lunes, enero 26, 2009

¿Qué es la crisis mundial sistémica del capitalismo? ¿Por qué nos esconden la realidad de la gravedad del asunto?


Sobre la muerte se erige el capitalismo y sus ganancias

Hablamos de crisis capitalista cuando matar de hambre a 950 millones de personas, mantener en la pobreza a 4700 millones, condenar al desempleo o la precariedad al 80% del planeta...ya no es suficientemente rentable para 1.000 empresas multinacionales y 2.500.000 de millonarios.
Santiago Alba Rico

Diariamente somos bombardeados por informaciones confusas de alzas y bancarrotas de empresas que la mayoría desconoce. Salen una y otra vez "analistas" comentando las quiebras en cadena y las subidas bursátiles por anuncios presidenciales, pero ninguno explica lo que sucede en el planeta. Se habla de crisis, financiera, económica etc. Sin embargo -como decía Rosa Luxemburgo- la economía burguesa se muestra incapaz de explicar la crisis, la revela como si fuese un castigo divino, una sorpresa esotérica que los levantó una mañana estival para narrarles, que de pronto algo huele en Dinamarca y que hay que echarlo a la basura.

Crisis sistémica, de un modo de producción, por qué se define así y no de otra forma.

El problema no es la crisis del capitalismo, no, sino el capitalismo mismo. Santiago Alba Rico
El amigo Juan Kornblihtt se asombra de que casi todos los economistas definen la crisis como financiera y de como estos ideólogos del empresariado hacen un strip tease del sistema capitalista tratando de explicar como las finanzas, el empleo, la producción y el consumo son entes aparentemente disconexos que sólo suelen encontrarse en los manuales gordos que escriben los gringos y repiten los "progresistas rojitos".
Lejos del relativismo postmoderno, para quienes consideramos al marxismo un instrumento de análisis científico, la crisis se nos presenta de modo sistémico por la indisoluble vinculación de los diferentes momentos del hecho económico, es decir, de la forma en como los seres humanos se reproducen así mismos mediante la organización del proceso de trabajo que le permite satisfacer sus necesidades fundamentales con la utilización de medios de producción que le permiten servirse de la naturaleza como fuente integrada de la vida.
Así, Marx en los maravillosos Grundrisse (capítulo II) ubicó 4 momentos de un círculo que en cualquier espacio ser es o se convierte cada uno en el siguiente o en el anterior. La Producción, Distribución, Cambio y Consumo, son momentos de la reproducción material de nuestra existencia que históricamente evolucionan y se presentan de forma objetiva e independiente a nuestra voluntad individual y constituyen las relaciones sociales en los cuáles reproducimos nuestra vida.
Por tanto, cuando por televisión nos anuncian que Merril Lynch se vendió al 20% de su valor, que quebró Lehmans Brothers, HomeBank, Bear Stearns y cientos de mil millonarias corporaciones alrededor del mundo el asunto no puede ser culpa de decisiones irresponsables de entes individuales imbéciles, ni por la mala "suerte" en la ruleta de la bolsa. La explicación a todo ello se centra en funcionamiento estructural del modo de acumulación capitalista, en el corazón de su sistema, que permanentemente cabalga en el caos y la miseria que necesita generar para su funcionamiento.

¿Por qué se dan las crisis, que falla en la estructura?

Distante de la mediocre parcialidad y la mutilación del conocimiento integrador que defiende la burguesía, podemos entender que el sistema capitalista es caótico, y que en su seno conlleva una crisis tras otra, que a su vez sólo aparece a los ojos comunes en el instante en que la gran burguesía empieza a hallar dificultades de rentabilidad y por consecuencia se ahonda la contratara natural de la inmensa riqueza que se genera en el sistema, que no es otra que las hambrunas, miserias, precariedad y violencia desquiciante. Debido al espacio, me permito hacer una síntesis muy breve de ese andar anárquico, ineficaz y destructivo del sistema, ayudado por una sucinta exposición de la crisis de Natalie Moszkoska:

Veamos:

El sistema está diseñado para la acumulación de capital, no para la satisfacción de las necesidades de quienes trabajan. La ganancia es el único motor de la actividad económica, por ello al burgués le es indiferente invertir en medicinas, drogas o tráfico de seres humanos, es un negocio como la marca de panes, puro y simple.
El capital necesita incrementar la tasa de explotación al trabajo (su fuente de riqueza), forzado por la competencia global, lo que lo impele a depauperar y empeorar las condiciones de trabajo y existencia de los trabajadores en el mundo.
El proceso de competencia va ahogando a millones de empresas, concentrando y centralizando la producción para aprovechar economías a escala. Esa es la única forma de fructificar los recursos técnicos para aumentar los beneficios, abaratar los salarios e incrementar la tasa de ganancia o variable decisión.
La burguesía lucha por anárquicamente desarrollar la tecnología que le permitirá producir con menores costos (aumentado el tiempo de trabajo excedente expoliado por el patrón) y empobrecer relativamente a la clase obrera, al abaratar los medios de subsistencias que ellos mismos producen y que perciben como salarios cada vez más reducidos y insuficientes para adquirir todo lo que ellos mismo producen.
Cada vez más el poder económico y su institucionalización (las organizaciones políticas de la burguesía) dominan el planeta y deciden por millones su destino. Atilio Boron comenta que a escala planetaria, 200 corporaciones reciben ingresos mayores al de todos los países del mundo salvo los 9 de mayores ingresos.
La feroz competencia entre mega corporaciones y otras de menor ralea impulsa a la (SOBRE)producción, desesperada y absolutamente disociada de las necesidades sociales pertinentes a la humanidad.
Por este mecanismo de concentración se reduce la cantidad de trabajadores ocupados, lo que constriñe la demanda efectiva de los bienes y servicios que una franja obrera produce y que otra más pequeña puede consumir, en detrimento de millones de obreros expulsados al Ejército Industrial de Reserva donde su depauperación, servirá al sistema para el sostenimiento de bajos salarios y aumentará la competitividad entre obreros para mendigar empleos de condiciones laborales infamantes.
Con ello, se profundiza una brecha inmensa entre lo técnicamente factible de producir y lo efectivamente consumido.
Como los consumos productivos (en maquinarias o bienes para crear otros bienes) no pueden adquirirse sin el desarrollo del consumo individual el sistema empieza a sobreacumular.
La sobreproducción (de los bienes que poseen mayor valor) se hace mayormente manifiesta, y como decía Fourier, la pobreza surge de la riqueza. Así, millones de mercancías pululan en los anaqueles intentando cristalizar la plusvalía (savia vital del sistema) que conllevan y que difícilmente podrán materializar y que expulsará a los burgueses menos "competitivos", dilapidando inmensas fortunas producidas por la clase obrera.
Ese recalentamiento se observa en anaqueles inicialmente repletos que no pueden renovarse de mercancías viejas, en mal estado et. Ello implica la paralización del crédito, el arreciar de las bancarrotas, el desempleo y la miseria acrecentada.
Es de por sí evidente que dialécticamente coexisten en el sistema contratendencias que frenan o amortiguan la evolución de estas bases funcionales, según períodos históricos de auge o retroceso de la lucha de clases. Sin embargo, la realidad nos muestra que a medida que se desarrolla el sistema, agudiza todas sus contradicciones y se muestra más reaccionario y salvaje.

¿Cómo combaten sus causantes la crisis? ¿Por qué nos engañan?

