sábado, abril 19, 2008

Las dos caras de Álvaro Uribe



A nivel mundial, el presidente colombiano es visto como defensor de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, pero en el Departamento de Defensa de EU aún es referido como “el amigo personal de Pablo Escobar”, el extinto líder del cártel de Medellín
Las caras de Álvaro Uribe. Es un defensor de la lucha contra el terrorismo y el narco en la figura de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el ámbito mundial, pero en loscírculos de inteligencia de Estados Unidos el presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, aún es referido como “el amigo personal de Pablo Escobar Gaviria” el extinto líder del cártel de Medellín.
La Presidencia de Colombia ha rechazado las versiones de las relaciones del presidente Uribe y su familia con el narcotráfico, pero las sombras aún están ahí.
Hasta ayer la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos (DIA), la mayor productora encargada de la inteligencia militar sostenía que el contenido de un viejo reporte desclasificado en 2004 revelaba los vínculos que en los 80 y los 90 mantenían el hoy presidente colombiano y el legendario capo del cártel Cali.
Como Presidente de Colombia, Álvaro Uribe se mueve en altos índices de popularidad que le permiten lo mismo lustrarse los zapatos en una plaza de Bogotá cercana a la Presidencia de la República y charlar al mismo tiempo con los reporteros de la fuente; o con tono alto, hablar en cadena nacional de televisión y condenar el atentado de un carro bomba de las FARC dentro de las instalaciones de la Escuela Militar en la capital colombiana en 2007.
Puede, al mismo tiempo, mantener el estigma de su relación con el narcotráfico y recordar ante los legisladores estadounidenses que él es un aliado de esa nación en la lucha antidrogas; que merece tener un Tratado de Libre Comercio; o mayor presupuesto de apoyo para el Plan Colombia.
En otra más de sus facetas, es capaz de gobernar moviéndose entre los escándalos por las relaciones encontradas entre las fuerzas paramilitares inmiscuidas también en el narcotráfico y miembros de su gabinete, y la conversión de las FARC en el mayor cártel de narcotráfico en Colombia, mientras aumenta la presión internacional para liberar a la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt y otros secuestrados nacionales y extranjeros.
Álvaro Uribe mantiene un discurso permanente de condena a las acciones de las FARC y cualquiera que se relacione con ellos. Cualquiera que esté cerca del grupo es terrorista, criminal y narcotraficante, es implacable.
Su motivo personal contra las FARC es público: "su padre Álvaro Uribe Sierra fue asesinado por el quinto frente de las FARC el 14 de junio de 1983 al resistir un intento de secuestro.
Uribe Sierra enfrentó a sus secuestradores y en el enfrentamiento resultó herido su hijo Santiago, señala un comunicado de la Presidencia de Colombia, con fecha 30 de julio de 2004, al comentar sobre el reporte de los servicios de la DIA desclasificado en el 2004.
El reporte fue obtenido por el Archivo de Seguridad Nacional, un grupo no gubernamental basado en la Universidad George Washington mediante una solicitud de acceso a la información. El reporte está integrado por 14 páginas fechado el 23 de septiembre de 1991, y enlista 103 personas consideradas como “los más importantes narcotraficantes colombianos contratados por los cárteles para seguridad, transportación, distribución”.
En el número 82 fue enlistado el nombre del ahora Presidente Álvaro Uribe Vélez como “un político colombiano y senador dedicado a colaborar con el cártel de Medellín”, además de ubicarlo como “amigo personal de Pablo Escobar Gaviria”. El reporte destaca que la información contenida “no fue evaluada finalmente”, lo que en la DIA significa que la información integrada es buena en la medida que la fuente lo es, pero a la fecha las fuentes se mantiene sin revelar, además de que la agencia, por ser militar, tiene menos obligaciones de transparencia en términos de obligación de informar al público que la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Tras rechazar la Presidencia de Colombia el contenido del reporte de la DIA en 2004, la sombra del narcotráfico volvió aparecer en la vida de Uribe en diciembre de 2007 cuando El Miami Herald publicó información de un reporte e investigación propia del medio sobre el hallazgo y aseguramiento de un helicóptero en un operativo de la policía colombiana y la DEA en Caqueta, Colombia, el 10 de marzo de 1984 en la zona conocida como “Tranquilandia” un centro de operaciones y procesamiento de droga controlada por los cárteles de Medellín y Cali.
El periódico Miami Herald citó que “el helicóptero de matrícula HK 2704 propiedad de la firma Amortegui y Cia LTD de la ciudad de Medellín”, estaba relacionado con Álvaro Uribe Sierra, padre del presidente colombiano Álvaro Uribe debido a que él había sido socio de la empresa.
La nota citó también las declaraciones que hizo en 1984 Cecilia Lara Bonilla, hermana del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, asesinado el 30 de abril de 1983 por órdenes de Pablo Escobar. Cecilia Lara declaró ante el juez 77 de instrucción criminal de Bogotá sobre los temores de su hermano; sobre el nivel de permeabilidad de los cárteles con importantes políticos colombianos sin citar nombres. La Presidencia de la República de Colombia volvió a rechazar los nexos con el narcotráfico.
Tras el bombardeo del Ejército de Colombia en contra del campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, donde murió Raúl Reyes el ex guerrillero del grupo armado, el presidente Uribe se ha enfrentado a sus vecinos de tendencia política de izquierda y derecha como un innamovible combatiente de las FARC, pero en los círculos de inteligencia de Estados Unidos aseguran que el tema del narcotráfico aún está presente en Colombia y se mantendrá como reto para el actual mandatario: si el presidente Uribe combate a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, los líderes del negocio serán las fuerzas paramilitares.

No hay comentarios.: