domingo, marzo 31, 2013

Pyongyang en “Estado de Guerra”



Corea del Norte ordena preparar ataque contra EU

Analistas opinan que el régimen de Kim Jong-un intenta cimentar su poder. Descartan que en realidad busque una confrontación militar.

Corea del Norte declaró que entró en “estado de guerra” con Corea del Sur, luego de que el viernes el dirigente norcoreano Kim Jong-un ordenó empezar los preparativos para atacar con misiles el territorio de Estados Unidos y sus bases en el Pacífico.
“Desde este momento, las relaciones entre norte y sur entrarán en estado de guerra y todos los temas que se planteen entre ambos se manejarán en consecuencia”, señaló un comunicado divulgado por la agencia de noticias oficial norcoreana KCNA.
La agencia indicó que el texto fue emitido de manera conjunta por el gobierno de Pyongyang, el partido gobernante y otras organizaciones.
Corea del Norte ha estado amenazando con atacar a su vecino del sur y las bases militares de Estados Unidos casi diariamente desde comienzos de marzo, cuando los ejércitos sudcoreano y estadunidense realizaron ejercicios de rutina, y ordenó a sus fuerzas armadas permanecer en máxima alerta.
Durante las primeras horas del viernes, el dirigente norcoreano Kim Jong-un ordenó empezar los preparativos para atacar con misiles el territorio de Estados Unidos y sus bases en el Pacífico y Corea del Sur, informó KCNA.
La orden fue emitida durante una reunión de emergencia nocturna con los altos mandos del ejército y es en respuesta a las maniobras conjuntas del jueves entre Estados Unidos y Corea del Sur con bombarderos furtivos estadunidenses B-2, capaces de transportar armas nucleares, sostuvo KCNA.
En caso de provocación “temeraria” de Estados Unidos, las fuerzas norcoreanas “deberán atacar sin piedad el (territorio) continental estadunidense, las bases militares del Pacífico, incluyendo a Hawai y Guam, y las que se encuentran en Corea del Sur”, declaró Kim, citado por la agencia oficial.
Según la agencia oficial, Kim Jong-un afirmó que el vuelo de los bombarderos furtivos equivale a un “ultimátum y demuestra que quieren lanzar a cualquier precio una guerra nuclear”.
De acuerdo con un reporte de la agencia surcoreana de noticias Yonhap, se ha registrado un aumento de actividad en las bases de misiles norcoreanas.
Según la fuente, en ese territorio se ha detectado movimiento activo de vehículos y de tropas en las bases, donde hay instalados misiles de medio y largo alcances. “Hay probabilidad de que realicen un verdadero ataque”, sostuvo. Sin embargo, el dato no pudo comprobarse por otros medios.
Según expertos de Seúl, Corea del Norte ha puesto en alerta alrededor de mil misiles balísticos; 700 de ellos son cohetes Scud de la era soviética y unos 300 son Rodong, que pueden alcanzar incluso la mayor parte de Japón.

Muestra de apoyo

Este viernes decenas de miles de militares y civiles desfilaron en el centro de Pyongyang en una demostración de apoyo a un eventual ataque militar contra Estados Unidos.
La manifestación se llevó a cabo en la plaza Kim Il-sung y reunió a soldados, ex combatientes, trabajadores y estudiantes. El dirigente del país no estuvo presente.
La televisión nacional informó que la manifestación fue en apoyo a la decisión del ejército norcoreano tomada el martes, y ratificada por el dirigente del país el viernes, de ordenar preparativos en vistas de ataques con misiles hacia el continente americano y las bases estadunidenses del Pacífico.
Bajo los retratos gigantes del padre de Kim Jong-un, Kim Jong-il, y de su abuelo, Kim Il-sung, los civiles y los soldados alineados juraron obediencia al actual dirigente.
“¡Saquemos las armas y las bombas por nuestro respetado líder Kim Jong-un!”, gritaron con el puño en alto.
Las tensiones en la península coreana crecieron sensiblemente desde la tercera prueba nuclear realizada por Pyongyang en febrero pasado, seguido de nuevas sanciones por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y ejercicios militares conjuntos entre Seúl y Washington, a lo que Pyongyang respondió con la suspensión del armisticio que puso fin a la guerra entre las Coreas en 1953 y con numerosas amenazas de ataques.
El martes pasado, la cúpula mayor del ejército norcoreano ordenó a todas las unidades de artillería y de misiles estratégicos a prepararse en el “máximo nivel de alerta”.
Ese mismo día, anunció el corte del teléfono rojo de contactos militares de urgencia con Corea del Sur, el último medio de comunicación entre los dos países, y habló de la posibilidad del inicio de una guerra “en cualquier momento”.
Pese a lo anterior, cientos de surcoreanos fueron el jueves y el viernes a trabajar en el parque industrial común situado en la ciudad fronteriza de Kaesong, en Corea del Norte.
El jueves la Casa Blanca insistió en que las maniobras en Corea del Sur son ejercicios de defensa. Estados Unidos está “codo con codo con su aliado Corea del Sur”.
El secretario de Estado estadunidense, John Kerry, viajará la próxima semana a Seúl, Tokio y Pekín para conversar sobre la situación en la península coreana.
China pidió a las partes interesadas “que hagan esfuerzos colectivos para distender la situación. La paz y la estabilidad en la península coreana es algo beneficioso para todos”, declaró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hong Lei.
China es el único aliado de Corea del Norte y su principal socio comercial, que le suministra recursos energéticos indispensables para su economía.
Rusia fijó postura por conducto del ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, quien declaró en conferencia de prensa: “podemos perder el control de la situación. Se está entrando un círculo vicioso. Estamos preocupados por que se toman acciones unilaterales, que consisten en intensificar las actividades militares, con relación a Corea del Norte y en paralelo a la reacción apropiada del Consejo de Seguridad de la ONU y a la reacción colectiva de la comunidad internacional”.
Rusia llama a todos los países a “abstenerse de mostrar su fuerza militar y pide no utilizar la situación actual para alcanzar objetivos geopolíticos en la región por medios militares”, añadió Lavrov.
Algunos expertos siguen sin creer que Corea del Norte quiera entrar en una guerra con Estados Unidos. Una segunda guerra coreana, desatada por un ataque de misiles contra el territorio del sur o una base militar estadunidense podría significar el hundimiento del régimen de Pyongyang.
A esto, según los analistas, se añade que China y Rusia han reaccionado también con tono conciliador a la actitud de su vecino norcoreano.
Al aumentar sus amenazas, Corea del Norte quiere dejar en evidencia que no se plegará a la presión en la disputa por su programa de armas nucleares. Debe probar en el interior de su país que es el estratega militar y cimentar su poder, indicaron los expertos.
Por otro lado, Pyongyang quiere obligar a Washington a sentarse en la mesa de negociaciones. “Corea del Norte quiere ser reconocido como auténtica potencia nuclear”, señalaron.

La Jornada

Independencia y socialismo en la América nuestra.



Hay que llamar a las cosas por su nombre. El socialismo es la forma nuestra, latinoamericana, de ser independientes.

El 12 de junio pasado, el Comandante Hugo Chávez Frías escribió, en su Programa de Gobierno para 2013-2019: “a la tesis reaccionaria del imperio y de la burguesía contra la Patria, nosotros y nosotras oponemos la tesis combativa, creativa y liberadora de la independencia y el socialismo como proyecto abierto y dialéctica construcción”. La riqueza de esa proposición me inspira a hacer un breve comentario sobre algunas de las cuestiones que ella plantea.
La primera independencia, obtenida en la gesta continental que va de 1791 a 1824, fue insuficiente, pero fundó a nuestras naciones cuando la idea misma de nación era incipiente en Europa, creó nuevas identidades y nos aportó una extraordinaria acumulación cultural revolucionaria, un legado inapreciable al que atenernos y la necesidad de promover nuevos proyectos de liberación.
La gran Revolución haitiana, el Grito de Murillo, la obra, el pensamiento y el proyecto de Bolívar, Sucre --el antioligarca de virtud sin par--, la epopeya de Hidalgo y Morelos, y después la trascendente propuesta de Martí, confirmada por la sangre del pueblo cubano, le pusieron metas muy altas a la libertad, mucho más altas que las vigentes en Europa. Esos revolucionarios bregaban por el gobierno del pueblo desde mucho antes de que el liberalismo europeo se decidiera a aceptar y utilizar su democracia. Le dieron un lugar preferente a la igualdad y la justicia en sus combates, algo que negaba los fundamentos mismos del sistema colonialista-imperialista que se fue desarrollando en el mundo, y que puso al derecho internacional y a la conciencia común a su servicio. La resistencia, la rebeldía y el proyecto de la América nuestra resultaban opuestos incluso a los fundamentos ideales burgueses de la civilización como misión patriarcal colonial de las potencias, y a su racismo “científico”, que eran dominantes hace un siglo en el mundo espiritual y de las ideas.
En América del Sur, las guerras de independencia se internacionalizaron, la independencia se consideró parte de una épica y un proyecto americanos y así quedó fijada en la conciencia social. Hidalgo se proclamó “General de los ejércitos de América”; Morazán intentó lograr la unión centroamericana. Esa experiencia nos permite hasta hoy referirnos a hechos históricos cuando pretendemos una integración continental.
En estos dos últimos siglos, los que han ejercido la dominación les han negado a amplios sectores de la población la igualdad real, la justicia social y muchos derechos en sus repúblicas, en todo lo que consideraron necesario y todo el tiempo que han podido hacerlo, para defender y ampliar sus ganancias, mantener su poder político y social y su propiedad privada, con un ordenamiento legal y político favorable a ellos. Han preferido no ser clase nacional y, cada vez que ha sido necesario, han sido antinacionales. Al mismo tiempo, el capitalismo mundial se impuso en la región de acuerdo a las características de sus fases sucesivas, mediante su viejo y su nuevo colonialismo, aplastando resistencias y rebeldías, cooptando y subordinando, hasta que en la actualidad su propia naturaleza imperialista saqueadora, parasitaria y depredadora ha cerrado la posibilidad de que bajo su sistema la América Latina pueda satisfacer las necesidades básicas de sus pueblos, mantener las soberanías nacionales, desarrollar sus economías y sus sociedades, defender y aprovechar sus recursos y organizar su vida en comunión con el medio natural.
Pero una constante latinoamericana y caribeña de resistencias, ideas, combates y sentimientos ha mantenido vivo el carácter popular del legado patriótico, sin entregarlo a los burgueses cómplices y subalternos del capitalismo imperialista, y le ha ido aportando desarrollos. El Presidente de Venezuela, compañero Nicolás Maduro, recordó en el funeral de Estado del Comandante Chávez en la Academia Militar los avatares póstumos del Libertador y de Sucre. Cada época tuvo sus logros y sus avances, porque, en su saldo histórico, ninguna revolución verdadera es derrotada.
El largo camino ha brindado conocimientos y certezas, que ayudan a los que se han puesto en marcha en este continente a tener una conciencia superior. La primera región del Tercer Mundo que logró crear Estados independientes y mantenerlos aprendió que el capitalismo también podía desarrollarse y establecer sistemas de dominación nuevos, neocoloniales, más funcionales a su madurez que el bárbaro colonialismo, y así subordinarnos, dividirnos y perpetuar nuestra condición mísera e inerme, teniendo a las relaciones económicas capitalistas como centro de esa dominación. Pero no por eso los revolucionarios despreciaron a sus repúblicas. Al contrario, levantaron en una sola bandera la causa del verdadero patriotismo y la causa de las luchas de las clases explotadas y oprimidas.
Hemos tenido que ir más lejos que compañeros de otras regiones, que no lograron entender que esta mitad del mundo no podía considerarse “atrasada” y resignarse a vivir en supuestas etapas intermedias en espera de una providencia ajena. Que para poder ser nosotros, y para pelear por ser realmente libres, teníamos que pensar con cabeza propia.
Cuando la libertad y la justicia son planteadas de tal modo y con tanta hondura desde el inicio, la independencia tiene que tornarse liberación nacional, y la justicia social, socialismo. Experiencias y estudios, combates y debates, han sido el taller y la escuela. Un avance fundamental está en la comprensión de la relación que ha existido históricamente entre la independencia y el socialismo. No ha sido fácil ni rápido, una cultura entera universalizante ha estado en contra de que lo entendamos, sobre todo desde el imperialismo, que levantó promesas sucesivas, como el progreso, el panamericanismo y el desarrollo, siempre dirigidas a conducir a los emprendedores, confundir a todos y neutralizar y vencer a los rebeldes y a los que querían avances para sus países. El capitalismo actual ha perdido la posibilidad de ofrecer promesas, solo propone palabras como éxito y fracaso, imágenes e informaciones controladas en un sistema totalitario de formación de opinión pública y conversión de la gente en el público --el rostro de un mundo despiadado en que todo es mercancía--, y reparte algunos premios para los cómplices. Sin embargo, no podemos subestimar su poder, su agresividad y su criminal inmoralidad, ni los atractivos de su colosal capacidad de manipulación cultural.
Pero también hemos encontrado muchas dificultades y obstáculos en nosotros mismos. En la nación independiente que no sabe ser la nación para todos sus hijos, y el gobierno que ante las crisis no lleva su desafío frente a enemigos tan poderosos hasta cruzar la frontera de darle más poder al pueblo, que es al final su única fuerza, y convertirse en un poder popular. En la educación y la cultura que, en países formalmente independientes, siguen siendo escuela y agencia de colonización de las mentes y los sentimientos, sostén de desprecios y exclusiones de una parte del propio pueblo y refugio de la legitimación de las dominaciones de unas personas sobre otras. En los Estados que no logran liberarse de las marcas infamantes de la época de balcanización, y en los que levantan demasiado la ventaja particular en sus tratos con los países que su interés estatal bien entendido debiera considerar como hermanos.
Otra América nuestra es posible, porque hemos ido creando sus cimientos. Para que tomemos posesión de esa fuerza fue que el Presidente Chávez se lanzó a liberar el pasado. Una historia en la que Simón Rodríguez enseñó a Simón Bolívar que es necesaria una revolución social, cultural y económica junto a la revolución política. En la que Sandino dirigió una gran insurrección de campesinos pobres que pelearon durante seis años contra el invasor yanqui sin ser derrotados, y le pudo escribir a un dirigente comunista que su ejército era la vanguardia del proletariado de la América Latina. En la que el Che, entre tantas lecciones incomparables de pensamiento y de acción que dio, afirmó que en este continente se hará “revolución socialista o caricatura de revolución”, y que para triunfar, habrá que instaurar gobiernos de corte socialista. Y el líder de la herejía cubana, Fidel, que es tan grande y es de todos, aclaró hace más de cuarenta años que el gran revolucionario Carlos Marx concibió el socialismo como consecuencia del desarrollo, pero en nuestro mundo, será el socialismo el que haga posible el desarrollo.
Ese socialismo, dice Chávez hace dos años, tiene que ser un poder, pero un poder del pueblo, una nueva concepción de poder y una nueva forma de crear poder y distribuir poder. Como reza la Constitución venezolana, en un Estado democrático y social de derecho y de justicia que propugna como valores superiores la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia y los derechos humanos. Y en su texto de junio de 2012: “Este es el tiempo, como nunca antes lo hubo, de darle rostro y sentido a la Patria Socialista por la que estamos luchando”.
Ya sabemos que la bonanza económica por sí sola no trae ningún avance real para las mayorías, y las modernizaciones bajo un régimen de dominación traen consigo, en el mejor caso, la modernización de la dominación. La actividad liberadora es lo decisivo, ella es la que será capaz de darle un sentido a las fuerzas sociales económicas. El carácter de una revolución no está determinado por la medición de la estructura económica de la sociedad, sino por la práctica revolucionaria. En las condiciones desventajosas de la mayoría de los países del mundo, la transición socialista y la sociedad a crear están obligadas a ir mucho más allá de lo que su “etapa del desarrollo” supuestamente le permitiría, y ser superiores a la reproducción esperable de la vida social: consistir en simultáneas y sucesivas revoluciones culturales, que las vuelvan invencibles. Es preciso acometer la creación de una nueva cultura, que implica una nueva concepción de la vida y del mundo, al mismo tiempo que se cumplen las tareas imprescindibles, más inmediatas, urgentes e ineludibles.
Lo decisivo es que existe una gran acumulación cultural en este continente, de capacidades económicas, cultura política y social, identidades, experiencias e ideas, de poderes populares y procesos autónomos que buscan bienestar para sus pueblos y tienen voluntad de integración y unión. Esa acumulación cultural nos hace capaces de enfrentar en mejores condiciones que las otras regiones del mundo los males a los que ha sido sometido en las últimas décadas y la rapacidad y las guerras actuales del imperialismo, y de emprender en consecuencia transformaciones profundas que hagan posible y conviertan en realidad lo que impide el sistema capitalista.
Somos los herederos de una tradición maravillosa, que convirtió lo que en el Viejo Mundo y en las ideas colonizadas se consideraban luchas nacionales burguesas o rebeldías primitivas de grupos sociales arcaicos en unas formidables revoluciones de los humildes y sus guiadores y representantes, lanzados a conquistar la asunción de la plena soberanía sobre nuestras patrias y el pleno dominio sobre nuestros recursos, y desde ellos, como plantea el Plan de la Patria, asegurar la mayor suma de seguridad social, estabilidad política y felicidad.
Hay que llamar a las cosas por su nombre. El socialismo es la forma nuestra, latinoamericana, de ser independientes.

- Fernando Martínez Heredia, investigador cubano, galardonado con el Premio Nacional de Ciencias Sociales 2006.

Intervención para el X Encuentro Internacional de intelectuales, artistas y luchadores sociales en defensa de la humanidad, Plan de la Patria: pensamiento y acción de Hugo Chávez, celebrado en Caracas los días 25 y 26 de marzo de 2013.

Somos Cinco Mil - Víctor Jara




Poema escrito por Víctor Jara poco antes de ser asesinado por oficiales en el Estadio Nacional de Chile en 1973

Víctor Jara - La partida.




Hace más de 39 años, el 18 de Septiembre de 1973, Joan Jara, la compañera de Víctor, debió sepultarlo de forma casi clandestina, acompañada sólo por 2 personas.
El 4 de Junio de 2009,Víctor Jara fue exhumado en presencia de Joan y sus hijas Amanda y Manuela, para trasladarlo posteriormente al Instituto Médico Legal con el fin de realizar los peritajes correspondientes a la investigación de su asesinato.
Según determinó la investigación pericial, Víctor fue brutalmente golpeado y torturado, sus manos sufrieron golpes de culatas de fusiles y después recibió 44 disparos en todo el cuerpo.
Después de terminadas las pericias, Víctor fue devuelto a su familia, quienes junto a la Fundación Víctor Jara acogieron el deseo manifestado por muchísimas personas y organizaciones sociales, y realizaron una jornada de dos días (3 y 4 diciembre 09), en que Víctor permaneció en la Fundación para recibir el homenaje de su pueblo. Finalmente, el día 5 de diciembre, se realizó el funeral de nuestro querido Víctor, dónde el pueblo se volcó a las calles para acompañarlo hasta el lugar del Cementerio General donde descansa definitivamente.
El asesinato de Víctor Jara continúa impune. Surgen entonces, las demandas de verdad y justicia para el caso de Víctor Jara, como también para cada uno de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos de nuestro país.
Estás imágenes corresponden al sábado 5 de diciembre, temprano en la mañana se ornamenta con un camino de pétalos de flores para la salida de Víctor.
Por haber estado colaborando en la comisión de comunicaciones que se formó para esta despedida de Víctor, tuve el privilegio de participar de la ceremonia intima que se realizó anterior a que Víctor abandonará el Galpón para reencontrarse con su pueblo que lo acompañaría hasta su última morada.
Al momento de partir, Víctor sale escoltado por su familia y amigos; abandonando el Galpón con los acordes de "La Partida" de fondo.
En la última imagen, se ve el galpón vacío, Víctor ya emprendió la partida.

Base Naval de Guantánamo, el Infierno en la Tierra



“Allí no se cumplen los derechos humanos. Podían hacer con nosotros lo que quisieran”, recuerda Murat Kurnaz, exprisionero de la base estadounidense de Guantánamo, enclavada en un territorio arbitrariamente ocupado a Cuba hace más de 100 años.
Testimonios como el del joven turco-alemán ilustran la actual situación de quienes aún permanecen encerrados en el centro militar, abierto en enero de 2002 en el sureste del país caribeño contra la voluntad de sus autoridades gubernamentales y pueblo.
En este marzo es noticia a escala internacional una huelga de hambre iniciada por numerosos presos, hartos de las pésimas condiciones, los abusos y castigos denigrantes que sufren en la base estadounidense.
Sus protagonistas -en su mayoría ciudadanos árabes- recurrieron al ayuno desde el pasado 6 de febrero como forma de denunciar las continuas violaciones a los derechos más fundamentales de cualquier humano: ser tratados como personas y con respeto.
Un total de 166 extranjeros llevan casi 11 años tras las alambradas del penal sin enfrentar cargos concretos, aislados del resto del mundo, bajo un absoluto desamparo legal y expuestos a vejaciones, incluidas crueles modalidades de tortura.
Seis de ellos comenzaron la protesta, que en pocos días se radicalizó y logró sumar a más de 100 contra la aplicación de severas medidas disciplinarias como el confinamiento por tiempo indefinido, los registros a pertenencias personales y confiscación de copias del Corán, libro sagrado de los musulmanes.
Abogados de los detenidos denuncian que la ocupación de esos textos es considerado una profanación a la fe religiosa de sus clientes, todos recluidos en el bloque llamado Campo seis.
Pero el Departamento de Defensa niega que el motivo real del incidente sea la ocupación del Corán y se empeña en tratar con bajo perfil la huelga, considerada ya la más extensa y de mayor intensidad registrada en las cárceles de Guantánamo.
El Pentágono persiste, además, en disfrazar las cifras y solo hablan de una treintena de huelguistas, 11 de ellos alimentados a través de sondas nasogástricas y otros tres hospitalizados por deshidratación extrema.
Pero los abogados aseguran que el número real es de 130 prisioneros y excepto algunos reclusos de mayor edad, ninguno acepta los nutrientes que le ofrecen las autoridades de la cárcel y solo beben agua.
Incluso, el jefe del comando estadounidense desplegado en la base dijo recientemente que los reclusos iniciaron el ayuno porque están frustrados por la negativa de la Casa Blanca a clausurar ese centro y admitió también la creciente intensidad de la medida de presión.
“Estaban muy optimistas con el cierre de Guantánamo. Aparentemente, quedaron devastados (…) cuando el presidente (Barack Obama) retrocedió en esa decisión. Sabemos eso porque nos los dicen”, dijo el general John Kelly ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.
Obama se comprometió durante la campaña electoral de 2008 a cerrar dicha instalación, pero no cumplió la promesa en su primera gestión ni tampoco tocó el tema tras ser reelecto el año pasado para un nuevo periodo de mandato.
Por otro lado, los principales medios estadounidenses de prensa apenas tratan la huelga y -cuando lo hacen- solo destacan el financiamiento previsto para renovar la base naval.
“Escuchamos que a los abogados no se les permite visitar a los reos. Es más, existe una divergencia grande entre lo que dicen los abogados y la administración. Eso muestra que la administración todavía trata de silenciar la situación, no quieren que se difunda. Y esto significa que pasa algo grave”, indicó al respecto Andy Worthington, periodista e investigador británico.
Mientras, George Galloway, parlamentario de Reino Unido, dijo que si un caso similar tendría como escenario otro país de seguro los medios occidentales lo hubieran saturado en los periódicos impresos, radio, televisión e Internet.
Pese al silencio mediático, la huelga se expande y gana espacio en canales de comunicación de diferentes partes del mundo que, incluso, divulgan la horrible situación carcelaria del campo de detención desde su apertura.
Además, dentro de Estados Unidos miembros de Testigos contra la Tortura -organización defensora de los derechos civiles- desarrollan varias jornadas de ayuno, vigilias y protestas pacíficas en Washington, Nueva York, Chicago, Los Ángeles y otras ciudades en solidaridad con los detenidos en Guantánamo.
El grupo publicó una lista con los nombres de los reos en la instalación militar y llamó a los ciudadanos norteamericanos a enviar cartas a los jefes castrenses en protesta por las arbitrariedades cometidas contra los prisioneros.

¿QUÉ ES GUANTÁNAMO?

La base naval estadounidense de Guantánamo fue convertida en una cárcel tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, para encerrar allí a toda persona capturada al amparo de una supuesta guerra contra el terrorismo internacional, lanzada por Washington.
El centro es considerado un moderno campo de concentración donde a la población penitenciaria se le aplican diversas modalidades de tortura como el aislamiento en celdas con temperaturas extremas o mantenerlos amarrados en posición fetal por más de 24 horas sin alimentos.
Quienes lograron salir de allí coinciden en calificarlo como con una versión refinada del terror contra la especie humana, al estilo de los métodos empleados por los nazis en Auschwitz, Dachau, Sachsenhausen, Buchenwald, Flossenburg, Mauthausen y Ravensbrück.
El campo de detención dispone de cortes militares que imponen penas de muerte y cuyas decisiones son inapelables, aceptando como pruebas creíbles las “confesiones” conseguidas bajo coacción o tortura.
Documentos filtrados por el sitio alternativo WikiLeaks revelaron el uso de prácticas violentas de los interrogadores de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), obsesionados por conseguir confesiones acerca del fallecido líder de Al-Qaeda, Osama Bin Laden, muerto a manos de militares estadounidenses.
Ese medio digital también hizo público los casos del afgano Modulá Abdul Raziq y el saudí Mishal Awad Sayaf Alhabiri, algunos de los presos aquejados de enfermedades psiquiátricas que cometieron múltiples intentos de suicidio y pasaron años tras las rejas antes de ser trasladados a sus países de origen.
La base sigue abierta pese a la gran repulsa internacional y la denuncia permanente de las atrocidades cometidas por la CIA y las fuerzas militares estadounidenses.
Sigue abierta aunque represente un enorme gasto para los contribuyentes norteamericanos, pues cada interno le cuesta al presupuesto estatal unos 800 mil dólares al año contra los 35 mil con los que se mantiene un preso en los establecimientos penitenciarios en la Unión.
Y sigue abierta aunque -como afirman los analistas- sea un “agujero negro” en materia de respeto a los derechos civiles y solo contribuya a llenar de vergüenza la historia de la humanidad.

Yolaidy Martínez Ruiz
Cubadebate

Los últimos exiliados de la República, la gesta del Stranbrook



El Stanbrook fue un buque carbonero británico, de 1.383 toneladas, de dimensiones 230,1 × 34 pies (70,1 × 10,4 m) y una velocidad máxima de 12 nudos, y con capacidad para 24 tripulantes, se haría famoso por efectuar la única evacuación de refugiados republicanos del puerto de Alicante en los últimos días de la Guerra Civil Española
Con el número 124287 fue construido en 1909 por la Tyne Iron Shipbuilding Co Ltd, en los astilleros de Willington, para la compañía Fisher Renwick Manchester-London Stamers, que lo denonimó Lancer. En 1937 fue comprado por la Stanhope Steamship Co, y renombrado como Stanbrook. Ese mismo año se llevó a cabo otra operación comercial, donde acabó en manos de la naviera griega G.M. Mavroleon, que lo cambió el nombre por el de Polyfloisvios, aunque finalmente regresó a sus anteriores dueños, que le devolvieron el de Stanbrook. El buque, quedó bajo el mando del capitán Archibald Dickson.
En 1939 el puerto de Alicante se encontraba bloqueado por la armada del general Franco y aviones de la Alemania nazi, lo que convirtió en tarea casi imposible la llegada de los barcos contratados por el gobierno de la Segunda República para evacuar a los miles de refugiados hacinados en el puerto. La amenaza de hundimiento provocó que la gran mayoría de navieras incumpliera sus acuerdos, ya pagados, y desistiese de acercarse a aguas españolas.
El Stanbrook pudo burlar el bloqueo y zarpar oficialmente con 3.028 personas a bordo, entre ellos 147 eran niños, de los cuales 15 no habían cumplido el primer año de edad, y de entre éstos, algunos eran recién nacidos. Todos ellos excedían con creces su capacidad, lo que le obligó a navegar escorado, por debajo de la línea de flotación. La travesía, de un día, no culminó hasta llegar a Orán, donde las autoridades coloniales francesas sólo permitieron el desembarco a mujeres y niños, negándoselo al resto, que permanecieron a bordo durante varios meses, alimentados gracias a los paquetes enviados desde tierra por otros españoles exiliados. Finalmente, de manera progresiva, se autorizó a bajar a los varones, que eran registrados por miedo a que llevasen encima armas de fuego.
Lo cierto es que el 28 de marzo de 1939, dos barcos están amarrados en el puerto, al pie del Benacantil. Uno de ellos es el viejo carbonero inglés Stambrook y otro mercante; el Maritime, también británico; pero su capitán sólo aceptó 37 pasajeros y zarpó prácticamente vació, ante una multitud atónita, a la que no le quedaban aliados, si es que alguna vez los tuvo.
La historia del Stranbrook, también es la historia de la salvación de cientos de familias españolas que huían del franquismo, como la del pasajero Mateo Egea López, un político republicano de Cartagena que junto a sus dos hijos Pedro Egea Muñoz y María Egea Muñoz huyó a Francía para permanecer en el exilio en París, jamás volvería a España.
El Stanbrook tuvo un final trágico sólo unos meses después, al ser hundido por el torpedo de un submarino alemán. El capitán Dickson murió en el hundimiento. En los campos de concentración de Argelia, donde acabaron muchos de los refugiados españoles, se guardó un minuto de silencio en su memoria.
Esta gesta heroica del Stanbrook ha quedado perpetuada en Alicante con la rotulación de una calle dedicada al buque inglés.

Eco Republicano

La fuga del Fuerte San Cristóbal



"El desconcierto era total. Había rumores, pero nunca pensamos que la fuga fuera a llevarse a cabo. Cada uno tiró por su lado; algunos, que incluso pensaron que se había terminado la guerra, fueron directos a la estación de tren de Pamplona y trataron inocentemente de comprar un billete con los vales de la prisión. Naturalmente, los detuvieron enseguida. Yo calculo que estuve unos 15 minutos corriendo desorientado por el monte hasta que oí claramente el toque de trompeta de las fuerzas que venían de refuerzo desde Pamplona. Estábamos muy débiles por el hambre. Muchos iban sin zapatos. Comprendí que no podría correr muy lejos, y además no sabía adónde, así que decidí regresar a la prisión. Para cuando llegaron los refuerzos militares de Pamplona, yo estaba en mi sitio de siempre" (Ernesto Carratalá)
"Las tropas nos perseguían a tiros por el monte, nos iban matando como a conejos, al que veían lo mataban, así que nos fuimos dividiendo y dividiendo, y al final íbamos dos gallegos y yo, que soy de León, juntos. No sabíamos dónde estaba Francia. Por la noche avanzábamos y por el día permanecíamos agazapados, hasta que ya no aguantamos más el hambre y nos arriesgamos de día. Llegamos a un pueblo, Gascue-Odieta, y una mujer avisó a los militares. Vinieron a por nosotros, pero, antes de devolvernos al fuerte, la señora nos dio el mejor manjar que he probado en mi vida, un plato de sopa, ¡con fideos!" (Félix Álvarez)
El Fuerte San Cristóbal y su extensión de 615.000 metros cuadrados es una gran tumba en la que yacen los cuerpos de 207 fugados y un número indeterminado de presos. Declarado “Bien de Interés Cultural”, está situado en el Monte Ezcaba a diez kilómetros de Pamplona y fue construido durante el reinado de Alfonso XII como fortaleza para defender a la ciudad de la artillería carlista.
Se utilizó como prisión y hospital penitenciario desde 1.934 a 1.945, aunque nunca fue habilitado para ello. Era un espacio insalubre en el que morían los presos como moscas. Es difícil saber con exactitud las personas que allí fueron recluidas, ya que solo se registraba a las que llegaban con condena firme. Según consta en el Libro oficial de Registro, un total de 4.697 personas ingresaron desde 1934 hasta 1940. Muchos de ellos eran fusilados a los pocos días de llegar. A otros los brindaban el simulacro de la libertad y eran ejecutados cuando iniciaban el descenso por el monte.
En 1936, con la victoria del Frente Popular, el Fuerte fue clausurado como cárcel, siendo abierto de nuevo tras el golpe de estado de Francisco Franco al legítimo gobierno republicano.
A los poco meses de inicio de la Guerra Civil, el penal se fue llenando de personas cuyo único delito era pertenecer a algún movimiento obrero. También fueron a aparar allí republicanos, anarquistas y un pequeño grupo de intelectuales.
En 1938 los detenidos en el Fuerte ascendían a 2.487. Las condiciones de vida eran lamentables. Además de las torturas, la falta de alimento, la escasez de agua (tan solo un vaso al día por preso), la ausencia de camas o mantas que facilitaran el descanso, tenían prohibido leer o asomarse a las ventanas carentes de cristales, bajo riesgo de ser disparados.
En estas penosas condiciones lo que si creció fueron los lazos de amistad y solidaridad entre los presos. Tanto que un grupo de veinte, bajo la dirección de Leopoldo Pico, planearon durante un mes una fuga, la gran fuga del Fuerte San Cristóbal, una de las más masivas y sangrientas en la historia de las fugas carcelarias.
El domingo 22 de mayo de 1938, en apenas media hora, un grupo de reclusos se hizo con el control de la cárcel. Habían reducido a los guardias que les llevaban la cena, les arrebataron las llaves y se colocaron sus uniformes para atravesar el patio. 795 presos llegaron a la salida de la prisión y mientras se iban abriendo las puertas algunos gritaban: "¡Sois libres!, ¡A Francia!"
795 hombres sin calzado ni ropa, sin comida, corrieron por el monte perdidos intentando llegar a la frontera francesa. Sólo tres lo consiguieron. Fueron capturados 585 presos y 207 muertos a tiros cuando trataban de escapar por el monte. ("Las tropas nos perseguían a tiros por el monte, nos iban matando como a conejos"). Catorce de los organizadores de la fuga fueron condenados a muerte y fusilados en público el 8 de septiembre de 1938, tras un consejo de guerra.
Las fosas de la Guerra Civil están siempre ocupadas por esqueletos anónimos excepto en una, San Cristóbal, donde ha aparecido, entre las tibias de un esqueleto, una botella de jarabe con el nombre y los apellidos del muerto. El tapón de rosca de la botella y un fragmento de periódico enrollado que llevaba dentro ha permitido conservar en su interior un documento del penal en el que algún funcionario resume el 26 de diciembre de 1943, la vida del preso 42: "Andrés Gangoiti Cuesta falleció en este establecimiento el día de la fecha a consecuencia de tuberculosis pulmonar. Tenía 23 años de edad, soltero, marino de profesión. Natural de Gorliz (Vizcaya) y vecino de Bilbao. Hijo de Lorenzo y de Lucía. Este penado fue condenado a la pena de 30 años por un consejo de guerra celebrado en San Sebastián por el delito de adhesión a la Rebelión"

NOTA OFICIAL DE LA PRENSA FRANQUISTA SOBRE LA EVASIÓN DE LOS PRESOS DE PAMPLONA.

“La prensa francesa a sueldo de los rojos, con motivo de la evasión del Fuerte de Pamplona de una cuarta parte del número de presos allí detenidos, que aprovecharon la benevolencia de los guardianes para dar muerte a uno de ellos y tumultuariamente se echaron al campo, se dedica a forjar fantásticas novelas de difamación contra la España nacional. De los presos fugados una gran parte se presentaron enseguida, reintegrándose al Fuerte; otra muy importante fue capturada por las fuerzas encargadas de su persecución, siendo muertos en el encuentro una parte de los que se enfrentaron con las fuerzas de Seguridad. Los jueces trabajan activamente para esclarecer la ayuda de armas pasadas por la frontera con destino a los presos fugados, así como para aclarar las actividades de súbditos franceses que en días anteriores parecían haber visitado los caseríos cercanos al Fuerte” (Diario de Navarra, 17 de junio de 1938)

María Torres

Silvio Rodríguez y Luis Eduardo Aute, Mano a mano - 1993


Noel Nícola, Silvio Rodriguez y Vicente Feliú en Casa de las Americas. 1979.


Soledades

Siempre me ha llamado la atención la capacidad argentina de crear soledades. Monumentales, como cuando se prohibió al peronismo participar en varias elecciones presidenciales. O individuales, hoy en torno de Horacio Verbitsky porque insiste en la verdad de los costados oscuros del papa Francisco cuando todo el mundo, empezando por la señora Presidenta, se los limpia. Como nuestro Premio Nobel de la Paz, que sustituye lo que supo por absoluciones que huelen a rigor mortis de la ética, cualquiera fuere su color. José Luis Mangieri tenía razón: la Argentina es un país de antropófagos. De sí mismos.
Conocí al nuevo Papa cuando era obispo en circunstancias en que yo recurría a todos los medios posibles para saber qué había sido de mi nieta o nieto nacido en cautiverio. Corrían los años ’90. Que había una hija o hijo de mi hijo lo supe en 1978 por el padre Fiorello Cavalli, un jesuita encargado del Cono Sur en la Secretaría de Estado del Vaticano. El padre Cavalli se interesó verdaderamente por el problema y preguntaba a todos los obispos argentinos que llegaban a Roma si sabían algo del tema. Nadie sabía nada.
Con ese antecedente, acepté la propuesta de mi querida y excelente abogada penal Alicia Oliveira, muy amiga de Bergoglio, como lo ha subrayado no hace mucho, de entrevistarlo para exponerle la situación e interesarlo en la averiguación de datos que podrían llevarme a encontrar a mi nieta o nieto. Nos recibió en la Catedral muy cordialmente pero, en síntesis, su respuesta fue que no podía hacer nada. Refiero el hecho porque es verdad lo que el ya arzobispo Bergoglio declaró ante la Justicia argentina: que yo había ido a verlo para que me ayudara a encontrar a la hija o hijo de mi hijo, su único legado. En esa audiencia judicial señaló también que había hecho gestiones con ese fin y que me había comunicado que no obtuvo resultados. Lo primero no me consta, lo segundo no es cierto. Nunca volví a ver al arzobispo Bergoglio y por ninguna vía supe de sus presuntas gestiones ni de su falta de éxito.
Narro este episodio no por su importancia, sino porque es cierto lo que nuestro Premio Nobel de la Paz dijo en 2005. Habló de la ambigüedad de Bergoglio y rogó al Espíritu Santo que no lo eligieran Papa en ese conciliábulo cardenalicio. Bueno. El tiempo pasa con su escoba de olvidar y algunos la agarran. No es difícil barrer los recuerdos que las circunstancias tornan molestos.

Juan Gelman

sábado, marzo 30, 2013

Un siglo de Albert Camus, un hombre rebelde



Para la izquierda insumisa es necesario hablar de Camus, primero por su incuestionable importancia cultural, segundo por su compromiso con la República del UHP, pero sobre todo, en las modestas medidas de nuestras posibilidades, no podemos dejar pasar que su legado sea mercantilizado por los nuevos mandarines, por aquellos que laboran a favor de los poderosos.
Es por eso y por tras razones más, que la Fundació Andreu Nin ha organizado las jornadas tituladas “Un siglo de Camus” en el Palau de la Virreina (1). Dentro de esta empresa se incluye la edición en La Cosecha Anticapitalista (de Kaosenlared), de ¡España libre¡, realizada desde la afinidad por uno de sus muchos amigos anarquistas, por Juan M. Molina, también conocido con el seudónimo de “Juanel”. También queremos editar en el mismo espacio, los textos de la polémica Sartre-Camus (más Francis Jeanson), que en 1964 publicó en Buenos Aires la editorial “El escarabajo de oro”.
Pocos escritores han sido tan controvertidos en vida como lo fue Albert Camus, casi al igual que lo fue George Orwell, con el que mantuvo no pocos paralelismos. En esta controversia, tan cuestionable son las voces que buscaron su descrédito, aunque a veces fueron peores los elogios que recibió en los reaccionarios años noventa, un tiempo en el que el sistema basada en la explotación del hombre por el hombre llegó a parecer fuera de cuestión..
Es verdad que a lo largo de esta década, El primer hombre (Tusquets Editores, Barcelona, 1994), fue todo un evento en varios idiomas, algunas de sus obras más reconocidas se pasearon triunfalmente por los teatros, y El extranjero se convirtió en un best seller, en tanto que, por estos lares, Alianza comenzaba la edición de sus obras completas que en castellano fueron apareciendo fuera de España, sobre todo en Argentina a través de la editorial Losada. A esto habría que añadirle una atención redoblada en los medios, si bien en mucho de los casos se trataba más de cumplir con la consigna sistémica del sistema de defenestrar a Sartre –máximo símbolo del intelectual comprometido con causas contrarias al Imperio-, que de valoraciones específicas sobre el autor de La peste. Una muestra de esta exigencia nos la ofreció Fernando Savater, quien después de escribir que, tal como sucedía con Picasso, hasta los errores de Sartre no dejaban de contener aciertos, para arrodillarse después diciendo que Sartre se había equivocado en todo, lo que se llevaba por delante no solamente sus dudosas relaciones con el estalinismo sino también su compromiso con el Tribunal Russell contra los crímenes made in USA en el Vietnam, uno de los momentos claves de la conciencia humana del siglo XX.
El caso era que el no­velista y dramaturgo seguía en el candelero, seguía atrayendo una multitud de lectores en Francia y un poco en todas partes. Llegó a parecer que se erigía a Camus como el paradigma políticamente correcto, el ejemplo vivo de un compromiso cívico, que, colocado desde cierto ángulo, conseguía el aplauso de socialistas invertidos como Miterrand o Felipe González sin olvidar Joaquín Almunia, se señores ilustrados del PP como e sectores o de intelectuales y los filósofos como el citado Savater que, por citar un ejemplo, se mofaba de los zapatistas mexicanos, todos ellos mimados por uno los medios de comunicación que convertían a Sartre en un vulgar estalinista, y celebraban el pensamiento débil y el final de la historia.
Solamente algunas voces como la de Manuel Vázquez Montalbán disentían de esta unanimidad declarando: que no estaba conforme en la “angelización” de Camus mientras Sartre era “demonizado” como arquetipo de intelectual engañado por el comunismo y por la Unión Soviética. Este era un Camus celebrado por su rechazo al comunismo –confundido deliberadamente con el estalinismo-, y por haber “desertado” de la causa antiimperialista en el momento de “la batalla de Ángel”, algo que resulta cuanto menos discutible ya que Camus no disentía tanto en los fines –la independencia del pueblo argelino- como en los métodos. Esta “consagración” de un Camus “liberal”, comportaba el olvido cuando no la negación de muchos de sus compromisos, por ejemplo, a favor de la República española cuando el franquismo era aceptado en el club del “mundo libre” de la mano de Churchill y de la administración Eisenhower.
Desde las jornadas de la FAN vamos a hablar del Camus socialista a pesar de los socialistas, como se ha po­dido decir de Charles Péguy que fue un cristiano a pesar de los cristianos, de un anarquista un tanto “tory” al decir de Orwell sobre de Jonathan Swift. Si rompió sucesivamente con los comunistas y con los so­cialistas que sucedieron a Mendes France, fue porque observó sus extravíos, o sea que lo hizo en nombre del comunismo que Camus abrazó en la mitad de los años treinta y de un socialismo de izquierdas próximo al anarquismo, aunque, obviamente, desde la perspectiva habrá que entrar a debatir no pocas contradicciones. Habrá que observar que para Camus, el “Dios que cayó” era una versión deforme del comunismo, y que su opción por la libertad –que incluía el derecho a equivocarse-, no le llevó a los brazos del desorden establecido, como por ejemplo fue el caso de Arthur Koestler.
Sus escritos políticos se inscriben en una curva de crisis y decadencia del estalinismo, algo que percibió mucho antes que Sartre que siguió apoyando al PCF porque pensaba que representaba a la clase obrera, una clase obrera que hasta 1967 creyó en la URSS (una creencia que conoció una curva de alza en la época de Kruschev para caer en picado tras la ocupación de Checoslovaquia). Son posicionamientos que se insertan en una larga posguerra que llegó a parecer concluida entre 1989 y 1991, aunque a finales de esta misma década, los desastres provocados por el tardocapitalismo acabarían provocando un nuevo ciclo de respuesta social, ahora desde un nuevo comienzo en el que el estalinismo representaba justamente todo lo que no había que hacer en nombre del socialismo.
Este es un Camus que conserva una actualidad viva por la mera razón de que la his­toria no se acabó, ni mucho. De hecho, apenas si había comenzando. La piedra cayó, pero Sísifo la está levantando de nuevo, y no le faltan motivos. Una crisis ecológica sobre la cual es difícil exagerar ahí, de que la persistencia de la crisis económi­ca y el auge de los nacionalismos y los integrismos hacen temer un oscuro fin de milenio. La lucha contra la injusticia, la opresión y el oscurantismo es una empresa que justo acaba de comenzar. Rieux sabía que lo peor siempre es posible, "que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás, que puede permanecer durante décadas ale­targado entre los muebles y la ropa, que espera pacientemente en las habitaciones, en las bode­gas, en los baúles, en los pañue­los y entre los papeles, y que tal vez llegue un día en que, para desgracia y escarmiento de los hombres, la peste despierte a sus ratas y las envíe a morir en una ciudad feliz".
La tentativa de establecer un “canon” que situará al Camus mero anti-Sartre, se ha tenido que hacer, deformando su trayectoria. Diluyendo el hecho incuestionable que Camus fue un hombre de izquierdas desde sus inicios, y lo siguió siendo con sus dudas y contradicciones, a su manera como diría Orwell, otro que tal. En Le Premier Homme, Camus rememora que sobre todo, fue hijo de de emigrantes, que creció entre los pobres, y que fue un producto de la escuela pública, unos elementos que estaban siendo barridos por el desplazamiento del nosotros al yo (los primeros), por una política de privatización de los bienes públicos cuyas consecuencias cada se hace más evidente. Camus se educó a través de la cultura desde abajo, un bien pensaba no podía ser manipulada ni sometida por el Estado y los partidos, aunque estos fuesen nominalmente socialistas o comunistas. De hecho, el gran estupor de su generación era que nada, ni el cristianismo, ni la democracia, ni el socialismo ni el comunismo, eran lo que pretendían ser.
Camus nunca traicionó sus orígenes, nunca cambió de valores. Era el mismo cuando en 1935 ingresó en el Partido Comunista francés (1935), entonces en plena inocencia izquierdista, que el que lo abandonaría en 1937, con los procesos de Moscú y la persecución del POUM –del que dijo que “había salvado el honor del socialismo”- como trasfondo, justo en la misma fase histórica que lo haría también Orwell y por los mismos motivos.
Su madre era de origen menorquín, y en 1935, Albert visitó Menorca, su único viaje por España. Como lo evidencia su primera obra de teatro, Camus asistió con entusiasmo al UHP asturiano de 1934, creyó en el Frente Popular aunque supo de sus limitaciones anticoloniales. Camus aceptó de muy malas ganas la supeditación del PCF al Partido Radi­cal de Edouard Herriot, portavoz de los grandes inte­reses coloniales. También vivió como propia la lucha de la República, en particular de su extrema izquierda anarquista, contra el ejército fascista; otro paralelismo con Orwell aunque desde la distancia. La tuberculosis de Camus era mucho más acentuada, y no le fue permitido hacer “su guerra de España”. Nunca se resignó a la victoria de Franco. Por entonces, era un modesto pero inquieto militante cultural. Su Teatro del Equipo presagiaba en no poca medida el TNP de Vilar.
Desde mitad de los años treinta, profesó un antifascismo militante, y conoció de cerca la evolución del PCF, pero no se cerró a otras informaciones de manera que no tardó mucho en apreciar lo que significaba el estalinismo, y desde este punto de vista hoy está claro el impacto que le causaron el André Gide de Retour de l´URSS, Jean Grenier (que fue su profesor y al que Camus admiraba) y su Essai d'orthodoxie. La desconfianza se acentuó con ocasión del pacto germano-soviético, de casos como el de Paul Nizan, todo lo cual confluyó en una ruptura definitiva en 1945, justo cuando el PCF se impone como el partido más influyente de Francia con el turbio Maurice Thorez al frente. Su ideario desde este momento. A partir de entonces, el ideario socialista de Camus será “antitotalitario”, un concepto que originariamente poco tiene que ver con su interesada utilización ulterior, sobre todo por el Pentágono que trata de “autoritarios” a Franco o Pinochet y como totalitario a todos los que se le oponen (2)
Como periodista, Camus trabajó para Argel républicain, y en 1939 recorrió la Cabila y escribió sobre una geografía de la miseria en términos que recuerdan los de Frantz Fanon. Camus pasó por la escuela del reportaje. De su experiencia conservó un marcado sentido de lo concreto, un respeto muy anglosajón por la noticia. La miseria, son los cu­chitriles; una revolución, ejecu­ciones en masa. Era de los que ante un acontecimiento se dicen que hay que ir a ver antes de to­mar partido. Entre 1936 y 1937 apareció Bo­das, gracias a la se entiende quer 15 años más tar­de escribiera una obra del alcance de El hombre rebelde.
En julio de 1940, fue testigo directo de la caída de la III Repú­blica, lo que le dejó es­tupefacto. Los he­chos reforzaron su creciente desconfianza hacia la vieja clase política. Hombre de talante muy poco patriotero y be­licoso, fue sin embargo, uno de los pocos .que permaneció contrario a la tentación petainista. Camus imputó la de­rrota al espíritu de propiedad dominante entre los franceses. "Francés de nacimiento", se convierte en francés por “elección deliberada". En el momento en que se unió a la Resistencia en 1943, su antifascismo pudo más que la cultura pacifista de la que se ha­bía empapado su generación, la barbarie hitleriana no permitía dudas. Sus famosas Cartas a un amigo alemán, que empezaba entonces a redactar, transmiten el sentido fraternal de su compromiso, contrario a la demonización de lo germano, sin establecer distinciones, algo que fue propio de cierta izquierda, de estalinistas profesionales como Ylia Ehrenbourg.
Resulta significativo que Camus fuera, en la clandestinidad, re­dactor jefe de Combat, periódico marcado por los "inconformistas” de los años treinta. La Re­sistencia, primordialmente dominada por comunistas oficiales y por gaullista, tenía un discurso dominante que Camus no aceptó. Una vez tuvo lugar, la Liberación de París –tarea en la que los anarquistas españoles tuvieron un papel distinguido que luego no se quiso reconocer- fue un acontecimiento que le llenó de unas ilusiones de las que no tardaría en cuestionarse. Las FFI (Fuerzas Francesas del Interior) representaban para él algo completamente renovador. Pensaba que por fin había llegado el adveni­miento de una sociedad democrática pura. Pero el idealista tuvo que cambiar de tono rápidamente. El regreso de los patrones y de los funcionarios indignó al editorialista de Combat, que provocó un áspero altercado con el gaullista católico François Mauriac, que entre otras cosas, reflejó su desencanto con el curso de la República.
Ni para gaullistas ni para el PCF era la hora de ninguna revolución. En 1945, tuvo que reconocer que las aspiraciones maximalistas que había ensalzado quedarían muy lejos de la realidad. Se lo reprochó cándidamente a De Gaulle y a los partidos mayoritarios. La bomba de Hiroshima arrojó una luz siniestra sobre la victoria de los países libres, nuevamente, Camus no se dedicó a mirar hacia otro lado como haría la mayoría. El mundo, pensó Camus, había dado un paso más hacia la bar­barie. En noviembre de 1946, volvió a romper otra lanza con la serie de El Hombre rebelde, que apareció editada en 1951. Algunos intelectuales inclasificables como Georges Bataille, Paul Ricoeur y Albert Béguin manifesta­ron su interés por la obra y su contenido.
En es este contexto donde tiene lugar la célebre polémica con Francis Jeanson, sobre todo con Jean-Paul Sartre. Aunque ambos ocupaban en apariencia una misma plataforma, ambos eran destacados como novelistas, dramaturgos, ensayistas, al igual que eran símbolos de la cultura de la Resistencia, en realidad eran muchas cosas que le separaban. Sobre todo su percepción del compromiso del intelectual, que el autor de La náusea entendía en relación con la clase obrera y con el que creía, era su partido, en tanto que Camus, ya de vuelta de fidelidades dudosas, pensaba q2ue dicho compromiso era con sus propias convicciones. El primero se había hecho omnipresente en el escenario privilegiado de la alta cultura francesa, mientras que el segundo se ausen­tó del panorama intelectual. Su mínima presencia en los medios de comunicación entre 1945 y 1955 le impidió rentabilizar mejor sus pronunciamientos, uno represento la discrepancia como “compañero de ruta” del PCF, el otro optó por las herejías.
Así, aparte de su compromiso con los anarquistas españoles, Camus definió el siglo XX como “el siglo de las revoluciones traicionadas”, y prologó la obra de Alfred Rosmer, Moscou sous Lenine. Les origines du communisme (Ed. Flore Pierre Horay, Paris, 1953; hay una traducción castellana en ERA, México, 1982), un testimonio de primera mano de la primera fase de la revolución rusa, escrita por un hombre de trayectoria paralela a la de Victor Serge y la de Andreu Nin.
En esta época, los testimonios sobre “nuestra barbarie” (la estalinista), ya no se podía ocultar bajo el manto del antifascismo. Al calor de esta evidencia, Camus fue uno de los “desertores del campo de la victoria” (por decirlo a la manera que había hecho Richard Rees, el primer biógrafo de Orwell), que se interrogaron por el coste humano de los procesos revolucionarios, que en sus reproducciones ulteriores (democracias populares, China, Yugoslavia), seguían sometidos a las normativas estalinianas del Estado con partido único que sustituye a los trabajadores y niega las libertades más elementales. Ya en 1946, planteó el problema del homicidio como consustancial a la historia y pidió a los progresistas que fueran coherentes: si legitimaban los métodos revolucionarios, que se ofre­cieran voluntarios para empuñar los fusiles de las ejecuciones.
Camus, tan obsesionado como puede estarlo una mente laica por el problema del mal, observaba su omnipresencia. De La peste a La caída, prolifera la falta y no se pre­siente redención alguna, parece que la revolución no llevaba a la liberación, y por sus escritos más bien parece que Camus espera a Godot.
Entonces Dios había muerto y los seres humanos quedaban ahora a merced de la culpabilidad. El marxismo se había esclerotizado, y los intelectuales del partido proclamaban que el mal social radicaba en el capitalismo, en tanto que la derecha, tendía a concentrar todas sus fobias en el comunismo soviético. El pensamiento totalitario tendía a ofrecer una definición simplista y maniquea de una crisis general de la que no se podía salir siguiendo una opción única. Con mayor o menos acierto, Camus problematiza los caminos de la libertad. Defendía las libertades, no la injusticia. Por eso no dejaba de hablar de "mis­tificación" para referirse a él. En resumen, se ganó el oprobio limi­tándose a decir que el totalitarismo es la enfermedad crónica del comunismo y el imperialismo su etapa más consumada. Su crítica armoniza con lo que escribirían más tarde otros herejes, si bien los ejemplos son diversisficados, de ahí que cuando estalla la revuelta, como sucederá en el mayo del 68, las perspectivas y las propuestas son casi infinitas.
En 1945, elogió la política económica de Pierre Mendes France, el más digno representante de la socialdemocracia francesa. Luego, sus compromisos fueron variados cuando no contradictorios. No parece que fuera enteramente consciente de lo que significaba el”socialismo” de Guy Mollet. Cuando estalló la “batalla de ángel”, Camus se pronunció contra la in­dependencia de Argelia, su idea no era en este caso muy diferente a la de Maurice Thorez: una fe­deración entre Francia y Argelia. No podía olvidar que se sentía arge­lino, mediterráneo, africano, que sus raíces estaban en Tipasa y Argel, y que no podía soportar convertirse en extranjero, sin embargo, después de haber denunciado las atrocidades de la "pacificación", le horrorizó la crueldad de la resistencia, rechazó los atentados ciegos del FLN, actos que le permitieron matizar el análisis del terrorismo que había esbozado en Los jus­tos: el partido de vanguardia ar­mado sirve de matriz, de labora­torio para el Estado totalitario que institucionaliza sus procedimientos asesinos, un rechazo que no le impide reconocer quienes eran los tiranos en aquel momento. La crueldad del oprimido no podía explicarse sin el horror de la ocupación, la misma que torturó y asesinó por doquier, que aplastó a un millón de argelinos. Y lo hizo, François Miterrand, un colaboracionista arrepentido, el mismo hombre que en 1964 escribió una denuncia radical del gaullismo, El golpe de Estado permanente.
A Camus, la Ocupación le había demos­trado que la no-violencia no se podía plantear como una opción ética al margen de las circunstancias, y que, en algunos casos era insostenible. Pero aunque, para él, la violencia podía ser un método, no podía ser una política. Había que preservar su carácter excep­cional, el problema era que no le reconocía a los argelinos –liderados por antiguos solados que habían lucha en la II Guerra Mundial con el uniforme francés y nadie les había reconoce su aportación-, y pensó que la solución estaba en la "tregua civil" que propuso en 1955 y 1956. Que de esa manera se habría ahorrado mucha sangre. Pero Francia no estaba dispuesta a perder sus colonias, no lo había estado en Vietnam, ni lo estaría en Argelia; lo dejo cuando no tuvo más remedio, pero entonces lo hizo para defender sus prerrogativas con otros medios. La guerra pues fue “total". Algunos autores han visto en esta posición suya un anuncio de otras situaciones históricas -como la sudafricana-, que parecían abocadas al horror, pero que acabaron con una “tregua” y un armisticio. No obstante, habría que situar cada cosa en su momento –recordemos que Nelson Mandela era un entusiasta de la revolución argelina-, y habría que ver también cual ha sido el precio de esta “tregua”. En Sudáfrica está claro; la minoría blanca sigue detentando el poder económica, eso sí, asimilando una franja de la mayoría negra.
Se ha querido ver en su hostilidad hacia el FLN (y su apoyo al nacionalismo pactista), como un rechazo hacia el nacionalismo, aunque es importante tener en cuenta que esto lo hacía desde la metrópolis francesa. Camus nunca albergó la más míni­ma ilusión con respecto al FLN. Lo veía como una organización nacionalista, populista y hostil a los intelectuales. No esperaba de él que construyera una sociedad democrática, y el tiempo parece que le dio la razón. Aún y así, no se puede olvidar que el FLN representó a la mayoría de argelino contra los ocupantes, como tampoco se puede confundir los años de Ben Bella con los de Bumedien, como tampoco se puede olvidar el peso de la presión colonial en el proceso de reconstrucción social que siguieron la guerra. Llegados a este punto, anotemos que Camus apreciaba con pasión los valores del internacionalismo, unos criterios que el estalinismo había también pervertido (internacionalismo era apoyar a la URSS), y que, junto con Bertrand Russell, y otros socialistas humanistas, fue uno defensores de un "nuevo orden internacional" que habría de ser universal y en primer lugar económico, algo que, desde luego no se parecía a lo que fue la ONU, contra la cual Camus bramó en el momento en que reconocieron a Franco.
Estamos viviendo una nueva fase histórica, y comenzando a ver las cosas desde unas perspectivas muy diferentes a las que acompañaron el apogeo de la globalización en los años noventa, cuando el papel de los malos pasó del imperialismo al comunismo y del nosotros al yo. Desde esta nueva perspectiva, nos encontramos con otras posibles lecturas de Albert Camus, muerto precozmente, pero que en el espacio de poco más de dos décadas dejó un legado cuyo valor cultural es la de un clásico inmortal, y cuyos posicionamientos han de ser situadas en el propio de un socialista democrático en el sentido más auténtico de la palabra. En cuanto a sus posicionamientos, las discusiones quedan abiertas. Esperemos que estas jornadas sean una buena ocasión para debatir con conocimiento y alteza de miras.

Notas

--1) El cartel comprende los siguientes actos a las 19 h. en el Palau de la Virreina, : Dia 12 de marzo de 2013 -CAMUS Y SARTRE Una polémica
Ponente: Jordi Torrent Bestit Presentación: Pepe Gutiérrez-Álvarez
Dia 19 de marzo de 2013 -CAMUS Y LA REPÚBLICA ESPAÑOLA Ponente: Pepe Gutierrez-Alvarez Presentación: Jordi Torrent Bestit
Dia 21 de marzo de 2013 -EL TEATRO DE CAMUS Ponente: Rodolfo Ruiz Ligero Presentación: Pepe Gutiérrez-Alvarez
--2) En mi opinión, el libro más esclarecedor sobre las temibles manipulaciones de este concepto es el de Enzo Traverso,. El totalitarismo. Historia de un debate Buenos. Aires, Eudeba, 2001, Libros del. Rojas Serie, Conceptos de la. Filosofía y de la Historia, del que existe una versión catalana publicada por la Universitat de Valencia, 2002.

Pepe Gutiérrez-Álvarez

La batalla que terminó con el Apartheid



Este año marca el aniversario 25 (NR) del comienzo de la batalla de Cuito Cuanavale en el sureste de Angola, en que las fuerzas armadas de la Sudáfrica del Apartheid se enfrentaron con el ejército cubano y las fuerzas angolanas.
El asalto sudafricano “fue frenado abrupta y definitivamente” por las fuerzas revolucionarias.
El general Magnus Malan escribe en sus memorias que la campaña fue una gran victoria para las fuerzas de defensa sudafricanas (SADF) pero Nelson Mandela no podía discrepar más: “Cuito Cuanavale —afirmó— fue el viraje para la lucha de liberación de mi continente y de mi pueblo del flagelo del Apartheid”.
El debate sobre lo que significa Cuito Cuanavale ha sido intenso, en parte porque los documentos sudafricanos relevantes siguen clasificados. Sin embargo, yo he podido estudiar los documentos en los archivos cerrados cubanos y también muchos documentos norteamericanos. A pesar de la brecha ideológica que separa La Habana y Washington, estos documentos relatan una historia que impacta por lo parecida que es.
Analizamos los hechos. En julio de 1987 el ejército angolano (FAPLA) lanzó una ofensiva de mayor envergadura en el sureste de Angola contra las fuerzas de Jonás Savimbi. Pero al ver que la ofensiva estaba teniendo éxito, las SADF, que controlaban las partes más meridionales del suroeste de Angola, intervinieron en el sureste. Para principios de noviembre las SADF habían acorralado las mejores unidades angolanas en el poblado de Cuito Cuanavale y estaban preparándose para aniquilarlas.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas exigió que las SADF se retiraran incondicionalmente de Angola, pero la administración Reagan se aseguró de que esta exigencia fuera una Resolución sin mayor trascendencia.
El secretario de estado adjunto para África de Estados Unidos, Chester Crocker, le dijo al embajador de Sudáfrica en Estados Unidos: “la resolución no reclama sanciones y no plantea ninguna asistencia para Angola. Esto no es por casualidad sino el resultado de nuestros esfuerzos para mantener la resolución dentro de determinados límites”. (1) Mientras, las SADF aniquilarían a las unidades elites de las FAPLA.
Para comienzos de 1988, fuentes militares sudafricanas y diplomáticos occidentales aseguraban que la caída de Cuito era inminente. Esto significaría un golpe demoledor al gobierno angolano.
Pero el 15 de noviembre de 1987 el presidente cubano Fidel Castro había decidido enviar más tropas y armas a Angola: sus mejores aviones con sus mejores pilotos, sus armas antiaéreas más sofisticadas y sus tanques más modernos. La intención de Castro no era solo defender a Cuito, era sacar a las SADF de Angola de una vez y para siempre. Más tarde él describió su estrategia al líder del Partido Comunista Sudafricano Joe Slovo: Cuba pararía la embestida sudafricana y luego atacaría en otra dirección, “como el boxeador que con la mano izquierda lo mantiene y con la derecha lo golpea”. (2)
Aviones cubanos y 1 500 soldados cubanos reforzaron a los angolanos y Cuito no cayó. El 23 de marzo de 1988 los sudafricanos lanzaron su último asalto de mayor envergadura contra Cuito. Tal como lo describe el coronel Jan Breytenbach, el asalto sudafricano “fue frenado abrupta y definitivamente” por las fuerzas conjuntas cubanas-angolanas.
La mano derecha de la Habana se preparó a golpear. Poderosas columnas cubanas estaban avanzando en el suroeste de Angola hacia la frontera de Namibia. Los documentos que nos podrían decir lo que los líderes sudafricanos pensaron de esta amenaza siguen clasificados. Pero sí sabemos lo que las SADF hicieron: cedieron terreno. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos explicaron que los sudafricanos se retiraban porque estaban impresionados por la rapidez y la fuerza del avance cubano y porque consideraban que un combate de mayor envergadura “hubiera acarreado grandes riesgos”. (3)
Cuando niño en Italia escuché a mi padre hablar de la esperanza que él y sus amigos sintieron en diciembre de 1941 al oír por radio que las tropas alemanas habían tenido que abandonar la ciudad de Rostov del Don. Era la primera vez en dos años de guerra que el “superhombre” alemán había sido obligado a retirarse. Me acordé de sus palabras —y del profundo sentimiento de esperanza que ellas conllevaban— cuando leí la prensa sudafricana y de Namibia hacia mediados de 1988.
El 26 de mayo de 1988 el jefe de las SADF anunciaba que “fuerzas cubanas y de la SWAPO fuertemente armadas, integradas por primera vez, han avanzado hacia el sur a unos 60 kilómetros de la frontera con Namibia”. El 26 de junio el administrador general sudafricano de Namibia reconocía que MIG-23 cubanos estaban volando sobre Namibia, un cambio dramático de aquellos tiempos en que los cielos le pertenecían a las SADF. Añadía que “la presencia de los cubanos había provocado una oleada de ansiedad en Sudáfrica”.
Sin embargo estos sentimientos de ansiedad no eran compartidos por los negros sudafricanos: ellos veían la retirada de las fuerzas sudafricanas como una luz de esperanza.
Mientras que las tropas de Castro avanzaban hacia Namibia, cubanos, angolanos, sudafricanos y estadounidenses se enfrentaban en la mesa de negociaciones. Dos puntos eran claves: si Sudáfrica aceptaba la implementación de la Resolución no. 435 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que exigía la independencia de Namibia y si las partes podrían ponerse de acuerdo sobre un cronograma de la retirada de las tropas cubanas de Angola.
Los sudafricanos parecían estar llenos de esperanza: el canciller Pik Botha esperaba que la Resolución no. 435 sería modificada. El ministro de Defensa Malan y el Presidente P.W. Botha afirmaban que Sudáfrica se retiraría de Angola solo “si Rusia y sus títeres hacían lo mismo”. Ellos ni siquiera mencionaban retirarse de Namibia. El 16 de marzo de 1988 Business Day informaba que Pretoria estaba “ofreciendo retirarse a Namibia —no de Namibia— a cambio de la retirada de las fuerzas cubanas de Angola”. Es decir Sudáfrica no tiene ninguna intención de retirarse del territorio en ningún futuro cercano.
Pero los cubanos habían revertido la situación en el terreno y cuando Pik Botha presentó las exigencias sudafricanas, Jorge Risquet, que estaba al frente de la delegación cubana le cayó encima con una tonelada de ladrillos: “la época de las aventuras militares, las agresiones impunes, de sus masacres de refugiados ha finalizado”. Sudáfrica —dijo— estaba actuando como si fuera “un ejército vencedor en vez de lo que es en realidad: un ejército agresor golpeado y en discreta retirada. Sudáfrica debe comprender que no obtendrá en esta mesa de negociaciones lo que no pudo lograr en el campo de batalla”. (4)
Al terminar la ronda de negociaciones en el Cairo Crocker le mandó un cable al secretario de Estado George Shultz diciendo que las conversaciones habían tenido “como telón de fondo la tensión militar creciente por el avance hacia la frontera de Namibia de tropas cubanas fuertemente armadas en el suroeste de Angola. El avance cubano en el suroeste de Angola ha creado una dinámica militar impredecible”. (5)
La gran pregunta era: ¿se detendrían los cubanos en la frontera? Para obtener una respuesta a esta pregunta, Crocker fue a buscar a Risquet: “¿Cuba tiene la intención de detener su avance en la frontera entre Namibia y Angola?”. Risquet contestó: “si yo le dijera que no van a detenerse yo estaría profiriendo una amenaza. Si yo le dijera que van a detenerse yo le estaría dando un meprobamato y yo ni quiero amenazar ni quiero darle un calmante, lo que he dicho es que solo los acuerdos sobre la independencia de Namibia pueden dar las garantías”. (6)
Al día siguiente, 27 de junio de 1988, MIG cubanos atacaron posiciones de las SADF cerca de la presa de Calueque, 11 kilómetros al norte de la frontera de Namibia. La CIA informó que: “la manera exitosa con que Cuba ha utilizado su fuerza aérea y la aparente debilidad de las defensas antiaéreas de Pretoria” subrayaban el hecho de que la Habana había logrado la superioridad aérea en el sur de Angola y en el norte de Namibia. Unas pocas horas después del ataque exitoso de los cubanos, las SADF destruyeron un puente cercano a Calueque sobre el río Cunene. Lo destruyeron —la CIA opinó— “para dificultar a las tropas cubanas y angolanas el cruce de la frontera con Namibia y para reducir el número de posiciones que deben defender”. (7)
El peligro de un avance cubano sobre Namibia nunca antes había parecido tan real.
Los últimos soldados sudafricanos salieron de Angola el 30 de agosto, cuando los negociadores ni siquiera habían empezado a discutir el cronograma de la retirada cubana de Angola.
A pesar de todos los esfuerzos de Washington para impedirlo, Cuba cambió el curso de la historia de África Austral. Hasta Crocker reconoció el papel de Cuba cuando le dijo en un cable a Shultz el 25 de agosto de 1988: “descubrir lo que piensan los cubanos es una forma de arte. Están preparados tanto para la guerra como para la paz. Hemos sido testigos de un gran refinamiento táctico y de una verdadera creatividad en la mesa de negociaciones. Esto tiene como telón de fondo las fulminaciones de Castro y el despliegue sin precedentes de sus soldados en el terreno”. (8)
La proeza de los cubanos en el campo de batalla y su virtuosidad en la mesa de negociaciones fueron decisivas para obligar a Sudáfrica a aceptar la independencia de Namibia. Su exitosa defensa de Cuito fue el preludio de una campaña que obligó a la SADF a salir de Angola. Esta victoria repercutió más allá de Namibia.
Muchos autores —Malan es solo un ejemplo— han tratado de reescribir esta historia, pero documentos norteamericanos y cubanos relatan lo que verdaderamente pasó. Esta verdad fue expresada con elocuencia por Thenjiwe Mtintso, embajadora de Sudáfrica en Cuba, en diciembre del 2005: “hoy Sudáfrica tiene muchos nuevos amigos. Ayer estos amigos se referían a nuestros líderes y a nuestros combatientes como terroristas y nos acosaban desde sus países a la vez que apoyaban a la Sudáfrica del Apartheid. Esos mismos amigos hoy quieren que nosotros denunciemos y aislemos a Cuba. Nuestra respuesta es muy simple, es la sangre de los mártires cubanos y no de estos amigos la que corre profundamente en la tierra africana y nutre el árbol de libertad en nuestra Patria”.

Piero Gleijeses*

Notas

(NR) Este artículo se escribió hace cinco años, en el aniversario 20 de la batalla.
1) Secretario de Estado, a la embajada de EE.UU., en Pretoria, 5 de diciembre de 1987, Freedom of Information Act (en adelante FOIA).
2) Transcripción sobre la reunión del Comandante en Jefe con la delegación de políticos de África del Sur (Comp Slovo), Centro de Información de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
3) Abramowitz (Oficina de Inteligencia del Departamento de Estado) al Secretario de Estado. 13 de mayo de 1988, FOIA.
4) Transcripción no oficial. Conversaciones RPA-CUBA EE.UU.-RSA (Reunión Cuatripartita) sesión de la tarde del 24-6-88. Archivo del CC, La Habana (en adelante, ACC)
5) Crocker al Secretario de Estado 26 de junio de 1988. FOIA.
6) Entrevista de Risquet con Chester Crocker, 26-6-88, ACC.
7) CIA, South Africa-Angola-Cuba, 29 de junio de 1988. FOIA; CIA, South África-Angola-Cuba, 1 de julio de 1988, FOIA.
8) Crocker al Secretario de Estado, 25 de agosto de 1988, FOIA.

(*) Politólogo e historiador italiano, profesor de política exterior de Estados Unidos en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS) de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos.

Los yanquis amenazan con guerra a Corea del Norte, ¿Debe o no defenderse?



1. Kim Jong-un, el presidente o líder de Corea el Norte, según se informó, ordenó la madrugada de hoy viernes 29 poner en alerta las tropas de misiles estratégicos para lanzar un posible ataque contra la parte continental de EEUU y las bases estadounidenses en Corea del Sur y el Pacífico; se dice que en una reunión Kim dispuso que se prepara el lanzamiento de misiles estratégicos para que puedan alcanzar en cualquier momento el territorio de EEUU y sus bases militares en Correa del Sur, Hawai y Guam. Asimismo el Ejército de Corea del Norte incrementó la actividad en sus bases de misiles de mediano y largo alcance. ¡Cuánto cinismo! Miedo a un país pequeño, pobre y sin más armamento que el sólo hecho de presionar para ser tomado en cuenta. Me recuerda cuando en 1962 Cuba, isla de 10 millones de habitantes, era acusada de amenazar a los mismos EEUU, el país más poderoso del mundo en todos los campos.
2. La realidad es que durante un siglo ha sido más que probado, que los poderosos empresarios fabricantes de armas de los EEUU no pueden vivir sin provocar guerras: terminó la guerra de Kosovo, pero se iniciaron invasiones a Irak, Afganistán, se colocaron decenas de bases militares, se propició golpe de Estado en Venezuela y Honduras, se amenazó a Irán y ahora a Corea del Norte. El objetivo ha sido siempre el saqueo de riquezas, el dominio del petróleo; pero los pretextos siempre son muchos, fáciles de inventar: lo importante es vender armas, aviones, helicópteros y así demostrar que sube la bolsa de valores y la economía se va para arriba en los EEUU. ¿Qué sabe el pueblo norteamericano de lo que hacen sus jefes, los poderosos yanquis empresarios si lo mantienen muy bien divertido y aturdido? Pero Corea del Norte, aunque es una pequeña península, no quiere ser esclavo yanqui y ha dicho basta; por ese motivo se le acusa de todo.
3. Ahora -gritan alarmados los EEUU y los medios de información a su servicio- que “Corea del Norte eleva el tono de sus amenazas y apunta directamente a EEUU”. Pero silencian de manera cínica que hace dos meses los EEUU iniciaron ejercicios militares y se reconoce que “la amenaza de Corea Norte llega después” (y en eso hay que darse cuenta) de que Washington envió, como si fuera una provocación, primero dos bombarderos nucleares a sus bases de Corea del Sur en una excepcional demostración de fuerza; con esa provocación EEUU pretende demostrar la capacidad "de llevar a cabo ataques de larga distancia y precisión con rapidez" y el compromiso de "defender a Corea del Sur" y extender el efecto disuasorio en la región Asia Pacífico". Además, el Pentágono como un reto, había anunciado recientemente que reforzaba su escudo antimisiles por temor a un ataque norcoreano. Corea del Norte no debe dar ni un paso atrás, pero también debe estar atento del juego político que prepara en Pentágono yanqui.
4. Un día antes, el jueves por la noche, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, dijo que Washington se estaba tomando muy en serio las amenazas de Pyongyang, horas después de que el Pentágono diera la orden de que sobrevolaran la región bombarderos furtivos B-2. EEUU recordó que durante las maniobras en curso han participado también bombarderos B-52 con capacidad nuclear. Hagel negó que el despliegue de los B-2 en Corea del Sur fuera una provocación y aseguró que “la disuasión también forma parte de los ejercicios militares” entre las fuerzas surcoreanas y las tropas estadounidenses, maniobras que comenzaron el 1 de marzo y se prolongarán hasta el 30 de abril. ¿Por qué el secretario de Defensa niega que EEUU esté en plan de clara provocación? Lo único que hace Corea del Norte es defenderse ante los ejercicios militares que EEUU y Corea del Sur realizan a unos cuantos kilómetros de Pyongyang, capital de aquella nación.
5. Corea del Norte hoy, es un pequeño país peninsular de 25 millones de habitantes. Fue divido en 1945 al terminar la segunda guerra mundial en dos zonas de influencia: la soviética en el Norte y la yanqui en el Sur; ello provocó después una funesta guerra de 1950-53. Sin embargo Corea no ha dejado de luchar por mayor presencia en el mundo y, al mismo tiempo, por solucionar sus problemas internos provocados por bloqueos de los EEUU. Por ello ha tratado de desarrollar una industria nuclear, al estilo de otros países como EEUU, Inglaterra, Israel, Rusia, China, que han usado para desarrollar su industria y al mismo tiempo para obtener mayor presencia mundial. Los coreanos preguntan: ¿Por qué hay decenas de países que poseen industrias nucleares y por qué su prohíbe a Corea del Norte desarrollar la suya? En 2003 Bush declaró que Norcorea es parte de “Eje del Mal”, junto a otros países que considera enemigos.
6. En octubre de 2006 Corea del Norte, buscando que se le escuche, hizo explotar su primera bomba nuclear a pesar de las amenazas por parte de los EEUU. Luego se reanudaron las conversaciones multilaterales con otros países en Pekín. Al siguiente año, en la misma capital China, Corea del Norte exigió compensaciones energéticas y en conversaciones a seis bandas, las delegaciones de Corea del Norte, Corea del Sur, EEUU, Rusia, Japón y China se firmaron acuerdos de desnuclearización de Corea del Norte. A cambio, la Corea del Norte recibiría ayuda energética equivalente a un millón de toneladas de petróleo y compensaciones económicas. Sin embargo, tras la llegada al poder en Corea del Sur del conservador proyanqui Lee Myung-bak tras las elecciones de 2008, ese tratado quedó cancelado y toda la ayuda al país dada por los anteriores gobiernos desapareció. ¿No está claro acaso que se busca evitar que Corea del Norte se defienda?
7. La realidad es que la última prueba nuclear de Corea del Norte se realizó el pasado mes, el 11 d febrero de 2013, en el noroeste del país generando un estado de alerta en Corea el Sur y en el mundo en el cual llamaron en la ONU a asamblea general urgente, poco tiempo después de que se detonara la bomba nuclear de prueba. ¿Habrá caído en la provocación el gobierno de Pyongyang a pesar de que durante más de 10 años han sido calentados por los yanquis? Parece que ya nos veremos en las calles gritando –por enésima vez- contra ese maldito imperio que no puede descansar de bombardear e invadir países. Pero tenemos esperanza en que China, Rusia, incluso Japón y de más países de la región, estén dispuestos a parar a los EEUU. ¿O será que el imperio gringo –que durante un siglo ha impuesto su poder total- esté ya dando los últimos pasos hacia el cadalso en este mundo que se está transformando en tri o multipolar?

Pedro Echeverría V.

La realidad vergonzante



El lunes pasado asistí, aquí en Buenos Aires, a uno de los actos más plenos de coraje y constructivos de los que he vivido en mi larga vida. El realizado en la Comisión Nacional de Valores, en la calle 25 de Mayo, plena de bancos y de vida financiera y de negocios. Se presentó allí un informe acerca de “Economía política, sistema financiero y dictadura”. Por primera vez una investigación a fondo de los delitos económicos cometidos por la última dictadura militar. Delitos que beneficiaron a militares y a los civiles colaboracionistas de la dictadura, casi todos ellos, empresarios de gran fuste. Sí, por primera vez se investiga este aspecto de la última dictadura que, a la vez que hacía desaparecer a seres humanos, se quedaba, en el caso de empresarios, con su fortuna, sus propiedades, sus acciones. Como digo siempre: en mis 86 años he conocido trece dictadores. Todos ellos, después de finalizar su poderío murieron pacíficamente en sus domicilios, gozando de sus sueldos de generales y almirantes y, por supuesto, de sus títulos militares. Esta es la primera vez que los dictadores y sus secuaces están en cárceles comunes y se investigan los delitos económicos cometidos durante sus mandatos. La única vergüenza para la Etica ha sido que Martínez de Hoz, el secuaz más penetrante de ese período de violencia e injusticia, murió en su edificio, el más lujoso de Buenos Aires, el Cavanagh. Y aquí la pregunta es: por qué si las cárceles argentinas todas tienen instalaciones médicas no se lo envió a una de esas enfermerías carcelarias. No, Martínez de Hoz murió en su cama y en su edificio de aristócrata.
Pero vayamos al informe de la Comisión de Valores. Ese informe fue elaborado por tres profundos investigadores: Celeste Perosini, Walter Bosisio y Bruno Napoli. En la edición del domingo pasado de Página/12, Alejandra Dandán hace un profundo análisis de este informe. Y con esta nota quisiéramos ahondar en dar datos sobre el doloroso y patético proceso que debieron sufrir los empresarios Alejandro y Carlos Iaccarino, dos hombres que trataban de establecer un sistema menos explotador y más coherente, en cuanto a la distribución de bienes en torno de sus obreros y el cuidado de la naturaleza. Dos aspectos muy mal vistos por los empresarios clásicos y por la línea económica llevada a cabo por Martínez de Hoz y apoyada por las tres armas de la Nación.
Es increíble: todo está demostrado en actas oficiales y de los juzgados. Nada se puede desmentir. Los hermanos Iaccarino poseían una empresa lechera en Santiago del Estero. Su forma de administración era bien distinta a las demás empresas que dominaban el mercado. Eliminaban las intermediaciones, trataban directamente con los productores, a los cuales se les pagaba más, y con los obreros se mantenía un diálogo perfecto conformándose los empresarios con ganancias más bien modestas pero que les llenaban de orgullo frente a las fortunas de la competencia. Por supuesto, esto no fue soportado por los poderosos que tenían contactos con el jefe supremo de la Economía, Martínez de Hoz.
Los tres hermanos fueron detenidos el 4 de noviembre de 1976, acusados de conspirar contra los bienes de la Nación. Comenzó el martirio. Los hermanos Alejandro, Carlos y Rodolfo Iaccarino estuvieron en nueve centros clandestinos de detención y en catorce centros de detención oficiales. Sufrieron torturas de toda clase. Alejandro nos relata lo que es soportar la picana eléctrica en todos sus matices y el estar “colgados” mientras se les practicaban esas torturas. Lo que perseguían los torturadores era que renunciaran a sus propiedades y se alejaran para siempre de las zonas en las que desarrollaban sus tareas. Hasta que todo culminó con lo que perseguían sus enemigos económicos: la renuncia a sus empresas y propiedades. Parece increíble. Pero todo se hizo legalmente: vino la escribana a la cárcel y también quienes exigían quedarse con todo. Ahí se levantó el acta, de la cual tienen una copia dada por la escribana oficial. Dice el acta: Escritura Número 210, en la ciudad de Avellaneda, a once de noviembre de 1977, ante mí, Lía M. Cuartas de Caamaño, escribana titular del registro No. Uno de este partido y a solicitud de los requirientes me constituyo en la Brigada de Investigaciones de Lanús, con asiento en Avellaneda... etc. Y allí les dan el poder a dos personas que podrán vender al precio que ellos indiquen las propiedades de sus posesiones en Santiago del Estero. Tal cual, con nombres y apellidos. La pregunta es: ¿cómo una escribana pudo soportar que a dos presos del Poder Ejecutivo se les obligue a firmar en ese centro de detención conocido como El infierno? Esa señora escribana sigue ejerciendo su profesión ahora, como si nada hubiese pasado. Sí, esa acta fue firmada con la condición de salvar sus vidas y terminar con los tormentos. Cuando salieron de la cárcel habían perdido todas sus pertenencias.
Hay un detalle todavía más increíble: dos de los empresarios enemigos de los hermanos Iaccarino, Bruno Chezzi, presidente de las empresas Equino Química y de la compañía de Tierras y Hoteles de Alta Gracia, y otro empresario, Vicente García, quienes eran los que habían movido a Martínez de Hoz en contra de los hermanos, acompañaron a la escribana en esa oportunidad, para ayudar a convencer a las víctimas de firmar porque si no sus vidas peligraban definitivamente. O entregaban todos los bienes o terminaban en el Río de la Plata tirados desde aviones de la Marina. Como era costumbre.
Esto ocurrió en la Argentina. La misma que tiene un papa, una reina con corona y un rey de la redonda. Y los peores crímenes de la humanidad. De una crueldad inaudita. Permitidos y ordenados desde el poder. Nuestros militares, nuestra policía pero también nuestros empresarios, es decir, también nuestros civiles, los políticos que aceptaron sonrientes ministerios y otros cargos y que hoy viven y pasan su vejez muy tranquilos en sus countries. Y obispos que daban la comunión en la Catedral a los desaparecedores. Un período donde reinó la malicia y lo peor del ser humano: la crueldad extrema. Los hermanos Iaccarino colgados y sometidos a la picana eléctrica para que dejen sus propiedades a los del poder. Un tiempo que nuestros nietos no comprenderán jamás.
Los hermanos Iaccarino tendrían que ser paseados oficialmente por todas las ciudades y pueblos del país, por todas sus universidades, por todos sus centros culturales para que relaten sus experiencias de empresarios que habían cometido el pecado de desafiar a las grandes empresas con un nuevo método de comerciar, más humano y más democrático. El 20 de abril comienza el juicio contra sus últimos represores de El infierno y sobre cómo allí debieron renunciar a todas sus propiedades ante una escribana oficial. Ojalá que también se haga el juicio con los empresarios que se prestaron con la dictadura de la de-saparición de personas para engrandecer su poderío eliminando a la competencia. Por fin: juicio a los civiles y uniformados que faltaron de esa manera tan atroz a la dignidad humana.

Osvaldo Bayer

viernes, marzo 29, 2013

“Vaticano Sociedad Anónima”



Según algunos analistas, las denuncias del libro con este título que el periodista italiano Gianluigi Nuzzi publicó no hace mucho, marcaron el principio del fin del papado de Benedicto. Revela con un detalle minucioso la saga de crímenes y negociados del Instituto para las Obras Religiosas (IOR), el piadoso nombre del Banco del Vaticano. La fuente es el archivo del monseñor Renato Dardozzi, de larga trayectoria en el manejo de las finanzas vaticanas. Dardozzi, poco antes de morir, le entregó ese archivo al periodista, en una suerte de exculpación testamentaria.
El IOR, que como su nombre lo indica debía proveer fondos a “obras” de la Iglesia, se transformó en un banco a partir del Tratado de Letrán, firmado con Mussolini en 1929, quien “capitalizó” a la institución con un aporte original de casi cien millones de dólares de la época, en concepto de indemnización por la expropiación de bienes pontificios en ocasión de la proclamación de la unidad de Italia en 1871.
A finales de los años sesenta, Pablo VI convocó al banquero Michel Sindona para que modernizara el Instituto. El hombre no se anduvo con chiquitas: abrió su caja para el lavado de dinero del tráfico de heroína y otros chanchuyos de la familia mafiosa de los Gambino y lo asoció al Banco Ambrosiano de Roberto Calvi. Calvi y Sindona eran miembros de la llamada “Logia P-Due” (Francis Ford Coppola ficcionaliza, en El Padrino, la relación entre los Corleone y la curia romana). Esos mismos fondos financiaron, en 1972, el operativo retorno de Perón. El genocida Massera era también miembro de la P-2.
Según David Yallops, autor del libro En nombre de Dios, el Papa Juan Pablo apareció muerto un mes después de haber sido elegido, en cuanto metió la nariz en los desaguisados del Banco de Dios. A comienzos de los años ochenta, cuando la institución estallaba en una escandalosa bancarrota, el vicepresidente del Banco Ambrosiano, Roberto Rossone, sufrió un intento de asesinato. En el manejo mafioso del banco quedó expuesto su jefe, el obispo norteamericano Paul Marcinkus. El Vaticano le otorgó “inmunidad” para que zafara de los tribunales italianos. En la época apareció “suicidado”, colgado de un puente sobre el Támesis, el jefe del Ambrosiano, Roberto Calvi.
En el IOR sólo pueden abrir cuentas institutos y funcionarios del clero. Las peores porquerías se desarrollaban en cuentas de fundaciones caritativas de la Iglesia. El titular de cada cuenta podía autorizar a cualquier particular a operar en su nombre, sin dejar registro de ellas. Según el investigador John Pollard, autor de El dinero y el ascenso del papado moderno, las finanzas del Vaticano son un incalculable agujero negro. “Cualquiera puede lavar dinero a través del IOR”, concluyó en un artículo reciente el diario italiano La Repubblica.
Benedicto XVI le acaba de entregar a Bergoglio el informe “secreto” sobre el Banco, que habría motivado su renuncia. Esta fue la razón de la reunión de estos infalibles. Se produjo bajo una intensa presión: Ettore Gotti Tedeschi insistió en que daría a conocer su propio archivo si el renunciante no le daba el informe al sucesor. Ettore fue presidente del IOR hasta mayo del año pasado, cuando los desplazó la runfla de Taricisio Bertone, el secretario de Estado del Vaticano. Ettore, quien dijo que también teme ser asesinado, puso su “carpeta” disuasoria en manos de algunos fiscales de la Justicia italiana.
Esta “papa caliente” le quema las manos a Bergoglio. Su biógrafo y amigo, Sergio Rubín, ha admitido que Francesco no decidió aún si dará a conocer lo que ocurre o mandará el asunto a los archivos para que se conozca… dentro de 75 años, cuando deberán ser abiertos según las disposiciones canónicas. Si Francesco no “hunde el bisturí” en el asunto, dice Rubin, “su futuro está hipotecado”. Un vaticanista habría advertido que el obispo argentino Leonardo Sandri, asociado a los capos de la curia de Roma, previno a Francesco contra el intento de abrir algunos de los entresijos del banco, como lo reclaman fiscales de la Justicia italiana. Según la corresponsal de La Nación, las conspiraciones en el Vaticano “ya están en marcha”.
A Bergoglio no le sobra el tiempo. La curia yanqui lo estaría apoyando para desbancar al “partido romano”. Los yanquis quieren ‘evangelizar’ a China, que sería el complemento religioso de la restauración capitalista. El menemista Jorge Castro, columnista de Clarín e intermediario de negocios con China, acaba de recordar los antecedentes “integristas” de Bergoglio, una expresión sustituta de católico-falangismo. También el K Horacio González adjudica a Bergoglio el proyecto de una “nación católica”.
En la bancarrota del Vaticano se cruzan todas las tendencias de la quiebra histórica del capitalismo.

Pablo Rieznik

Vladimir Ilich Lenin. Voz de la revolución.


Entrevista con Fidel Castro Díaz-Balart, el hijo mayor de Fidel Castro


Lenin en Octubre (1937)