lunes, abril 30, 2012

Eduardo Galeano - El arcoiris terrestre






Eduardo Galeano - Los nadies






Eduardo Galeano - Mundo se rifa






Historia y leyenda de los médicos cubanos en Miami



La colaboración médica cubana con el Tercer Mundo está también entre los objetivos del sabotaje estadounidense.

El pasado sábado 21 de abril el Primer Vicepresidente cubano José Ramón Machado Ventura reconoció el trabajo de los médicos graduados en Cuba hace cincuenta años en circunstancias muy especiales; se trata de los llamados “Alumnos del Centenario” o “Médicos de la Revolución”, que el 21 de abril de 1962 empezaron a cubrir las necesidades de la salud en un país en que quedaban pocos galenos.
Respecto al número de médicos con que contó la revolución en un inicio, el propio Comandante en Jefe Fidel Castro dijo en un discurso en Santiago de Cuba el 27 de julio de 1983: “Nosotros teníamos 6 000 médicos al triunfo de la Revolución, se fueron 3 000. Con los 3 000 que nos quedaron y con los que hemos formado hemos logrado estos resultados”. La política de sistemático robo de profesionales de la medicina a Cuba había comenzado con el mismo triunfo revolucionario y se mantiene hasta nuestros días, donde ha adquirido hasta una engañosa apariencia “legal”.
Como recordó el Viceministro de Salud Pública de Cuba Dr. Luis Estruch en el mismo encuentro, unos 400 médicos de aquella promoción de 1962 permanecieron en Cuba todos estos años ejerciendo su profesión con honestidad, alto nivel científico y convirtiéndose ellos mismos, a través de la docencia, en formadores de otros médicos.
El deseo de reinstaurar el régimen derrotado condujo a un hostigamiento general que también abarcó el terreno médico, no dejando otra alternativa a la revolución que defenderse en dicha esfera, por lo que en los meses de septiembre y octubre de 1960 se produjeron nacionalizaciones de laboratorios farmacéuticos norteamericanos en Cuba y las mayores “boticas”, lo que provocó una intensificación de las restricciones del intercambio médico con la naciente revolución.
El gobierno empezó a desarrollar entonces en el marco del naciente estado la producción de medicamentos y la formación de profesionales. Instituciones no directamente vinculadas con este tipo de servicio tuvieron que asumir tareas en este campo, como sucedió con el Instituto Nacional de la Reforma Agraria, el Ministerio de Industrias, el Ministerio de Comercio Interior y el Ministerio de Comercio Exterior, que creó por entonces la empresa MEDICUBA. Estamos hablando de una época muy temprana; tan temprana como agosto de 1961, cuando se promulga la Ley No. 959 que nombra al Ministerio de Salud Pública como rector del sistema médico cubano. Esa es la historia, o parte de ella, que muestra que la socialización de la medicina cubana no obedeció a un deseo infundado de centralizar sino a unas necesidades muy concretas donde lo social y lo político tuvieron un peso importante. Se sabe hoy, a través de documentos desclasificados, que el Consejo de Seguridad Nacional del Presidente Kennedy le aconsejó ahogar a Cuba por hambre, necesidades y enfermedades que llevaran a un malestar que justificara acciones mayores, lo que incluía planes para el deterioro de sus servicios de salud.
A pesar de la juventud de la revolución y de todas las dificultades por las que atravesaba, en esa primera etapa se sitúan también los primeros gestos solidarios con otros países más necesitados o aquejados por una emergencia. En 1960 Cuba envió colaboración médica a Chile cuando le afectó un devastador terremoto, ayuda que luego repitió en 1971 ante catástrofe similar; además a Honduras y Nicaragua cuando padecieron severos ciclones. Desde principios de los años 60 Cuba llevó servicios médicos a Argelia, Mali, Congo, Guinea y Vietnam. Y de esa época temprana datan también los intentos de intereses políticos por calumniar y malograr la labor humanitaria cubana.
Cuba fue por demás el primer país que tras los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 brindó a Estados Unidos ayuda médica, y que tras el paso del huracán Katrina ofreció el envío de brigadas de ayuda, plasma y hospitales de campaña a la zona de desastre; que Estados Unidos rechazó. Es una larga historia que conecta con las actuales calumnias propagandísticas contra las misiones médicas cubanas; uno de cuyos más bochornosos capítulos se refiere a la constante incitación a los galenos cubanos para que deserten de sus tareas en los más de 77 países donde trabajan 37 mil profesionales de la salud, facilitándoles material y legalmente la fuga, y nublando su juicio con falsas leyendas sobre el mundo idílico que les esperaría en una suerte de “grandes ligas” de la medicina norteamericana. La misma prensa manipulada y manipuladora de siempre, se presta para divulgar estos planes.
El 16 de enero de 2011 Joel Millman publicó un artículo en el periódico The Wall Street Journal donde revela la facilidad con que un médico cubano que colabora en el exterior puede solicitar la ayuda de una Embajada norteamericana para desertar de su misión. No importa los pacientes que deje de atender aún en medio de un tratamiento, ni la sobrecarga de su equipo por las tareas abandonadas. Cuenta el periodista Joel Millman el caso de un médico desertor que le bastó con entrar a un café internet en Gambia, llamar a la Embajada de EEUU en ese país y simplemente decir: “Soy un doctor cubano que quiere ir a Estados Unidos. ¿Cuándo nos podemos ver?” Al instante, por tratarse de un médico cubano, le indicaron que fuera a un mercado concurrido de la ciudad y que se acercara a una rubia vestida de verde, que sería en verdad una funcionaria del consulado de los EEUU. El encuentro de la historia se produjo en septiembre de 2008 y el médico en cuestión llegó a Miami posteriormente con estatus legal de refugiado y posibilidades de obtener la ciudadanía. A partir de este caso The Wall Street Journal comenta (sin ser lo debidamente crítico) las facilidades creadas para la deserción de médicos cubanos desde 2006, estimulados por un programa llamado Cuban Medical Professional Parole Program (CMPP), que en el peor espíritu de la guerra fría trata de sabotear el trabajo solidario de un país como Cuba, al que el ala derechista de la política norteamericana considera su enemigo.
Dicho programa fue concebido por el ex Coronel del Ejército de Estados Unidos de origen cubanoamericano Emilio González, quien como miembro del Consejo de Seguridad persuadió al entonces Presidente George W. Bush de que afectando los programas de ayuda médica cubana se contrarrestaba la influencia política de la isla. Si González llama “influencia política” al desarrollo de programas contra el cólera, contra la desnutrición, contra la malaria y contra el SIDA, entonces ciertamente debería alentarse el avance de dicha “influencia” con excelentes trabajos como los realizados por Cuba en Haití, que han merecido más de un elogio a nivel internacional.
Emilio González está vinculado a los sectores más extremistas de la política cubanoamericana de Miami, y se ha paseado por la televisión de esta ciudad reivindicando ser el autor del referido Cuban Medical Professional Parole Program (CMPP), que además de los médicos también facilita la deserción de paramédicos, terapistas, personal de enfermería, entrenadores físicos, dentistas y técnicos de laboratorio; junto a sus familiares. Entre los grandes cómplices de este programa, lo repito, está la prensa, que con sus historias de médicos triunfadores, millonarios, hipotéticamente empleados en los grandes quirófanos de Chicago y Long Island, convidan a los galenos a que abandonen la misión. Y son cómplices también algunos de estos mismos médicos que, una vez llegados a los Estados Unidos, se dedican a contactar a sus colegas para que sigan su camino. Un ejemplo de esto es el bochornoso programa “Barrio Afuera”, que trata de atentar contra el programa de colaboración “Barrio Adentro” proponiendo en internet información para la deserción. Por supuesto, cuando esta se produce, la ayuda de los incitadores brilla por ausencia.
Los intereses que se mueven detrás de esta campaña contra las misiones médicas cubanas en el exterior son tan grandes, que quiero confesarle a los lectores que una de las dificultades más grandes que ha tenido escribir un artículo como este se refiere al temor mostrado y declarado por los entrevistados. Además de pedir el anonimato, algunos incluso llegaron a solicitar posteriormente que no se utilizara la información brindada, porque alguien podría inferir a través del contenido la identidad de la persona que testimoniaba. Es decepcionante comprobar cómo algunos viven llenos de miedo en una tierra que se les prometió precisamente como de libertad. Por ejemplo, un neurocirujano que hoy en día trabaja como sereno en un condominio de Miami, que cuenta con 53 años y tiene pocas posibilidades de hacer una residencia por la dura discriminación que existe por índices de edad, se arrepintió de testimoniar en el mismo momento de la entrevista, por temor y por la vergüenza de confesar su sentido de fracaso profesional. Otro médico envió un correo con fecha del 23 de marzo a la dirección del programa “La tarde se mueve” dejando saber los problemas que le traería hacer declaraciones acerca de la difícil situación de muchos galenos cubanos llegados a los Estados Unidos. Entre otras cosas dice (cito textualmente): “… decidí no poder ayudarte en ese tema por ahora motivado a que estoy haciendo gestiones para poder entrar a un hospital a una residencia… sería dañar mi relación, no sería saludable para poder lograr mi objetivo”.
Entre los testimonios que me permito usar se encuentra el de otro médico cubano residente en Miami que tras pensar en la suerte de algunos colegas dijo: “… es una realidad que de 100 médicos solo 10 sacan los board y de esos solo 3 o 5 llegan a terminar la residencia y ejercer; es cierto esto”. Luego comentó: “mi memoria recuerda 59 médicos en los últimos 20 años que han llegado a USA, médicos que hicieron la residencia en el Hospital Hermanos Ameijeiras en Cuba y todo y aquí llenando bolsitas en un Sedano’s o sacando sangre… otros compran títulos de enfermeros y andan con una piedra en un zapato siempre con aquello de que nunca pudieron ejercer y ven los errores de los médicos pero no pueden decir nada pues son simples enfermeros”. También salió el tema de los fraudes, en el que alguien comentó: “otros robándole a los seguros en las famosas agencias de home health”.
Se habla además del tipo de práctica mecánica, con poco margen para la creatividad médica: “te sacan el jugo, son muchas horas de trabajo y nada de docencia, lo de la mayoría de los hospitales es trabajar como un mulo para producirles billetes”. Existen cirujanos de primera atendiendo teléfonos y llenando planillas y sin perspectivas reales en el plano científico. Destinos torcidos que, casi siempre, resultan menos amables de como los pintaron. Demasiados talentos desperdiciados por falsas promesas que no toman en cuenta los enormes recursos que un estado pequeño como el cubano empleó en formarles. Un hecho que al final de la jornada, si descontamos a algunos desagradecidos, todos acaban por reconocer cuando verifican el alto nivel de la medicina que aprendieron en las Universidades y Hospitales de Cuba.

Edmundo García

¿Hacia un ciberespacio socialista?

El Che al recibir el doctorado Honoris Causa en la Universidad Central de Las Villas

¿Decimos ciberespacio, o decimos ciberespacio capitalista? Si muestras el adjetivo que es obvio, que parece evidente, no lo muestras por completo porque lo que además habría que mostrar es el proceso por el cual el adjetivo es visto y luego descartado, tal como el comisario de Poe vio la carta y la desechó, la descartó, precisamente porque la había visto.
Belén Gopegui

“Me han dicho que usted es anticapitalista, eso está muy bien pero ahora debe proponerse ser anticapitalinista”, cuenta -cito de memoria- Roberto Fernández Retamar que le dijo su profesor Elías Entralgo en sus años de estudiante universitario. Lo he recordado al conocer que este primer encuentro de blogueros cubanos “en Revolución” se efectuaría en la Universidad de Matanzas con personas procedentes en su mayoría de varios puntos fuera de la capital del país, convocado por el blog colectivo -y subrayo colectivo- La Joven Cuba, que pudiera servir de referente para la participación, desde nuestras condiciones culturales y tecnológicas, en un espacio dominado por el capitalismo y sus fetiches individualistas, orientados siempre mucho más a la búsqueda de consumidores que de ciudadanos.
Al menos para mí, que hago una bitácora llamada La pupila insomne, en homenaje a Rubén Martínez Villena, que este encuentro lo convoque un blog con nombre La joven Cuba, que honra a Antonio Guiteras, no deja de ser simbólico. Tanto Rubén como Guiteras fueron luchadores antiimperialistas que querían el socialismo para nuestro país. Contemporáneos en una etapa convulsa de la historia de Cuba no pudieron concertar acciones y sus fracasos desde esfuerzos paralelos no hicieron sino posponer el triunfo revolucionario un cuarto de siglo. Una lección que muestra amargamente lo imprescindible de la unidad entre los revolucionarios.
Un blogger y genio cubano, Silvio Rodríguez, ha dicho: “me parece demasiado optimista pensar que internet es garantía de democracia, cuando hay tantos países con mucho internet y democracia tan dudosa. Yo creo que hace más falta que un país produzca y funcione correctamente que tener banda ancha (ojo que no excluyo internet)”. Pienso que para quienes vemos en el uso de Internet, y particularmente de la blogosfera, una oportunidad para la profundización del socialismo en Cuba, sus riesgos no están en la quinta columna que Estados Unidos trata de armar a base de dinero y tecnología en el interior de la Isla, ni en lo que algunos suponen su utilización para crear lo que el Che denominó “asalariados dóciles al pensamiento oficial”, sino en el surgimiento -en las nuevas condiciones económicas que se prefiguran en nuestro país- de una brecha digital interna que favorezca la aparición de una ciberélite individualista desconectada de las realidades y necesidades de la mayoría de los cubanos mientras sólo el 3% de nuestras escuelas tiene conexión a la red.
Sólo una política que extienda a todo el país y potencie, especialmente entre las bases sociales que han sostenido y sostienen la Revolución, la participación masiva en estos espacios puede ser coherente con el sentido democratizador, y no enajenante del uso de la tecnología en una sociedad como la nuestra donde, gracias a los elevados niveles de instrucción alcanzados, tanto la capacidad crítica como de argumentación son muy altas. Habría, entonces sí, en ella “un espacio de participación y debate público”, como reza el título de este panel, en concordancia con el reciente llamado hecho por Raúl en la Conferencia del Partido a “promover la mayor democracia en nuestra sociedad”, no sólo haciendo más eficaz la interacción de los ciudadanos con las instituciones sino contribuyendo a cerrar el camino a cualquier arbitrariedad o injusticia.
La parte importante de la expresión “sociedad del conocimiento” es “sociedad”, ha dicho el filósofo César Rendueles al apuntar que vivimos en la era del ciberfetichismo. Argumenta Rendueles: “No es trivial que todos los medios de comunicación se apresuraran a buscar una explicación tecnofílica de los alzamientos populares de Egipto o Túnez en 2011. Si uno da crédito a The New York Times, el Lenin del Magreb era un blogger de clase media experto en redes sociales. Algunos izquierdistas llegaron a pensar que se trataba de una estrategia deliberada para ocultar la relación de estas revueltas con dinámicas económicas y políticas globales que se remontan a la contrarrevolución liberal de los años setenta. Yo más bien creo que era una forma inconsciente de depurar estos movimientos sociales de su inquietante atavismo. La moraleja que extrajeron los ciberfetichistas es que la potencia revolucionaria de Facebook logra penetrar incluso en un contexto cultural marcado por un inmovilismo terminal. Muy sintomáticamente, la valoración que los medios de comunicación –y por cierto, también muchos izquierdistas– hicieron de las revueltas en Libia, donde sólo el 5% de la población tiene acceso a Internet, fue mucho más ambigua: “Los libios recelan de la democracia; les gusta tener un gobernante fuerte que sea capaz de impedir que estallen las rivalidades entre tribus. Pero no les gusta demasiado su gobernante actual”, escribía Andrew Solomon en El País. Parece ser que Twitter aún no les ha descubierto a los libios la naturaleza de la genuina emancipación. En realidad, ocurre justo al contrario. Lo cierto es que sólo el 21% de los egipcios tiene acceso a Internet. Si los ciudadanos de estos países han dado semejante salto político es porque en ellos la fraternidad –el tercer valor republicano– sigue siendo alimentada por familias extensas, comunidades religiosas, círculos de afinidad, compromiso sindical y relaciones culturales densas.”
Pero, como ha escrito Silvio “todavía mueren cientos de libios diariamente, en la guerra tribal que alimentaron las potencias irresponsables. Y en las próximas elecciones egipcias el más fuerte candidato parece ser el colaborador más íntimo del gobernante derrocado”. Ese es el mundo real al margen de la bonita historia de bloggers y ciberactivistas que intentaron contarnos los medios occidentales.
Cuba tiene grandes urgencias económicas y enormes desafíos por delante y nuestro modelo no puede ser el engañoso mundo feliz -donde el acceso lo regula el mercado- con clases medias que viven dentro de Internet, según nos cuenta la gran prensa, presta a aplaudir -y muchas veces pagar- a cualquier cubano que ponga en la red una línea que pueda ser utilizada en sus campañas contra la Isla.
Las clasificaciones “académicas” al u$o resultan sospechosas cuando invierten los términos para denominar alternativos a quienes cuentan con todos los recursos servidos por el gobierno más poderoso del planeta y gubernamentales u oficialistas a quienes no comparten o denuncian esa situación. Así lo describe el periodista Pascual Serrano: “En Cuba los blogueros opositores tenían dinero para conectarse a internet en los hoteles, sus amigos estadounidenses y europeos les pagaban las computadoras portátiles y el alojamiento en Internet y les galardonaban con premios que incluían viajes y fondos económicos millonarios. En cambio, los blogueros que, insisto, desde su propia iniciativa y sin escribir al dictado de nadie, defendían la revolución y denunciaban las mentiras que contra ella se hacían circular en todo el mundo, se conectan precariamente mediante la red que el Estado cubano pone al servicio de universidades, periodistas, médicos o centros públicos; manejan una anticuada computadora mil veces reparada, no ven ni tocan ninguna moneda en divisa y comprueban cómo son silenciados por los grandes medios de comunicación extranjeros, para los cuáles los blogueros cubanos solo existen si atacan a la Revolución.”
En España -ese modelo de sociedad de donde nos llegan tantas jerarquías, consejos, premios y postgrados- la activa blogosfera y elevada participación en Twitter y Facebook no ha podido evitar el brutal y antidemocrático recorte de las prestaciones sociales, con aumento de las tasas universitarias y mayor criminalización de la protesta social. Lejos de unos medios al servicio de la ciudadanía, hemos visto allí la demonización unánime en la prensa al gobierno argentino por nacionalizar la gestión del petróleo a favor de su pueblo y la defensa a cal y canto de una monarquía decadente y corrupta. Escribir desde Cuba imitando su lenguaje aparentemente neutral, que fuerza una equidistancia imposible entre el gobierno cubano y su “oposición”, es cuando menos un acto de ingenuidad que nunca logrará el perdón de los extremistas a los que se evita molestar y una traición a la realidad que protagoniza la inmensa mayoría de los cubanos, sobre todo cuando la mayor parte de los lectores de nuestra blogosfera no son residentes en la Isla. Tampoco no hablar en un blog de nuestros Cinco heroicos compañeros que cumplen injustas condenas en Estados Unidos, o evitar la palabra imperialismo nos atraerá más visitantes.
Un movimiento de blogueros “en Revolución”, convocado por un blog llamado La joven Cub a no debería soslayar a Guiteras y su idea de que un movimiento que no sea antiimperialista en Cuba, no es Revolución. Rechazar la saturación hecha por la mala propaganda de una buena causa, el desgaste de una retórica comunicacional superada por los tiempos o la defensa de la individualidad frente a la repetición simultánea por muchos de los mismos temas, no es -a mi juicio- sino un reto para encontrar el modo de decir la verdad a tiempo y sonriente .
Internet ha modificado muchas cosas pero hay algo que ella no ha hecho sino potenciar: una publicación es un instrumento para cambiar el mundo, algo que desde Carlos Marx a Fidel Castro no ha dejado de obsesionar a los revolucionarios. No por gusto este último ha llegado a decir que “Internet parece inventada para nosotros”.
Cuando el 14 de diciembre de 2010, el proyecto en que trabajo, EcuRed , salió a la luz, la reacción de los jóvenes participantes en él ante el intento de manipular sus objetivos por los grandes medios me hizo escribir : ” A quienes piensen que Internet puede hacernos daño o que es el “régimen castrista” quien adoctrina a los cubanos, les viene muy bien un mensaje que me enviara uno de los jóvenes líderes de EcuRed que apenas cuenta veintiún años. Este casi adolescente vive en el municipio de Trinidad, y luego de leer las noticias sobre la obra a la que ha dedicado innumerables horas de esfuerzo ha escrito: “verdad que la prensa imperial siempre ve lo malo”. Quizás este ecuredista les ayude a comprender por qué ningún cubano necesita del “gobierno” para hacerse antiimperialista, basta con conocer al enemigo de su pueblo y para ello pocas cosas hay mejores que verlo actuar en Internet .”
Alfonso Sastre define la utopía no como algo imposible, sino como aquello que todavía no existe no porque sea imposible, sino porque está imposibilitado por las circunstancias, pero que es realizable si se modifican las condiciones imposibilitadoras mediante la praxis revolucionaria. Quizás el hecho de que este encuentro sesione en una Universidad nos debería hacer volver a las palabras del Che en 1959 al recibir el doctorado Honoris Causa en la Universidad Central de Las Villas, cuando reclamaba : “la Universidad debe ser flexible, pintarse de negro, de mulato, de obrero, de campesino, o quedarse sin puertas, y el pueblo las romperá y él pintará la Universidad con los colores que le parezca”; no fueron el mercado ni la imitación de modelos foráneos los que se emplearon, pero cincuenta y cuatro años después nadie duda de que así ha sido; tal vez una definición y empeño similares se ajusten a lo que necesitamos para la utopía socialista de nuestra blogosfera y nuestra web.

* Ponencia presentada al Primer Encuentro de blogueros cubanos en Revolución en la Universidad de Matanzas al que por coincidencias de agenda que se fueron complicando no pude finalmente asistir. Agradezco al estudiante de periodismo, bloguero y colaborador de Cubadebate, David Vázquez Abella la lectura de mi texto.

Iroel Sánchez
La Pupila Insomne

Una historia que merece ser recordada

Homenaje a Vietnam en el 37º aniversario

La victoria de las fuerzas de liberación en Saigón, el 30 de abril de 1975, se produjo en un momento histórico caracterizado por la incapacidad de los Estados Unidos de mantener su política agresiva de “guerra fría” y de imponer un orden mundial basado en la supremacía estratégica-militar norteamericana.
Con la derrota de los Estados Unidos en Vietnam, el nuevo giro de la situación política internacional significó un duro revés para la política exterior de “vietnamización”, genocidio y terrorismo de Estado de la administración Nixon, como parte de la estrategia global norteamericana de la “Contención del Comunismo”, dirigida a hacer retroceder el proceso revolucionario mundial que tomó auge después de 1945 con la expansión del socialismo en Europa, Asia y América Latina, en esta última región con la Revolución cubana y la expansión del movimiento de liberación en las áreas coloniales del llamado Tercer Mundo.
Sin duda, la batalla de Saigón se libró en una época revolucionaria en las relaciones internacionales. Su trascendencia militar y política puso en crisis el gran diseño estratégico y hegemónico norteamericano en el marco de la confrontación entre los polos de poder del Este y el Oeste, pues ya el escenario político mundial estaba influido por la culminación del proceso de descolonización con su triunfo en la década de los años sesenta, la entrada de los Movimientos de Liberación Nacional en una nueva fase de consolidación de la independencia de los nuevos Estados y la reestructuración de las relaciones internacionales sobre bases más justas por la acción internacionalista de la URSS y el sistema socialista europeo.
El imperialismo retrocedió en los años posteriores, mientras el movimiento de las masas revolucionarias avanzaba en todos los continentes del planeta. Los Estados Unidos culminó su guerra de agresión en Vietnam en una posición de derrota. El poder político norteamericano estaba sumergido en una honda crisis moral, económica y militar que lo condujo a aceptar el proceso de distensión internacional resultante de los triunfos de las fuerzas progresistas y revolucionarias profundamente estimulados por la victoria vietnamita y el cambio indudable en la correlación internacional de fuerzas que representó el logro por la URSS de la paridad estratégica-militar general con los Estados Unidos, proceso que se materializó en la segunda mitad de la década de los años sesenta y principio de los setenta del siglo XX.
Desde ese momento, la URSS, en términos militares, equilibró el poderío norteamericano y devino una efectiva potencia militar global por el alcance de su fuerza naval y aérea. La paridad estratégica y militar de la URSS, anuló, en el terreno militar, la aspiración norteamericana a la supremacía absoluta en las relaciones internacionales de la época. En fin, la derrota norteamericana en Saigón fue el reflejo de la nueva correlación de fuerzas en el escenario internacional basada en la bipolaridad soviético-norteamericana. La presencia de otra potencia mundial, como un hecho objetivo y estructural del sistema internacional, impuso la necesidad del diálogo y la cooperación.
Como resultado, en 1975, se celebró en Helsinki, Finlandia, uno de los símbolos de la distensión: la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa. El Acta de Helsinki constituyó el reconocimiento de las fronteras y el estrechamiento de la cooperación económica y política en el ámbito europeo. Las pretensiones norteamericanas de diseñar, sin obstáculos, un esquema de dominación global liderado por los Estados Unidos recibieron un rotundo fracaso. Dada la capacidad de exterminio del moderno armamento estratégico nuclear, los Estados Unidos estuvieron obligados a reconocer el poderío soviético y negoció con la URSS un acuerdo para el control y la limitación de sus respectivas armas nucleares estratégicas (SALT, por sus siglas en inglés).
En el contexto de la victoria del pueblo vietnamita, se observó una tendencia hacia la globalización y la “multipolarización” de las relaciones económicas y políticas internacionales debido al fortalecimiento de otros actores internacionales: la Europa integrada, Japón y la influencia regional que adquiría China. Sin embargo, desde posiciones conservadoras, la diplomacia norteamericana percibió la emergente multipolaridad como un sistema de balance de poderes inspirado en la diplomacia clásica europea de los siglos XVIII y XIX, con el objetivo de disminuir la confrontación con la URSS, la pujanza de las fuerzas progresistas y limitar la creciente rivalidad económica con sus “aliados”: Europa y Japón. Resultó evidente que los Estados Unidos habían perdido capacidad para actuar en todas partes, globalmente, y buscaba repartir con otros polos de poder capitalista la carga de la lucha contra el avance de la revolución mundial.
Desde el ángulo económico, se acentuaba la crisis del sistema capitalista con la quiebra del Sistema Monetario Internacional basado en el dólar, el desempleo creciente en los países capitalistas industrializados, el alza de los precios del petróleo y sus consecuencias para el conjunto de las economías desarrolladas. Todos estos hechos fueron los síntomas de una profunda crisis estructural del sistema capitalista, la mayor desde la crisis de los años 1929- 1933, que amenazó, en su conjunto, a la estabilidad interna del sistema capitalista. Como parte de todo ese proceso de carácter socioeconómico emergieron peligrosas amenazas globales: la pobreza, el hambre en vastas zonas del llamado Tercer Mundo, agotamiento de los recursos energéticos, el inicio de la proliferación nuclear y la posibilidad de una guerra con esas armas de exterminio en masas.
Las genocidas acciones y el descalabro militar, político y diplomático de los Estados Unidos movilizaron a la opinión pública Internacional. Antes y después de 1975, los Estados Unidos recibieron la repulsa universal por la agresión y ocupación de Vietnam del Sur. Al interior de los Estados Unidos, se quebró el consenso de la sociedad y un amplio e influyente movimiento pacifista de signo progresista integrado por políticos, científicos e intelectuales protestaron enérgicamente contra la guerra tecnológica y las nefastas secuelas que dejó para el pueblo vietnamita. Es la época también de un amplio movimiento de solidaridad internacional con las causas justas, de la fortaleza del Movimiento de Países No Alineados, en defensa de los verdaderos intereses de los pueblos subdesarrollados y la creación de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI).
La derrota de los Estados Unidos en Vietnam, en 1975, creó una dinámica global favorable para la expansión del socialismo y de los Movimientos de Liberación Nacional en todos los continentes. El panorama mundial al finalizar la década de los años setenta devino difícil para los Estados Unidos bajo el permanente “síndrome” de Vietnam en su política exterior, las estructuras gubernamentales y su sociedad. Pero, aun así, la elite del poder norteamericano nunca renunció a sus intereses hegemónicos y agudizó un nuevo período de tensiones internacionales conocido con el nombre de segunda “guerra fría”, por el objetivo de frenar el avance del socialismo y de las fuerzas revolucionarias en todo el planeta.
Sin embargo, en todo el período histórico posterior hasta la actualidad, los estrategas norteamericanos reconocieron que en Vietnam libraron una “guerra equivocada, en un lugar equivocado, en un momento equivocado y con un enemigo equivocado.”[1] Decir que las administraciones norteamericanas pusieron el éxito de una guerra en un sitio equivocado es decir poco: rara vez en la historia los logros de una potencia imperialista acabaron siendo diametralmente diferentes a los objetivos propuestos.
La victoria vietnamita expandió el ejemplo de sus raíces populares hacia todos los pueblos del planeta y abrió una coyuntura global favorable a la paz y la estabilidad internacional frente a la frustración hegemónica y militarista de los círculos de poder norteamericanos.

Nota:

1. Criterio de los Jefes del Estado Mayor Conjunto de los Estados U nidos citado por David Rees en “The age of containment”, Mac-millan, New York, 1968, p. 43. Véase también de John Lewis Gaddis, “Implementando la respuesta flexible: Vietnam como caso de prueba” en: “Estrategia de la Contención”, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 1989, p. 261.

Leyde E. Rodríguez Hernández


domingo, abril 29, 2012

Petras: “¿Cómo España o México critican a Argentina, si sus proyectos económicos han fracasado?”


Petras cuestionó las críticas que se hacen a Argentina desde Europa y México porque “no tiene ninguna base para criticar una economía relativamente exitosa” ya que la realidad demuestra que “la privatización lleva a los países a catástrofes”.
El sociólogo norteamericano, profesor James Petras analizó en su columna semanal en español para la audiencia de CX36 Radio Centenario, dos temas. El resultado electoral francés y la decisión de Argentina de nacionalizar la mayoría de YPF. En ese sentido, Petras destacó la “falta total de solidaridad del gobierno uruguayo de José Mujica con el gobierno de Cristina Fernández” y cuestionó las críticas que se hacen a Argentina desde Europa y México porque “no tiene ninguna base para criticar una economía relativamente exitosa” ya que la realidad demuestra que “la privatización lleva a los países a catástrofes”. Transcribimos a continuación íntegramente el análisis de James Petras.

Chury: Le estamos dando los buenos días a James Petras. ¿Cómo estás?
Petras: Estamos muy bien, estudiando los resultados electorales de Francia.
Chury: Muy bien, era uno de los temas planteados para hoy, así que te dejo en el análisis.
Petras: En primera instancia debemos reconocer que los resultados electorales muestran una polarización en Francia muy fuerte. Si calculamos el voto para toda la izquierda, todos los sectores, alcanzan a un 45%; mientras que la derecha en su conjunto alcanza el 46% y el centro y centro derecha, un 9%.
Eso es para mi una sorpresa, porque todas las encuestas mostraban que la izquierda tenía un mayor margen incluso en la primer vuelta.Pero la sorpresa la dio la derecha con el gran salto que dio la derecha fascista, el partido de Marine Le Pen que consiguió siete millones de votos con un programa xenofóbico, antiislámico y abiertamente racista.
¿Y cómo explicamos el surgimiento de la ultraderecha en Francia? Es algo que debemos analizar.
Por mucho tiempo, la izquierda –particularmente el Partido Socialista- no han dado la batalla contra el racismo. En segundo lugar, la ultra- derecha tenía la fuerza de la crisis para explotar; la ultraderecha explotó todas las debilidades de muchos sectores que están sufriendo la crisis económica. La izquierda no pudo atraer a la gran masa afectada por la crisis.Es decir, atrajo a un sector activo –desocupados, obreros, empleados. Pero importantes sectores de la sociedad francesa se fueron a la derecha, que dio el mensaje de que el problema de la crisis vino con los inmigrantes que roban el trabajo, viven de los programas sociales y que si se expulsa a los inmigrantes la calidad de vida de los franceses va a mejorar mucho.
También que Sarkozy bajó mucho, bajó a 27%; pues los que cosecharon un importante sector de los más afectados fueron precisamente los fascistas. Siete millones de votos no son pocos, son tres millones más que el voto anterior de la ultraderecha…
Mientras tanto, la izquierda consecuente con Jean Luc Melenchon sólo obtiene un 11,5%, un tercio menos de lo que esperaba. Es positivo que la izquierda consecuente haya alcanzado ese porcentaje de los votos, unos cuatro millones y algo. Pero, podríamos decir que en la polarización entre la derecha fascista y la izquierda consecuente, terminó favoreciendo a la derecha.
Y debemos entender además, que el resultado final no es tan cierto, porque si Sarkozy sigue atrayendo a la ultraderecha en la segunda vuelta, va a acumular una fuerza de casi el 50%. En contraste, la izquierda debe combinar todos los votos de partidos, sectores y grupos, más un porcentaje del centro.
En ese contexto mucho va a depender de cómo la izquierda, o los socialistas mejor dicho, pueden combinar una campaña que mantenga o atraiga a la izquierda y encuentro apoyo en el centro.
Lo que está en juego aquí es el apoyo de lo que son los pequeños comerciantes minoristas, más sus empleados. Creo que la izquierda va a atraer a un buena parte del sector de empleados públicos y municipales. Ahora la incógnita es qué va a pasar con los pequeños comerciantes, ese sector muy afectado por la crisis pero que teme a la solución alternativa de los socialistas.
Por tanto creo que en este panorama se va a dar el resultado. Yo no creo que la izquierda gane con más del 51% de los votos.La idea de que va a triunfar automáticamente por el desprestigio de Sarkozy, no está claro.
Chury: En caso de que François Hollande alcance la presidencia, se sabe muy poco de su programa. ¿Cuál es su política respecto a Siria?
Petras: En términos generales, los socialistas tiene una mala relación con la política anticolonial, antiimperialista. Históricamente el Partido Socialista siempre fue partidario de las guerras imperialistas y practicante de las guerras coloniales, tanto en Argelia como en Indochina. En los últimos años hemos visto ambigüedad en el Partido Socialista ..Pues mientras que en algunos casos critican la política imperial, por otro lado al final de cuentas, como miembros de la OTAN mandan tropas y apoyan en la práctica las guerras imperiales. Siempre con este doble discurso. Entonces hay que ver en que grado el señor Hollande va a mantener la misma doble posición: criticar pero en la práctica apoyar a través de la OTAN.
Es importante en este sentido que el apoyo de los sectores antiimperialistas se da pidiendo el pronunciamiento de Hollande en estos casos como Libia, Siria o Irán..
Podríamos decir que la ambigüedad de los socialistas no es buena señal. Hasta ahora no se han pronunciado contra la agresión israelita contra Iran y Palestina .Hablan poco sobre Sarkozy y su colaboración con los derechistas contra el gobierno de Siria. Ellos mantienen esta ambigüedad porque dentro del Partido Socialista hay tantos críticos como apoyantes a la política de la OTAN.
Chury: Queríamos conocer tu opinión sobre esta importante la decisión del gobierno argentino respecto a sus recursos –petróleo, gas, etc.- y el lío que se vino con España, por Repsol, y hasta los propios Estados Unidos.
Petras: El problema fundamental es la estrategia original que empezó con Carlos Saúl Menem,con la privatización, y continuó con la política de Néstor Kirchner. Porque Kirchner confirmó acuerdos con Repsol, incluso puso a un capitalista –la familia Eskenazi- como socios, una empresa capitalista privada y no decía nada contra Repsol, mientras explotaba el país. Una vez que aceptas colaborar con las multinacionales externas, que entran fácilmente pero salen muy difícilmente, .no vienen como huéspedes, vienen para quedarse. El lío es que descubrieron que Repsol no invierte para aumentar la producción, se lleva las ganancias del país.No introduce tecnología, no produce ningún resultado.Desinvierte al país porque el precio no es suficientemente alto, está controlado. Todos estos vicios o problemas, vienen del modelo de empresas mixtas con empresas extranjeras.Ahora quieren echarlos y hay un gran lío. Es el problema que hay que analizar.
Primero los resultados negativos.La decisión de producir y no producir, exportar o no, . son decisiones que están en manos del capital extranjero; y si deciden o no invertir, ¿cómo vas a rectificar si rechazan una conciliación con arrogancia? Una vez que quieres rectificar la situación encuentras el gran lío. En Europa, las empresas, los gobernantes, la prensa financiera, todos condenan a Cristina Fernández en forma virulenta, pese a ser una medida necesaria para el desarrollo. No es una decisión de izquierda, ni mucho menos, porque el país solo queda con el 51% de las acciones.
La conclusión que debemos decir es que es justo, porque Fernández debe enfrentar el gran desequilibrio en las cuentas externas por la importación de petróleo por culpa de Repsol. Tendrás grandes problemas a mediano plazo, una vez que empieces incluir a capitales extranjeros en cualquier sector económico .No quieren salir.
Por eso, cuando criticamos las inversiones extranjeras, cuando rechazamos el capital extranjero, no es por una cosa emocional, no es algo de la bandera, es por razones prácticas como podemos ver en este caso con la conducta de Repsol antidesarrollo y las consecuencias de tratar de reformar la situación. Porque la medida de Fernández no es revolucionaria ni mucho menos socialista, sino que es un esfuerzo para incluir el petróleo en un proyecto de desarrollismo, se podría decir con un discurso nacionalista. Porque en el fondo Repsol no quiere entrar en el desarrollo de Argentina, pese a que está sacando miles de millones de dólares de ganancias.
Chury: Las empresas público-privadas, ese nuevo sistema creado por el imperialismo para privatizar con menos ruido, para evitar el levantamiento de la gente. ¿Por qué se habla tan poco de eso?
Petras: Porque lo del discurso neoliberal, de la empresa del Estado ineficaz, del Estado como incapaz, y la eficiencia del sector privado, la capacidad de encontrar nuevos mercados e introducir tecnologías avanzadas.Todo ese discurso no analiza todos los problemas vinculados con la privatización, como decíamos recién.
Cuando la empresa privada entra, son ellos los que determinan cuánto van a invertir, qué tecnologías van a introducir, a qué mercado van a vender. Toda la gestión esencial y estratégica queda en manos de los gerentes de las multinacionales que calculan donde pueden maximizar las ganancias. Mientras que toda la posibilidad, la flexibilidad de maximizar los intereses nacionales y populares, sólo se puede conseguir a partir de las empresas públicas. Y ese es el debate.
El contexto mundial donde funcionan las empresas privatizadas, indican que a largo plazo perjudican toda la estructura de la economía nacional. Los que invitan a las multinacionales calculan que ahora van a entrar mil millones en algún sector económico, pero no consideran todas las otras variables que estamos discutiendo, como por ejemplo la variabilidad de los precios domesticos y internacionales afectan al mercado y la competencia. No calculan toda la matriz de la inversión, solo exponen tanta inversión, tanto de impuesto y no miran más allá de este pacto, con un contexto muy limitado.
Chury: Cuando se conoció la decisión de la presidente argentina, el vicepresidente uruguayo, Danilo Astori, apoyado por el presidente José Mujica salió disparado hacia España para conseguir inversores.
Petras: Si, es una especie de Judas, una traición. Porque va a plantear allá que ellos (los argentinos) son malos, pero nosotros somos buenos, no van a tener problemas con nosotros no vamos a insistir en control de precios, vamos a facilitar la exportación de ganancias, etc.
Es una traición, una falta total de solidaridad, del gobierno de Mujica con el gobierno de Cristina Fernández, aprovechándose del conflicto para tratar de atraer a Repsol a Uruguay. Son esos tipos de conductas que se podrían esperar por ejemplo de Estados Unidos, México, Colombia, o sea de gobiernos imperialistas, entreguistas y vendidos.
Pero voy a decir una cosa, debido a todos los comentarios que se hacen desde España o México, son en base a proyectos económicos fracasados. ¿Qué derecho tienen ellos de asesorar a Argentina que crece 8%? Mientras el gobierno de Rajoy, en España, que ha bajado la economía a un 6% negativo; con un 25% de desocupación. ¿Qué modelo español puede justificar la idea de asesorar a cualquier gobierno? Y mucho menos a Argentina sobre qué debe hacer económicamente. En México, Calderón tiene el peor record en toda América Latina en los últimos diez años, por más pobreza y menos crecimiento. Y ellos también critican a Argentina porque dicen que nacionalizar es malo y que privatizar es bueno. Pero no tiene ninguna base para criticar una economía relativamente exitosa, frente al fracaso contundente de Europa que está en crisis y México que está quebrada…
En Italia, España, Grecia, la privatización lleva a los países a catástrofes.
Chury: Petras un enorme agradecimiento de parte de a audiencia por los análisis que has brindado. Un abrazo y hasta el próximo lunes.
Petras: Bien. Un gran abrazo a los trabajadores que son los mayores oyentes de esta radio. Un abrazo.

www.radio36.com.uy

¿Qué es el poder soviético?


Discurso de Trotsky acerca de los juicios de Stalin


Testimonios sobre el asesinato de Trotsky.


Silvio Rodriguez en concierto, Santiago de Cuba Octubre 2011


sábado, abril 28, 2012

Lo que Obama conoce




El artículo más demoledor que he visto en este momento sobre América Latina, fue escrito por Renán Vega Cantor, profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá y publicado hace 3 días en el sitio web Rebelión, bajo el título "Ecos de la Cumbre de las Américas".
Es breve y no debo hacer versiones, los estudiosos del tema pueden buscarlo en el sitio indicado.
En más de una ocasión he mencionado el infame acuerdo que EE.UU. impuso a los países de América Latina y el Caribe al crear la OEA, en aquella reunión de cancilleres, que tuvo lugar en la ciudad de Bogotá, en el mes de Abril de 1948; en esa fecha, por puro azar, me encontraba allí promoviendo un congreso latinoamericano de estudiantes, cuyos objetivos fundamentales eran la lucha contra las colonias europeas y las sangrientas tiranías impuestas por Estados Unidos en este hemisferio.
Uno de los más brillantes líderes políticos de Colombia, Jorge Eliécer Gaitán, que con creciente fuerza había unido los sectores más progresistas de Colombia que se oponían al engendro yanki y de cuya próxima victoria electoral nadie dudaba, ofreció su apoyo al congreso estudiantil. Fue asesinado alevosamente. Su muerte provocó la rebelión que ha proseguido a lo largo de más de medio siglo.
Las luchas sociales se han prolongado a lo largo de milenios, cuando los seres humanos, mediante la guerra dispusieron de un excedente de producción para satisfacer las necesidades esenciales de la vida.
Como se conoce los años de esclavitud física, la forma más brutal de explotación, se extendieron en algunos países hasta hace algo más de un siglo, como ocurrió en nuestra propia Patria en la etapa final del poder colonial español.
En los propios Estados Unidos la esclavitud de los descendientes de africanos se prolongó hasta la presidencia de Abraham Lincoln. La abolición de esa forma brutal de explotación se produjo apenas 30 años antes que en Cuba.
Martin Luther King soñaba con la igualdad de los negros en Estados Unidos hasta hace apenas 44 años, cuando fue vilmente asesinado, en abril de 1968.
Nuestra época se caracteriza por el avance acelerado de la ciencia y la tecnología. Estemos o no conscientes de ello, es lo que determina el futuro de la humanidad, se trata de una etapa enteramente nueva. La lucha real de nuestra especie por su propia supervivencia es lo que prevalece en todos los rincones del mundo globalizado.
En lo inmediato, todos los latinoamericanos y de modo especial nuestro país, serán afectados por el proceso que tiene lugar en Venezuela, cuna del Libertador de América.
Apenas necesito repetir lo que ustedes conocen: los vínculos estrechos de nuestro pueblo con el pueblo venezolano, con Hugo Chávez, promotor de la Revolución Bolivariana, y con el Partido Socialista Unido creado por él.
Una de las primeras actividades promovidas por la Revolución Bolivariana fue la Cooperación Médica de Cuba, un campo en el que nuestro país alcanzó especial prestigio, reconocido hoy por la opinión pública internacional. Miles de centros dotados con equipos de alta tecnología que suministra la industria mundial especializada, fueron creados por el Gobierno bolivariano para atender a su pueblo. Chávez por su parte no seleccionó costosas clínicas privadas para atender su propia salud; puso esta en manos de los servicios médicos que ofrecía a su pueblo.
Nuestros médicos además consagraron una parte de su tiempo a la formación de médicos venezolanos en aulas debidamente equipadas por el gobierno para esa tarea. El pueblo venezolano, con independencia de sus ingresos personales, comenzó a recibir los servicios especializados de nuestros médicos, ubicándolo entre los mejor atendidos del mundo y sus índices de salud comenzaron a mejorar visiblemente.
El Presidente Obama conoce esto perfectamente bien y lo ha comentado con alguno de sus visitantes. A uno de ellos le expresó con franqueza: "el problema es que Estados Unidos envía soldados y Cuba, en cambio, envía médicos".
Chávez, un líder, que en doce años no conoció un minuto de descanso y con una salud de hierro se vio, sin embargo, afectado por una inesperada enfermedad, descubierta y tratada por el propio personal especializado que lo atendía, no fue fácil persuadirlo de la necesidad de prestar atención máxima a su propia salud. Desde entonces, con ejemplar conducta, ha cumplido estrictamente con las medidas pertinentes sin dejar de atender sus deberes como Jefe de Estado y líder del país.
Me atrevo a calificar su actitud como heroica y disciplinada. De su mente no se apartan, ni un solo minuto, sus obligaciones, en ocasiones hasta el agotamiento. Puedo dar fe de ello porque no he dejado de tener contacto e intercambiar con él. Su fecunda inteligencia no ha cesado de consagrarse al estudio y análisis de los problemas del país. Le divierten la bajeza y las calumnias de los voceros de la oligarquía y el imperio. Jamás le escuché insultos ni bajezas al hablar de sus enemigos. No es su lenguaje.
El enemigo conoce aristas de su carácter y multiplica sus esfuerzos destinados a calumniar y golpear al Presidente Chávez. Por mi parte no vacilo en afirmar mi modesta opinión —emanada de más de medio siglo de lucha— de que la oligarquía jamás podría gobernar de nuevo ese país. Es por ello preocupante que el Gobierno de Estados Unidos haya decidido en tales circunstancias promover el derrocamiento del Gobierno bolivariano.
Por otro lado, insistir en la calumniosa campaña de que en la alta dirección del Gobierno bolivariano existe una desesperada lucha por la toma del mando del gobierno revolucionario si el Presidente no logra superar su enfermedad, es una grosera mentira.
Por el contrario, he podido observar la más estrecha unidad de la dirección de la Revolución Bolivariana.
Un error de Obama, en tales circunstancias, puede ocasionar un río de sangre en Venezuela. La sangre venezolana, es sangre ecuatoriana, brasileña, argentina, boliviana, chilena, uruguaya, centroamericana, dominicana y cubana.
Hay que partir de esta realidad, al analizar la situación política de Venezuela.
¿Se comprende por qué el himno de los trabajadores exhorta a cambiar el mundo hundiendo el imperio burgués?

