domingo, octubre 23, 2011

Grecia está a la vuelta de la esquina


La imagen publicada en “El País” sobre Olga, una de las Onassis, rebuscando en la basura para poder comer y vestirse, me ha traído a la memoria unas de las viñetas griegas insertas en el “dossier” semanal del “Culturals” 487(20-10-2011), el suplemento de “La Vanguardia” que publica lo que no se publica en el diario. Describe un paisaje con container de basura, y un muchacho sorprendido escondido que grita como advirtiendo: “!Atención Paco¡…Están tirando a la basura a los que buscan en la basura…”. La viñeta a su vez me trajo a la memoria la noticia de la detención de gente que rebusca en la basura. Rebuscar, recuerdo de la tierra, el “rebusco” ha sido desde tiempos inmemoriales una de las últimas opciones de los pobres, y por cierto, existen dos documentales magníficos de Agnés Varda sobre esta forma de sobrevivir, Los espigadores y las espigadoras…
En dicho suplemento se nos ofrece un panorama sobre “Grecia desde dentro” con la ayuda de media docena de escritores griegos que nos ofrecen un panorama sobre lo que nos espera (si no lo impedimos), y que ellos desde luego, no esperaban solamente un par de años atrás. Los datos son aterradores, y ahí está la imagen de una señora Onassis, ahora, simplemente una pensionista cuya pensión se ha devaluado hasta convertirla a los 90 años, en una mendiga en el sentido más rotundo del término. El nivel de vida del país ha sufrido un deterioro sin precedentes, hay que retrotraerse a la Segunda guerra Mundial, y a la Argentina del 2001. Han vuelto a los tiempos en los que no sabía que les iba poner en la mesa a tus hijos. El panorama es desolador, e industrias como la editorial y las librerías, están bajo mínimos.
Se habla de un documental, “Debtocracy” (Deudocracia), el más visto en la historia del cine griego, y que ofrece un informa exhaustivo sobre como el neoliberalismo, el mismo que se instaló en el final de la historia donde nuestros políticos asisten desde sus butacas, ha conducido al país a una situación a la que no se le ve fin. Todo por la pasta, el capitalismo sin oposición –las “ideologías” socialistas tratadas como “chatarra” por los tribunalistas de “La Vanguardia” como Francesc Marc-Alvaro, el diario que llega cada mañana al café de la esquina y que le gente lee desarmada-, aunque también hay espacio a para las respuesta, y aparte del documental, Spyros Marchetos, nos ofrece un panorama sobre las luchas en la calles, sobre un tiempo en el que los “profesionales” de la política son “cazados” por las calles por la gente que les grita. Marchetos habla de un camino que se abre a la izquierda de la izquierda, con una ruptura en los fines y en los métodos, para, de esta manera “crear una crisis de gobernabilidad (que) podrían librarnos a todos dentro de poco de los sátrapas de la troika. Es probable que esas movilizaciones (…) derriben este gobierno”.
Algunos creían que esta miseria era ya cosa del pasado europea, cosas del “Tercer Mundo”. La derecha-derecha ya lo venía diciendo desde los años del “milagro económico” bajo el franquismo, en tanto que la izquierda trasformada lo empezó a pregonar desde principios de los años ochenta, con el mismo desdén contra el “tercermundismo” (la palabreja se empezó a utilizar en sentido peyorativo), en cuanto aquí tenían el argumento de que las cosas ya no eran como antes porque ahora estaba el “Estado del bienestar”, esa palabra detrás de la cual se escondían todas las luchas sociales que habían puesto al capitalismo contra las cuerdas. También ocultaba el atraso español sobre el que ha escrito de manera inapelable Vicenç Navarro. Pero el atraso se ocultaba también por el atraso anterior, después de muchos años de horas extras, pluriempleos y demás, muchas familias habíamos salido del “pozo social”, y lo de Europa convenció a la mayoría, siempre con el miedo de perder lo que se había logrado. Pero luego resultó que Europa caminaba hacia atrás, y que aquí, además, la izquierda se había integrado en el régimen de la Transición (ningún partido lo ha representado mejor que el PSOE de Felipe, obra y gracia de la ruptura con el antiguo y recreado para ocupar los pesebres), al igual que las cúpulas sindicales. El desconcierto y la desorientación fueron tan grandes que la izquierda militante apenas si logró aprobar la asignatura de la supervivencia.
Y con todo esto, nos vuelve la pobreza. Quizás muchos no la vean, al menos a primera vista, pero el personal voluntario que ayuda en las tareas solidarias, cuentan cosas que asustan. Los indicios cada vez eran más ostensibles, lo pregonaban los diarios, te lo encontrabas en familias amigas que estaban sobre mínimos, ya son noticia diaria incluso en los telediarios, y además quieren más. Si un Duran i Lleida cumpliera con el precepto bíblico de no mentir (ya sé que esto sería más que un milagro), a mucha gente embobada que no ve más allá del mercado y de la competencia, se les abrirían las carnes, y al igual hasta las ideas. Me encontré con un de ellos hace días. Un vecino únicamente preocupado sobre sí el Ayuntamiento le revierte lo que paga con sus impuestos. Le comentó varias cifras, y me responde: “Pero bueno, Pepe, tu ya sabes que siempre ha habido ricos y pobres”, lo que a mí recuerda el argumentario de la caña y el pez que Duran i Lleida y la señora Rahola, gustan tanto de citar como si lo hicieran con Hegel. Con la acritud que me resquema últimamente, le respondo al vecino pepero: “Pero señor Ricardo, eso puede ser cierto, pero, ¡no es lo mismo que los ricos ganen cinco veces a que ganen cinco mil veces más¡”, Entonces me contó sus propias cuitas, su pensión ya no le daba para lo que le daba, y qué le voy a contar…
Hasta el señor Ricardo se da cuenta aunque vote al PP por tradición, y porque piensa que algo podrá ganar. Lo cierto es que la situación escapa al conformismo informativo, y está dejando en evidencia que hasta en la pobreza progresa masivamente, incluso en el seno de los países septentrionales, tanto es así que está alcanzando las capas medias. En la última reunión de Des de baix-Garraf se contaba que el Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú ha subido el impuesto de basuras a los pequeños comercio a 400. Esto ocurre que las librerías-kioskos que hasta hace poco tenías que hacer cierta cola para comprar tu diario, han sufrido un bajón tremendo, y sé porque; leemos la prensa por Internet. Además para pagar a un diario “de izquierda” con articulistas como Moisés Naim, prefiero no hacerlo, ahora ni tan siquiera compro los sábados “El País”, antes lo hacía por el “Babelia”, pero ahora lo han subido el precio y regalan cada sábado una ofensiva revista de modas con muchas fotos y publicidad. Que se la queden.
Hasta los diarios traslucen en parte la situación, aunque sus líneas maestras siguen siendo de apoyo incorrupto a las medidas de la troika. Pero eso no podrá seguir así mucho tiempo, los años de derrota social, de auge del neoliberalismo triunfal han engendrado desigualdades crecientes, una clase cada vez más numerosa de pobres que son también cada vez más unos excluidos. En su contra: una clase de ricos muy reducida. Este es un capitalismo desnudo: produce miedo en los que se agarran a un empleo aunque cada vez lo humillen más. Produce miedo, sobre todo a hacia los bancos, así en Grecia, cada es mayor el número de personas que pasa de ellos, que guardan sus ahorros en el calcetín. Ahora que Grecia está en plena guerra social, que la gente joven comienza despertarse, habrá que darle vueltas (de masas) a propuesta como la que no hace mucho efectuó Eric Cantona, y a muchas otras que antes solamente podíamos poner en los programas.
Pero esa es la mitad de la historia, la otra mitad nos corresponde a nosotros, a los que estamos obligado a reinventar la democracia, la libertad y la igualdad. Hemos perdido muchas cosas, entre ellas, aquella cultura de la pobreza, las tradiciones de compromiso y de activismo, pero eso no significa que no se puedan recuperar. También tenemos otras ventajas, más comunicación, más información, solo nos falta unir la rabia con el conocimiento, lo individual con lo colectivo, abrir caminos con propuestas que nos permiten avanzar en cada desafío, y hasta ahora, todo esto está subiendo. El paso siguiente tendría que ser estrechar al máximo las conexiones con el movimiento obrero…con el nuevo movimiento obrero forjado desde las nuevas generaciones de sindicalistas que deberán mirar ejemplos como el de José M! Fidalgo o Cándido Méndez como, justamente, todo lo contrario de lo que es honesto y digno hacer

Pepe Gutiérrez-Álvarez

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