martes, febrero 19, 2008

Del horizonte de uno al horizonte de todos



Aspiración y lucha del poeta español Marcos Ana. Almodóvar filmará pasajes de su vida

Nunca ha dejado de dialogar en los sueños con Nicolás Guillén. "Era de una humanidad expansiva, comunicativo, cordial. Aquí en La Habana cada imagen evoca el ritmo de su lírica". Tampoco ha dejado de hacerlo con Miguel Hernández, a quien conoció en la cárcel. "Metido dentro de sí, de pocas palabras, cuando se le conocía bien, crecía el hombre en toda su extensión".
¡Son tantos los recuerdos de Marcos Ana y, a la vez, tantas o más las cosas que faltan por hacer! "Yo he visto la muerte. Dos veces fui condenado a morir. Ahora no se trata de aquellas que me anunciaron, sino de la que de forma natural ha de venir. Pero no me asusta, porque hasta el último aliento seguiré luchando".
"Soy comunista y como tal creo que es necesario luchar por un orden justo y un mundo mejor", afirma sin que le tiemble la voz.

MEMORIAS SIN OLVIDO

A los 87 años de edad, cumplidos el último 20 de enero, este recio salmantino goza cada minuto de la XVII Feria Internacional del Libro Cuba 2008 y aprovecha su breve estancia en La Habana para encontrar viejos amigos —fue hasta la casa de Ángel Augier para darle un abrazo— y sumar nuevos. Trajo al foro literario sus memorias: Decidme cómo es un árbol (Editorial Umbriel–Tabla Rasa).
Nicolás Hernández Guillén entregó a Marcos Ana la condición de Miembro de Honor de la Fundación Nicolás Guillén.
"Si fuera por mí, no hubiera escrito esas memorias. Pero me convencieron de que era necesario transmitir mis experiencias y dediqué los tres últimos años a ese empeño."
Era un viejo reclamo. Recuerda que Pablo Neruda lo conminó a reflejar las vivencias de la lucha antifascista y del presidio político apenas dos años después de que el régimen franquista se viese obligado a dejarlo en libertad.
"El primer sorprendido con el resultado de la publicación soy yo. En España vender en tan poco tiempo más de 22 000 ejemplares no es asunto fácil, más para un tipo de literatura como esta. Creo que vale la sinceridad del relato y la forma de concebir el lenguaje. A mi amigo Miguel Ángel Asturias, el gran escritor guatemalteco, le oí decir una vez que le obsesionaba evitar los lugares comunes y por eso se auxiliaba del diccionario para buscar los sinónimos menos usuales. Mi método fue a la inversa: me esforcé por usar las palabras más corrientes, de más fluida comprensión."

DEL CAMPESINO FERNANDO AL POETA MARCOS

Antes de ser Marcos Ana y soñar siquiera con escribir versos, se llamaba Fernando Macarro Castillo, campesino pobre de los alrededores de Salamanca y muy creído en los Evangelios. Un día, durante la adolescencia, descubrió en un mitin de las Juventudes Socialistas que el cuadro de pobreza y explotación que el orador denunciaba era el suyo.
Defendió la República Española, fue comisario político del Partido Comunista en el frente de batalla, cayó prisionero por primera vez a manos de la División enviada por Mussolini, se fugó del campo de concentración de Albatera, regresó clandestinamente a Madrid y fue definitivamente apresado, torturado y condenado a muerte.
"La poesía fue una necesidad. Nunca pensé escribir versos. Llevaba muchos años preso cuando, a raíz de una temporada de aislamiento como castigo, comencé a componer. En la cárcel circulaban libros legalmente permitidos y otros clandestinos. Mis primeros poemas recibieron el calor de mis compañeros, que se las arreglaron para hacerlos llegar al exterior. No te imaginas qué clase de sorpresa me llevé cuando vino a mis manos un paquete, obviamente clandestino, con mi primer libro de poemas. Tenía en la portada un dibujo de Picasso que calzaba el título, Poemas de la prisión, y un seudónimo: Marcos Ana, que son los nombres de mis padres."
Marcos se estremece al evocar aquellos días: "Llega el momento en que el mundo se te reduce y comienzas a olvidar. El título de mis memorias viene precisamente de un poema que escribí en un momento muy duro, en el que pierdes la noción de lo que está más allá de la cárcel: Decidme cómo es un árbol / decidme el canto del río / cuando se cubre de pájaros / Habladme del mar / habladme del olor ancho del campo / de las estrellas, del aire. / Recitadme un horizonte / sin cerraduras y sin llaves / como la choza de un pobre. / Decidme cómo es el beso / de una mujer, dadme el nombre / del amor, no lo recuerdo."
"Durante el día, éramos tipos duros, como para que no se nos vieran las grietas del sufrimiento. Pero las noches son tremendas, una y otra vez cada noche. Una de ellas vi llorar a un compañero, el pintor Miguel Vázquez. En su celda, la punta del cigarrillo encendida y las lágrimas. Eso lo puse en versos, porque cuánta humanidad había en aquel llanto."
Muestra la portada del libro de memorias y detiene el índice de su mano derecha sobre un cerrojo:
"Esta es la puerta de la celda de la cárcel de Ocaña donde permanecí condenado a muerte. Con los brazos desnudos y extendidos tocaba las paredes."