Fidel Castro Ruz
Abril 27 de 2012
7 y 59 p.m.

Breve historia de un diablo



La mirada insolente, salvaje, del Imperio.

El Imperio ha tenido muchos demonios, pero el más diabólico fue Curtis LeMay, quien dirigió los bombardeos incendiarios que asesinaron a unos tres millones de civiles inocentes, en Alemania, Japón y Corea, y, unos años después, en octubre del 62, estuvo a punto de causar la Primera Guerra Nuclear.

1-. LO DE SIEMPRE

Para referirme a uno de los seres más infernales de la historia debo repetir, con brevedad, algunos de los temas que ya he abordado en artículos anteriores.
Ya no hay ni la menor referencia en los medios de difusión masiva sobre la masacre de niños y mujeres perpetrada hace cinco semanas por unos veinte soldados yankis en las aldeas Balandi y Alkozaid, región de Kandahar, sur de Afganistán.
Ya ni siquiera se menciona la falsa historia del sargento Robert Bales que… en un rapto de locura y olímpica velocidad entró de madrugada en dos casas muy humildes de esas aldeas, a dos kilómetros de distancia una de otra, y, en menos de diez minutos, ametralló, mientras dormían, a nueve niños, tres mujeres y cuatro hombres, quemando, después, sus cadáveres.
Una investigación del Parlamento afgano, basada en testimonios de numerosos vecinos que presenciaron el crimen, reveló que la masacre había sido perpetrada por unos quince o veinte soldados yankis, apoyados por dos helicópteros.
¿Pueden tantos soldados y la tripulación de dos helicópteros perpetrar un crimen como ése, sólo porque se les ocurrió hacerlo, como una diversión macabra propia de una película de terror?
Por supuesto que no. Ésa fue una operación ordenada por el mando yanki en Afganistán, con el previo conocimiento del Pentágono, para aterrorizar a un pueblo heroico que se ha enfrentado, con inmenso coraje, a la invasión extranjera que ha ensangrentado a su patria por diez años y medio. No hay otra explicación para que eso haya sucedido; pero, como es lógico, la Casa Blanca no lo puede aceptar ante el mundo, por eso inventa el cuento absurdo del solitario asesino enloquecido.
¿Es primera vez que las fuerzas armadas del Imperio cometen una masacre para aterrorizar a una nación? Por el contrario: la masacre intencional con un propósito ulterior es lo más típico del Imperio desde su más remoto origen y aun desde antes, cuando combatía para separarse del otro imperio y fundar uno que resultó ser mucho más criminal.
No voy a mencionar todas esas masacres porque no alcanzaría el espacio de este artículo, pero hay dos, separadas por 222 años, que tipifican la forma de actuar de los jefes del Imperio y fueron perpetradas no contra países enemigos, sino contra el pueblo de este país.
La primera fue la que se conoce como Sullivan Raid, en el verano de 1779, en que tropas yankis dirigidas por los generales John Sullivan y George Clinton, ayudantes del general George Washington, asesinaron a cientos de mujeres y niños iroqueses en sus propios hogares, mientras dormían también, para aterrorizar a los combatientes iroqueses que se habían unido al Imperio Británico porque le garantizaba vida y cuidado a toda la población autóctona, y sus tierras al oeste de las Appalachias –Proclamación Real de 1763, firmada por Jorge III--, y los “libertadores americanos’ no le aseguraban absolutamente nada, como se vio algunas décadas después en que la asesinó por decenas de miles, le quitó todas sus tierras en todo el país y la metió en campos de concentración llamados reservaciones, infame situación que aún existe casi dos siglos después.
La segunda fue la masacre del 11 de septiembre del 2001, perpetrada por el Imperio a través de la CIA, la Mossad y Al-Qaeda, con la complicidad directa de varias dependencias militares y civiles de los gobiernos terroristas de Estados Unidos e Israel. (He publicado unos diez artículos sobre este tema que pueden verse en los archivos de Kaosenlared) Después de haber dedicado más de medio siglo a estudiar la historia del Imperio –sobre todo la de sus auto-agresiones--, y de haber leído, en estos diez años, cientos –tal vez miles-- de páginas sobre lo que sucedió aquel día, estoy absolutamente convencido que se trató de un auto-atentado –self-inflicted wound: herida auto infligida-- con el objetivo de justificar las guerras posteriores… y las que faltan, elevar al máximo las ganancias de la industria bélica, la más poderosa del país y columna vertebral del Complejo Militar-Industrial-Terrorista, y afianzar su dominio en un mundo globalizado. No estoy solo, por supuesto, en esta sospecha sustentada en cientos de fuertes evidencias circunstanciales: se estima que hasta un 50% del pueblo de este país cree, también, que fue una auto-agresión. El porcentaje es mucho mayor en todos los demás países.
Obama es cómplice de aquella masacre de su propio pueblo porque ha proseguido y aumentado las guerras que fueron consecuencias de la misma, y perpetrado otras, como la de Libia, y no ha hecho nada por investigar la culpabilidad directa del régimen terrorista de George W. Bush en aquella matanza del pueblo estadounidense.

2-. ITINERARIO DEL TERROR

Veamos ahora, con brevedad, la vida y la “obra” de un demonio --no ficticio, como en la religión, sino real--, un curioso homúnculo, cubierto de sangre y de grasa desde las orejas hasta los tobillos, que fue autor y actor del asesinato con candela --bombas incendiarias--, de más de 3.000,000 de seres humanos, en Alemania, Japón y Corea, en más de un 90% niños, mujeres y hombres de la tercera edad. Y, unos años después, en octubre de 1962, estuvo a punto de ocasionar la Primera Guerra Nuclear, en la que hubiesen muerto de 500 a 1,000 millones de seres humanos, casi la tercera parte de la humanidad, y hubiera provocado el Invierno Nuclear y la muerte posterior de otros cientos de millones de seres humanos.
Hagamos un breve resumen de este endiablado ser. Se llamó Curtis LeMay –dicen que su segundo nombre era Emerson, pero debe ser un error: una bestia no puede tener el nombre de un filósofo--. Nació en Columbus, Ohio, en 1906 y se graduó de ingeniero civil en 1929. Al año siguiente, entró en la fuerza aérea y tomó clases de aviación en Norton Field, en su ciudad. En 1937, ya era navegante de las Fortalezas Aéreas B-17.
Con el inicio de la guerra mundial obtuvo varios ascensos. De teniente en 1940, ascendió a mayor al año siguiente y jefe del Grupo 305 de Ataque Aéreo, formado por B-17s. En octubre de 1942 llegó a Inglaterra como jefe de la Octava Fuerza Aérea formada por cientos de aviones B-17 y de otras clases.
A partir de ese propio año, participó, directamente, en numerosos ataques aéreos dirigidos, en su mayoría, contra la población civil de varias zonas del norte de Alemania. Fue el primer jefe de grupo aéreo que perpetró ataques con bombas incendiarias contra la población civil, lo que, a partir de fines de 1944, siguiendo un ejemplo trazado por él, se convirtió en uso común y fueron incineradas grandes secciones urbanas de Dresde, Hamburgo, Berlín, Nüremberg, Dusseldorf, Frankfurt y muchas otras ciudades, muriendo más de un millón y medio de civiles no-combatientes; pero ya para esa época –agosto de 1944-- LeMay había sido trasladado al frente del Pacífico, bajo las órdenes de Douglas McArthur.
Su grupo de ataque, el Vigésimo Comando Aéreo, realizó numerosos bombardeos en el frente de guerra China-Birmania-India, y luego, al frente del Vigésimo Primer Comando Aéreo, comenzó sus ataques incendiarios contra la población civil de Japón.

3-. EL MONSTRUO

Las viviendas de las familias japonesas estaban construidas, casi en su totalidad, de materiales inflamables, como madera y papel. Eran un blanco formidable para las bombas incendiarias, o sea para el asesinato en masa, y ésa fue la misión genocida de LeMay: convencer al alto mando yanki que la manera más rápida de ganar la guerra no era matando en combate o bombardeos a los soldados enemigos, sino asesinando a la mayor cantidad de niños, mujeres y hombres de la tercera edad, que era en su gran mayoría la población que se había quedado en las ciudades porque los soldados estaban defendiendo las pequeñas islas que iban asaltando los yankis o las costas de las cuatro grandes islas del archipiélago nipón, y el servicio militar obligatorio japonés, a partir de fines del 44, se le impuso a todos los hombres de 16 a 62 años inclusive.
Ya como jefe de todas las operaciones de bombardeo aéreo contra Japón, LeMay dirigió los escuadrones de superfortalezas B-29 que atacaron y redujeron a ceniza gran parte de las 64 ciudades más importantes de Japón, con un saldo mortal de unos dos millones de civiles no-combatientes, sobre todo niños, mujeres y hombres viejos.
Para que los bombardeos incendiarios mataran a un mayor número de personas, LeMay ordenó que se le quitaran a los B-29 los cañones defensivos de la parte posterior para llenar aun más las naves con bombas E-46 –de racimo—, y otras hechas de magnesio, fósforo blanco y napalm. Los aviones volaban a menos de 9,000 pies sobre las ciudades para que los ataques contra la población civil fuesen más efectivos.

