jueves, abril 26, 2012

Sobre el primero de mayo



En un nuevo aniversario de esta jornada de lucha, nos planteamos si vale la pena seguir reverenciándolo, o sólo es repetir una rutina tradicionalista? Creemos que es necesario mantener la memoria activa y conciente.
Para ello apelaremos a una resumida reseña que nos ubique:
Corría el 1ro de Mayo de 1886, cuando Albert Parsons convocó como líder de la organización laboral “Caballeros del Trabajo de Chicago”, a una movilización popular con más de 80 mil trabajadores; en reclamo de las 8 hs. de trabajo, en esa ciudad. Se unieron al reclamo más de 350 mil trabajadores de la Unión Americana, e iniciaron una huelga gral. que afectó a más de mil fábricas. Los anarquistas tuvieron allí un papel preponderante.
Las fuerzas represivas policiales recibieron equipos y armas nuevas, financiadas por líderes comerciales, para intervenir en aquel evento.
El 3 de Mayo, August Spies repudió estos hechos ante una multitud, que también fue reprimida por la policía.
Entonces, el 4 de Mayo, los anarquistas convocan a una masiva concentración de denuncia y repudio de estos hechos, fue en el mercado de la ciudad. Los oradores son Spies, Parsons y Fielden, ante unos 2500 trabajadores. Finalizando el acto, llegan unos 200 policías para dispersar a los participantes. Alguien arrojó una bomba que mató a un policía. Los disparos fueron en todas direcciones, hubo 7 policías muertos, 4 trabajadores y numerosos heridos.
Fue esto un excelente pretexto para perseguir anarquistas por todas partes. Hubo saqueos y allanamientos en numerosos hogares de trabajadores y la mayoría fueron encarcelados.
Por la bomba se culpó a Parsons, Fielden, Spies, Schwab, Lingg, Engle y Nebee (todos líderes de trabajadores).
El juicio, plagado de irregularidades, condenó a 7 de ellos a la horca y a uno a 15 años de prisión. Lingg se suicidó en prisión, Fielden, Nebee y Schwab lograron conmutar su pena por cadenas perpetuas.
Más de 200 mil personas asistieron a los funerales.
La verdadera causa de las condenas era la capacidad de lucha y de convocatoria que estos hombres e ideas representaban.
Siete años después se declaró la inocencia de los imputados y se liberó a los 3 sobrevivientes, por las terribles incongruencias e irregularidades del juicio.
En 1889 durante el Primer Congreso de la Segunda Internacional Socialista (en Paris) se decidió que en adelante, el 1ro de Mayo se conmemoraría con actos en todos los puntos del planeta “la solidaridad y la lucha de la clase trabajadora”.
Esta conmemoración es en CASI todo el mundo, ya que en EE.UU. y Canadá se celebra el “día de la ley”; y se otorgó a los trabajadores el 1er lunes de septiembre para festejo (no conmemoración), totalmente vacío de contenido. Las 8 hor
as fueron otorgadas en EE.UU. recién en 1935.
En la actualidad se observa también en nuestro país, el esfuerzo de las clases dominantes para vaciar de contenido esta fecha.
No sólo por la sumisión que se pretende desde el estado que evoca a la clase obrera como “la columna vertebral” del movimiento justicialista y no la cabeza del movimiento revolucionario, que es su verdadero rol histórico.
Un ejemplod e este pretendido vaciamiento, es el rol político que juega la propia CGT; que lejos de representar los intereses y anhelos de los trabajadores, es el reflejo de los intereses de los patrones y el estado. Vale como ejemplo las convocatorias de los últimos años para los “festejos” del día del trabajador. Este año convocado para el 29 de abril. Todo para no encontrarse con los sectores de izquierda, organizaciones de derechos humanos y demás organizaciones de trabajadores, que desde hace décadas “conmemoran” este día (que dista mucho de un festejo).
Se pretende que pierda el sentido reivindicativo, de conciencia y de lucha que implica identificarse como trabajador. Porque es esta identidad la que nos permite asumir una posición ante la realidad cotidiana y ante quienes se pretenden, nuestros representantes (la burocracia sindical con el alcahuete de turno -Moyano- a la cabeza).
Estos carneros y bufones del poder tratan a los trabajadores como instrumentos para sus candidaturas políticas y para sus intereses individuales. Buscan que el trabajador pierda su papel protagónico para someterlo y mantenerlo dominado.
Por ello somos nosotros, los trabajadores, quienes debemos asumir nuestro papel para recuperar los sindicatos y hacer de esta lucha unaf orma de vida. Es eso lo que está en juego, nuestra vida y la de nuestros hijos. Por Ferreyra, Fuentealba, y tantas otras víctimas de este sistema delicitivo de los que se dicen trabajadores
Entonces sepamos que la lucha que llevamos a cabo por nuestros derechos remite a muchos años de confrontación dura con el sistema que nos oprime.
Que no seremos los primeros ni los últimos y que esto sólo se acaba, cuando triunfen la libertad, la igualdad y la solidaridad; que son las banderas históricas de la clase trabajadora y la única alternativa para la humanidad.

Alejandro Alegría

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