miércoles, abril 30, 2008

CONVOCATORIA AL ACTO POR EL 1º DE MAYO


Compañeros, en la reunión del sábado pasado hemos decidido participar del Acto del 1º de Mayo junto con el Bloque Piquetero y otras organizaciones. El mismo se realizará en Parque Lezama, en principio a las 15hs, y nuestra organización será una de las convocantes.
Estemos atentos a la confirmación del horario y comprometámonos para estar todos, invitemos a todos los compañeros para que participen. Si bien esperábamos un acto único y en Plaza de Mayo, como ya informamos no fue posible por las posturas sectarias e irreductibles a las que ya estamos acostumbrados dentro de la Izquierda. Por eso vamos a estar con los que más coincidencias tuvimos en las reuniones que se realizaron para la conmemoración de la fecha más importante para los trabajadores del mundo.

Un fuerte abrazo

Partido Comunista de los Trabajadores

Honoris Causa para Roque Dalton


Colatino
Argenpress

«Cuando yo muera, sólo recordarán mi júbilo matutino y palpable, mi bandera sin derecho a cansarse, la concreta verdad que repartí desde el fuego, el puño que hice unánime con el clamor de piedra que exigió la esperanza». (Fragmento del poema: Hora de la ceniza. Roque Dalton)
En estos días de abril, en los que el mar se empecina en parir tsunamis, el cambio climático hace lo suyo con las estaciones del año, y la globalización cabalga como bestia en celo por el mundo, mientras los unos devoran a los otros, y la pobreza y asimetrías sociales se erigen como signos implacables de los nuevos tiempos, le ha llegado a Roque otra vez su turno del ofendido.
Un grupo de académicos de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, encabezado por el Decano de la Facultad de Jurisprudencia, Dr. José Humberto Morales; el Director de Escuela de Ciencias Jurídicas, Dr. Julio Olivo Granadino; el Jefe de la Pinacoteca 'Roque Dalton', Mario Castrillo; el Jefe de Ciencias Políticas, Lic. Erick López, y otros, propusieron a la Junta Directiva de esa Facultad la aprobación de un acuerdo que respaldara la propuesta de otorgar al poeta y estudiante de derecho, Roque Dalton García, el título de Doctor Honoris Causa en forma póstuma, así como la aprobación de la publicación de sus obras completas por la Editorial Universitaria.
Así, el 22 de abril, en un acuerdo sin precedentes, la Junta Directiva de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales, aprobó la propuesta de respaldar institucionalmente la concesión del título de Doctor Honoris Causa para Roque Dalton García, para lo cual será necesario elevar ante el Consejo Superior Universitario, la referida propuesta, a fin de obtener la respectiva aprobación.
Roque Dalton fue un poeta muy prolijo, entre sus publicación figuran: Mía Junto a los Pájaros (San Salvador, 1958), La Ventana en el Rostro (México, 1961), El mar ( 1962), El Salvador (monografía, La Habana, 1963), César Vallejo (ensayo, La Habana, 1963), El otro mundo (1963), Poemas (San Salvador, 1967), El intelectual y la sociedad (conversaciones con escritores, México D. F., 1969, Los pequeños infiernos (Barcelona, 1970), ¿Revolución en la revolución?, Las historias prohibidas del Pulgarcito (México D. F., 1974), Pobrecito poeta que era yo (Costa Rica, 1976), Poemas clandestinos (San Salvador, 1980), Los helicópteros (escrita en colaboración con el escritor, Dr. José Napoleón Rodríguez Ruiz, San Salvador, 1980), Un libro rojo para Lenín (Managua, 1986), Un libro levemente odioso (México, 1988), entre otros.
Más allá de sus méritos literarios, resalta su aporte en la universidad y sociedad, como miembro de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) 1954, fundador del Círculo Literario Universitario en 1956, Secretario de la primera Comisión del Congreso Estudiantil Universitario.
Además, se desempeñó como Codirector de Ciencias Jurídicas y Sociales (1959), de la Revista Estudiantil de la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador, Corredactor de los periódicos y revistas: La Jodarria, Opinión estudiantil, La Universidad, La Pájara Pinta, Vida Universitaria, entre otros.
Asimismo, su incorporación a la lucha revolucionaria y la conquista de mejores condiciones sociales y económicas para los salvadoreños, le costó persecución, prisión, exilio, dolor y muerte.
Roque Dalton fue miembro del Partido Comunista y luego del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y más tarde símbolo en la lucha de la Resistencia Nacional (RN) y el brazo armado de esta, las FARN.
Su obra ha sido objeto de investigaciones científicas en los niveles de pregrado y postgrado en maestrías y doctorados en el ámbito nacional e internacional.
Gran conspirador e inspirador de generaciones de jóvenes que asumieron como bandera de lucha, la conquista de una sociedad con justicia social en nuestro país. En su nombre se han institucionalizado premios: Medalla Cultural Anual (México D. F.), Premio Latinoamericano de Cine 'Roque Dalton', establecido por Radio Habana Cuba. También llevan su nombre: la Pinacoteca de la Universidad de El Salvador, el Teatro Municipal de Cámara (barrio San Miguelito, San Salvador), entre otros.
Su obra ha logrado trascender las barreras ideológicas nacionales, al ser reconocido por la Asamblea Legislativa de El Salvador, mediante Decreto No. 186, del 11 de diciembre de 1997, como: «Poeta Meritísimo de la República», incorporando el estudio de su obra en los programas oficiales.
La propuesta de Honoris Causa que la universidad ya ha entregado a otras luminarias del pensamiento latinoamericano, como Saramago, Freire, Galeano, entre otros, se vuelve un poema urgente que la universidad y la sociedad salvadoreña, le han quedado debiendo al poeta, intelectual, guanaco, revolucionario y estudiante de derecho.
Algunos poemas de Roque Dalton.
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AMERICALATINA
El poeta cara a cara con la luna
fuma su margarita emocionante
bebe su dosis de palabras ajenas
vuela con sus pinceles de rocío
rasca su violincito pederasta.

Hasta que se destroza los hocicos
en el áspero muro de un cuartel.

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27 AÑOS
Es una cosa seria
tener veintisiete años
en realidad es una
de las cosas más serias
en derredor se mueren los amigos
de la infancia ahogada
y empieza a dudar uno
de su inmortalidad.

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MIEDO
A Julio Cortázar

Un ángel solitario en la punta del alfiler
oye que alguien orina.

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EL DESCANSO DEL GUERRERO
Los muertos están cada día más indóciles.

Antes era fácil con ellos:
les dábamos un cuello duro una flor
loábamos sus nombres en una larga lista:
que los recintos de la patria
que las sombras notables
que el mármol monstruoso.

El cadáver firmaba en pos de la memoria
iba de nuevo a filas
y marchaba al compás de nuestra vieja música.

Pero qué va
los muertos son otros desde entonces.

Hoy se ponen irónicos
preguntan.

Me parece que caen en la cuenta
de ser cada vez más la mayoría!

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O.E.A.
El Presidente de mi país
se llama hoy por hoy Coronel Fidel Sánchez Hernández.
Pero el General Somoza, Presidente de Nicaragua,
también es Presidente de mi país.
Y el General Stroessner, Presidente del Paraguay,
es también un poquito Presidente de mi país, aunque menos
que el Presidente de Honduras o sea
el General López Arellano, y más que el Presidente de Haití,
Monsieur Duvalier.
Y el Presidente de los Estados Unidos es más Presidente de mi país,
que el Presidente de mi país,
ese que, como dije, hoy por hoy,
se llama Coronel Fidel Sánchez Hernández.

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BUSCÁNDOME LIOS
La noche de mi primera reunión de célula llovía
mi manera de chorrear fue muy aplaudida por cuatro
o cinco personajes del dominio de Goya
todo el mundo ahí parecía levemente aburrido
tal vez de la persecución y hasta de la tortura diariamente soñada.

Fundadores de confederaciones y de huelgas mostraban
cierta ronquera y me dijeron que debía
escoger un seudónimo
que me iba a tocar pagar cinco pesos al mes
que quedábamos en que todos los miércoles
y que cómo iban mis estudios
y que por hoy íbamos a leer un folleto de Lenin
y que no era necesario decir a cada momento camarada.

Cuando salimos no llovía más
mi madre me riñó por llegar tarde a casa.

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V
DIA DE LA PATRIA
Hoy fue el día de la patria: desperté a medio podrir, sobre el suelo húmedo e hiriente como la boca de un coyote muerto, entre los gases embriagadores de los himnos.

15 de septiembre.

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SOBRE DOLORES DE CABEZA
Es bello ser comunista,
aunque cause muchos dolores de cabeza.

Y es que el dolor de cabeza de los comunistas
se supone histórico, es decir
que no cede ante las tabletas analgésicas
sino sólo ante la realización del Paraíso en la tierra.
Así es la cosa.

Bajo el capitalismo nos duele la cabeza
y nos arrancan la cabeza.
En la lucha por la Revolución la cabeza es una bomba de retardo.
En la construcción socialista planificamos el dolor de cabeza
lo cual no lo hace escasear, sino todo lo contrario.

El comunismo será, entre otras cosas,
Una aspirina del tamaño del sol.

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LA CABEZA CONTRA EL MURO
(Conclusión filosófico-moral.)


La materia es dura,
la materia es indestructible:
por lo tanto
la materia es incomprensiva,
la materia
es cruel.


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DESPUÉS DE LA BOMBA ATÓMICA
Polvo serán, mas, ¿polvo enamorado?

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REVISIONISMO
No siempre.

Porque,
por ejemplo,
en Macao,
el opio
es el opio del pueblo.

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DECIRES
«El marxismo-leninismo es una piedra
para romperle la cabeza al imperialismo
y a la burguesía.»

«No. El marxismo-leninismo es la goma elástica
con que se arroja esa piedra.»

«No, no. El marxismo-leninismo es la idea
que mueve el brazo
que a su vez acciona la goma elástica
de la honda que arroja esa piedra.»

«El marxismo-leninismo es la espada
para cortar las manos del imperialismo.»

«Qué va! El marxismo-leninismo es la teoría
de hacerle la manicure al imperialismo
mientras se busca la oportunidad de amarrarle las manos.»

¿Qué voy a hacer si me he pasado la vida
leyendo el marxismo-leninismo
y al crecer olvidé
que tengo los bolsillos llenos de piedras
y una honda en el bolsillo de atrás
y que muy bien me podría conseguir una espada
y que no soportaría estar cinco minutos
en un Salón de Belleza?

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Tomado de:
Roque Dalton, Taberna y otros lugares, Casa de las Américas, La Habana, 1969.
Roque Dalton, Poesía, Palabra de esta América, Casa de las Américas, La Habana, 1980.

Las raíces estructurales del hambre, las crisis alimentarias y los desórdenes

James Petras

«Los países pobres del mundo gastarán unos 38 700 millones de dólares en importación de cereales este año, el doble de la cantidad que pagaron hace dos años por las mismas cantidades y un 57 % de aumento en relación con 2007.» Cita del senador estadounidense Byron Dorgan en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) Financial Times, 21 de abril de 2008 p.19.