4-. LA OBRA SUPREMA DEL TERROR

Sería imposible, por supuesto, hacer un análisis, en un solo artículo, de la infernal obra de LeMay, o sea de lo que sucedió en las 64 ciudades japonesas semi-destruidas; pero, como modelo de todo aquel inmenso salvajismo, veamos algunos párrafos del artículo que publiqué el pasado 9 de marzo, sobre el peor de todos aquellos ataques, que se convirtió en el atentado terrorista más asesino de la historia, peor que el de Hiroshima, o sea el bombardeo incendiario al Barrio Obrero de Tokío, que comenzó a las 11:30 de la noche del 9 de marzo de 1945 y terminó a las tres de la madrugada del día siguiente, y tuvo la previa autorización de Franklyn Delano Roosevelt y el alto mando del Pentágono:
330 superfortalezas B-29 perpetraron aquella gran matanza de inocentes. La primera oleada estaba formada por doce aviones Pathfinders que creó un círculo de fuego de un extremo a otro del barrio obrero para que los cientos de aviones que llegaran después lanzaran sus bombas dentro del área señalada. Un rato después, decenas de aviones tanques lanzaron miles de galones de gasolina.
Entonces llegaron los B-29 que lanzaron 1,665 toneladas de bombas incendiarias, entre ellas las M-18 y las E-46, éstas expandían el fuego a 35 metros del punto de explosión. Cuatro escuadrones aéreos tuvieron la misión de volar a muy baja altura para ametrallar a las pobres gentes que trataban de escapar del gran anillo de fuego.
La misión del Imperio era asesinar, asesinar con candela, asesinar con calor, asesinar con humo, asesinar con bombas, asesinar con balas… y no soldados, sino niños, mujeres y viejos.
Avivado aun más el incendio por los fuertes vientos de cuaresma, de unos 45 kilómetros por hora, el barrio obrero se convirtió en una inmensa hoguera, en el fuego más asesino que haya existido en la historia de la humanidad, con temperaturas cercanas a los 1,000 grados centígrados, que se podía ver a 240 kilómetros de distancia.
Los pilotos terroristas vomitaban por el intenso olor a carne humana quemada: ellos eran los terroristas menores porque los grandes terroristas -los que no sólo no hicieron nada para evitar la guerra, sino que la provocaron– estaban a buen resguardo de la lejana candela, en la Casa Blanca, el Pentágono y Wall Street… o asoleándose en Palm Beach, arrullados por la suave eufonía de las olas de espuma al llegar a la orilla.
En las tres horas y media que duró la barbarie, ni una sola bomba ni una sola bala cayeron sobre el Cuartel General del Primer Ejército Japonés, que se hallaba a once kilómetros del barrio obrero –en el que habían más de 30,000 soldados y decenas de generales y coroneles--, ni sobre el Palacio Imperial en el que, aquella noche, se hallaba Hirohito, a unos siete kilómetros de allí.
Al amanecer, 270,000 viviendas obreras estaban reducidas a cenizas y junto a ellas yacían más de 100,000 cadáveres carbonizados. Unos 50,000 seres humanos murieron unas horas después o en los días y semanas siguientes. Más de 300,000 sufrieron quemaduras, muchas de ellas graves. Más de un millón perdieron su hogar. Del total de muertos, unos 50,000 eran niños.

5-. NO ERA SUFICIENTE

La obra de LeMay no se detuvo ahí. Por aquellos meses del año 45, dirigió la Operation Starvation –Operación Hambre—en que los aviones de guerra se dedicaron a contaminar ríos y lagos, o sea las fuentes de agua potable, y a bombardear los puertos que recibían los alimentos, para someter por sed y hambre a todo el pueblo japonés. Fue el Grupo Bombardero 313, integrado por 160 aviones, el que se dedicó a esa monstruosa acción. Al mismo tiempo, los submarinos yankis bloqueaban las cuatro grandes islas, en las que vivía el 98% de la población, por lo que Japón se vio imposibilitado de recibir la mayor parte de los alimentos que consumía el país.
LeMay fue quien escogió a Hiroshima y Nagasaki para que sobre estas ciudades se lanzaran las primeras bombas nucleares, aunque no tuvo, directamente, bajo su mando ambas acciones, sino el Pentágono y la Casa Blanca de Harry Truman. Como se sabe, ambos macro-atentados terroristas fueron dirigidos sobre la población civil, y el Cuartel General del Segundo Ejército Japonés, situado en el Castillo de Hiroshima y alrededores, a cuatro kilómetros del hipocentro de la bomba de quince kilotones, no sufrió daño alguno. De los 80,000 muertos que hubo aquel 6 de agosto en Hiroshima, unos 400 eran militares que estaban haciendo ejercicios en el Campo del Este, junto al Castillo, en el momento del Pikadón –ocho y quince de la mañana-- sobre todo los que vestían ropas oscuras. Más del 95% de los muertos fueron niños, mujeres y hombres mayores de 62 años.
En 1948, LeMay fue nombrado jefe del Comando Aéreo Estratégico –Strategic Air Command o SAC—, provisto con un gran arsenal de armas nucleares, y al año siguiente, cuando la Unión Soviética tuvo sus primeras bombas atómicas, fue el primer jefe militar que propuso la guerra nuclear preventiva, o sea un gran golpe nuclear sorpresivo para matar a una nación –“to kill a nation”--, refiriéndose, por supuesto a la URSS.
Como jefe del SAC, LeMay dirigió la mayor parte de los bombardeos, muchos de ellos incendiarios, en la Guerra de Corea. Se estima que más de un millón de civiles inocentes –también en su gran mayoría niños, mujeres y hombres de la tercera edad—murió en estos bombardeos. Fue LeMay quien le propuso a Truman y McArthur que se efectuara un gran bombardeo nuclear sobre la República Popular China en que morirían cientos de millones de seres humanos.
A mediados de 1961, LeMay fue nombrado Jefe de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

6-. AL BORDE DEL ABISMO

Cuando los aviones espías del Imperio descubrieron, en septiembre de 1962, que la Unión Soviética estaba montando bases de cohetes nucleares en Cuba, LeMay dijo que ése era el momento preciso para lanzar un gran ataque nuclear contra la Unión Soviética y Cuba.
Al mes siguiente, unos días antes de que la Crisis de los Cohetes llegase a su punto culminante con el bloqueo marítimo del Imperio a Cuba, LeMay le propuso a Kennedy, en varias reuniones sostenidas en la Casa Blanca y el Departamento de Estado, que se efectuara un gran ataque con bombas convencionales a todos los sitios en que se estaban construyendo las bases de cohetes en Cuba, lo que hubiera causado entre 50,000 y 100,000 muertos cubanos y soviéticos. El Estado Mayor Conjunto --Joint Chiefs of Staff-- de las fuerzas armadas de EU apoyó la proposición de LeMay.
Treinta años después, en octubre de 1991, al celebrarse en La Habana una conferencia internacional sobre el Trigésimo Aniversario de la Crisis de los Cohetes, Robert McNamara, Secretario de Defensa del Imperio durante la crisis, reconoció que si aquel ataque convencional se hubiese realizado habría sido el inicio de la guerra nuclear ya que varios comandantes soviéticos de las bases tenían la facultad de tomar decisiones por su cuenta, sin contar directamente con el Kremlin, y éstas hubieran sido las de atacar con bombas nucleares a Estados Unidos si eran atacados ellos primero. En aquella época los anti-cohetes yankis no podían detener a los cohetes nucleares salidos de Cuba porque sólo eran funcionales once minutos después de su lanzamiento, y los cohetes nucleares de Cuba llegaban a Washington, Nueva York y otras ciudades cuatro o cinco minutos antes.
Para suerte de la humanidad, Kennedy actuó con coraje frente a las exigentes locuras de LeMay y el Pentágono, y Nikita Jruschov decidió desmantelar las bases. Por supuesto que la Unión Soviética, como país soberano, tenía todo el derecho de establecer bases nucleares en un país soberano como Cuba, y nuestra patria a aceptarlas, tal y como Estados Unidos había establecido bases de cohetes nucleares en Turquía, junto a la frontera soviética, y la URSS no había protestado. Jruschov cedió a la insolencia ilegal y ultra-terrorista –violadora de la Carta de la ONU—del bloqueo marítimo yanki y así se evitó una guerra en la que pudo haber muerto la tercera parte de la humanidad de entonces, 1,000.000,000. de seres humanos y, tal vez, muchos más, pues una guerra en la que explotaran miles de bombas atómicas hubiese provocado el Invierno Nuclear en que nuestro planeta habría sufrido una nueva glaciación, al menos por cincuenta años.
Dicen que la furia de LeMay durante aquella crisis nunca había sido tan suprema y que, a partir de entonces, se confabuló con otros jefes del Imperio –Allen Dulles, jefe de la CIA despedido por Kennedy debido al "fracaso" de Playa Girón, J. Edgar Hoover, jefe del FBI y enemigo del clan Kennedy, y otros— para “pasarle la cuenta” a Kennedy, lo que se lograría trece meses después en Dallas. En aquella conspiración magnicida, George Herbert Walker Bush, super-agente de la CIA, fue el contacto entre Dulles y Howard Hunt –Eduardo--. Hunt vino a Miami y reclutó a los dos asesinos de Kennedy. El primero de ellos --el que le disparó el segundo tiro, -que le entró junto a la nuez-- murió en La Habana, en 1965, cuando trataba de infiltrarse en el país por Cayo Barreto para asesinar al Jefe de la Revolución Cubana en una reunión que se estaba celebrando en la residencia del presidente Osvaldo Dorticós Torrado, muy cercana a ese punto costero de Miramar. (Hubiera sido una gran curiosidad histórica que el asesino de Kennedy hubiese sido, asimismo, el asesino de Fidel) El otro asesino de Kennedy --el que le disparó el primer tiro, que le entró por la nuca--, vive aún y hace un año y medio lo vi tomando café en el Versailles.
Curtis LeMay pasó a retiro en 1965, pero aun así, siguió asesinando a civiles inocentes, pues fue uno de los que más influyó en Johnson y Nixon para que atacaran, con bombas incendiarias también, las ciudades y pueblos de Vietnam del Norte, ataques que asesinaron a más de un millón de niños, mujeres y hombres de la tercera edad.
LeMay falleció, en octubre de 1990, a los 83 años de edad. Truman había muerto, en diciembre de 1972, a los 88 años. Es irónico que quienes asesinaron con candela a tantos niños pudieran vivir hasta la ancianidad y morir pacíficamente.
Si hubiese vivido Satanás, no habría sido tan satánico como ellos.

Carlos Rivero Collado

¿Reapropiación parcial de YPF y después?



La reciente decisión política de recuperar el control de la emblemática empresa nacional YPF es una decisión soberana positiva que abre expectativas y también numerosos interrogantes, a la par que pareciera insertarse en un nuevo giro en la política gubernamental.
Los hidrocarburos son un recurso estratégico para cualquier país y particularmente para uno como Argentina cuya matriz energética dependen en un 90 por ciento de estos recursos. Así la reapropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF en poder de la multinacional Repsol es un avance. Este avance fue obligado por la fuerte caída de la producción hidrocarburífera y su contrapartida, la importación de energía que pegó un salto explosivo de 4.500 millones de dólares en el 2010 a 9.400 en 2001. Alguna estimaciones valúan esas necesidades para el año en curso en no menos de 12.000 millones de dólares, una cifra más que significativa para unas finanzas públicas que ya no nadan en la abundancia.
Un dato adicional es la deuda de YPF, en cuatro años se triplicó mientras que su patrimonio caía un 30 por ciento en el mismo período. La conclusión sale sola, giraba al exterior montos superiores incluso a las ganancias reales mientras que se endeudaba se descapitalizaba y desinvertía.

Un avance con interrogantes

Se trata de un punto de partida que debe ser apoyado, y bregar para que se supere. YPF explica en promedio solo un tercio de la producción hidrocarburífera (33 por ciento del petróleo, 25 del gas, 50 de la refinación) mientras que los otros dos tercios, que también perdieron producción, continuarán la explotación bajo la forma de las concesiones actuales. Este avance es insuficiente porque alcanza solo a una porción de YPF que además como empresa mantiene el status jurídico anterior. De alguna forma se intenta seguir el modelo Petrobras, sociedad anónima mixta con gerenciamiento tipo privado .
Sin embargo Argentina no es Brasil. Para desarrollar la industria, que de eso se trata, necesita un esquema energético a precios subsidiados y diferenciados por sectores de la economía. En otros términos, energía a bajo costo para mejorar los niveles de productividad de los sectores no competitivos.
Cuando tanto se alaba al modelo Petrobrás conviene recordar el papel sub-imperial que jugó, cuando el presidente Evo Morales enviara el ejército a los campos petroleros para garantizar y custodiar su nacionalización, sin olvidar las presiones sobre el gobierno Lula. Cuando el descubrimiento de yacimientos en el lecho submarino profundo, capa pre-sal, el entonces presidente Lula planteó destinar parte de esa nueva renta petrolera a crear un fondo social para financiar entre otros su estratégico programa “Hambre Cero”. Petrobras se negó terminantemente a ceder recursos a lo que Lula respondió proponiendo crear otra empresa petrolera estatal 100 por ciento que administraría todas las actividades del pre-sal. Es un antecedente no despreciable .

Ahora es cuando

Se trata de un avance que hay que superar ya que el proyecto presentado nada dice de los decretos desreguladores vigentes desde los ’90, ni de los contratos de concesión por fuera de YPF, menos aún del concepto de libre disponibilidad del crudo que da plena libertad a los concesionarios, lo que aparece como contradictorio con el objetivo general enunciado: “…lograr el autoabastecimiento y también generar saldos exportables”.
Hay que avanzar sobre la reapropiación parcial de YPF dando de baja la normativa desreguladora del sector, auditando integralmente todas las concesiones y las reservas, terminando con el principio neoliberal de “libre disponibilidad” y avanzar hacia una empresa 100x100 estatal. Pasos necesarios para consolidar el avance logrado que deben inscribirse en un plan energético nacional de larga duración.

Iniciativa y reorientación política

La reapropiación de parte del paquete accionario tiene una dimensión política simbólica que supera el propio acto expropiatorio. Implica por un lado la recuperación de la iniciativa política por parte del gobierno. Conviene recordar que en el primer trimestre del año en curso, con el impresionante 54 por ciento de apoyo en las elecciones presidenciales de octubre pasado recién estrenado, la realidad le cambió la agenda al gobierno.
Como hemos explicado desde esta misma columna este cambio de agenda fue resultado de la combinación del masivo rechazo popular a la megaminería en las provincias del noroeste; la tragedia ferroviaria que sesgó 51 vidas y el reconocimiento implícito de una situación energética que no está colapsada pero si en crisis latente.
Pero junto con la recuperación de la iniciativa la situación pareciera contener un nuevo giro en la política gubernamental. La declamada “profundización del modelo” fue oportunamente reemplazada por la “sintonía fina”, que sin llegar a desplegarse parece ahora haber quedado relegada (congelamiento de la quita de subsidios y su correlato en las tarifas, levantamiento del techo a las paritarias, al menos en el sector privado, nuevo impulso al crédito subsidiado). Este cambio ha sido coronado por la reforma de la Carta Orgánica del BCRA y ahora con la estatización parcial de YPF. Todo rodeado de fuertes definiciones en torno a la defensa del mercado interno, al sostenimiento de la demanda y a la defensa del salario y el empleo frente a la crisis mundial.
¿Todas estas medidas y definiciones implican un nuevo giro en la política gubernamental? Las definiciones del viceministro de economía en su vehemente presentación ante la Cámara de Senadores parecieran indicar que están más emparentadas con la etapa que se abriera con la captura de renta agraria extraordinaria y la estatización de las AFJP que con la sintonía fina.
En este sentido conviene registrar que en el reciente Congreso de Economistas Heterodoxos realizado en esta capital, del que también hemos dado cuenta en esta columna las ponencias más discutidas fueron las que sostenían las tesis de una “Economía tirada por la demanda”. No es de descartar que estos debates hayan influenciado favorablemente en las disputas al interior del gobierno en favor de las tendencias mercado internistas, que pareciera finalmente se han impuesto.
¿Si así fuera, como definir la etapa que ahora se abre? Es temprano todavía, probablemente termine resultando una mixtura de las dos anteriores. Esto parece estar implícito en el propio discurso presidencial: “Ya nadie piensa en un Estado empresario, tampoco ya, luego de lo que pasó en 2008, nadie puede pensar en un mercado que se autorregula sin la intervención del Estado” (Conferencia de la UIA en noviembre del 2010).
Es en esta relación contradictoria, entre una realidad –local e internacional- que empuja cada vez más a una intervención decidida del Estado y un discurso oficial que encorseta esta intervención en sus costados reguladores, que los trabajadores y el movimiento popular deben intervenir. Por que no han de ser indiferentes a como se resuelva esta contradicción, que encierra el debate sobre el rol del Estado y la Cuestión Nacional, tan desdibujada en estos tiempos de mundialización del capital.

Eduardo Lucita

Un periodista con rostro y alma



Cuando se comete una injusticia en forma solapada y con sorna en plena democracia uno siente haber entrado en una región vacía y plena de hipocresías. Lo que está ocurriendo con el periodista Herman Schiller ya entra en la región de las máximas hipocresías. Se hace sentir el poder omnímodo en una mezcla de sonriente desparpajo y del que da puntapiés sin mostrar la cara.
Un periodista de ley, Herman Schiller. Lo conocemos todos, desde hace años tenía una audición más que excelente, de periodismo abierto, franco, honesto y de un coraje a toda prueba. En Radio Ciudad. La radio de la ciudad de Buenos Aires. Se había convertido en la voz de los sin voz. Allí iban todos los sábados voceros de villas de extrema pobreza, representativos de barrios más que humildes, madres representantes de mujeres que enfrentan la vida en soledad, gente de mano abierta que se preocupa por los niños con hambre y sed de amor y de alegrías, periodistas preocupados por lograr más equilibrio en la dignidad de la ciudad. Sí, toda esa gente. Todos los que siempre han ayudado a vivir contra lo injusto y lo perverso del sistema. Los honestos representantes de los olvidados en una sociedad tumultuosa e incoherente. Herman Schiller les daba cabida a todos ellos en su audición Leña al fuego. Desde hace trece años. Y de pronto le cerraron la puerta. Macri y los suyos le pusieron llave al cerrojo y empezaron a hacerse los sordos, a mirar sonrientes para el cielo mientras la sequía mata a las flores.
Estamos en una ciudad increíble. Nuestra Capital de los argentinos. Sí. Señoras y señores, argentinos y argentinas: en marzo de este año, la Legislatura de Buenos Aires por unanimidad de sus sesenta diputados aprobó la declaración 20/2012 valorando de “interés cultural de la Ciudad” al programa radial de Schiller. Y el 12 de abril legisladores metropolitanos le hicieron notar “con suma preocupación” al director de esa radio, Baltasar Jaramillo, y a Carlos Ares, director de Proyectos Especiales del Sistema de Medios Públicos, que no habían respondido al acta de los representantes del pueblo que pedían la continuidad “del programa de mayor audiencia de la radio”. Hasta ahora no hubo respuesta y parece que Macri tampoco se enteró de nada. O se hizo. El silencio contra los profundos argumentos. ¿Eso es democracia? Un político inteligente dejaría el programa y lo escucharía para conocer los argumentos de los que él considera sus enemigos. Que no lo son, sino ciudadanos con los mismos derechos que tienen los dueños de los countries esos que ni siquiera escuchan ningún programa de la radio de la Ciudad. Siempre, para un gobernante es mejor escuchar las voces de críticos serios que las alabanzas de los aduladores. Mauricio Macri no le renovó el contrato a Schiller. Así de simple. Idioma argentino. Si al rey no le gusta, jodete. Jódase el oyente porteño y pase a escuchar al Chiche Gelblung en radio Mitre. Ahí te dicen boludo, pelotudo, calentona y no te vienen a hablar de que los niños de villa Curzito no tienen leche.
Herman Schiller. El ejemplo para todos nosotros periodistas. Durante la dictadura sacó a la calle Nueva Presencia, el periódico de la denuncia contra el crimen oficial. Allí apareció la palabra “de-saparecido” en todas las ediciones mientras los grandes diarios nos daban noticias de Miami o de la Costa Azul. Nueva Presencia fue la voz de los desaparecidos y de los desesperados familiares que golpeaban puertas de comisarías y cuarteles para saber dónde estaban sus queridos hijos. Qué páginas de puro coraje. Schiller preguntándole a los desaparecedores dónde estaban las víctimas en los años terribles. Fue uno de los primeros hombres que estuvo con las primeras Madres en esa Plaza de Mayo, lugar de nuestra Libertad, que se había convertido en el espejo negro del dolor y del crimen más abominable de la historia de esta tierra. Y después de Nueva Presencia, ya en democracia, Schiller fue uno de las primeras plumas del periódico Madres de Plaza de Mayo, al que prestó toda su fuerza y claridad. Toda una línea hasta desembocar con la palabra hablada, todos los sábados. La radio de la Ciudad llegaba en la hora de Schiller a todos los rincones: los sin luz ni pan podían expresarse, los desocupados podían hacerse oír, los delegados de fábrica a los que sus gordos dirigentes no escuchaban tenían con Schiller micrófono para expresarse con la amplitud que señalan las palabras Libertad, Libertad, Libertad de nuestro Himno.
Además, todo dicho con voz sabia, ni desesperada ni agitatoria. La tranquilidad y limpieza de la Verdad. Y de pronto Schiller encontró sólo el silencio ante su micrófono. No, el todopoderoso empresario Macri había apagado la luz. ¿Pero cómo, la radio no está para que la voz del pueblo de Buenos Aires se haga oír? ¿Acaso la democracia no se ha hecho para todos? Y justo el que elige el pueblo tiene que preocuparse de eso: que esa voz de todos se escuche y pueda llegar a sus representantes, porque según la Constitución nacional somos todos iguales y no nacidos para que unos vayan al “country” y los otros a un rancho sin agua. ¿No vivimos en las tierras de los hombres de aquel Mayo glorioso?
Mil voces se han levantado para acompañar a Schiller. ¿Pero qué responden Macri y todos sus representantes? Nada, el silencio. No comprenden que para ellos lo mejor es que hay que darle voz al pueblo para conocer sus problemas. Los de arriba, que nunca aparecen por los barrios pobres, podían conocer a través de Leña al fuego esos problemas que siempre han ignorado, repetimos. Los representantes inteligentes de los partidos conservadores europeos permiten esos modos de expresión de los humildes para estar informados y conocer dónde pueden estar los problemas fundamentales de una ciudadanía. Escuchan –algunos ponen el tono radial demasiado bajo, claro– que hay problemas y qué problemas, entonces por lo menos van y ponen una placa en una escuela o abren un comedor para niños hambrientos. Pero aquí, ni eso, le tapan la boca a los que sufren. Así, en Buenos Aires no hay problema ninguno, ni niños sin techo, ni gente sin trabajo y que por lo menos los domingos son manteros y venden lo que trabajan las manos de sus mujeres. Esperamos que la democracia actúe para volver a escuchar a Schiller, el hombre de la claridad.
De lo negativo pasemos a lo positivo, a lo verdaderamente democrático. Como ya se sabe, el Concejo Deliberante del partido y la ciudad de General Pinto, en la provincia de Buenos Aires, votó quitar el nombre del genocida Julio Argentino Roca de todas las localidades de ese partido. Fue por el voto de nueve representantes del Frente para la Victoria y tres en contra del macrismo y el radicalismo. El nuevo nombre aprobado, que llevará ahora esa calle, es Pueblos Originarios. La resolución fue plenamente democrática. Los concejales tuvieron en sus manos el libro del historiador Marcelo Valko, Pedagogía de la desmemoria, donde están todos los documentos del extremo racismo de Roca y el número de hombres de los pueblos originarios muertos por los remington del general genocida y el número de esclavos llevados por el ejército argentino (“indios”, “chinas” y “chinitos”, textualmente cómo los blancos llamaban con un racismo increíble a los pueblos originarios) a la ciudad de Buenos Aires para entregarlos como peones, sirvientas y mandaderos, respectivamente, a las familias porteñas que lo requirieran.
El intendente Alexis Guerrera y los funcionarios de Cultura Julio Galván y Carina Cariqueo tomaron con toda responsabilidad el estudio del proyecto y lo apoyaron. Y se aprobó. Lo lamentable es que ni el macrismo ni el radicalismo tuvieron en cuenta el respeto a la vida y existencia de los pueblos originarios que habitaron y habitan nuestro territorio desde hace siglos. Y que el texto de los documentos firmados por Roca tienen el mismo desprecio racial por ellos que los firmados por Hitler. Esto es ineludible y demostrable a carta cabal. Pero claro, los macristas representan a la gente “de bien” que pasaron a poseer la tierra quitada a los habitantes originarios y los radicales quieren encubrir los propios crímenes cometidos por Yrigoyen en la Semana Trágica, la Patagonia Rebelde y con los hacheros de La Forestal. Pero todo no es gratuito. La verdad histórica triunfa finalmente, así como la Etica triunfará finalmente en el caso de Herman Schiller. No tenemos duda.

