamericano que, desde hace 20 años, estudia los informativos de las tres compañías mediáticas.

Antes de que el World Trade Center apuntara al suelo, los ejecutivos de las principales televisoras abogaban por privilegiar noticias sobre tecnología, salud y entretenimiento. Los gastos derivados de mantener corresponsalías y la creencia de que al público le interesaban mucho más estos tópicos que los conflictos lejanos de Oriente Medio o la hambruna en África, fueron motivos incuestionables para las grandes cadenas.

Todo cambió tras los atentados del 11 de septiembre. El público, carente de las piezas que armaran y brindaran sentido a cuanto ocurría, exigió a los medios una sarta de porqués. La cobertura internacional se elevó, aunque Jim Naureckas, de la organización Justicia y Objetividad en la Información, apuntaba entonces: "Pocos o ninguno de los grandes telediarios nacionales y cadenas informativas se plantean una alternativa a la represalia militar. Todos repiten el mensaje de que el ataque terrorista tiene su origen en un odio a los valores americanos".

Hoy, sin embargo, incluso Iraq recibe menos atención. Cuando el Congreso no logró imponer en septiembre un calendario para la retirada de las tropas, la cobertura de la guerra en los noticieros nocturnos de ABC, CBS y NBC promedió tan solo cuatro minutos semanales.

Aunque fue lo más tratado por quinto año consecutivo, la nación del Golfo nunca había importado tan poco desde la invasión, iniciada en el 2003.

Luego del país árabe, la crisis paquistaní y el programa nuclear de Irán, la atención sobre noticias del exterior privilegió asuntos como Al Qaeda, Afganistán y las supuestas conspiraciones terroristas en Gran Bretaña.

Pocos días atrás, la organización internacional Médicos Sin Fronteras publicaba las 10 crisis "más olvidadas" del último año. El Congo, Myanmar, Colombia, Somalia, la desnutrición infantil, entre otros, no pudieron competir con la repetitiva y a todas luces sospechosa "guerra contra el terror" o con las peripecias de la realeza británica. Entre enero y noviembre del 2007, los informativos nocturnos de ABC, CBS y NBC destinaron apenas 18 minutos a esas tragedias.

Pero la vocación velada de defender los intereses administrativos no obedece al azar: la norteamericana General Electric, una gigante de los medios que también lidera el terreno de la electrodoméstica y que donó a Bush buena parte de sus ingresos de campaña, es dueña de la National Broadcasting Company (NBC). Disney, más conocida por los personajes animados de Mickey y Donald que por sus intereses en Boeing y la compañía de servicios petroleros Halliburton —una de las privilegiadas durante la invasión a Iraq––, controla a la American Broadcasting Company (ABC). CBS Corporation, un mega-grupo que opera en todas las aristas de los medios de comunicación, desde la televisión por cable hasta radioemisoras y producción musical, y que sacaría de los sets a uno de sus presentadores por difundir supuestas falsedades sobre cómo Bush evitó participar en la guerra de Vietnam, es propietaria de la Columbia Broadcasting System (CBS).

Dicen que "una imagen vale más que mil palabras", y la televisión de Occidente tiene en las norteamericanas Fox, CNN, ABC, CBS y NBC buena parte de su culto a la pantalla chica. "Lo que no se ve, no existe", de ahí que los "monstruos" mediáticos como las compañías Disney y la General Electric barajen intereses desde las juntas directivas de ABC o NBC, para la buena salud del llamado "modo de vida americano".

Fuente: Granma

No hay comentarios.: