viernes, marzo 27, 2009

Las crisis del capitalismo son propias de su naturaleza rapaz y explotadora


Las crisis del sistema capitalista son parte de su naturaleza rapaz y explotadora tienen como su causa más profunda a la contradicción fundamental de este sistema que se caracteriza por la contradicción entre el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de apropiación de los resultados de la producción. Las crisis capitalistas, por lo mismo, se originan al interior mismo del modo de producción capitalista, por la dinamia propia de sus fuerzas productivas, la cada vez mayor apropiación de los medios de producción por la burguesía y por la injusta distribución de la riqueza que ellos mismos generan.
En los modos de producción pre capitalistas también se provocaban, en más de una vez, trastornos en la vida económica, pero estos se debían a desastres naturales o sociales como inundaciones, sequías, guerras o epidemias, cuyos efectos eran el hambre y la desesperación en comunidades enteras. Sin embargo entre estos trastornos y conmociones económicas de las sociedades precapitalistas y las crisis en el capitalismo hay una significativa diferencia, pues, si en aquellas el hambre y la miseria se debían al insuficiente desarrollo de la producción y a la marcada escasez de productos, bajo el capitalismo, por el contrario, las crisis obedecen al excesivo incremento de la producción.
En el capitalismo la dinamización de las fuerzas productivas hace que las crisis sean de superproducción de mercancías que no pueden ser compradas por las masas de obreros, campesinos y gente de las barriadas que son los principales consumidores, debido a que sus capacidades adquisitivas se ven mermadas. Las mercancías "sobrantes" llenan los almacenes y bodegas de la burguesía; la que pese a su apetito de ganancia y explotación, no puede comercializarlas. Sobreviene el cierre de cientos y miles de empresas, el despido de obreros y el paro forzoso. En el campo y la ciudad gran número de pequeños productores se arruinan; el comercio decae por el exceso de mercancías que no se venden; los capitalistas incumplen el pago de créditos porque no disponen de dinero. Las bolsas de valores van al descalabro porque la coti¬zación de las acciones y demás títulos de valor desciende vertiginosa¬mente, arrastrando a la quiebra a empresas industriales, bancos y locales comerciales.
La superproducción de mercancías origina una escandalosa contradicción entre el “exceso” de mercancías producidas que luego son embodegadas y las apremiantes necesidades de las masas de millones de trabajadores que requiriendo con urgencia de ellas, no pueden adquirirlas porque son parte de la pobreza que se origina en medio de la misma abundancia del capitalismo.
Las crisis capitalistas desnudan todas las contradicciones del sistema y ponen en evidencia más claramente las contradicciones de clase obligando a los obreros que antes eran indiferentes al capitalismo a que se vuelvan activos en su lucha contra él.
Al ser las crisis capitalistas propias de su naturaleza rapaz y explotadora las condiciones que ellas generan no puede reformarse. Hay que comprender con claridad que el capitalismo no se cae por su propio peso, incluso cuando esta en crisis y que el cambio revolucionario es la única manera de acabar con este sistema.

PCML de Ecuador

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