Estos últimos días, todos los bancos internacionales importantes (el FMI, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco de Desarrollo Asiático, etc.), todos los periódicos y los medios de comunicación financieros importantes se han visto obligados a reconocer que está teniendo lugar una crisis alimentaria importante, que cientos de millones de personas están abocados al hambre, la desnutrición y a la muerte por inanición. Se han realizado llamadas a conferencias mundiales, se han declarado emergencias nacionales a raíz de los desórdenes provocados por millones de personas en casi cincuenta países que han amenazado con desbancar sus regímenes políticos y han aumentado las tensiones sociales incluso en los países más dinámicos y con mayor crecimiento, como China o la India. Incluso en los países imperialistas de América del Norte y Europa, la combinación de la escalada en los precios de los alimentos y el estancamiento de los salarios, las expulsiones de sus hogares y los pagos de las deudas amenazan a los regímenes en ejercicio y aumentan las presiones sobre todos los gobiernos para tomar acciones urgentes.
Las respuestas de las élites se prevén inadecuadas y sus explicaciones de la crisis van desde la inadecuación, el interés propio hasta la estupidez. El Banco Mundial repite la petición de ayuda de alimentos para emergencias y subsidios por valor de varios cientos de millones de dólares para los «más necesitados», es decir, para aquellos países en los que se han producido disturbios importantes a causa de los alimentos, con saqueos a los distribuidores privados de alimentos, los puntos de venta al por mayor y al por menor, y amenazas o desbancamiento de los regímenes de libre mercado que han sido los alumnos modelo que han seguido las políticas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
Los autoproclamados expertos económicos, según lo previsto, se evalúan a sí mismos e intentan evadir el fracaso de sus recetas anteriores. Todos los académicos y consejeros políticos conservadores, liberales y progresistas echan la culpa a «China, por comer demasiada carne» (profesor Paul Krugman, de la Universidad de Princeton y columnista del New York Times), al «crecimiento de la demanda», a «la inflación»... Los progresistas señalan la desviación de la producción hacia los biocombustibles como el «biodiésel», la falta de planificación de los gobiernos y la distorsión de las prioridades.
El aumento de la ayuda alimentaria tiene solamente un impacto transitorio, en regiones limitadas, sobre una fracción de la población afectada. Culpar al crecimiento de la demanda obviamente exige preguntarse por la «falta de suministro» y las características estructurales (posesión de tierra, pautas de propiedad, búsqueda de rentabilidad y relaciones entre clase y estado) que le dan forma. De igual importancia es el hecho de que, incluso en aquellos lugares en los que hay alimentos que llegan al mercado, los precios de esos alimentos están fuera del alcance de la mayoría de trabajadores rurales y urbanos, campesinos y personas sin empleo. Los que critican desde el punto de vista de la oferta y la demanda omiten un análisis de clase de los «productores» que determinan el sistema de precios (según su poder oligopólico del mercado y sus criterios para obtención de beneficios) y los consumidores (trabajadores informales y formales con salarios bajos, cuyos ingresos van en declive). Los granjeros capitalistas se encuentran en una posición adecuada para proteger e incluso aumentar sus beneficios trasladando sus costes añadidos por insumos al poder de mercado más débil de los consumidores, ayudados e instigados por los regímenes políticos neoliberales del libre mercado.
Los progresistas que echan la culpa de la crisis a los biocombustibles (el aumento de los precios se debe al desvío de los granos y el uso de la tierra hacia la producción de combustible) no responden a las preguntas estructurales más elementales: ¿Qué clases llegaron al poder estatal y dieron forma a las políticas económicas y permitieron que se produjera este «desvío»? Los grandes préstamos privados y estatales de los años 70 debidos a la disponibilidad de préstamos baratos llevaron al crecimiento del endeudamiento. Los bancos privados, empresas y fabricantes, promotores inmobiliarios endeudados, endilgaron, gracias a sus influencias poderosas y relaciones directas con el estado, sus deudas privadas al Estado y, en último término, a los contribuyentes, un fenómeno que se describió más tarde como «socialización de la deuda privada» o «pago de la fianza al sector privado».
El Estado se vio enfrentado a obligaciones de deudas cada vez mayores (la llamada «crisis de la deuda»), acudió al FMI y al Banco Mundial para obtener préstamos y, lo que es más importante, para obtener su certificado para préstamos enormes de los bancos comerciales. El FMI y el Banco Mundial exigieron cambios estructurales fundamentales del Estado para conceder los préstamos, y estos préstamos con condiciones implicaban una completa transformación en las políticas de inversión, comercio, consumo e ingresos que tuvieron un efecto importante sobre la estructura de clases y la composición de la clase dominante.
Los préstamos internacionales, tanto oficiales como comerciales, y los cambios estructurales que los acompañan, resultaron en la eliminación de las barreras comerciales protectoras en la agricultura y la fabricación. Como resultado se produjo una entrada masiva de bienes agrícola subvencionados de los Estados Unidos y de la Unión Europea, que destruyeron a los agricultores con granjas familiares de pequeño y mediano tamaño que producían alimentos básicos. La bancarrota de los productores de alimentos resultó en desplazamientos masivos de granjeros y trabajadores agrícolas a las ciudades y en la concentración de la tierra en las manos de propietarios de plantaciones comerciales agrícolas que se concentraron en la producción de cultivos para la exportación.
Las exigencias del FMI y del Banco Mundial incluían la reasignación de los créditos, préstamos y asistencia técnica gubernamentales para los grandes exportadores agrícolas en bienes únicos porque ellos eran los que obtenían las divisas fuertes necesarias para devolver los créditos y enviar beneficios a los accionistas, ejecutivos y propietarios de las empresas multinacionales.
El FMI y el Banco Mundial aceptaron negociar la refinanciación de los pagos de intereses y capital pendientes de los estados deudores a condición de que privatizaran y desnacionalizaran todas las empresas estatales monopolio y lucrativas. La privatización y la desnacionalización resultaron en compras extranjeras a gran escala de amplias parcelas de fértiles tierras agrícolas y en la producción y exportación de grano por parte de los oligarcas nacionales e inversores extranjeros.
El conjunto de estas políticas que eliminaron las barreras al libre comercio, promovieron la privatización y la desnacionalización, la amplia penetración de los sectores de mercado y producción y el aumento del énfasis de la intervención estatal en apoyo de la actividad económica de intercambio extranjero orientada a la exportación, recibió el nombre de «neoliberalismo», un modelo que combinaba unas políticas socioeconómicas dirigidas y reguladas por el estado con el objetivo de aumentar la función y el poder de las élites extranjeras y nacionales a favor de la especialización de los mercados mundiales.
El ascenso de esta nueva configuración del poder durante los años 80 y 90 dictó las decisiones políticas y económicas clave en relación con las inversiones (sus asignaciones, sectores y subsectores), además de los mercados (internos y externos), productos (alimentos, combustibles, productos básicos) y precios (carteles oligopolísticos). El principio básico que guía a las clases dirigentes nacionales y extranjeras era la especialización en actividades complementarias en la economía mundial (lo que los economistas ortodoxos denominan «especialización basada en las ventajas comparativas»). La integración de las clases dominantes extranjeras y locales resultaba lucrativa y se apoyaban la una en la otra: el capital privado y los bienes de consumo fluían por sus circuitos financieros y de bienes de consumo internacionales.
Las consecuencias a medio plazo y a gran escala de esta nueva configuración del poder para la agricultura y la producción de alimentos se manifestaron en apenas algo más de una década. En la segunda mitad de la primera década del siglo XXI estalló una crisis agrícola sin precedentes: la influencia del sector de exportación agrícola de la clase dominante y la puesta en práctica de sus políticas en favor del «libre mercado» resultaron en el final del control sobre los precios y en su ascensión meteórica. Los precios reflejaron las relaciones sociales de producción y distribución: la dominación de los terrenos y las inversiones por los grandes agricultores capitalistas dio forma a los precios del «suministro» y al por mayor; los gigantes proveedores comerciales mundiales («los supermercados») fijan los precios para el consumidor directo. Se produjo «competencia» entre los productores y los distribuidores oligopólicos para ver quién podía hacerse con los precios más altos y los mayores beneficios.
Los exportadores agrícolas de la clase dominante terminaron con los subsidios para los agricultores productores de alimentos a nivel familiar y aumentaron los subsidios para la exportación para los productores de productos básicos esenciales. Los agricultores familiares se vieron en la bancarrota y sus tierras las compraron especuladores inmobiliarios (promotores autoproclamados) para usos comerciales, pistas de golf, complejos turísticos, comunidades de lujo con vallas de separación y bienes básicos para la exportación; los arrozales se convirtieron en clubes de campo; los precios del maíz y el trigo se doblaron en los diez meses que iban desde septiembre de 2007 y julio de 2008. Los beneficios engrosaron la cuenta de resultados de Cargill ( Financial Times , 15 de abril de 2008, p 21): los beneficios trimestrales aumentaron en un 86 % hasta alcanzar los 1030 millones de dólares durante el tercer trimestre que terminó el 29 de febrero de 2008. No fue sólo un caso, como dirían los ortodoxos, de aumento de la «demanda», sino del hecho de que cientos de miles de millones de dinero de los especuladores fluyeron a los mercados de bienes de consumo. En condiciones de mercados estrechamente controlados por los grandes negocios agrícolas, las reservas de grano bajaron a sus niveles mínimos en 35 años en relación a la demanda, principalmente porque los grandes agrocapitalistas quisieron limitar el suministro de alimentos y aumentar la producción de combustible, al tiempo que derivaban capital para la especulación en productos básicos. Como resultado de la influencia de la norma de los gigantes agrocapitalistas y de sus políticas de inversión y uso de la tierra, los precios medios de los alimentos aumentaron en un 45 % entre julio de 2007 y abril de 2008 y se prevé que suban un 15 % más para julio.
Atemorizados más por las protestas masivas que desbancan regímenes clientes sumisos que por la hambruna generalizada y el aumento de la mortalidad de los pobres, los líderes capitalistas de todo el mundo se reunieron en Washington en la primavera de 2008. Se quejaron de los disturbios por los alimentos, lamentaron la «pérdida del progreso de una década (sic) en África» e incluso realizaron llamamientos a la «acción». Como era de esperar, se prometieron algunos cientos de millones de ayuda alimentaria de urgencia, lo cual destruirá los últimos bastiones de agricultores a pequeña escala que producen alimentos para los mercados locales. Los regímenes neoliberales de toda Asia se vieron obligados por el temor a bloquear las exportaciones de artículos alimenticios básicos para impedir que los disturbios alimentarios se convirtieran en insurrecciones masivas: los salarios van por detrás de los meteóricos precios de los alimentos. Los regímenes neoliberales de Indonesia, Egipto, la India, Vietnam, China y Camboya prohibieron las ventas de arroz extranjero ( Financial Times , 16 de abril de 2008, p. 1). No obstante, estos gestos proteccionistas y limosnas de alimentos han obtenido escasos efectos positivos en su país y han aumentado la escasez para los importadores de alimentos. Los futuros de maíz alcanzaron un valor récord de 6,16 USD por fanega entre enero y marzo de 2008, un aumento del 30 % y la prohibición de la exportación en Indonesia aumentó el precio del arroz en un 63 % durante los tres primeros meses del año 2008.
Ninguno de los líderes mundiales reunidos en Washington y «preocupados» por el hambre, la regresión y, lo principal, las revoluciones, propuso una reforma agraria: la redistribución de la tierra a los campesinos y agricultores para la producción de alimentos. Ninguno de los líderes propuso siquiera reformas tales como los controles de precios y beneficios y la reconversión del uso de la tierra para la producción agrícola. Ninguno de estos líderes propuso la ilegalización de la especulación en futuros de bienes básicos en las bolsas de todo el mundo. No es de extrañar que el FMI «prediga» que los precios de los alimentos continuarán aumentando hasta 2010.
Los precios de los combustibles no han bajado a pesar del aumento en miles de veces de la producción de etanol. Los precios del etanol (y de los combustibles) y de los alimentos han aumentado a pesar de la expansión de la producción porque es la misma configuración de monopolio del poder la que opera en ambos sectores.
el aumento de las diferencias entre salarios y precios es un empobrecimiento por causas estructurales. Las protestas masivas, tanto en los países imperialistas como en el tercer mundo, nacen de problemas básicos inmediatos, pero sus raíces se hunden en las estructuras profundas de la economía capitalista.
Sólo los prestigiosos economistas ortodoxos sin cerebro empleados por los bancos centrales continúan cotorreando sobre «inflación subyacente» e «inflación patente», como si los aumentos en el precio de los alimentos, los combustibles, la salud y la educación no resultaran centrales para la vida cotidiana de miles de millones de vidas. Lo peor: continúan sin comprender que una inflación galopante y unos salarios estancados son factores intrínsecos en las mismas estructuras de la economía y el estado capitalistas. Lo que es absolutamente claro es la bancarrota de la teoría de la especialización en productos de exportación a expensas de la seguridad alimentaria. Lo que era una exigencia de una minoría radical se encuentra ahora como prioridad máxima en la agenda de un movimiento de miles de millones de personas.
Las personas exigen un cambio radical de las desastrosas teorías derivadas de Friedman que preconizan la dependencia de unos mercados alimentarios mundiales monopolizados a una vuelta a las políticas revolucionarias de la autonomía alimentaria.

martes, abril 29, 2008

Presidió Raúl Castro Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba


Afirmó Raúl al hacer las conclusiones del VI Pleno del Comité Central del PCC. Transmitió la propuesta del Buró Político de celebrar el VI Congreso del Partido en los meses finales del próximo año. Llamó a afianzar el papel del Partido en la sociedad y reforzar la institucionalidad en el país. Informó la decisión de designar a José R. Fernández Álvarez, Vicepresidente del Consejo de Ministros, para atender el sector educacional. Elegidos miembros del Buró Político los compañeros Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, Salvador Valdés Mesa y el general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera
Presidido por el Segundo Secretario del Partido, compañero Raúl Castro Ruz, este 28 de abril se efectuó el VI Pleno del Comité Central, el cual analizó temas relacionados con el funcionamiento de la organización, entre otros referidos al desarrollo del país y el complejo panorama internacional.
Poco antes de finalizar la reunión, Raúl informó que el Buró Político consideraba necesario llevar a cabo el VI Congreso del Partido. Señaló que en la reunión efectuada esa misma mañana, se valoró proponer al Comité Central realizarlo a finales del segundo semestre del año próximo, aunque la convocatoria oficial se dará a conocer en el momento oportuno.

PERFECCIONAR LA LABOR DEL PARTIDO. REFORZAR LA INSTITUCIONALIDAD

El Segundo Secretario del Partido ratificó que resulta necesario y decisivo contar con instituciones fuertes. Insistió en la idea de que mientras mayores sean las dificultades, más orden y disciplina se requieren, y para ello es vital reforzar la institucionalidad.
Elegidos como miembros del Buró Político los compañeros Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, Salvador Valdés Mesa y el general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera.
Dijo que el Partido debe continuar perfeccionando su labor y autoridad ante las masas y afirmó que hoy se ha dado un paso importante en esa dirección, y en la de afianzar su papel como vanguardia organizada de la nación cubana, que lo situará en mejores condiciones para enfrentar los retos del futuro y, como ha expresado el compañero Fidel, para asegurar la continuidad de la Revolución cuando ya no estén sus dirigentes históricos.
Raúl informó su decisión de designar al compañero José Ramón Fernández Álvarez, Vicepresidente del Consejo de Ministros, para atender, controlar y coordinar la labor de los ministerios de Educación y Educación Superior, además del INDER, así como las actividades vinculadas a la educación que desarrollan otros organismos de la Administración Central del Estado, incluyendo los centros de enseñanza y universidades militares. Tras resaltar sus cualidades y buenos resultados, expresó: "Deseamos que surjan muchos inspirados en su ejemplo".
Puntualizó que la producción de alimentos constituye una tarea principal para los dirigentes del Partido, pues se trata de un asunto de seguridad nacional, que en particular exige de los primeros secretarios de municipios y provincias brindar el máximo apoyo y controlar, no por papeles y reuniones, sino en el terreno, hablando directamente con los encargados de producir, la puesta en práctica de las medidas que han comenzado a aplicarse en la agricultura.

DECISIÓN DE CONMUTAR LA PENA DE MUERTE A UN GRUPO DE SANCIONADOS

En sus conclusiones, el compañero Raúl informó acerca de la decisión adoptada esa misma mañana por el Consejo de Estado, de conmutar la pena de muerte a un grupo de sancionados, a quienes en su lugar corresponde la de privación perpetua de libertad, excepto los que cometieron el hecho delictivo antes de establecerse esta sanción en nuestro Código Penal, que les sería aplicable la de 30 años de prisión.
Recordó que desde el año 2000 se ha aplicado la política de no ejecutar ninguna sanción de este tipo, la que solo fue interrumpida en abril del 2003 para frenar en seco la oleada de más de 30 intentos y planes de secuestro de aviones y barcos, alentados por la política de los Estados Unidos, recién iniciada la guerra en Iraq.
Raúl hizo énfasis en que la decisión adoptada es un acto soberano no motivado por presiones, en consonancia con la conducta humanitaria y ética de la Revolución, animada por el espíritu de justicia y no de venganza, conociendo además que el compañero Fidel es favorable a eliminar, cuando existan las condiciones propicias, la pena de muerte por cualquier tipo de delito y se opone a los métodos extrajudiciales que algunos países conocidos practican impúdicamente.
Aclaró que este acuerdo del Consejo de Estado no significa la supresión de la pena capital del Código Penal cubano, pues en las actuales circunstancias no podemos desarmarnos frente a un imperio que no cesa de acosarnos y agredirnos.

ELEGIDOS TRES NUEVOS MIEMBROS DEL BURÓ POLÍTICO Y LOS INTEGRANTES DE SU COMISIÓN

El compañero Raúl alertó que ante la realidad actual y perspectiva, hay que trabajar unidos por seguir adelante con el mismo espíritu de lucha y firmeza de estos casi 50 años de Revolución.
Señaló que los acuerdos adoptados dan fin a la etapa de provisionalidad iniciada el 31 de julio del 2006 con la Proclama del Comandante en Jefe, hasta el mensaje en que nos expresó su propósito de ser solo un soldado de las ideas, vísperas del 24 de febrero del presente año, periodo en que se trabajó colegiadamente sobre la base de la delegación de funciones que él realizó.
En correspondencia con las facultades que le otorgan los Estatutos, el VI Pleno eligió como miembros del Buró Político a los compañeros Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, Salvador Valdés Mesa y general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera.
Igualmente fue aprobada la propuesta del Buró Político de constituir la Comisión de dicho órgano, que con un número reducido de sus integrantes haga más operativo y funcional el proceso de toma de decisiones que requieran un rápido tratamiento y al mismo tiempo permita una evaluación colectiva. Esta quedó integrada por los compañeros Raúl Castro Ruz, José Ramón Machado Ventura, Juan Almeida Bosque, Abelardo Colomé Ibarra, Carlos Lage Dávila, Esteban Lazo Hernández y Julio Casas Regueiro, quienes coinciden con el Presidente, el Primer Vicepresidente y los vicepresidentes del Consejo de Estado.

PERFECCIONADA LA COMISIÓN DE CUADROS DEL COMITÉ CENTRAL Y CREADAS SIETE COMISIONES PERMANENTES

El Pleno ratificó la propuesta del Buró Político de perfeccionar la Comisión de Cuadros del Comité Central del Partido, como instrumento para fortalecer el control de este sobre la aplicación de la política en tan decisivo frente.
Además, en correspondencia con lo establecido en los Estatutos, el Pleno acordó crear siete comisiones permanentes subordinadas al Buró Político, atendidas operativamente por el Secretariado del Comité Central y presididas en todos los casos por uno de sus secretarios, estas son: Ideológica y cultura, Económica, Agroalimentaria, Para el estudio de la sustitución de importaciones e incremento de las exportaciones, Educación, ciencia y deportes, Salud y Relaciones internacionales.
Su contenido de trabajo estará dirigido al análisis de los asuntos más importantes dentro de la temática asignada. También podrán hacer sugerencias, recomendaciones y propuestas que les sean expresamente solicitadas por la dirección del Partido.
Raúl finalizó sus conclusiones con palabras que resumen la voluntad de avanzar y confianza en el futuro:
"Si se ha trabajado fuerte en estos últimos meses, habrá que hacerlo mucho más en los que están por delante. Confío que cada cual sabrá hacerlo desde la responsabilidad o tarea que tenga, con la entrega, sabiduría y fidelidad que exige el momento que vivimos."

Claro que no habrá batalla final con las Farc


El hecho puramente militar de haber matado con cohetes teledirigidos y mientras dormía al comandante de las Farc sus hombres e invitados de paz, Raúl Reyes.
¿Cuales implicaciones militares hubo? Ninguna. Todo lo que ha seguido a continuación, han sido hechos políticos y diplomáticos.

ANNCOL

Por la sencilla razón de que el “conflicto social armado colombiano”, además de ser histórico y de haberse globalizado, tiene la característica fundamental de ser político-militar.
Razón esta que los militaristas de la oligarquía cipaya y el Imperio de Washington no quieren aceptar, porque de inmediato sus planes guerreristas imperiales de rapiña y control de recursos de la región andino-amazónica, pierden la justificación de ser y de continuarse.
Es más probable que el conflicto termine con la caída y el siguiente juicio a la cúpula del poder gobernante en Colombia, en un alto “Tribunal Penal” - aún no se sabe si nacional o extranjero- donde se aclarará definitivamente toda la orgía de sangre y terror del Estado por más de 60 años contra campesinos, indígenas, trabajadores, estudiantes, profesores, etc; ejecutada fríamente bajo una supuesta legalidad y legitimidad internacional, y se le de paso a las amplias transformaciones democráticas y progresistas, que toda la sociedad colombiana desea y necesita para poder seguir existiendo en el concierto universal de las naciones.
Ante las acusaciones internacionales y el rechazo universal que han producido los vínculos, no solo familiares sino políticos directos, del presidente de los colombianos con el narco paramilitarismo, sus masacres y el cohecho para hacer aprobar su la reelección presidencial viciada de toda Ilegalidad e Ilegitimidad; a lo cual hay que añadir la “sacada de culo” del grupo trasnacional español de las comunicaciones PRISA (ver editorial contra Uribe Vélez del diario madrileño El País); la oligarquía gobernante asesorada por los servicios secretos yankis, responde con sus tradicionales y diarias cortinas de humo.
La de hoy, ya no inventando más fábulas sacadas de un inexistente computador de Raúl Reyes contra los gobiernos legítimos y legales del Ecuador o de Venezuela, sino que en lugar de dar respuesta a las declaraciones televisadas del capo narco paramilitar Salvatore Mancuso, en donde vuelve a ratificar sus denuncias sobre la participación de los primos Santos en los planes de “refundar a Colombia”: El vicepresidente dirigiendo el bloque capital de Bogotá y el Ministro de Defensa dándole un golpe de Estado al gobierno de Samper.
O en lugar de explicar al pueblo colombiano las implicaciones penales, que tiene para el Presidente Uribe y sus ministros; el dar u ofrecer dádivas a la parlamentaria Yidis Mosquera a cambio de su voto para hacer aprobar la reelección presidencial, es decir responder penalmente por el delito de cohecho. El diario del Grupo transnacional Planeta, el cual cada día que pasa para cuidar el bolsillo cierra filas con sus socios menores los Santos, saca un especial sobre la guerra en Colombia en donde el ministro estrella de defensa Juan Santos, con el fin de mantener viva la ilusión de la victoria estrictamente militar sobre la insurgencia; con su típica mente cuadriculada de militarista que solo ve la muerte y el exterminio como único argumento, declara que la lucha será larga, aunque cree que no habrá una batalla decisiva final.
A eso lo llaman “los 10 años de retroceso de las Farc “, en donde el solo titulo periodístico pone en evidencia la derrota que les ha significado la famosa frase guerrillera de que cada día que pasa sin que la destruyan, es una victoria.
Miremos sino, el hecho puramente militar de haber matado con cohetes teledirigidos y mientras dormía al comandante de las Farc sus hombres y sus invitados de paz, Raúl Reyes. ¿Cuales implicaciones militares hubo? Ninguna. Todo lo que ha seguido a continuación, han sido hechos políticos y diplomáticos.
Entonces como si no pasara nada, cínicamente entre ellos se ponen a conjugar el único verbo que evitaría ser llevados a juicio: reelegir. Yo me reelijo, tú te reeliges, él se reelige, y nosotros….Nosotros los derrocaremos en las calles. Si no es hoy, entonces será mañana. Pero será inevitable, y eso es lo que ellos llaman angustiados la lucha prolongada sin batalla final.

El hambre invade Haití y el mundo

Stephen Lendman
Global Research

Los consumidores de los países ricos están sintiendo ya la crisis en los supermercados, pero los pueblos más empobrecidos del mundo están muriéndose de hambre. La causa de esta situación son los precios al alza de los alimentos, que están provocando disturbios por todo el mundo; así está ocurriendo en Mexico, Indonesia, Yemen, Filipinas, Camboya, Marruecos, Senegal, Uzbekistán, Guinea, Mauritania, Egipto, Camerún, Bangladesh, Burkina Fasso, Costa de Marfil, Perú, Bolivia y Haití. Este último país, que una vez fue casi autosuficiente en sus necesidades alimentarias, ha pasado ahora a depender de las importaciones para su abastecimiento (al igual que otros países importadores de alimentos), quedando a merced de las empresas agropecuarias.
La escasez de trigo en Perú es lo suficientemente grave como para tener al ejército haciendo pan a base de harina de patata (una cosecha nativa). En Pakistán, miles de soldados vigilan los camiones que transportan trigo y harina. En Tailandia, los campesinos que cultivan arroz se turnan para mantenerse despiertos por la noche para vigilar sus campos de los ladrones. En los últimos meses, el precio de las cosechas casi se ha duplicado. Es el alimento básico de la mitad o más de la población mundial, pero los precios al alza y el temor a la escasez han movido a algunos de los mayores productores a exportar menos: Tailandia (el mayor exportador del mundo), Vietnam, India, Egipto, Camboya, y otros que probablemente les seguirán, puesto que la producción mundial va por detrás de la demanda. Los productores de otros granos están haciendo lo mismo, como Argentina, Kazajstán y China. Cuanto menos se exporte, más subirán los precios.
Otros factores son los altos precios del petróleo y los costes de transporte, la creciente demanda, la especulación sobre productos básicos, las plagas del sureste de Asia, una sequía en Australia que dura ya diez años, las inundaciones en Bangladesh y otros lugares, una ola de frío en China que se alarga ya 45 días, y otros factores naturales que en mayoría han sido manipulados, como el desvío de cosechas para dedicarlas a producir biocombustibles, se han combinado para crear una creciente crisis mundial que se detalla a continuación. Se produce también en un momento en que millones de chinos e indios tienen ingresos más altos, cambian sus hábitos alimenticios y consumen más carne, pollo y otros productos cárnicos que provocan demandas inmensas de producción de grano.
A continuación, expongo una instantánea que apareció el 8 de abril en el Times británico recogiendo la situación en algunas zonas de Asia:
· Los campesinos filipinos que sean cogidos acaparando arroz se arriesgan a una sentencia de cárcel perpetua por “sabotaje económico”;
· Miles de pasteleros indonesios de pasteles de soja se han puesto en huelga contra la destrucción de sus medios de vida;
· Países que eran autosuficientes en otra época, como Japón y Corea del Sur, están “reaccionando ferozmente mientras la ratio de reservas de alimentos para consumo se desploma hasta mínimos históricos”;
· La India no puede exportar ya millones de toneladas de arroz; ahora se ve forzada a dejar “una reserva alimentaría estratégica especial además de sus reservas de trigo y arroz”;
· Tailandia es el mayor productor mundial de arroz; su precio subió un 50% en el pasado mes;
· Países como Filipinas y Sri Lanka se disputan suministros seguros de arroz; esos dos países y otros estados asiáticos están luchando para enfrentarse a los precios altos y a los suministros insuficientes.
· El arroz es el producto básico de tres mil millones de personas; una tercera parte de ellas sobrevive con menos de 1$ al día y tienen “inseguridad alimentaria”; eso significa que, sin ayuda, pueden morirse de hambre.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas (FAO, en sus siglas en inglés) informó que los costes de los alimentos, a nivel mundial, habían subido casi un 40% en 2007, mientras los granos subieron un 42% y los productos lácteos casi un 80%. El Banco Mundial declaró que los precios de los alimentos han subido un 83% desde 2005. Esto ha hecho que 37 países hayan tenido que hacer frente a crisis alimentarias a partir de diciembre y que, en respuesta a la situación, 20 impusieran controles sobre los precios.
También está afectando a las agencias de ayuda humanitaria como el Programa Alimentario Mundial de las Naciones Unidas (WFP, en sus siglas en inglés). Debido al alza de los costes de la energía y los alimentos, el 20 de marzo se hizo un llamamiento urgente a los donantes para que contribuyeran a cubrir un vacío de 500 millones de euros en los recursos que les permiten llevar a cabo su trabajo. Desde esa fecha, los precios de los alimentos subieron otro 20% y no hay señales de que vayan a bajar. Para los pobres del mundo, como el pueblo de Haití, la situación es desesperada, la gente no puede conseguir alimentos, hagan lo que hagan, y muchos se están muriendo de hambre.

Haiti: El Vivo Ejemplo del Hambre en el Mundo

La crisis haitiana es tan extrema que ha forzado a la gente a comer (no alimentos) galletas de barro (llamadas “pica”) para aliviar el hambre. Es un desesperado remedio haitiano hecho de barro seco amarillo que proviene de la meseta central del país para aquellos que pueden permitírselo. No es gratis. En los atestados suburbios de Ciudad del Sol, la gente usa una mezcla de barro, sal y grasa vegetal como comida normal, y eso es todo lo que se pueden permitir. Un periodista de AP en Puerto Príncipe lo probó. Dijo que tenía “una consistencia suave, pero la mezcla se deshacía fuera de la boca tan pronto se tocaba con la lengua. Después, y durante horas, persistió un desagradable sabor a tierra”. Mucho peor es cómo afecta a la salud humana. Una dieta de galletas de barro causa desnutrición severa, dolor intestinal y otros efectos dañinos por toxinas potencialmente mortales y parásitos.
Otro problema es el coste. Ese llena-estómagos no es gratis. Los haitianos tienen que comprarlo, y los precios de la “arcilla comestible” no paran de subir, casi 1,5$ el pasado año. Ahora cuesta alrededor de 5$ hacer 100 galletas (unos 5 céntimos cada una), lo que es más barato que la comida, pero muchos haitianos ni siquiera pueden permitirse eso. Veamos su situación:
· El 80% de los haitianos están empobrecidos en el país más pobre del hemisferio y uno de los más pobres del mundo;
· El desempleo rampante, las dos terceras partes, o más, de los trabajadores tienen tan sólo trabajos esporádicos;
· Los que tienen empleo, ganan de 11 a 12 céntimos la hora; el salario mínimo oficial del país es de 1,80$ al día, pero las cifras del FMI muestran que el 55% de los haitianos reciben sólo 44 céntimos al día, una cifra con la que resulta imposible vivir.
Así es cómo viven los haitianos pobres. Tienen familias amplias, viven en chabolas de cartón y hojalata, no hay agua corriente y muy poca o ninguna electricidad, y la vida dentro y alrededor es horrible. Las sábanas están atestadas de moscas, no hay saneamiento y en el exterior la basura se extiende por doquier. Los niños están siempre hambrientos, nunca hay suficiente comida, a menudo sólo hacen una única comida al día, las enfermedades son el pan de cada día, las expectativas de vida son muy bajas y han de soportar a los supuestos “pacificadores” Cascos Azules y la violencia de las bandas que asolan comunidades como la Ciudad del Sol de Puerto Príncipe.
Ahora, ante la crisis alimentaria, los haitianos han salido a la calle a protestar porque el pasado año se habían triplicado los precios de los artículos de primera necesidad, y tienen un presidente, un primer ministro y un gobierno que no hacen prácticamente nada para remediarlo. Durante días, se les vio por todas partes, por todo el país, y eran miles. Protestaron en Puerto Príncipe, llevando platos vacíos para expresar su espantosa situación, rompieron las ventanas de edificios y coches, asaltaron las tiendas, buscaron comida, intentaron asaltar el palacio presidencial, gritaron “tenemos hambre” y exigieron la dimisión del Presidente René Preval.
Los Cascos Azules de Naciones Unidas (MINUSTAH) respondieron cruelmente de la forma que lo hacen siempre contra las manifestaciones pacíficas o de protesta. Dispararon y mataron al menos a cinco haitianos (algunas informaciones dicen que fueron más), hirieron a muchos otros y eso sólo en el centro de Puerto Príncipe.
En Les Cayes (la tercera ciudad más grande de Haití), en el suroeste, los manifestantes asaltaron e intentaron incendiar las oficiales de la MINUSTAH local. Otros hicieron barricadas en las calles, buscaron comida y gritaron “Fin al alto coste de la vida”. Protestas similares se sucedieron por todo el país:
· En las ciudad del norte como Cap-Haitien y Gonaives;
· Jacmel en el sur;
· Jeremie en el suroeste, donde se informó al menos de dos muertes; y
En ciudades más pequeñas como Petit Goave, Miragoane, Aquín, Cavaillon, Sant-Jean du Sud, Leogane, Vialet, Anse-a-Veau y Simon.
Es algo ya familiar en Haití. La rabia ante la injusticia se va incubando y explota sacando a los haitianos en masa a la calle contra condiciones intolerables de vida que se han ido agravando por una ocupación represiva y odiada de Naciones Unidas. Están allí para proteger los privilegios, no para asegurar la paz. Fue la primera vez que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas autorizó a unos supuestos “mantenedores de la paz” a reforzar un golpe de estado contra un presidente democráticamente elegido (por una mayoría del 92%).
El actual presidente de Haití no puede hacer frente a la situación y su actuación ha ido paralela al estado de las cosas. Desde su reelección en febrero de 2006, ha sido totalmente ineficaz, no ha hecho nada para aliviar la crisis actual, en vez de ponerse a trabajar para intentarlo lo que hizo fue dar órdenes para que se acabara con las protestas, y así es cómo el 9 de abril se dirigió a la población por televisión en un discurso vergonzoso: “Las manifestaciones y la destrucción no van a conseguir que bajen los precios ni que se resuelvan los problemas del país. Muy al contrario, eso puede hacer que crezca la miseria y que la inversión huya del el país”, por supuesto que eso no ayuda en nada a la mayoría de los haitianos y Preval lo sabe.
Después de una semana de protestas, siguió una calma inestable, pero las cosas pueden estallar de nuevo en cualquier momento porque las medidas implementadas han sido mínimas. De forma desdeñosa, el primer ministro de Preval, Jacques Edouard Alexis, culpó del problema a las “fuerzas globales” y al alto coste del petróleo diciendo que no había soluciones inmediatas y dando el caso por cerrado. También afirmó que las protestas estaban manipuladas por provocadores, incluidos enfadados traficantes de drogas que reaccionaban ante un supuesto cierre de uno de de sus puntos de transporte.
Alexis está ya fuera y las elites debaten sobre quién le va a reemplazar, mientras, los haitianos se mueren de hambre, el FMI sigue llevándose un millón de dólares a la semana en impuestos exigidos a los ricos, y sólo países como Cuba (mediante la formación de haitianos en medicina) y Venezuela (donando dinero, petróleo barato y unas 600 toneladas de ayuda alimentaria enviada el 13 de abril, más de la cantidad informada al principio) parecen preocuparse. Chavez se preocupa por toda Latinoamérica y el pasado año donó unos 8.800 millones de dólares de ayuda, cuatro veces la suma de EEUU proporciona a la región.
Por su parte, el Banco Mundial planea enviar 10 patéticos millones de dólares de “ayuda de emergencia” para un país en el que alrededor de ocho millones de personas de mueren de hambre. También planea duplicar “hasta” 800 millones de dólares sus préstamos agrícolas a África para el próximo año, y con eso lo único que conseguirá será que una mala situación empeore. Irá destinado a naciones gravemente endeudadas, incapaces, como consecuencia, de proporcionar alimentos a su pueblo; pero la política del Banco Mundial siempre va en la dirección contraria a lo que esos países necesitan.
El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hizo simplemente una declaración formal sobre la crisis y su gravedad, y fue tan frustrante como Alexis, no ofreció ninguna ayuda significativa, es un tipo tan indiferente como los funcionarios del Banco Mundial, que nunca olvida que sus jefes están en Washington. En vez de hacer su labor para ayudar, apeló a los dirigentes de Haití a que restauraran la estabilidad porque la seguridad del país estaba amenazada. Los pueblos pobres que se mueren de hambre no son su problema. ¡Que coman galletas de barro!
Esa es también, al parecer, la solución de René Preval. Tardíamente (el 12 de abril), anunció un plan para hacer que el precio del arroz bajara un 15%. Eso no va a ayudar en nada a solucionar la crisis, y Reuters (15 de abril) informó que los vendedores exigen precios más altos aún para las mercancías que tienen almacenadas. Eso provocó nuevos disturbios en las calles, que los haitianos sigan muriéndose de hambre y que los “funcionarios gubernamentales brillen por su ausencia a la hora de hacer la más mínima declaración”.
El nuevo libro de Raj Patel explica bien el estado de cosas actual. Se titula “Stuffed and Starved: The Hidden Battle for the World Food System”. En una declaración efectuada el 14 de abril, dijo: “Lo que está sucediendo en Haití es un presagio para el resto del mundo desarrollado. Haití es el vivo retrato de una economía que liberalizó su agricultura y liquidó las redes de protección social para los pobres…”. Las condiciones que crean los disturbios como consecuencia del problema alimentario son dos:
· “Los precios desorbitados y las políticas modernas de desarrollo” (tarifas, subsidios a las corporaciones, políticas de reserva de grano) hacen que millones y millones de seres no puedan acceder a los alimentos; y
· “Entonces se producen disturbios cuando no hay otra forma de conseguir que los poderosos escuchen…” Seguirán apareciendo “cada vez con mayor frecuencia hasta que los gobiernos se den cuenta que la comida no es un mero artículo, es un derecho humano”.

El Hambre Mundial – Un Problema Cada Vez Más Grave Para Todas las Naciones

La situación es tan grave que las protestas pueden estallar por doquier y en cualquier momento, y los países ricos, incluidos los EEUU, no están inmunizados. La pobreza en el país más rico del mundo crece y organizaciones como el Economic Policy Research (CEPR) y el Economic Policy Institute (EPI) así lo documentan. Están informando de la existencia de unas clases marginadas (cada vez más numerosas), alrededor de 37 millones de personas con salarios miserables, y aseguran que las estadísticas oficiales subestiman el problema. Indican que se está abriendo un abismo sin precedentes entre ricos y pobres, una clase media agonizante y cada vez más millones de seres inmersos en la extrema pobreza.
Afecta también a los desempleados en tiempos de depresión económica, pero los datos oficiales del gobierno ocultan hasta qué extremo. Si los cálculos sobre el empleo se hicieran como se instituyó originariamente, la tasa real estaría alrededor del 13% en lugar de la cifra del 5,1% del Departamento de Trabajo. Lo mismo ocurre con la inflación que, a nivel macroeconómico, está alrededor del 12% en vez del oficial 4%, cifra totalmente absurda.
En condiciones de especial dureza, el síntoma más claro es que el hambre aumenta, y la actual inflación alimentaria amenaza con una espiral que va a escapar de todo control si no se hace nada para remediarla. Es la más alta en décadas, con el año 2007 señalando lo que se nos viene encima: los huevos subieron un 25%; la leche un 17%; el arroz, el pan y la pasta un 12%, y vayan y miren los precios que señala la Junta de Comercio de Chicago (CBOT, en sus siglas en inglés):
· Los precios de los granos y la soja están en niveles nunca vistos;
· El trigo está todo el tiempo por encima de los 12$ el celemín (*), con pocas perspectivas de que deje de subir a pesar de una disminución temporal en los precios; el Departamento de Agricultura de EEUU prevé que las reservas globales de trigo de este año caerán hasta una cifra de hace 30 años, por debajo de 109,7 millones de toneladas métricas; USDA también proyectó que las reservas de trigo estadounidenses al año a finales de 2008 serían de 272 millones de celemines, el nivel más bajo desde 1948;
· El maíz y la soja están también a nivel de record; la soja está a 15$ un celemín; los precios del maíz se dispararon hasta los 6$ el celemín, mientras la demanda de esta y otras cosechas se disparan a pesar de que los granjeros estadounidenses han plantado todo lo que han podido para aprovechar los altos precios.
Una demanda creciente, un dólar débil, pero también hay otros muchos factores responsables de la situación: el aumento en el uso de maíz para la producción de etanol ha hecho que los granjeros dediquen una gran parte de la extensión de sus tierras a otro tipo de cosechas a fin de plantar más de lo que más se demanda. El 43% de la producción de maíz se dedica a alimentar el ganado, pero alrededor un quinta parte va a los biocombustibles, según la Asociación Nacional de Productores de Maíz (NCGA, en sus siglas en inglés). Otras estimaciones llegan al 25-30%, comparado con el 14% de hace dos años, y la NCGA estima que una tercera parte de la cosecha de 2009 irá para producir etanol, no comida. Esto está disparando la inflación alimentaria mundial y estadounidense y las previsiones a cinco años vista es que los aumentos serán aún más altos.
En los países más pobres del mundo, la gente se muere de hambre y aquí [EEUU] no se para de hablar de vales de comida, con unas previsiones sin precedentes: este año, 28 millones de estadounidenses van a necesitarlos, a la vez que aumenta el desempleo en una economía debilitada. Sin embargo, muchos millones en situación precaria no tienen la cobertura de unos servicios sociales que, además, cuentan con presupuestos mínimos a causa de las guerras y la bajada de impuestos a los ricos, haciendo que la gente pobre se hunda en casa. Una familia de cuatro miembros sólo tiene ahora derecho a subsidios si sus ingresos mensuales son de 1.721$ al mes, o 20.652$ al año (o por debajo). Incluso en esos casos, consigue los mismos 542 dólares al mes que recibían los perceptores en 1996 para cubrir los mucho más altos precios actuales, lo que significa alrededor de un 1$ por persona y comida y bajando.
Ese es el dilema que debe afrontar el Programa Alimentario Mundial de las Naciones Unidas (WFP, en sus siglas en inglés) en un momento en que las donaciones que le llegan son insuficientes. Su Directora Ejecutiva, Josette Sheeran, dijo: “Nuestra capacidad para llegar a la gente disminuye a la vez que las necesidad aumentan… Estamos viendo una nueva cara del hambre en gente que no puede permitirse comprar comida… Las situaciones que anteriormente no eran urgentes son ahora desesperadas”. Las necesidades de financiación del WFP siguen aumentando. Se estima que alcanzan los 3,5 mil millones de dólares, que seguirán creciendo, y son para proyectos aprobados para alimentar a 73 millones de personas en 78 países en todo el mundo. El WFP prevé unas necesidades potenciales mucho más altas para emergencias imprevistas y para la cada vez mayor cantidad de personas en situación de necesidad.
La suma que la gente (que no es pobre) de los países ricos dedica a los alimentos supone el 10% de su consumo. En otros, como en China, es de alrededor de un 30%, pero en África Subsahariana y en los países pobres de Latinoamérica y Asia es de alrededor del 60% (o incluso el 80%) y siguen aumentando. Significa que la ayuda alimentaria es vital y que sin ella la gente se morirá de hambre. Pero mientras los precios de los alimentos suben, los ingresos disponibles (cuando más necesarios eran) caen porque no se dispone de suficiente dinero y hay muy pocos donantes ofreciendo ayuda.
Las agencias que podrían hacer algo están haciendo menos de lo que debieran y algunas, como USAID, están diciendo que van a cortar el volumen de la ayuda alimentaria que proporcionan, pero no quieren decir por qué. Su misión es ayudar a los ricos, no a los pobres, como se afirma en su página en Internet: Como agencia gubernamental de EEUU, “recibe sus directrices políticas exteriores de la Secretaría de Estado y su misión es cuidar de los intereses políticos exteriores de EEUU en las áreas de crecimiento económico, agricultura y comercio…” Eso deja fuera a los pobres.
Oxfam se preocupa de lo que USAID ignora. Se hicieron llamamientos a los donantes y gobiernos a acciones inmediatas para proteger a los pobres del mundo contra la subida de los precios de los alimentos. Un portavoz dijo: “La incertidumbre económica mundial, los altos precios de los alimentos, la sequía (y otros factores), todos unidos, lanzan una seria amenaza a los más vulnerables”. En otra declaración añadía: “En el futuro, cada vez habrá más gente teniendo que enfrentar carencias alimentarias. Debido al aumento de los precios de los alimentos, tenemos que pensar en su impacto sobre los pobres del mundo, que están gastando en comida hasta el 80% de sus ingresos”.
El Relator Especial para el Derecho a los Alimentos de Naciones Unidas, Jean Ziegler, expresó también su alarma. En comentarios al diario francés Liberación, dijo: “Nos encaminamos hacia un período muy largo de motines, conflictos y olas de incontrolable inestabilidad regional marcados por la desesperación de las poblaciones más vulnerables”. Señaló que incluso en circunstancias normales el hambre invade el mundo y cada cinco segundos se lleva la vida de un niño menor de diez años. Debido a la crisis actual, nos enfrentamos ahora a “una masacre inminente”.
Además de los factores habituales citados, es vital preguntarse por qué, pero no esperen que se lo explique Lula de Brasil. La producción de biofuel es la principal culpable pero, según él, no es así. Brasil es uno de los productores de biofuel más importantes. El pasado año firmó un “Pacto del Etanol” de Investigación y Desarrollo con Washington para desarrollar las tecnologías de “próxima generación” para seguir aumentando la producción.
El 16 de abril, en un información de Reuters, el antiguo dirigente sindical se manifestó de forma desdeñosa sobre la actual crisis y rechazó las críticas de que los biofuel tuvieran la culpa. A pesar de las protestas en Brasil y en todo el mundo, dijo a los periodistas: “No me digan… que la comida es cara a causa del biodiesel. Es cara porque la situación económica de los pueblos ha mejorado y quieren comer más”. Eso es verdad en algunas zonas de la China y la India, pero no en la mayoría de países donde los ingresos no han mantenido el ritmo de la inflación.

Biocombustibles – El Azote de Nuestra Época

La idea de obtener fuel combustible de las materias orgánicas ha estado dando vueltas en la mente de algunos desde la época de los primeros coches, pero sólo recientemente ha empezado a considerarse en serio. Como se fabrican a partir de plantas o subproductos animales (renovables), los bio o agrocombustibles se han vendido (falsamente) como una solución a la cada vez mayor escasez de energía con un supuesto inmenso beneficio añadido, con la insensata idea de que son limpias y verdes sin todas esas cuestiones molestas relacionadas con los combustibles fósiles.
El biofuel es un término general para describir todos los combustibles de materia orgánica. Las dos clases más comunes son el bioetanol, como sustituto de la gasolina, y el biodiesel, que sirve para el mismo propósito que ese tipo de combustible.
El bioetanol se produce a partir de cultivos ricos en azúcar, como el maíz, el trigo y la caña de azúcar. La mayoría de los coches pueden quemar un combustible del petróleo mezclado hasta con un 10% de bioetanol sin necesitar hacer modificaciones en su motor. Algunos coches, de modelos más recientes, pueden correr con bioetanol puro.
El biodiesel se produce a partir de una variedad de aceites vegetales, como la soja, la palma y la colza, más grasas animales. Este fuel puede reemplazar al diesel regular sin modificar los motores.
El etanol de celulosa es otra variedad y se hace a partir de la fibra descompuesta de las hierbas o de otras clases de plantas. Los biofuel de todos los tipos son renovables ya que los cultivos crecen en temporada, son cosechados y replantados para obtener nuevas producciones una y otra vez.
En el discurso de George Bush de 2007 sobre el Estado de la Unión anunció: “Es de interés vital para nosotros que diversifiquemos los suministros energéticos de EEUU, por lo que debemos continuar invirtiendo en nuevos métodos para producir etanol y reducir en un 20% el uso de la gasolina en EEUU en los próximos años. Para lograrlo, debemos fijarnos el objetivo de conseguir 35 mil millones de galones de fuel renovable y alternativo en 2017 para reducir nuestra dependencia del petróleo extranjero”.
Anteriormente, el Congreso aprobó el Acta para la Política Energética de 2005 que establecía un mandato para aumentar la producción de fuel y etanol hasta cuatro mil millones de galones en 2006 y hasta 7.500 millones para 2012. El año pasado se alcanzaron ya los 6.500 millones de barriles y se va camino de lograr los 9.000 millones este año.
El Acta por la Seguridad e Independencia de la Energía impulsó el esquema de la administración Bush con multitud de subsidios al sector agrícola. Su versión final fue aprobada sin problemas en diciembre por las dos Cámaras, y George Bush lo hizo oficial el 19 de diciembre. Subió las previsiones de 2005 con uno de sus llamamientos a producir 36.000 millones de galones de fuel renovables en 2022 para reemplazar el 15% de su equivalente en petróleo. Eso supone aumentar casi en cinco veces los niveles actuales, y pueden fijarse nuevos objetivos mientras sigan subiendo los precios del petróleo (que el 21 de abril alcanzaron los 117$ por barril) para justificar alternativas más baratas, y algunos de la comunidad del medio ambiente proclaman que los biofuel son menos dañinos para el medio ambiente.
Sigan aplaudiendo, pero abran los ojos a la realidad. Al consideran todos los efectos que supone producirlos, se ve, en dos palabras: que los combustibles orgánicos destrozan las selvas tropicales, reducen las reservas acuíferas, exterminan las especies e incrementan las emisiones invernadero. Al menos eso es lo que el Science Magazine dice en su número más reciente. Revisaba estudios que habían examinado cómo la destrucción de ecosistemas naturales (tales como las selvas tropicales y las praderas sudamericanas) no sólo libera gases invernadero cuando se queman y se aran sino que también priva al planeta de esponjas naturales que absorben las emisiones de carbón. La tierra cultivable absorbe mucho menos carbón que las selvas tropicales, y también absorbe menos el monte que las reemplaza.
El científico de Nature Conservancy, Joseph Fargione (principal autor de un estudio), concluía que la aniquilación de las praderas, a causa del fuel fabricado anualmente a partir de esa tierra, libera 93 veces una cantidad de gases invernaderos que podrían haberse evitado. Para los científicos y otras personas preocupadas por el calentamiento global, la investigación descubría que la producción de biofuel exacerba ese problema y por tanto hay que reconsiderarla. Otros no están de acuerdo y, de momento, continúa la tendencia en Europa y EEUU, fijándose ambiciosos objetivos que prestan poca atención a las consecuencias que prefieren ignorar.
Eric Holt-Gimenez, director ejecutivo del Food Frist/Institute for Food and Development Policy, sí concede mucha atención al tema y escribió sobre él en un artículo publicado el pasado junio por la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) que fue ampliamente distribuido con posterioridad. Su título era: “Biocombustibles: Los Cinco Mitos de la transición a los Agrocombustibles”. Como él señala: “Es necesario deshacer todo el equipaje mítico de los agrocombustibles de transición”:
1. Los agrocombustibles no son limpios ni verdes. Como se dijo antes, producen muchísimas más emisiones de gases invernadero que las que ahorran y también requieren grandes cantidades de fertilizantes a base de petróleo, que contaminan aún más.
2. La producción de agrocombustibles destruirá inmensas extensiones de bosques en países como Brasil, donde está bien documentada la colosal devastación de la Selva del Amazonas, que sigue actualmente aumentando a una velocidad de 325.000 hectáreas al año. En Indonesia, para 2020, “las plantaciones de aceite de palma para biodiesel seguirán siendo la causa principal de pérdida de bosques en un país que tiene una de las tasas de deforestación más altas del mundo”.
3. Los agrocombustibles destruirán el desarrollo rural. Los pequeños campesinos se verán obligados a dejar sus tierras y lo mismo les ocurrirá a otros miles en comunidades que tendrán que hacer sitio a las Grandes del Petróleo, a los negocios y tecnología agropecuarios, que llegarán y se apoderarán de inmensos beneficios destinados a los multimillonarios.
4. Los agrocombustibles aumentan el hambre. Los pobres son siempre los que peor parados salen, el tópico está ya expuesto arriba, y Holt-Gimenez cita otra previsión. El International Food Poilcy Research Institute estima que los precios de los productos alimentarios de primera necesidad aumentarán de un 30 a un 33% en 2010, pero esa cifra se ha quedado ya obsoleta al considerar los datos actuales. El FPRI ve también un continuo aumento hasta 2020 de entre el 26 al 135%, que será catastrófico para los pobres del mundo que no pueden permitirse ya pagar los precios actuales y que no tienen posibilidades de aumentar sus ingresos más que de forma marginal, en caso de tener alguna posibilidad.
5. Unos agrocombustibles mejores, de “segunda generación”, no es algo que esté a la vuelta de la esquina. Aunque se nos trata de vender que son respetuosos con el medio ambiente y que los árboles y el Panicum virgatum (una especie de hierba alta de pradera de estación cálida que crece en el centro de Estados Unidos) crecen deprisa. Holt-Gimenez denomina a ese argumento de “cebo y juego de trileros alrededor de la Panicum virgatum” creado para sustentar la hipótesis de la producción de primera generación ahora en marcha. Los problemas ambientales son los mismos y se verán aún más inmensamente agravados por las plantaciones de cosechas extensivas de GMO (**).
Holt-Gimenez considera los agrocombustibles como un “caballo de Troya genético” que está permitiendo que gigantes del negocio agropecuario como Monsanto “colonicen a la vez nuestro fuel y nuestro sistema alimentario”, que apenas sirven para contrarrestar la creciente demanda de petróleo, que se llevan inmensos beneficios de ese plan, que lo consiguen a expensas de los contribuyentes, que es exactamente lo que está sucediendo también con las Grandes del Petróleo en ese aspecto, como modo de diversificar mediante mayores inversiones en biofuel. Más sobre esto a continuación.

El Fantasma de Henry Kissinger

Kissinger hizo en 1970 un comentario escalofriante que explica bastante lo que está sucediendo ahora: “Controla el petróleo y controlarás las naciones; controla los alimentos y controlarás a los pueblos”. Combínalo con un incontestable poder militar y lo controlarás todo, dijo también, probablemente, Kissinger.
Dijo mucho más en su memorando clasificado de 1974 sobre un proyecto secreto denominado National Security Study Memorandum 200 (NSSM 200) sobre “un plan de acción para la población mundial” en aras a conseguir un drástico control de la población global. Quería reducirla en cientos de millones, utilizando los alimentos como arma, y reorganizando de forma total el mercado global de alimentos para conseguir la destrucción de granjas familiares y su reemplazo por fábricas (dirigidas por el negocio agropecuario). Esto ha estado llevándose a cabo durante décadas, apoyado desde enero de 1995 por la fuerza del WTO, y caracterizado ahora por inmensos gigantes agropecuarios con monstruosos poderes integrados verticalmente que controlan todos los aspectos de los alimentos que comemos, desde los laboratorios de investigación a las plantaciones al procesamiento a los supermercados y a otros aspectos alimentarios en los mercados de todo el mundo.
Pero hay más aún y es peor. Hoy en día, cinco gigantes del negocio agropecuario, con muy poca fanfarria y enorme respaldo gubernamental, hacen planes a lo grande a costa nuestra: controlar los suministros de alimentos mundiales mediante la manipulación genética de los biocombustibles como parte de un esquema más amplio.
Al desviar cosechas para el fuel, los precios se han disparado y cinco gigantes del “Agro biotecnológico” se están aprovechando de ello: Monsanto, DuPont, Dow Agrisciences, Sygenta y Bayer CropScience AG. Su solución: convertir todas las cosechas en GMO, vendiéndolas como medio para incrementar la producción y reducir costes, y proclamando que esa es la solución al alza de precios y al hambre del mundo.
En realidad, el poder agropecuario aumenta los precios, controla la producción para mantenerla alta y el principal objetivo detrás de la actual situación es la conversión de las tierras de labranza en fábricas de biocombustibles. Produciendo menos para alimentación y aumentando la demanda mundial de alimentos, los precios suben y la rampante especulación de artículos básicos de consumo exacerba el problema con comerciantes encantados de poder sacar inmensos beneficios. Es otro aspecto del esquema de transferencia de la riqueza desde hace décadas: de la mayoría mundial a una elite de unos pocos. Mientras la tendencia continúe, su momentum es auto-sostenible y funciona porque los gobiernos lo apoyan. Subvencionan el problema, suavizan las normativas, dejan libertad absoluta a las empresas y sostienen que los mercados funcionan mejor dejándoles a su aire.
Como se mencionó antes, alrededor del 43% de la producción del maíz estadounidense se destina a la alimentación del ganado, pero cada vez se destinan cantidades mayores a los combustibles: en estos momentos, posiblemente, el 25-30% de la producción, comparado con el 14% de hace dos años; desde 2001 ha supuesto una subida del 300%. El total excede actualmente de lo que se destina a la exportación y no parece que la tendencia vaya a disminuir. El resultado, por supuesto, es que las reservas de grano mundiales disminuyen, los precios se disparan, millones de personas se mueren de hambre, los gobiernos lo permiten y son sólo los primeros capítulos de una horrenda tendencia a largo plazo: transformar radicalmente la agricultura de forma que resulte humanamente destructiva de la siguiente forma:
· Permitiendo que los negocios agropecuarios y las Grandes del Petróleo la controlen para su beneficio a costa de la salud y bienestar del consumidor;
· Convirtiéndolo todo en genéticamente manipulable e infligiendo un gran daño potencial a la salud humana; y
· Produciendo cantidades reducidas de cosechas para la alimentación, desviando cantidades cada vez mayores para combustibles, permitiendo que los precios se disparen, valorando igual los alimentos que el petróleo, poniendo fin a la responsabilidad de los gobiernos sobre la seguridad alimentaría y tolerando lo impensable: que se ponga en peligro la vida de cientos de millones de pobres de todo el mundo, permitiendo que se mueran de hambre con tal de conseguir más beneficios.
Ese es el maravillo mundo neoliberal que los estrategas tienen en mente. Se sienten a gusto con sus planes, de los que apenas les desvían las angustias económicas actuales. Son bien conscientes de las crecientes protestas mundiales que podrían ser inmensamente negativas, pero muy centrados, no obstante, en encontrar vías más inteligentes para seguir adelante con lo que llevan tanto tiempo preparando y trabajando. Por eso no van a permitir en absoluto que la miseria humana haga peligrar sus grandes beneficios.
Si no quieren cambiar, el pueblo tendrá que hacerlo por ellos y, a lo largo de la historia, eso es lo que siempre ha funcionado. Con el tiempo, elevar las protestas cuando las amenazas se incrementen, y puede que esas amenazas sean ya tan graves que nunca hubiéramos podido imaginarlas.
Qué mejor momento para un nuevo movimiento social como los del pasado en que eran las fuerzas esenciales para el cambio. El afamado organizador comunitario Saul Alinsky sabía muy bien que la forma de golpear al dinero organizado es mediante el pueblo organizado. Y así fue como triunfaron tomando las calles, haciendo huelgas, boicots, desafiando a las autoridades, paralizando empresas, pagando con sus vidas y, en última instancia, prevaleciendo al saber que el cambio nunca llega de arriba a abajo. Siempre es desde las raíces, de abajo a arriba, y que mejor momento para eso que ahora. Es hora ya de que la democracia valga para todos, que no toleremos los destructivos GMO y los esquemas de los biocombustibles, y que “América la Bella” no siga siendo sólo para las elites y nadie más.

N. de la T.:

(*) Celemín: medida para áridos, equivalente a 4,625 litros

(**) GMO: [organismo genéticamente modificado],

Stephen Lendman es investigador asociado del Centro para las Investigaciones sobre Globalización. Vive en Chicago y puede contactarse con él en: lendmanstephen@sbcglobal.net;

Su página en Internet es: www.sj.lendman.blogspot.com

Enlace con texto original en inglés:

www.global.research.ca/indez.php?context=va&aid=8712

lunes, abril 28, 2008

Primero de Mayo: memorias y celebraciones


Noel Manzanares Blanco

Al calor de los festejos por del Día Internacional de los Trabajadores, a grandes pasos me dispongo a rememorar los orígenes de esta efeméride en el mundo y en Cuba, así como las razones que tenemos para celebrar la ocasión en todo el archipiélago nacional.
Eran los finales del siglo XIX: en la dinámica del movimiento obrero en Chicago, Estados Unidos de América, en noviembre de 1884, se efectuó el IV Congreso de la Federación Americana del Trabajo (AFL, por sus siglas en inglés) donde se aprobó que las organizaciones obreras de ese país y Canadá se comprometieran a conquistar la jornada laboral de ocho horas a partir del 1ro de mayo de 1886.
Surgió entonces el Manifiesto del 1ro de mayo con la siguiente inscripción: “A partir de hoy ningún obrero debe trabajar más de ocho horas por día. ¡Ocho horas de trabajo! ¡Ocho horas de reposo! ¡Ocho horas de educación!”.
Al calor de la demanda proletaria, la lucha ascendió en aquella ciudad norteamericana. Hubo un mitin con la asistencia de unas 15 mil personas. El delito del principal orador consistió en destacar que los capitalistas se quedaban con el 85 % de las ganancias y a los obreros le daban solamente el 15 % ─másmenos lo que sucede en la actualidad.
Al finalizar el acto, la policía irrumpió, un desconocido dejó caer una bomba y murieron ocho agentes del orden. Sin pruebas fehacientes, un Jurado certificó que fueron siete líderes anarco-sindicalistas quienes causaron el daño mortal. El infierno hizo gala, pero también hubo respuesta.
En honor a los mártires de Chicago, el Congreso obrero de corte marxista que sesionaba en París desde el 14 de julio de 1889, acordó que a partir del próximo año se celebrara el 1ro de mayo a favor de la jornada por las ocho horas de trabajo. Así quedó establecido el Día Internacional de los Trabajadores.
En Cuba se concretó la efeméride en el mismo 1890. Desde esa fecha, cada primero de mayo ha constituido una oportunidad de pronunciamiento por el bien de quienes laboran en la producción y los servicios. Tras la clarinada del Gran Enero de 1959, con más razones ha tenido lugar el festín.
Hoy por hoy, contra viento y marea, guapeamos por el bienestar de cubanas y cubanos, por la armonía de la triada persona-sociedad-naturaleza, por lanzar al basurero cuanto atente contra la Patria revolucionaria y socialista. Nos regocijamos de una esperanza de vida que se enrumba a los 80 años, la mortalidad infantil es de 5,3 por cada mil nacidos vivos, y mujeres y hombres poseen igualdad de oportunidades para su desarrollo individual –racionalmente visto el asunto–. Ello apenas constituye una arista de nuestras bondades.
Así, la altura de este 1ro de mayo, como nunca luchamos por hacer cada día una obra mejor. Así celebramos el Día Internacional de los Trabajadores en Cuba Revolucionaria y Socialista.

Bolivia: El mismo divisionismo que Estados Unidos usó en Panamá en 1903

Olmedo Beluche

Cuando escucho los dramáticos acontecimientos que afectan a la hermana república de Bolivia en estos días tengo una fuerte sensación de "deja vú", como dirían los franceses. Esto lo he visto antes. ¿Dónde? ¡Ah! Es la misma estrategia de Estados Unidos que separó a Panamá de Colombia en 1903 para apoderarse del canal.
Los panameños que aún creen en las mentiras históricas contadas por nuestros historiadores al servicio de la oligarquía y el imperialismo yanqui, especialmente aquellos que se dicen de "izquierdas", que miren hacia Bolivia en 2008, y aprenderán algo de historia panameña.
En Bolivia, desde la elección abrumadora del presidente Evo Morales, en enero de 2006, el imperialismo norteamericano y europeo, en asocio con la oligarquia blanca que ha explotado, oprimido y discriminado a la mayoría indígena de ese país por 500 años, se han dedicado a la tarea de sabotear todas las iniciativas del gobierno.
Primero, empresas transnacionales y oligarcas "nacionales", trataron de bloquear la nacionalización del gas decretada por Evo. Recurso natural que dichas empresas venían explotando por décadas sin entregar al país casi nada de las ganancias que se embolsaban.
Luego procuraron sabotear la Asamblea Constituyente, electa democráticamente, en que el pueblo de TODAS las provincias (incluida Santa Cruz) ratificó, para redactar un nuevo modelo de país, a los partidarios de Evo Morales y a una mayoría de diputados indígenas, hasta entonces excluida de la participación política y las grandes decisiones.
Inventaron que, para aprobar los artículos de la nueva Constitución, el gobierno debía aceptar de las imposiciones de una oposición castigada con una escasa representación por parte del voto popular, aduciendo una que sólo podía aprobarse por una mayoría de 75% de los diputados y no por mayoría simple (mitad más uno).
Cuando, después de meses de sabotaje, los diputados decidieron aprobar la nueva Carta Magna, cuetionaron la "capitalidad" de La Paz, obligaron a mover de ciudad las sesiones y pusieron manifestantes violentos que agredieron a los diputados aymaras, quechuas y de otros grupos étnicos en las puertas de la Asamblea Constituyente.
En el interín, la oligarquía racista boliviana, asesorada por el embajador yanqui Philp S. Golberg (que antes trabajó en Kosovo ayudando a la fragmentación de las exYugoslavia), inició una campaña para prejuiciar a los "mestizos" contra los indígenas. Campaña acompañada de ataques armados de grupos paramilitares contra organizaciones obreras y populares que apoyan al gobierno. El objetivo, anular su presencia en las provincias del este del país donde los pueblos originarios son menores que en la sierra.
Su labor de división del país continuó tratando de legitimar ideológicamente la existencia de dos Bolivias, la blanca y la india, para justificar la división del país, el desconocimiento del gobierno y las autoridades legítimamente electas. Ese divisionismo, disfrazado de "separatismo" adoptó ahora el llamado a unos referéndums ilegales en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija que buscan declararse independientes del gobierno central.
Como ha dicho el diplomático boliviano, Jorge Alvarado: "Ellos persiguen separarse de Bolivia porque consideran que en su territorio se encuentran las mayores riquezas, reservas importantes de hidrocarburos, las tierras más productivas y con esas riquezas pueden mantenerse". Cuyos frutos no quieren compartir con las mayorías desposeídas, tal y como vienen haciendo desde la Colonia.
Agrega el embajador boliviano, "detrás de todo esto está el imperio". "Quieren es dividir al país para reinar -señala- no sólo en Bolivia, sino en Latinoamérica, porque la intención de Estados Unidos es dividir a los países latinoamericanos con esos pretextos del separatismo".
El objetivo de Estados Unidos es claro: obtener el control de los recursos naturales bolivianos, en especial el gas, que serán cedidos gustosamente por los gobernadores separatistas, anulando los impuestos y la nacionalización hecha por Evo Morales.
La política contienental de Estados Unidos del "divide y vencerás" no es nueva. Tiene 200 años de aplicación en el continente, desde la famosa doctrina del "América para los americanos". Y fue advertida y vaticinada por Bolívar numerosas veces, en especial en la convocatoria al Congreso Anficitiónico de Panamá en 1826.
Ese "divide y vencerás" se aplicó literalemente en Panamá, en 1903, por parte de Teodoro Roosevelt para apoderarse de nuestro principal recurso natural, la posición geográfica, y construir un canal controlado por ellos.
Primero propusieron un borrador de tratado tan leonino que, cuando los negociadores colombianos (Martínez Silva y Vicente Concha) se opusieron, forzaron su retiro, hasta que el embajador colombiano firmó, sin consultar a su gobierno, el oprobioso Tratado Herrán-Hay en enero de 1903.
Cuando el tratado empezó a encontrar una tenaz resistencia de la opinión pública, panameña y colombiana, y se hizo evidente que no se aprobaría sin modificaciones en el Senado colombiano, Estados Unidos empezó a preparar el "plan b", es decir, la separación de Panamá de Colombia.
Para ello contó con la decidida colaboración de la oligarquía conservadora panameña, hasta ese momento aliada del gobierno conservador de Bogotá presidido por Marroquín, cuyos líderes eran, casualidad (!), dos empleados de la Compañía del Ferrocarril de Panamá, José A. Arango y Manuel Amador Guerrero (el último cartagenero). Cerradas las sesiones del Senado en Bogotá, el 30 de octubre de 1903, se procedió a realizar la separación el 3 de noviembre, con una cuantiosa flota militar norteamericana.
Quince días después se firmaba en Washington el Tratado Hay-Bunau Varilla, por un francés accionista de la Compañía Nueva del Canal, con aprobación de la ilegal Junta Provisional de Gobierno panameña, compuesta por conspicuos oligarcas del patio, que lo ratificó en inglés y sin traducción oficial. Por esa vía, Estados Unidos se apropio del Canal de Panamá, del que salieron en el año 2000 después de un siglo de luchas generacionales del pueblo panameño.
Para dar apariencia legítima a este acto intervencionista, los historiadores al servicio de la oligarquía, procedieron a reescribir la historia tratando de encontrar un supuesto anticolombianismo de los panameños durante el siglo XIX, igual que hoy hace la oligarquía boliviana para dividir al pueblo entre "indios" y "cambas".
Lamentablemente, en Panamá, mucha gente progresista sigue imbuida de la falsificación histórica sin querer aprender la lección que nos legara el propio Libertador Simón Bolívar: sólo la unidad nos hará libres, los divisionismos regionalistas son fomentados por intereses extranjeros y oligarquías locales para sojuzgarnos.
Por ello, los panameños más que nadie, debemos ser plenamente solidarios con el pueblo boliviano que pugna por su liberación, denunciando a los divisionistas de hoy, hijos de la casta de traidores que nos fragmentaron el siglo pasado para beneficio del imperialismo norteamericano.

¡Viva Bolivia unida!
¡No a los ilegítimos referéndums separatistas!
¡Manos yanquis fuera de Bolivia y Latinoamérica!
¡Por la unidad latinoamericana!

domingo, abril 27, 2008

El capitalismo agrario pampeano y el conflicto actual


Un análisis político

I – Las nuevas formas del capitalismo agrario pampeano

II - Claves del conflicto

III – La administración cleptocrática del Estado burgués

IV – Trabajadores del campo y un programa de superación

I – Las nuevas formas del capitalismo agrario pampeano

Preliminar

Si hay algo que ha puesto al desnudo la rebelión política de la burguesía agraria pampeana de importancia analítica mayúscula es la de su transformación social productiva. En medio de tantas voces, de tantas interpretaciones, de tantas posiciones proclamadas a favor o en contra, de tanto artículo, informaciones, etc. que en la mayoría de los casos más que esclarecer parece abrumar y opacar la comprensión del conflicto patronal, se vuelve preciso examinar esa transformación que parece constituir la base social de los intereses y de la conducta política del empresariado agrícola pampeano.
Quizá no este demás señalar claramente que al hablar o referirse a la producción agraria y ganadera pampeana, ésta es de carácter capitalista desde hace muchísimo tiempo, que Argentina en esta región productiva no muestra otras formas productivas atrasadas como todavía pueden encontrarse en otros países o regiones. La penetración del capital en el campo argentino es posible rastrearla ya desde el siglo XIX a través de los propietarios terratenientes que se constituyó como burguesía terrateniente y no como terratenientes feudales y/o semifeudales. Su relación económica complementaria con Inglaterra como rama agrícola de la industria inglesa, apropiándose de la renta diferencial a escala internacional la convirtió en una clase retrógrada en lo social, dictatorial en lo político, fraudulenta en lo institucional y freno objetivo para cualquier proceso o política que se impusiera el cometido de “industrializar” Argentina. La burguesía industrial irrumpiría “groseramente” a lo plebeyo, como en toda historia de desarrollo burgués en cualquier región o país, bajo las condiciones internacionales: primera guerra mundial, depresión de la década de los 30, segunda guerra mundial, cuando el capitalismo mundial del “laissez-faire” se derrumbaba estrepitosamente generando una situación de depresión continuada y surgimiento de conflictos sociales que ponían en jaque la sociedad del capital.
Esta situación nueva para la época ya marcaba también una nueva etapa para las relaciones capitalistas en el agro pampeano. Los expoliados pequeños empresarios (chacareros) arrendatarios por parte de aquella clase burguesa terrateniente (digamos la conocida “oligarquía terrateniente”), había dado ya su grito de rebelión en 1912, conocida como el Grito de Alcorta, e iniciaban otra época que década tras década los iría convirtiendo en pequeños propietarios sufriendo, como no podía ser de otra manera, los avatares de la depresión mundial y los vaivenes políticos (golpes militares, fraudes patrióticos, etc.). La propiedad de la burguesía terrateniente y su capacidad de apropiarse la renta permanecía de todos modos.

- Burguesía agraria “tradicional” y nueva burguesía agraria

Para ir ahora directamente a la situación actual lo que es de enorme importancia y debe destacarse por encima de otra cuestión en el análisis consiste en la aparición de la burguesía financiera (capital financiero) como la nueva clase que ha penetrado en el producción agraria pampeana que introduce formas de producción y de comercialización antes no vistas y que es completamente diferente a la figura “tradicional” del burgués agrario pequeño o medio (chacarero pero no “campesino”) dueño de su “campo” o bien arrendatario que se encuentra al frente del mismo, administra, decide, contrata peones rurales, comercializa, adquiere maquinarias, introduce los plaguicidas, herbicidas, etc. es decir, invierte su capital y lo rentabiliza, pero que también es diferente del burgués terrateniente, ganadero (criadores) y que por ser propietario de enormes extensiones de pampa húmeda es rentista al arrendarlas, para la producción agrícola, a aquella burguesía media. Coexistencia, pues, de grandes extensiones en manos de terratenientes burgueses (y no “oligarquía” en el sentido semifeudal), junto a pequeños y medianos propietarios y arrendatarios. Parecería, entonces, que la relación social de producción en el campo pampeano podría ser la de una dupla: burguesía terrateniente versus pequeña y mediana burguesía, con diferencias en lo que va de una a otra pasando por una burguesía agraria empresarial acomodada hasta llegar a empresarios minifundistas.
Esa coexistencia se ha visto ahora alterada por la irrupción de estas nuevas formas de producción impuestas por el capital financiero: Grobocopatel, Elsztain, Alvarado, Eurnekian, Romero, Jorge Brito (banquero), Franco Macri, Wertheim, Sigman, pero en especial los fondos de inversión o pool de siembra como se los llama y en los que, por supuesto, intervienen muchos de los apellidos antes mencionados. ¿Han desaparecido los antiguos apellidos “patricios” ¡No! aún continúan: Martínez de Hoz, Blaquier, Rodríguez Larreta, Menéndez Behety, pero ya no conservan ni el capital ni el poder que supieron tener por lo que han quedado más vinculados con lo antiguo y lo tradicional que con lo “nuevo” y “modernizador” que hoy ofrece lo financiero en el campo como sinónimo de “eficiente” y “dinamizador” de la producción agropecuaria.
Esta penetración del capital financiero con su capacidad de inversión de capital, con su capacidad de administración, con las relaciones que mantiene con comercializadoras y exportadoras, con su vinculación con el capital mundial, con su potencia de coacción económica y política, en medio de una situación excepcional de aumento de precios internacionales del trigo, maíz, girasol, y soja, ha planteado al resto de las clases agrarias un desafío: ser más productivo, ya que él practica la siembre directa, utiliza masivamente herbicidas y fertilizantes, reduciendo los trabajos que antes requería muchos obreros agrícolas y además trabajan grandes extensiones en mucho menos tiempo que hace 20 años atrás y, al mismo tiempo genera una amenaza: ponerse a su nivel, transformarse en empresarios de otra rama no agropecuaria o desaparecer agónicamente a lo largo de años, añorando lo que eran ellos y sus ancestros, con la nostalgia por un campo que ya fue y no volverá más. Y esta situación se tornará permanente aun cuando los precios internacionales caigan, si es que ello pudiera suceder, porque los inversores financieros podrán emigrar pero las nuevas modalidades de producción y administración del capital serán necesarias para aquellos empresarios que continúen con la inversión agraria.
Por ahora ¿cuál es el dilema que le ha planteado el capital financiero a los propietarios de la pequeña y median burguesía agraria? En principio debe decirse que la rentabilidad de la inversión agraria, en particular en la producción de soja, aun con las retenciones fijadas, está por encima de cualquier inversión industrial, financiera e incluso del propio sector rural como ganadería o producción frutihortícola. En segundo lugar, que la penetración imparable del capital financiero muestra que puede asumir riesgos que los arrendatarios tradicionales y los pequeños propietarios no pueden hacerlo. Por ejemplo no pagan porcentaje alguno por arrendarles a aquellos sus tierras para ponerlas a producir, sino que pagan una suma fija por hectárea, con lo cual los dueños de aquellos predios productivos ven eliminados el riesgo de ponerse a producir ellos.
La rentabilidad puesta por los elevados precios internacionales, comparada con la inversión financiera, constituye un atracción inexorable para estos capitales lo que, entre otras cosas, produjo una elevación de la renta territorial como también del valor de la tierra como hacía mucho tiempo que no se veía en el campo pampeano.
El capital financiero invertido (fondos de inversión) en el agro permitió que surgiera una especie de cuerno de la abundancia acompañada de buenos negocios. Una franja amplia de pequeños propietarios (50-100 has.) se encontró teniendo que decidir si aceptaba una renta fija anual en dólares ofrecida por los fondos de inversión o seguía al frente de su propiedad con la esperanza de obtener una suma mayor que la ofrecida pero asumiendo el riesgo de la inversión: costos en herbicidas, plaguicidas, roturación, contratistas, peones para siembra y cosecha, etc. etc. Buena parte optó por la “seguridad” de una renta en mano que por una rentabilidad de tasa incierta. Esto ha permitido que el burgués agrario pequeño al mismo tiempo que deja de estar al frente de su campo pueda intentar, y así lo hace, pasarse a otras actividades empresariales (comercial, por ej.) o haga inversiones inmobiliarias (compre propiedades urbanas para alquilar). Que está haciendo el capital financiero en el agro: convertir al pequeño y mediano burgués agrario ¡en rentista! Ya no se esfuerza en la administración de su campo y termina con el riesgo y la incertidumbre. Por supuesto quedan aún quienes se resisten a la alternativa y se esperanzan en obtener altísimas rentas diferenciales.
Pero hay que señalar que esta nueva forma capitalista del campo pampeano no produce sólo estas consecuencias sociales y económicas. Su dominio produce, como se ha expuesto, inmigración rural hacia las ciudades más importantes de cada región mientras otros pueblos se empobrecen y languidecen; con relación a la tierra misma los fondos de inversión no reparan ni les interesa hacer rotaciones de cultivos, provocan desertificación, contaminación hídrica pues se ha comprobado excesos de nitratos y de fosfatos, el uso indiscriminado de herbicidas, etc. etc. y hay que adicionarle lo que se llama la monoproducción de soja.

II – Claves del conflicto

Es preciso decir que el nudo del conflicto no pasa porque lo cuestionado sea que el Estado se arroga un derecho ilegítimo cual es el de fijar retenciones a las exportaciones. Este derecho ni es nuevo ni es ilegítimo ni lo practica sólo Estado Argentino. Las retenciones constituyen un impuesto que se pone en práctica actualmente en numerosos países y es un recurso de política económica al que el Estado recurre por distintos motivos. Dado que las aduanas son nacionales (Constitución Nacional) los recursos así obtenidos forman parte de los ingresos del presupuesto nacional desde mediados del siglo XIX.
Este impuesto al comercio de exportación lo que hace es tomar una parte de la renta diferencial de la tierra y, en particular en la actualidad, la renta diferencial extraordinaria que surge como consecuencia de los altos precios internacionales de granos y cereales, que el Estado aplica puntualmente a soja, trigo, maíz y girasol, pero especialmente a la primera. No tiene el mismo fundamento y carácter que los aportes sobre salarios y el correspondiente impuesto a las ganancias, con lo cual lo se pretende decir que no es igual a la situación que se crearía si el Estado decide establecer un impuesto extraordinario al salario, cosa ésta que se hizo en la administración del lamentable radicalismo cuando era Presidente De la Rúa siendo su Ministro de Economía José Luis Machinea rebajando los salarios de los empleados estatales en un 13 % violando toda la legislación vigente sobre tal ingreso (estabilidad e intangibilidad) ¡esta medida era sí confiscatoria!

Retenciones móviles

Debe recordarse que las retenciones ya se venían aplicando y que si bien había despertado resistencias nunca habían llegado al cuestionamiento como el que surgiría luego de anunciadas las dos medidas que actuarían como disparador del conflicto en curso: a) aumento de las retenciones del 35 % al 44 %, y b) dejaban de ser fijas y pasaban a ser móviles. La burguesía agraria se levantó en rebelión y desató una catarata de denuestos y afirmaciones falsas pero de alto impacto político e ideológico difundida en primera plana por la prensa empresarial, y repetidas hasta el hartazgo por la T.V. y las cadenas radiales, siendo la más reiterada que las retenciones móviles eran (son) ¡confiscatorias! Se pudo y aún se puede escuchar expresiones tales como que: a) las retenciones móviles son un impuesto “distorsivo”; b) “el campo” es el sector que más “trabaja para el País”; c) “el campo” realizó el mayor esfuerzo en la reactivación económica desde el 2002; d) “el campo” paga una enormidad en impuestos; si la soja, que casi no se consume en el mercado interno y se exporta en un 95 % tendría que tener menores retenciones y nunca “móviles”; e) para “el campo” es una injusticia el aumento de las retenciones y su carácter móvil una vez que decidió invertir; que en “el campo” la producción mayor está en manos de pequeños y medianos “productores” (chacareros) y no de oligarquía alguna que “ya no existe”, etc.
Todas y cada una de estas afirmaciones son una descabellada mentira de los portavoces de las burguesías agrarias y de los propios empresarios que decidieron resistir por todos los medios a la política impositiva del gobierno. Veamos en detalle cada una de aquellas afirmaciones. a) Que las retenciones sean distorsivas porque, según el argumento de la ortodoxia liberal económica, irrumpen en el mercado y en su funcionamiento “normal” es inexacto. Todos los impuestos tendrían tal característica entonces ya que, a menos que el Estado tenga fuentes propias de financiamiento (empresas productivas públicas por ej.) y que cubra todas sus necesidades con ellas, siempre en todo tiempo y lugar éste toma de quienes producen sus ingresos. Si por el capital privado fuera el Estado ni tendría que existir, en el sentido económico, mucho menos ocuparse de invertir en educación pública, en materia hospitalaria, tampoco en defensa, ni en transportes ni en comunicación y, efectivamente, es lo que está sucediendo en casi todos los países centrales en los cuales estas actividades son desempeñadas por empresas privadas directamente explotadas por ellas o bien mediante el sistema de concesiones pagadas por el Estado. Es claro que el Estado burgués cumple un rol de mantenimiento y reproducción del sistema social del capital subordinando a los sectores del trabajo, para lo cual debe extender su control, por tanto sus gastos se amplían y para ello las clases burguesas deben “pagar” a su Estado tales funciones. El Estado, pues, es el capitalista colectivo. Pero las clases burguesas agrarias no soportan siquiera a su propio Estado en cuanto se trata de la renta y su acaparamiento: exigen su percepción total sin importarles lo que ocurra con la economía capitalista como un todo.
En cuanto al punto b) que el campo es el que más trabaja para el país, es completamente falso ya que el valor de la producción agropecuaria (incluyendo caza y silvicultura) como sector, de acuerdo con cálculos para el año 2007, sólo representa un 5,3 % del PBI. De modo que si se piensa en términos comunes esto quiere decir que de cada $ 100 de PBI, solamente $ 5,3 se originan en el sector agropecuario. Examinada la estructura sectorial de Argentina es posible advertir que “el campo”, en orden a su contribución al valor del PBI ocupa ¡el octavo lugar! Antes que él están: la industria manufacturera (16,5 %); Comercio (12,9 %); bienes inmuebles y scios. empresariales (12,8 %); Transporte y Comunicaciones (10,5 %); Servicios salud y educación (7,5 %); Construcción (6,4 %); Servicio doméstico, comunales y sociales (5,6 %). Respecto de c) el mayor esfuerzo en la reactivación por el sector agropecuario no se condice con los números aportados a las Cuentas Nacionales: hasta el año pasado desde el 2002, el sector aportó al crecimiento del PBI ¡el 3,76 %! Y en este sentido ocupa el séptimo lugar, lo cual no es como para jactarse precisamente.
En cuanto a la afirmación d) que “el campo” paga una enormidad de impuestos, no resiste el menor análisis serio. El pago del impuesto a las ganancias del sector agropecuario en el 2007 fue el 4 % del total en tanto que la industria por el mismo concepto pagó el 35 %. Comparando este dato con el 5,3 % que representa en el PBI, que emplea menos trabajadores, que les paga en promedio salario más bajos que la industria y que además sólo tiene registrados un 25 % de la fuerza laboral que ocupa la conclusión es que el conjunto de las burguesías agrarias es el sector social que más evade el pago de impuestos y se comporta como el típico patrón “negrero” al más rancio estilo de los explotadores estancieros decimonónico.
El punto e) referido a que no habría que fijar retenciones a la exportación de soja dado que se exporta en su mayor volumen y no incide en la dieta alimentaria interna, lo cierto es que el avance descontrolado de la producción de soja tiene efectos colaterales que se vuelven inevitables en términos de producción de los otros productos que sí impactan en la canasta familiar: trigo, maíz, arroz, ganado, etc. dado que quita extensiones para tales cultivos y ha hecho incrementar en U$D la ha. a altísimos niveles que será muy bueno para el capital propio de las burguesías agrarias pero que hace elevar los precios internos por el “efecto arrastre” que tiene. No menos falso es el argumento que se trata de un “injusticia” establecer tales retenciones y en tal porcentaje de inicio (44 %). Hoy el precio dólar de la soja está alrededor de los U$D 500 la tn. a este precio de venta y descontadas las retenciones los empresarios obtendrían un ingreso aproximado a los U$D 300 por tn. muy superior a los 200 U$D la tn. del año anterior con retenciones de 35 %, la diferencia se dio sólo por el aumento del precio dólar en el mercado internacional.
El último argumento es muy importante. Decir que la parte mayor de la producción agropecuario está en manos de esforzados chacareros y no de oligarquía alguna esto es en verdad un mito. Del total de las empresas agropecuarias, las que tienen menos de 1000 ha en el campo pampeano constituyen el 90 % pero produciendo sólo en el 22 % de la superficie cultivable, en tanto que las empresas grandes y los pool que representan sólo 10 % del total explotando extensiones de más de 1000 ha. producen en el 78 % de la superficie. Más aún, desagregando la relación empresas-extensiones encontramos que las explotaciones de hasta 100 ha. son el 58 % del total de las empresas dedicadas a la producción agropecuaria. Se advierte pues que hay una realidad: el gran capital dedicado al campo es el que ocupa más ha. y produce más que la pequeña y mediana burguesía agraria. Y es posible que la “oligarquía” sea un mito, si por ella se entiende la “oligarquía” semifeudal del siglo XIX y comienzos del XX, pero lo que no es un mito es el capital concentrado financiero que si bien no es una oligarquía al viejo estilo no por ello es menos decisivo y expoliador que aquella de antaño; es lo que dice el Presidente de la FAA, Eduardo Buzzi cuando al responder la pregunta: ¿Existe la oligarquía? Dice: Sí, pero hay vieja oligarquía y nueva oligarquía. La vieja sobrevive. Según el Censo 2002, unas 5.000 familias tienen más del 50 % de la tierra” (Fuente: Clarín 6-04-2008) lo que no dice el Censo 2002 es que muchas de tales “familias” son socios cuando no directamente cabezas de fondos de inversión y pooles que explotan al “nuevo” estilo sus campos y otros que arriendan a muchos pequeños propietarios. ¡He ahí pues la concentración en la apropiación de la renta! Lo más beneficiados serían estas empresas que además forman parte de conglomerados con las exportadoras ¡a ellas les interesa la eliminación de las retenciones, son ellas el factor decisivo en el embuste ideológico que acabamos de exponer y quienes sostuvieron la rebelión de todo el sector!

La rebelión de las burguesías agrarias

Cuando un movimiento social se origina en cualquier clase de la sociedad exigiendo a las autoridades locales, provinciales y/o nacionales la resolución de un problema que se considera una injusticia, de un derecho vulnerado o no reconocido, etc. y toma dimensiones amplias, se transforma de pedido, reivindicación, o reconocimiento, en un movimiento político que toma modalidades y objetivos que superan los originarios y a sus generadores. Esto es lo que ha pasado con el lock-out patronal del campo pampeano. Sus propios iniciadores veían como el movimiento se les escapaba de su conducción y tomaba un giro impensado. El reclamo contra las retenciones móviles se transformó en una rebelión política que entraba en un plano objetivo de deslegitimación del gobierno y enfilaba hacia la creación de una situación de inestabilidad institucional que todavía puede darse. La ultraderecha recibía en bandeja un hecho político mayúsculo sin proponérselo y del cual está dispuesto a obtener no sólo resultados favorables en lo impositivo sino también en lo político. Se planta ante el conjunto social como líder del antiautoritarismo y de la lucha contra la “injusticia” que el gobierno comete al embestir contra los “productores” del campo. Es uno de los mejores regalos políticos que esta administración podría hacerles a la anémica oposición política de derecha para próximas elecciones: que sus políticas liberal-financieras vuelvan a entronizarse como “legítimas” por medio de las convocatorias eleccionarias y los Menem y Cavallo sean reinstalados en la conducción del Estado con otros apellidos.

III - La administración cleptocrática del Estado burgués.

Encaremos, en principio, la caracterización del Estado Argentino como cleptocrático.
El golpe militar de 1976 y la consiguiente dictadura terrorista de Estado que implantó durante más de 7 años, no sólo dejó las secuelas monstruosas de su genocidio masivo, sino otra que no se suele destacar de carácter político institucional: estableció al Estado como un ámbito de saqueo de los caudales públicos y de utilización de sus propiedades como bienes personales y privados para cada comandante en Jefe de las FF.AA. Así se instaló una práctica de administración gubernamental de asalto y reparto de lo público como botín, por tanto de la actividad política como un hábito de estafas, robos, confiscaciones, sobornos, negociados, fraudes, etc. (recordar el negociado de la empresa de electricidad Ítalo, la confiscación de la empresas de los Hnos. Greco y su puesta en prisión), que quedó como un legado para los elencos de gobierno posteriores. El más emblemático de todos (no el único) fue el del Menem, pero continuó con el de De la Rúa y hoy es inocultable en la administración Kirchner. Hay, pues, un Estado burgués administrado por elencos políticos, que se renuevan en cada elección, de corruptos, ladrones, tahúres, delincuentes, acompañados por mantenidos, punteros y “clientes” que rozan con las franjas sociales en las que se mueve el “lumpen” y quienes viven del delito permanente.
Esta situación parece plantear una cuestión teórica nueva en la relación jurídica-política entre clases burguesas, Estado y su administración ante el resto de la sociedad: una escisión entre el poder de una clase para ejercer directamente el gobierno mediante sus líderes y/o partidos al Estado, que llamaríamos poder de clase del Estado, y administración del Estado por individuos grupos y/o partidos fuera de aquella clase, pero objetivamente al servicio de ella, que sería algo así como una administración advenediza del Estado solo que, diciendo que “representa” al pueblo y sus anhelos de democratización, igualdad, justicia, etc. estos grupos y partidos se constituyen, a partir de la masa de pequeños, medianos propietarios, trabajadores asalariados, sectores medios, etc. en verdad en representación de las clases dominantes ante el pueblo, accediendo a un Estado cuyas clases propietarias no pueden aceptar que tales intereses sean materializados en políticas de transformación y cambio de las relaciones burguesas de producción puesto que llevarían a un cambio en las relaciones jurídico-políticas en el Estado. Pero tampoco pueden evitar su acceso porque en el juego de la democracia republicana electoral carecen de mediación política que los lleve a “recuperar” su Estado para dirigirlo hacia sus objetivos e intereses inmediatos. Aparece de este modo una contradicción entre el Estado burgués fundado en las relaciones básicas de producción, de cambio, de negocios, finanzas etc. y la administración política del mismo mediante individuos, grupos que no provienen de las clases burguesas que supuestamente debieran dirigirlo.
El Estado en estas condiciones ya no es un simple comité de la burguesía para resolver entre sí sus asuntos económicos y políticos. Se ha transformado mediante la institucionalidad democrática y la estructura electoral que la sustenta, incorporando a todas las clases sociales, aun con las trampas y artimañas habituales, poniendo una nueva situación de “ingobernabilidad crudamente burguesa” del conjunto social por medio del Estado. Este fenómeno se está dando en A.L. desde no hace mucho más de 25 años en cada uno de sus países. La burguesía no alcanza a administrar su Estado y quienes lo administran no son estrictamente burgueses propietarios. Aquella, hoy sin el partido militar ya para zanjar la disputa de clase, apela a su poderío económico-financiero la solidaridad de clase internacional y oponen barreras de ese tipo para impedir que éstos puedan poner en práctica políticas siquiera tibiamente reformistas. Por esto los movimientos políticos que surgen y se desarrollan como amplias alianzas populares llegados a la administración estatal se encuentran con que no pueden implementar sus promesas y terminan convertidos en “gestionadores”, “intermediarios” y “representando” a aquellas clases e intereses que decían combatir. Y los “poderosos” sienten la incomodidad y el “desgaste” de lidiar con burócratas advenedizos que “no entienden lo que es gobernar con eficiencia, pulcritud y austeridad los recursos del Estado y de la Nación toda”. Se sienten “robados” e incómodos, sin seguridad jurídica, sin credibilidad en las “instituciones”, sin previsibilidad paras inversiones y los negocios, en tanto que aquellos se saben en medio de un festín cometiendo todo tipo de latrocinio.
Así es como naufragan todos los proyectos “populares” que aun sin proponerse ir más allá de las relaciones burguesas de producción intenten implementar políticas que sean al menos tibiamente reformistas, pero también hacen agua, más tarde o más temprano, todos los intentos por parte de los empresarios capitalistas para retrotraer a épocas y situaciones perimidas la realidad socio-política: es el conflicto de clases que no se detiene y que seguirá, lamentablemente, costando enormes esfuerzos, luchas y sangre. El advenimiento, el parto, de una nueva sociedad nunca ha sido indoloro y este no lo está siendo por cierto y es cierto que no es ésta la situación planteada en la sociedad argentina actual ni tampoco por medio de la administración kirchnerista, pero los dolores y la violencia, como se puede ver, se dan incluso en una etapa de recuperación económica que incluye formas también de moderada recuperación distribucionista. ¡Qué no habrá que esperar si se tratara de poner efectivamente en marcha un cambio en las relaciones de producción! Para muestra ya tenemos los ejemplos de Venezuela y de Bolivia.
La actual administración kirchnerista pareciera cortada como ejemplo de lo antes expuesto. Habría que agregarle además de todas aquellas características generales especialmente las referidas al papel del Peronismo. De fuerza popular reformadora a partido conservador del statu-quo con su colorido propio y sus recordatorios de otra etapa, ya no es lo que antes fuera. ¿De dónde le viene a esta administración ese “aire popular y reformista” que se le asigna en unos casos y en otros de “montonerismo comunista” por parte de otros? Pues precisamente de lo que antes expusimos. Pero en particular por la notable reactivación económica que destruyó los argumentos de la ortodoxia económica ultraliberal autóctona y de la “sabiduría” de los organismos de crédito internacionales. Después de los acontecimientos del 2001 las clases propietarias pedían a gritos una salida de la crisis puesto que se orillaba peligrosamente la desobediencia civil y la rebelión de la población que podía seguir por rumbos muy peligrosos. La profundidad del desastre económico era tal que proseguir en tal camino era suicida para Argentina y sus clases propietarias. Se requería de una instancia política que apaciguara: asi llegó Kirchner y Cia. A lo anterior habría que agregarle su política de derechos humanos; sus relaciones diplomáticas y de negocios con Chavez y lo que más confundió su posición de autonomía respecto del FMI. Ahora bien pasados los momentos más peligrosos y pasadas las “veleidades” autonómicas, la ultraderecha recuperada su tranquilidad es la que la señala con la última expresión como una característica despreciativa y hasta delictiva ¿Por qué? porque en sus “años mozos” muchos de los que están en el gobierno eran alegres estudiantes bullangueros que creían y querían “transformar al mundo burgués”, y cierta franja social “progresista” se empeña en mantener la primera dado que a la izquierda política del gobierno no hay nada, entonces, el liberalismo kirchnerista aparece metamorfoseado como “la” izquierda ante la ultraderecha. Ni unos ni otros parecen advertir que aquellos “chicos” ya no son estos “adultos”. No sólo ya no quieren ni pueden transformar al mundo burgués sino que, cruda ironía de la historia, ese mismo mundo burgués lo transformó a ellos y ahora aspiran como máximo ¡a enriquecerse ya que llegaron al Estado!
Pero señalemos algo que no carece de importancia histórica y política respecto de Estado, clases, administración y cleptocracia. El protagonista y responsable principal que oficia de corruptor y abastecedor constante de esta situación encuentra es el capital financiero mundial. Miles de millones de u$s en inversiones, negocios, tráfico de armas, tráfico de drogas, un liberación de los flujos mundiales del capital de los gigantescos conglomerados monopolistas y de los Bancos de de los países centrales, han convertido a países, Estados, administradores, economías de los países periféricos en campo de rivalidades pero además de un enorme derroche de divisas en “comprar”, “domesticar” y volver “razonables” a todos ellos con sus sobornos, extorsiones, cohechos, etc. que van desde un Presidente hasta un desconocido concejal municipal de un oscura localidad del interior más lejano del país. Si los conflictos de clases internos y la evolución política de los mismos llevaron a la aparición de esta situación, el mantenimiento de la misma y la difusión cleptocrática reconoce en aquél su sostén mayúsculo.

IV – Trabajadores del campo y un programa de superación.

Pero veamos cuál es la situación del verdadero ausente de este conflicto que es ignorado por todas las partes ya que, por ejemplo, no participa para nada en las negociaciones entre gobierno-burguesías agrarias: los trabajadores rurales ¡ni siquiera son el convidado de piedra!
De acuerdo con cálculos del Indec para el 2007 en el sector agropecuario hay más de 1.000.000 de trabajadores rurales (la estimación es de 1.300.000, el Censo Agropecuario de 2002 registraba 1.200.000), de los cuales, en base a declaraciones juradas de las propias empresas agropecuarias, están registrados sólo 319.000 (318.996) y perciben los salarios más bajos de la totalidad de los trabajadores. Tomando solo promedios aritméticos, los 5.500.000 trabajadores privados cobra $ 1904, mientras que los trabajadores agrarios reciben $ 1.100. En el sector agrario las burguesías tiene un 75 % no registrado, “en negro” como se dice comúnmente, lo que significa salarios aún más bajos que los promedios antes mencionados ($ 20 diarios en promedio).

Veamos la desagregación de los trabajadores registrados:

a) 50.000 (49.747) trabajadores ocupados en cultivos industriales cobran en promedio
$ 868, son quienes tienen los salarios más bajos.

b) 41.500 (41.456) trabajadores de “servicios agrícola-ganaderos”: $ 872.

c) 20.000 (19.942) trabajadores empleados en el cultivo de hortalizas y legumbres:
$ 904.

d) 34.300 trabajadores dedicados al cultivo de frutas percibieron: $ 971.

e) 3.500 (3.498) trabajadores en la producción de semillas: $ 1.948

En el campo pampeano es difícil establecer hasta un promedio aritmético porque es la región en la cual la evasión impositiva, la contabilidad fraguada, y el trabajo no registrado alcanza niveles escandalosos. He aquí este botón de muestra de quienes dicen que “hacen Patria” y de quienes acusando a los grandes concentraciones de capital en el campo pampeano llegaron a creer “…que la pequeña y mediana burguesía agraria fuera el sujeto de la etapa” (E. Buzzi, Clarín 6-04-08) pero ante pedidos de Reforma Agraria por parte de algunos afiliados en el sector norte Buzzi y la FAA no sólo se desentienden sino que no quieren saber nada.
Como es posible observar el conflicto no opone a gobierno versus campo sino a tres clases sociales: capitalistas financieros dedicados a la soja, burguesías agrarias propietarias y arrendatarias, y la mayoría de los trabajadores rurales explotados, maltratados y esclavizados por todas ellas de consuno. El gobierno aquí hace el papel del villano y aquellas de víctimas, y no son ni una cosa ni la otra. En razón de la política económica antiinflacionaria que se ha propuesto adoptó el camino de las retenciones móviles y que consiguen, efectivamente, despegar los precios internos de la producción exportable de sus precios mundiales, objetivo irrenunciable y hasta de sentido común económico si no se quiere volver a una política claramente ortodoxa y agresora del mercado interno que castigaría de un modo directo y sin contemplaciones a todos los trabajadores y al resto de las actividades industriales.
Por tal razón es imperioso establecer criterios políticos claros y demarcatorios por parte de las agrupaciones, y/o partidos que no están de acuerdo en tomar una posición pro-gubernamental ni una posición “pro-campo”, mostrando sin embargo que el mantenimiento de la institucionalidad democrática actual constituye la mejor condición para el desarrollo de las actividades del pueblo y de sus luchas económicas, políticas y sociales, para acceder a etapas en las que quepa plantearse transformaciones más profundas. Pero señalando que son las burguesías agrarias y en el gobierno a los responsables principales del conflicto, y de su posible tránsito hacia vías de “deslegitimización” y de “inestabilidad”. Por ello la actual administración debe hacer uso de los mecanismos del Estado para evitarle a la sociedad toda una vuelta a situaciones de dominio de la reacción que intenta cuestionar a esta gestión y volver a entronizar sus políticas recesivas, concentradoras y disciplinadoras al estilo ya conocido con los elencos anteriores:
1) El Estado tiene la responsabilidad y la obligación de ¡frenar el desborde empresarial agrario! Con los órganos de seguridad interna que le confiere la Constitución.
2) El Estado está obligado a que sus Ministerios y/o Secretarías de Administración hagan aplicación estricta de la ley respecto de los trabajadores rurales y el control de las empresas de las burguesías agrarias cualesquiera fuera su tamaño.
3) El Estado tiene la obligación de registrar a todos los trabajadores rurales dentro de la ley de Contrato de Trabajo de la cual están excluidos desde la dictadura militar 1976/83.
4) Los trabajadores ¡ellos no la farsa del Sindicato Uatre! deben participar también en las negociaciones entre gobierno y burguesías. ¡De esto no se habla! Se da por descontado por ambas partes la inexistencia del mismo apareciendo sólo para esgrimir en las negociaciones como herramienta de presión por el Gobierno.
5) Quitar el reconocimiento legal de la Uatre o bien permitir que los trabajadores rurales conformen otro sindicato que verdaderamente sea su representación por la libre elección por ellos de sus dirigentes.
6) El Estado esta obligado a oponer un freno y desarticular todo intento de desabastecimiento de la población por cuanto hacerlo configura lisa y llanamente una resistencia política de las burguesías agrarias y es un delito que debe ser castigado con toda la fuerza que legalmente tiene el gobierno.
7) El Estado está en condiciones de oponer un freno a la voracidad rapaz de los grandes capitales exportadores y establecer leyes que dinamicen el mercado interno cuidando los ingresos de las clases trabajadoras para lo cual se ha vuelto imperioso establecer con carácter estatal una Junta Reguladora de la producción agraria exportable que fije normas sobre precios, calidad, volúmenes, etc. a ser cumplidas por las empresas del sector.
Pero la responsabilidad política en este momento es dejar de crearle condiciones sociales y económicas a la derecha para que en las próximas elecciones accedan a la administración del Estado y vuelvan a diseñar políticas ultraliberales pero ahora con la legitimación electoral. Hay que salir definitivamente del péndulo liberal-popular versus reacción ultraliberal.
Fernando H. Azcurra
Abril 2008