jueves, mayo 21, 2009

Una hipótesis sobre el origen de la gripe porcina


Dos grupos de investigadores estadounidenses especialistas en biología molecular y en virología dirigidos por Jeffery Taubenberger, director del Departamento de patología molecular del Instituto de patología de las fuerzas armadas de Estados Unidos, informaron en dos artículos publicados en las revistas Science del 7 de octubre de 2005 y Nature del 6 de octubre del mismo año, en qué forma lograron recrear en el laboratorio el virus de la pandemia de gripe de 1918 llamado “gripe española” y porqué ese virus muy patógeno para los seres humanos era probablemente de origen avícola.
Los autores decían confiar en que esos resultados ayudarían a establecer las bases moleculares de la naturaleza patógena del virus y así facilitar la obtención de vacunas y medicamentos eficaces. En ese momento la gripe aviar suscitaba la preocupación mundial.
Hacía ya unos diez años que Taubenberger y su equipo de colaboradores le seguían la pista al virus de la gripe española de 1918 la que, según estimaciones, provocó en el mundo 50 millones de muertes.
En 1997, ese equipo anunció que había encontrado fragmentos de ese virus en tejidos extraídos de un estadounidense de 21 años, muerto de esa gripe el 26 de diciembre de 1918, en Carolina del Sud. Los investigadores dijeron que habían podido identificar varios genes de ese virus. De ese modo lograron establecer que se trataba de un virus del subtipo H1N1, CONSIDERADO PRÓXIMO DE UNA CEPA PORCINA, LO QUE PERMITÍA SUPONER QUE EL CERDO, PORTADOR DE UNA CEPA VIRAL AVIAR, HABÍA CONTAMINADO AL HOMBRE.
ESTA HIPÓTESIS ERA TANTO MÁS PROBABLE PORQUE, SEGÚN TAUBENBERGER, LA PANDEMIA DE GRIPE ESPAÑOLA SE ORIGINÓ EN MARZO DE 1918 EN CAMP FUSTON (KANSAS) DONDE EXISTÍA UNA GRAN PROMISCUIDAD ENTRE PATOS, CERDOS Y GRANJEROS.
Era un lugar ideal para que en un mismo virus se combinaran genes de la gripe humana, porcina y avícola.
Por otra parte, en un documento de mayo de 2009 del Instituto Pasteur de Francia se dice que... “la transmisión del virus porcino al hombre no es un fenómeno nuevo. Pero hasta ahora en la mayoría de los casos no había transmisión interhumana salvo el caso del episodio de Fort Dix en 1976 que llevó a los Estados Unidos a realizar una campaña de vacunación masiva de la población. Los cerdos pueden ser infectados no solo por virus avícolas sino también por virus humanos. La composición genética de los virus porcinos actuales es muy diversificada: se encuentran en el genoma del virus genes de diferentes orígenes, humano y avícola”. (nuestro el subrayado).
El virus de la gripe española de 1918 no tardó en diseminarse por una gran parte de los Estados Unidos y después en Europa llevada por las tropas estadounidenses que participaron en la Primera Guerra Mundial.
Los investigadores estadounidenses encontraron trazas del mismo virus en Alaska, en los tejidos pulmonares de de una mujer muerta en noviembre de 1918. En Alaska hubo una enorme cantidad de muertos a causa de la gripe española de 1918.
Con técnicas muy sofisticadas los investigadores lograron identificar los genes del virus y pudieron recrear en laboratorio el virus que había asolado al mundo más de 80 años atrás. Lo denominaron H1 N1.
El 6 de octubre de 2005 fue completamente reconstituido el virus de 1918 en el Centro de Prevención de Epidemias de Atlanta, Estados Unidos, organismo bajo el control de Ministerio de Justicia. Fue el resultado del trabajo del Departamento de Patología Molecular del Instituto de Patología de las fuerzas armadas de Estados Unidos, del mencionado Centro de Atlanta, de un equipo de especialistas sobre la gripe del Hospital-Escuela de Medicina Mount Sinai de Nueva York y de una universidad sueca.
Uno de los autores del artículo publicado en Science, Terrence Tumpey, de la División de infecciones virales del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas, escribió:
“Nosotros recreamos el virus y realizamos experiencias para comprender las propiedades biológicas que hicieron excepcionalmente mortífero el virus de 1918”.
La reconstrucción del virus dio lugar a debates y controversias en la comunidad científica internacional porque hubo quienes estimaron muy peligroso fabricar un virus extremadamente patógeno que podía propagarse a causa de una deficiencia en las medidas de seguridad.
Se lo denominó H1 N1 porque es el virus más antiguo que ha podido ser secuenciado gracias a las posibilidades que ofrece la biología moderna, que no existían en 1918.
Las diferentes variantes de virus de la gripe reciben diferentes nombres a medida que aparecen nuevas mutaciones (A)H3N2, (A)H5N1, etc.
La letra A designa a la familia de virus de la gripe humana y de algunos animales, como el del cerdo y el de las aves. Las letras H y N (Hemaglutininas et Neuraminidases) designan los antígenos es decir las proteínas que envuelven al virus. Son los que mutan, sobre todo H, pudiendo transformar un virus benigno en un virus muy patógeno.
La Organización Mundial de la Salud llamó inicialmente a la epidemia actual gripe porcina. Otras instituciones la llamaron gripe mexicana, gripe norteamericana, nueva gripe, etc., hasta que el 30 de abril la OMS le dio el nombre oficial de (A) H1N1.
Cabe entonces preguntarse por qué la OMS le da al virus de la gripe porcina actual el mismo nombre que se le atribuyó al virus de la gripe española de 1918, reconstituído en laboratorio.

¿Se trata del mismo virus?

NÓTESE QUE TAUBENBERGER HABLÓ EN 2005, COMO SE MENCIONÓ MÁS ARRIBA, DE LA PRESENCIA DE GENES DE VIRUS PORCINOS EN LA GRIPE ESPAÑOLA DE 1918. Y EL INSTITUTO PASTEUR SEÑALA AHORA QUE EN EL VIRUS PORCINO ACTUAL HAY GENES DEL VIRUS AVÍCOLA Y HUMANO.
Si se trata del mismo virus, cabría formular la hipótesis de que se “escapó” de los laboratorios donde se lo reconstruyó y que provocó la actual pandemia. O que un laboratorio preparó una vacuna con ese virus, la probó en animales, no dio resultado y por algún error de manipulación el virus patógeno se propagó.
Y si es así, los laboratorios que conocen bien el virus porque lo están estudiando hace años, deberían poner sus conocimientos a disposición de la comunidad científica internacional a fin de facilitar la rápida obtención de una vacuna contra la actual pandemia.
Esta nota fue preparada en base a artículos de Jean-Yves Nau, de Alain Jonnès, otro publicado en TerraNova, dinoria.com, al documento del Instituto Pasteur de Francia “Les virus de la grippe” de mayo 2009 y a conversaciones con el doctor Henri Teitelbaum.

Alejandro Teitelbaum (especial para ARGENPRESS.info)

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