jueves, noviembre 24, 2011

Miles de manifestantes demandan democracia en las calles egipcias



Ayer Hussein Tantauí, jefe de Estado de facto, se comprometió a organizar una elección presidencial antes de julio de 2012 y se declaró dispuesto incluso a entregar el poder inmediatamente en virtud de un referéndum.La gente no acepta como válido este compromiso y exige la salida ya.
Según el diario La Jornada miles de egipcios seguían manifestando este miércoles en El Cairo para reclamar la salida de los militares que dirigen el país, a pesar de la promesa del jefe del ejército de organizar una elección presidencial a mediados de 2012 para un retorno al poder civil.
El martes, en un poco común discurso, el mariscal Hussein Tantauí, jefe de Estado de facto, se comprometió a organizar una elección presidencial antes de julio de 2012 y se declaró dispuesto incluso a entregar el poder inmediatamente en virtud de un referéndum.
Pero al cabo de cuatro días de enfrentamientos entre manifestantes y la policía que dejaron ya 30 muertos en todo Egipto y provocaron la dimisión del gobierno instalado por los militares, muchos egipcios de los que manifestaron por decenas de miles el martes se mantuvieron en la plaza Tahrir para expresar su rechazo.
Dicen no creer en absoluto en las palabras del mariscal, ministro de Defensa del antiguo régimen y que asimilan a Hosni Mubarak, expulsado del poder en febrero pasado.
"Ahora está claro que el que escribía los discursos del presidente Mubarak es el mismo que escribe los discursos del mariscal", comentó con ironía el "movimiento de los jóvenes del 6 de abril" en un comunicado.
"Tantaui, es copia conforme de Mubarak. Es Mubarak vestido de militar", afirmó Ahmed Mamduh, un contador de 35 años.
La determinación de los manifestantes, que ya provocaron la renuncia del gobierno instalado por el poder militar, da a pensar que habrá un pulso de largo aliento, cuando las primeras elecciones legislativas desde la caída de Mubarak deben comenzar el 28 de noviembre.
"Una segunda revolución", titulaba este miércoles el cotidiano Al Akbar: "Lo más peligroso que puede darse es la deterioración de la relación entre el pueblo y el ejército", advirtió el diario.
"El consejo militar es el problema y no la solución", expresó en un editorial el cotidiano independiente Al Masri Yom.
Las manifestaciones no sólo se produjeron en el centro de El Cairo sino también en varias ciudades del país, con enfrentamientos en particular en Alejandría y Port Said (norte), Suez y Qena (centro), Assiut y Asuán (sur), así como en la provincia de Daqahliya, en el delta del Nilo.
Este contexto de crisis hace temer que las primeras legislativas desde la caída de Hosni Mubarak que comienzan el 28 de noviembre, estén marcadas por la violencia.
El jefe del ejército aceptó la dimisión del gobierno del primer ministro Essam Charaf, nombrado por el consejo militar en marzo para administrar la nación, sin por lo tanto anunciar el nombre del próximo primer ministro.
Estos anuncios fueron hechos al término de una reunión del Consejo supremo de las fuerzas armadas (CSFA) con varios movimientos políticos, entre los cuales los influyentes Hermanos musulmanes, para encontrar una salida a la crisis.

La agencia pública TELAM, informaba así:

Miles de opositores se mantuvieron este miércoles en la Plaza Tahrir, en El Cairo, para reclamar la inmediata salida de los militares que dirigen el país, a pesar de la promesa del mariscal Hussein Tantauí de entregar el poder a un presidente electo a mediados de 2012.
Aunque más esporádicamente, se repitieron, por quinto día consecutivo, los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, que desde el viernes dejaron una treintena de muertos y más de un millar de heridos.
La policía volvió a disparar gases lacrimógenos y balas de goma contra los opositores, quienes respondieron lanzando piedras.
Los intentos por establecer una barrera entre ambas partes y evitar así los choques no prosperaron, según la agencia DPA.
Horas antes, en un discurso poco común pronunciado el martes, el mariscal Tantauí, jefe de Estado de facto, se comprometió a organizar una elección presidencial antes de julio de 2012 y se declaró dispuesto incluso a entregar el poder inmediatamente en virtud de un referéndum.
Sin embargo, las decenas de miles de egipcios que se encontraban en la Plaza Tahir rechazaron el ofrecimiento alegando que no creían en la palabra del militar, quien fue ministro durante el derrocado régimen de Hosni Mubarak.
"Tantauí es una copia con uniforme de Mubarak. Es Mubarak vestido de militar", afirmó Ahmed Mamduh, un contable de 35 años que se manifestaba en la Plaza Tahir, según la agencia de prensa alemana.
La decisión mostrada por los opositores de mantenerse en las calles hasta conseguir sus objetivos ya provocó la renuncia del gobierno instalado por los militares y seguramente enmarcarán la celebración, a partir del 28 de noviembre, de las primeras elecciones legislativas desde la caída de Mubarak.
Se trata de "una segunda revolución", tituló este miércoles el diario Al Akbar: "Lo más peligroso que puede producirse es el deterioro de la relación entre el pueblo y el ejército", advirtió en su nota central.

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