Puede preocuparnos que el virus tenga problemas para reproducirse o podemos pensar, más bien, que el virus es precisamente nuestro problema. Santiago Alba Rico
Sucintamente se pudieran plantear 4 escenarios básicos de lucha:

1. El plano ideológico: Mientras en la realidad, los trabajadores son echados a la calle en millones, las empresas quiebran en el miles, la inflación se dispara y hace imposible la subsistencia, la Burguesía con sus órganos propagandísticos se dedica a explicitar subidas y bajadas de entre el 1% y el 4% de la bolsa y "revelar" que Nothern Rocks de Inglaterra quebró por la "avaricia y maldad" de sus dueños (lo que muestra la imbecilidad y mistificación ilimitada de ese "análisis"). Encubrir la crisis, y hacerla ver como un episodio externo al sistema es un éxito de la burguesía que repiten aquellos que se dicen socialistas y sólo corean con golpes de moral los manuales de los gringos neoliberales y Keynesianos (que son casi idénticos).
2. El plano económico: Las ayudas secretas y públicas de los gobiernos que groseramente sobrepasan el billón (millón de millones) de dólares y se manifiestan en Nacionalizaciones fraudulentas y los 700 mil millones de dólares emitidos sin ningún respaldo por EEUU, son formas de aligerar la inmensa destrucción de fuerzas productivas y posterior concentración y centralización de capital que hará más grandes a los burgueses de mayor capital y desaparecerá a franjas enormes de pequeño burguesía y burguesía de poco capital. Conllevando a que éstas arrecien la explotación más cruenta (e incluso fuera de la legalidad burguesa) contra los trabajadores que por el atraso de las maquinarias de sus pequeños patrones, deben compensar con más cantidades de trabajo y en peores condiciones.
3. La burguesía ya está implantando incluso en los países centrales del capitalismo: la extensión de la jornada de trabajo a 65 horas, la precarización del empleo como políticas económicas que radicalizará el capital para abaratar los salarios, hambrear a la clase obrera y someterla, con el fin de salvar la tasa de ganancia y reflotar el sistema.
4. El plano militar. La represión brutal que se está desarrollando en estos instantes es sólo un muestra de lo que se viene. La fascista ley retorno contra la inmigración en Europa, las vueltas de la cuarta flota en América y la perspectiva de que los países más industrializados irán a la guerra para salvar a sus burguesías decadentes (al igual que lo hicieron en la segunda guerra mundial para salir de la depresión de los 30) es el cuadro que se avecina.

¿Qué hacemos ahora?

Me voy de regreso a mis combates,
Porque es vieja costumbre en mí
Escribir el último verso del poema
En las barricadas heroicas del pueblo
Víctor Valera Mora

Es lógico entender que la solución no viene del plano individual, amerita de una sólida organización revolucionaria que desarrollo un programa claro y drástico, para un problema de tal magnitud. El necesario desarrollo de la subjetividad revolucionaria que habla el compañero Luciano Vasapollos puede acrecentar las esperanzas de una salida donde los genocidas perezcan como clase social.
Los "salvatajes" burgueses son realizados con capital ficticio, sin respaldo, proveniente de préstamos de préstamos de otros préstamos que jamás se van a pagar. Es decir, los vencimientos prontos de las deudas, la Próxima crisis de las tarjetas de créditos y los consumos artificialmente financiados van a implosionar con mucha mayor fuerza que la crisis de las hipotecas. Ante ello, no queda más que la lucha por develar la gravedad de la crisis, porqué nos afecta tan gravemente, entender que no existen salidas capitalistas a la misma, que no hay retorno a la socialdemocracia populista, y que la única vía que existe es la destrucción del sistema que hace aguas en las crisis ecológicas, energéticas, éticas, alimenticia, cultural que juntas se arrullan en el cuadro sistémico de la crisis.
Ahora más que nunca amerita la radicalización de nuestras posturas en defensa de la clase trabajadora y por la construcción de la alternativa a la barbarie: el socialismo científico. Cerremos la anacrónica caja de Pandora llamada capitalismo (en todas sus variantes)

*Manuel Sutherland
manuel1871@gmail.com
Asociación Latinoamericana de Economía Marxista (ALEM)
(Ccs. 23/01/2009)

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