domingo, abril 06, 2008

Colombia : Marcha del silencio… contra la impunidad el 9 de abril



Tras 60 años de violencia repetida e impunidad en el país, las víctimas de la violencia y el conjunto de las organizaciones sociales, sectoriales, gremiales y políticas que conformamos el movimiento social en Colombia nos damos de nuevo cita en la plaza pública para “pedir que haya paz y piedad para la patria” y conmemorar, al lado de la memoria de Gaitán, la vida de miles de líderes, compañeras y compañeros, que en aras de la justicia y la paz han perdido su vida en manos de los actores de la guerra y cuyas muertes no han sido esclarecidas.
Punto de partida: Plaza de Toros, 11:00 de la mañana. Acto simbólico: Avenida Jiménez con carrera séptima, lugar del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, 1:00 pm; para resaltar que él, como muchos y muchas otros líderes sociales asesinados ¡aún viven!, que sus luchas e ideas son vigentes. Actos culturales: Plaza de Bolívar, 2:00 p.m.
“Aquí no hay aplausos... Sólo se oye el rumor emocionado de los millares de banderas negras que ( ) se han traído para recordar a nuestros hombres (y mujeres) tan villanamente asesinados… Pedimos pequeña cosa y gran cosa: que las luchas políticas se desarrollen por cauces de constitucionalidad... Sólo os pedimos la defensa de la vida humana, que es lo menos que puede pedir un pueblo”.
Estas palabras resonaron en la Plaza de Bolívar hace ya 60 años cuando Jorge Eliecer Gaitan pronunció su “oración por la paz”. Clamó por la vida y meses más tarde fue asesinado con el beneplácito de quienes desde el poder ocultaban “tras la bondad de las palabras la impiedad contra los hombres de su pueblo”. La voz premonitoria de Gaitán había advertido sobre la urgencia de grandes rectificaciones para evitar una historia de violencia y había llamado a la “reconstrucción moral y democrática” de Colombia para hacer posible un Estado de Derecho con dignidad y bienestar de la mayoría. No le pedía al gobierno que asumiera el ideario del “socialismo con democracia” que promovió en su partido, sino el derecho a hacer la oposición sin ser calificado de indeseable o conspirador.
Contra las advertencias de Gaitán hemos recorrido en Colombia décadas de violencia y de antidemocracia en las que solo se pueden rescatar treguas cortas arrancadas a la barbarie. La “violencia” que se agigantó después del 9 de abril de 1948 se prolongó por más de una década con cerca de 200.000 asesinatos políticos. El pacto del Frente Nacional prometió concordia pero sirvió para imponer por la fuerza y el Estado de Sitio un régimen arbitrario. Desde entonces a la fecha no han cesado las violencias en Colombia que son la forma trágica de la imposición de formas de poder, de acumulación de riquezas legales e ilegales, de exclusión social y desconocimiento de derechos fundamentales, económicos, sociales y colectivos. Y desde otro lado también son expresión de la incapacidad para resolver el conflicto abierto por el levantamiento armado contra el Estado que ha confluido con la guerra de las mafias y carteles de la delincuencia organizada. La antidemocracia y la violencia desde arriba encontró violencia armada desde abajo y a la postre se han alimentado mutuamente en una cadena de degradación en la que los polos de guerras insensatas se necesitan para auto justificarse.
Han sido décadas de crímenes atroces y de impunidad. Ni los autores intelectuales y materiales han sido develados y juzgados, las víctimas no han sido reparadas y la sociedad entera continua bajo el signo de la injusticia.
Y aquí nos encontramos de nuevo llamando a un gran pacto que permita “la reconstrucción” de la República. Las grandes conquistas de la Constitución Política de 1991 y del compromiso de edificar el Estado Social de Derecho como programa de paz, han sido atacadas por quienes se han empeñado en entronizar un régimen de mafias, clientelas y concentración del poder y la riqueza. Muchas instituciones han caído en la ilegitimidad por obra de parapolíticos y corruptos que recurrieron de nuevo a la violencia para apoderarse de pilares del Estado. El Estado Social de Derecho está siendo socavado en beneficio de un modelo de desarrollo excluyente, que expropia y empobrece al campesino y al productor nacional y que se basa en hacer más pobres a los asalariados y las capas medias de la ciudad y del campo. En lugar de caminos de paz, desde la cúspide del poder solo se enarbolan banderas de guerra; y a la cadena de inhumanidad ayudan quienes recurren a prácticas atroces y persisten en el uso de las armas para luchar por poderes y negocios.
Después de Gaitán muchos han caído clamando por la paz y su sacrificio sigue impune. Rodrigo Lara, Bernardo Jaramillo, Jaime Pardo Leal, Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro, Álvaro Gómez solo encabezan la larga lista de esta marcha silenciosa. Aquí están los millones de desplazados, los millares de desaparecidos y secuestrados, los huérfanos y las viudas, demandando otra vez que cese la violencia. Que se silencien los fusiles y pare la atrocidad. Que prime el derecho a la vida, a la libertad y a la existencia digna. Aquí está el clamor de las víctimas exigiendo la garantía de verdad, justicia, reparación y no repetición; la demanda de los pobres, de los indigentes y de todos los sectores de la sociedad, de hacer realidad el derecho a la paz desde la democracia y la equidad.

Después de 60 años de la oración de Jorge Eliecer Gaitán nos encontramos aquí para pedir que pare la violencia y cesen las confrontaciones armadas. Que se respeten las normas humanitarias, se libere de inmediato a los secuestrados, se de cuenta de los desaparecidos y se hagan los diálogos y acuerdos humanitarios y los que sean necesarios para que primen las soluciones políticas pacificas.
Este 9 de abril de 2008, volvemos a decir:
“Bienaventurados los que no ocultan la crueldad de su corazón, los que entienden que las palabras de concordia y de paz no deben servir para ocultar los sentimientos de rencor y exterminio”.

Convocan:

Familiares de Jorge Eliécer Gaitán, Gran Coalición Democrática, CUT, CTC, CGT, Polo Democrático Alternativo, Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, Corporación Colombiana de Teatro, Partido Liberal, Partido Conservador, Partido Comunista Colombiano, Unión Patriótica, Juventud Comunista, CINEP, Organizaciones Sociales y Populares, Corporación Viva la Ciudadanía, Indepaz, Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, Fundación Cultural Rayuela, Programa No Gubernamental de Protección a Defensores de Derechos Humanos, Proyecto Justicia y Vida, Círculo del Pensamiento Crítico Colombiano, Trabajadores de la Cultura y Artistas por la Paz, Asociación de Amigos Jorge Eliécer Gaitán, Hijos e Hijas por la Memoria y contra la Impunidad, Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz, Asociación Minga, Asomujer y Trabajo, Comité de Solidad con los Presos Políticos, Poder y Unidad Popular, Foro Nacional por Colombia, FECODE, Acción Campesina Colombiana, Fuerza Democrática Juvenil, CODHES, Asociación Distrital de Educadores, Fundación Cultura Democrática.

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