GLOBALIZAR LA SOLIDARIDAD

Una gran ola se levantó en el mundo para que al fin liberaran a Marcos Ana. El 17 de noviembre de 1961 salió de la prisión de Burgos, donde estuvo confinado desde 1946. Entre esa estadía y las precedentes sumó 23 años de encerramiento ininterrumpido.
"Me apresaron a los 19 y salí a los 42. Pasé la juventud entre rejas. No sabes cuánto costó acostumbrarme a la libertad. Tuve que aprender de nuevo a respirar, a caminar, a cruzar las calles, a amar. Pero no podía darme el lujo de ser egoísta. Detrás estaban las voces de mis compañeros en Burgos que me decían: no nos olvides."
Primero en el exilio y luego en España, Marcos no ha dejado de consagrar su vida a que se haga justicia a los demás, ya sean españoles o de cualquier parte del mundo.
"En mi país las cosas están planteadas del siguiente modo: no podemos permitir que la derecha recalcitrante nos domine. Con la llamada Transición avanzamos, pero no lo suficiente. Nuestra libertad es limitada y así con todo está amenazada. Por otra parte no puedes permanecer insensible a lo que el imperialismo hace. Yo suelo decir, por ejemplo, que Iraq está muy cerca de nuestras camas. En lugar de globalizar las guerras y la explotación, debíamos proponernos globalizar la solidaridad. Nunca olvido, como principio, unos versos del francés Paul Eluard, en los que cantó la necesidad de pasar del horizonte de uno al horizonte de todos."

CITA CON EL CINE

Pasajes de la vida de Marcos serán filmados próximamente por el destacado director manchego Pedro Almodóvar. La noticia regocija al poeta. "Almodóvar se entusiasmó con mis memorias. Primero supo de ellas por un fragmento que publicó la prensa y de inmediato pidió leerlas completas. Vamos a ver qué sale; el hombre tiene talento".
La pasada semana el director de Hable con ella adquirió los derechos del libro. Todo parece indicar que encaminará el proyecto luego de que culmine sus actuales compromisos, entre ellos Los abrazos rotos, con Penélope Cruz como protagonista.
Marcos lee lo que sobre él ha dicho Almodóvar: "No he conocido a nadie tan bueno. Por eso me gustaría hacer una película sobre su vida". Le conmovió saber que Ana "era un niño de 42 años que se da de bruces con la libertad, en el Madrid de principios de los sesenta. La experiencia física fue durísima, sus sentidos no están acostumbrados a los espacios abiertos y extensos, ni a la luz, montar en un vehículo le da vómitos".
Mientras el filme llega, Marcos Ana sigue en pie de guerra por la paz. Dice que su única recompensa está "en saber que la utopía revolucionaria no ha muerto". Y para que no queden dudas sobre sus convicciones, nos remite al final de Decidme cómo es un árbol donde escribe:
"Las medidas humanas no siempre coinciden con las medidas históricas y es muy difícil que los procesos revolucionarios de fondo se culminen en el espacio de una vida. Confío en las nuevas generaciones, en cuyos surcos hemos sembrado nuestra historia. Ellas proseguirán nuestra lucha por un mundo más justo y humano, un mundo sin hambres y sin guerras, sin desigualdades sociales, donde el sol salga y caliente para todos."

PEDRO DE LA HOZ
pedro.hg@granma.cip.cu
19 Febrero de 2008

No hay comentarios.: