jueves, octubre 08, 2009

Recordando a Silvio Frondizi: a 35 años de su asesinato por la Triple A ( 26.09.1974) -Reportaje a Ricardo Napurí


-MH: Estamos con Ricardo Napurí, ex senador peruano, ex diputado constituyente, en los inicios de la década del 80, quien en los comienzos de su residencia en la Argentina, tuvo la oportunidad de conocer al Dr. Silvio Frondizi, que fuera asesinado el 26 de setiembre de 1974 por un comando de la Triple A.
-RN: Silvio no sólo es un marxista olvidado como dice Horacio Tarcus en su libro, sino una personalidad injustamente olvidada si tenemos en cuenta que ha sido uno de los intelectuales más profundos y que más aportó desde 1945 en esa etapa crucial de casi 30 años. Tuvo una evolución política del liberalismo al marxismo. Escribió obras como El estado moderno, John Locke, La realidad argentina y su obsesión fue formar cuadros políticos. Ese era el proyecto de Silvio cuando yo lo conocí, la formación de cuadros políticos informados, capaces de aprender conocimientos y de actuar no sólo en el país sino en América Latina.
-MH: ¿En qué circunstancias conociste a Silvio Frondizi?
-RN: En circunstancias excepcionales. Yo era oficial de aviación en Perú y me negué a bombardear una rebelión de la izquierda aprista. Un militar que en 1948 se niega a cumplir las órdenes de ametrallar y bombardear es más que un rebelde, es un hombre despreciable para la institución militar. Me hicieron consejo de guerra y me deportaron. Así llegué a la Argentina.
-MH: Digamos que no aceptaste la obediencia debida.
-RN: No, soy una especie de violador primario de la obediencia debida. Perdí todo, incluso podría haber perdido la vida. Llegando a la Argentina la policía me captura con la connivencia de la policía secreta peruana y me metieron en la famosa Sección Especial de la Policía Federal donde se aplicó por primera vez la picana eléctrica.
-MH: Estamos hablando del primer gobierno peronista.
-RN: Así es. Me iban a deportar nuevamente. Lógicamente no la pasé bien hasta que un familiar fue al estudio de los hermanos Frondizi y lo encontró a Silvio que dijo ‘yo lo saco’ y así lo hizo. A partir de eso me preguntó quién era, yo le conté mi historia y él me dijo: ‘Ud. ha hecho cosas importantes en su vida pero no tiene conciencia de ello, por qué no le da forma conciente haciéndose un combatiente social y revolucionario, yo lo ayudo’, y me invitó a integrar Praxis.
-MH: Praxis era el grupo político que había formado Silvio.
-RN: Efectivamente, en 1945 y que tenía como ladero principal a un joven muy brillante en esa época que después desapareció de la vida política, Marcos Kaplan. Yo me integré y permanecí 10 años en el desarrollo de la etapa fundacional de Praxis. A pesar de que yo venía de la no intelectualidad, de la no reflexión política ni académica, venía de las FF. AA. donde se estudia poco, sin embargo, Silvio me hizo producir saltos cualitativos en mi cultura política. Tomé la tarea de las relaciones internacionales, por eso conocí a Paz Estenssoro, que estaba exiliado en Argentina, a Goulart, a Salvador Allende. También se comenzaron a formar grupos políticos. Por ejemplo, Michel Pablo, el historiador marxista dice que formó un grupo político en Brasil con los textos de Silvio Frondizi. Mucha gente desconoce que Silvio tenía una imagen internacional, en varios países. También me ligué a los estudiantes latinoamericanos que en ese momento eran unos 30.000. Silvio aprovechó para formar equipos de estudiantes bolivianos, peruanos, ecuatorianos y brasileños que formaron una especie de Internacional. Poca gente sabe esto. Ese era Silvio Frondizi que también escribió La realidad argentina. Fue uno de los primeros que percibió el carácter nacionalista del peronismo, el significado de la irrupción de masas y su forma de gobierno, discrepando con la izquierda tradicional que lo atacó mucho porque oscilaba frente al peronismo e incluso lo acusaban de movimiento fascista.
Otro momento crucial de su vida fue cuando consigo convencerlo al Che Guevara, a pesar de la oposición del Partido Comunista cubano, de invitarlo a Cuba para poner toda esa estructura que tenía Silvio al servicio de un proyecto, de una especie de Internacional latinoamericana con patrocinio del Che. Fue una verdadera tragedia que no hubiera cristalizado. Fue una de las razones por las cuales me volví a Perú a desarrollar un proyecto revolucionario en acuerdo con el Che.
-MH: ¿En qué circunstancias muere Silvio?
-RN: Yo estaba exiliado en París porque el gobierno militar de Velasco Alvarado me deportó a Chile y caí con Allende. Después logré reconstruir las circunstancias de su asesinato. El hecho central es que Silvio se dedicó siempre a la defensa de los presos políticos. Iba a la cárcel, con Duhalde, con Ortega Peña, todo ese equipo se exponía. En un momento determinado no había tanto riesgo pero en el gobierno de Isabel Perón la figura fuerte era López Rega, creador del grupo parapolicial llamado Triple A, y la represión deja de tener el carácter “suave” de antes y comienza el genocidio, a pesar de lo cual Silvio continúa su actividad. Recordemos que Ortega Peña fue asesinado unos meses antes. Sus compañeros le advertían que le iba a ocurrir lo mismo pero Silvio dijo ‘yo tengo que cumplir con mi deber’.
Finalmente la Triple A lo mata en su casa, la allanan, matan a su yerno, a él le meten 50 balazos y luego emiten un comunicado diciendo: Hemos matado a esta basura humana, representante del comunismo internacional. ¡Viva el gobierno de Isabel Perón! ¡Viva la democracia en el país!. Se solazaban tirando comunicados de este tipo.
Los elementos de barbarie no aparecen el 24 de marzo de 1976. Fueron previos y Silvio fue una de sus víctimas porque no aceptó la idea de exiliarse y lo mataron como advertencia de que todo aquel que se atreviera a defender los Derechos Humanos iba a seguir el mismo camino. Un poco como pasa con Julio López en la actualidad ahora que lo han secuestrado y es el desaparecido 30.001. Los grupos de tareas quieren advertir que todo aquel que sea consecuente contra los actos de represión del pasado va a seguir el mismo camino.
La muerte de Silvio tiene significados diversos. El más importante para mí lo fue como personalidad independiente, humanista, que se jugaba por la vida, por los Derechos Humanos, por los que estaban perseguidos. El gesto personal de un hombre de una dignidad extraordinaria, de esos que mueren siendo fieles a sus ideales.

Mario Hernández – El Reloj – FM Flores (90.7) – Lunes de 19:00 a 20:00

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