Osvaldo Bayer

viernes, abril 27, 2012

Se cumplen 75 años del bombardeo de Guernica



La cabeza de un caballo, cuerpos desmembrados, una madre con su hijo muerto, una lamparita, son algunas de las figuras que pintó Pablo Picasso para describir el bombardeo de Guernica, ocurrido hace 75 años durante la Guerra Civil Española.
Y ese cuadro de Picasso, pintado en la gama del gris, el blanco y el negro, se convirtió en el símbolo de la "antiguerra" de una ciudad devastada por las bombas de la Legión de Honor alemana -llamada Cóndor- y la Aviación Legionaria italiana que combatían a favor del general Francisco Franco.
Los bombardeos -los primeros de la historia sobre una población civil- buscaban cortar la retirada y el aprovisionamiento de las tropas del Frente Popular en el frente de Vizcaya, en una suerte de prueba para las fuerzas de Adolf Hitler que luego desatarían toda su furia durante la Segunda Guerra Mundial.
"Fue un crimen incalificable. Fue un experimento cruel y salvaje contra una población indefensa. Fue, de alguna manera, el preámbulo de la dictadura de Hitler en toda su extensión. Un hombre que era capaz de hacer eso podía exterminar a seis millones de judíos sin que le temblara la mano", dijo a Télam Atilio Borón.
Borón, profesor en ciencias políticas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), aludió también "a la complicidad que tuvieron los llamados países ´democráticos´, que no lo son", ante el bombardeo de Guernica y señaló que se refería "concretamente a Francia e Inglaterra y, en menor medida, a Estados Unidos".
El 26 de abril de 1937, a las cuatro y media de la tarde, la ciudad de Guernica -que era el centro cultural de los vascos- fue bombardeada durante tres horas, muriendo entre 126 y 300 personas, según algunos historiadores, ya que nunca se conocieron cifras oficiales.
Algunos analistas dicen, sin embargo, que se construyó un mito acerca de la masacre de Guernica, ya que en un primer momento se habló que habían muerto unas 3.000 personas.
Pero luego esas cifras se redujeron drásticamente hasta contabilizar más de un centenar.
Según la asociación Gernikazarra, en el bombardeo a Guernica murieron 126 personas, mientras que un grupo de historiadores asegura que fallecieron 153, tras lanzarse 30 toneladas de bombas, según el diario español El País.
El Ayuntamiento de esa ciudad vasca había construido siete refugios, lo que de algún modo sirvió para proteger a la población civil.
Los franquistas culparon a los "rojos-separatistas" de quemar Guernica, a raíz de la repercusión internacional que tuvo el ataque. Sólo el 1% de los edificios de la ciudad quedaron en pie, según la revista Aldaba y el grupo de historia Gernikazarra.
"Cuando entré en Guernica después de medianoche, por todos lados las casas se desplomaban, y era prácticamente imposible incluso para los bomberos entrar en el centro de la ciudad", dijo el corresponsal George L. Steer, del diario británico The Times.
Steer señaló que cuando regresó a Guernica esa tarde "gran parte de la ciudad permanecía todavía en llamas y habían surgido nuevos fuegos", y dijo que "alrededor de 30 muertos yacían en el ruinoso hospital", según la página online del Centro Cervantes de España.
El plan tenía como fin atemorizar a la población, compuesta en aquellos años por unas 5.000 personas, que se oponía a los franquistas que se habían sublevado contra la República, el 18 de julio de 1936.
Los principales objetivos del ataque eran destruir un puente sobre el río Oca (también llamado Rentería) para obstaculizar la retirada de las tropas enemigas, y una fábrica de armas, pero ambos blancos sobrevivieron al bombardeo.
Las campanas de la iglesia de Santa María comenzaron a sonar para advertir a los habitantes que era inminente el comienzo de un ataque. Un mes antes, la misión Cóndor había bombardeado posiciones cercanas a la ciudad de Durango, un centro de comunicaciones y fábricas de armamento ubicadas detrás de las líneas republicanas.
El ataque a Guernica se convirtió en sinónimo del horror del franquismo que logró triunfar en la guerra y gobernar -luego- durante cuatro décadas hasta la muerte del dictador, en 1975.
Pero Guernica no era un punto estratégico dentro de la guerra, sino una ciudad que tenía un gran número de tropas que se estaban retirando para defender a Bilbao, en el norte del país.
En 1997, con motivo de conmemorarse el 60 aniversario del bombardeo, el presidente alemán Roman Herzog pidió perdón por la implicancia de Alemania en ese ataque.
Habían pasado seis décadas desde que Picasso -considerado uno de los más grandes artistas del siglo XX- pintara aquel cuadro a través de imágenes apocalípticas que pasaron a formar parte de la humanidad.
"A través del Guernica yo expreso mi aborrecimiento de la carrera que ha hundido a España en un océano de dolor y de muerte" dijo Picasso, luego de finalizar su obra más famosa en un par de semanas.
A la Guerra Civil española le seguiría la Segunda Guerra Mundial. Eran Franco, Hitler y Benito Mussolini contra un mundo que aún no terminaba de comprender el peligro que se avecinaba. Eran las brigadas internacionales que luchaban por defender la República. Eran las dos Españas de las que hablaba el poeta Antonio Machado.

Alberto Galeano

jueves, abril 26, 2012

Sobre el primero de mayo



En un nuevo aniversario de esta jornada de lucha, nos planteamos si vale la pena seguir reverenciándolo, o sólo es repetir una rutina tradicionalista? Creemos que es necesario mantener la memoria activa y conciente.
Para ello apelaremos a una resumida reseña que nos ubique:
Corría el 1ro de Mayo de 1886, cuando Albert Parsons convocó como líder de la organización laboral “Caballeros del Trabajo de Chicago”, a una movilización popular con más de 80 mil trabajadores; en reclamo de las 8 hs. de trabajo, en esa ciudad. Se unieron al reclamo más de 350 mil trabajadores de la Unión Americana, e iniciaron una huelga gral. que afectó a más de mil fábricas. Los anarquistas tuvieron allí un papel preponderante.
Las fuerzas represivas policiales recibieron equipos y armas nuevas, financiadas por líderes comerciales, para intervenir en aquel evento.
El 3 de Mayo, August Spies repudió estos hechos ante una multitud, que también fue reprimida por la policía.
Entonces, el 4 de Mayo, los anarquistas convocan a una masiva concentración de denuncia y repudio de estos hechos, fue en el mercado de la ciudad. Los oradores son Spies, Parsons y Fielden, ante unos 2500 trabajadores. Finalizando el acto, llegan unos 200 policías para dispersar a los participantes. Alguien arrojó una bomba que mató a un policía. Los disparos fueron en todas direcciones, hubo 7 policías muertos, 4 trabajadores y numerosos heridos.
Fue esto un excelente pretexto para perseguir anarquistas por todas partes. Hubo saqueos y allanamientos en numerosos hogares de trabajadores y la mayoría fueron encarcelados.
Por la bomba se culpó a Parsons, Fielden, Spies, Schwab, Lingg, Engle y Nebee (todos líderes de trabajadores).
El juicio, plagado de irregularidades, condenó a 7 de ellos a la horca y a uno a 15 años de prisión. Lingg se suicidó en prisión, Fielden, Nebee y Schwab lograron conmutar su pena por cadenas perpetuas.
Más de 200 mil personas asistieron a los funerales.
La verdadera causa de las condenas era la capacidad de lucha y de convocatoria que estos hombres e ideas representaban.
Siete años después se declaró la inocencia de los imputados y se liberó a los 3 sobrevivientes, por las terribles incongruencias e irregularidades del juicio.
En 1889 durante el Primer Congreso de la Segunda Internacional Socialista (en Paris) se decidió que en adelante, el 1ro de Mayo se conmemoraría con actos en todos los puntos del planeta “la solidaridad y la lucha de la clase trabajadora”.
Esta conmemoración es en CASI todo el mundo, ya que en EE.UU. y Canadá se celebra el “día de la ley”; y se otorgó a los trabajadores el 1er lunes de septiembre para festejo (no conmemoración), totalmente vacío de contenido. Las 8 hor
as fueron otorgadas en EE.UU. recién en 1935.
En la actualidad se observa también en nuestro país, el esfuerzo de las clases dominantes para vaciar de contenido esta fecha.
No sólo por la sumisión que se pretende desde el estado que evoca a la clase obrera como “la columna vertebral” del movimiento justicialista y no la cabeza del movimiento revolucionario, que es su verdadero rol histórico.
Un ejemplod e este pretendido vaciamiento, es el rol político que juega la propia CGT; que lejos de representar los intereses y anhelos de los trabajadores, es el reflejo de los intereses de los patrones y el estado. Vale como ejemplo las convocatorias de los últimos años para los “festejos” del día del trabajador. Este año convocado para el 29 de abril. Todo para no encontrarse con los sectores de izquierda, organizaciones de derechos humanos y demás organizaciones de trabajadores, que desde hace décadas “conmemoran” este día (que dista mucho de un festejo).
Se pretende que pierda el sentido reivindicativo, de conciencia y de lucha que implica identificarse como trabajador. Porque es esta identidad la que nos permite asumir una posición ante la realidad cotidiana y ante quienes se pretenden, nuestros representantes (la burocracia sindical con el alcahuete de turno -Moyano- a la cabeza).
Estos carneros y bufones del poder tratan a los trabajadores como instrumentos para sus candidaturas políticas y para sus intereses individuales. Buscan que el trabajador pierda su papel protagónico para someterlo y mantenerlo dominado.
Por ello somos nosotros, los trabajadores, quienes debemos asumir nuestro papel para recuperar los sindicatos y hacer de esta lucha unaf orma de vida. Es eso lo que está en juego, nuestra vida y la de nuestros hijos. Por Ferreyra, Fuentealba, y tantas otras víctimas de este sistema delicitivo de los que se dicen trabajadores
Entonces sepamos que la lucha que llevamos a cabo por nuestros derechos remite a muchos años de confrontación dura con el sistema que nos oprime.
Que no seremos los primeros ni los últimos y que esto sólo se acaba, cuando triunfen la libertad, la igualdad y la solidaridad; que son las banderas históricas de la clase trabajadora y la única alternativa para la humanidad.

Alejandro Alegría