viernes, junio 21, 2013

Brasil : una victoria seguida de muchas dudas



Manifestantes de extrema derecha queman bandera de partidos de izquierda en marcha realizada en San Pablo

Gobernantes anuncian la revocación del aumento de los boletos en el transporte público. Manifestaciones en todo el país conmemoran la victoria mientras grupos de derecha intentan capitalizar las protestas.

Por fin San Pablo y Rio de Janeiro se sumaron a las ciudades brasileñas que ya anunciaron la anulación del aumento de los boletos, sumándose a Goiânia, Manaus, Natal, Porto Alegre, Recife, João Pessoa e Cuiabá.
El anuncio fue realizado en la tarde del miércoles, 19 de junio. En San Pablo no sólo el boleto de colectivo, sino también el de tren y subte volverán a 3 reales y no más 3,20 reales, tarifa que estaba siendo cobrada desde el 2 de junio.
“La ciudad no va a olvidarse de lo que vivió en las últimas semanas. Aprendemos que solo la lucha de los de abajo puede derrotar los intereses impuestos de arriba. La intransigencia de los gobernantes tuvo que ceder a las calles, a las barricadas y a la bronca de la población”, declaró en nota oficial el Movimiento Passe Livre (MPL), organización que protagonizó las manifestaciones en diversas ciudades del país. “No fue el Movimento Passe Livre, ni otra organización que detuvo el aumento. Fue el pueblo”.
El MPL convocó, para el jueves a la tarde una manifestación en SP para conmemorar la victoria. Más de 100 mil personas fueron a la más emblemática avenida de la ciudad, la Paulista. Según el diario Estado de S. Paulo, había manifestaciones en otras 76 ciudades del país. Los diarios afirman que alrededor de 1 millón de personas fueron a las calles en todo el país.

La derecha reacciona

Desde que las manifestaciones, en distintas partes del país, empezaron a masificarse, la izquierda empezó a perder el protagonismo y el control de las mismas. A cada marcha se notaba la presencia de personas con reivindicaciones políticas diversas, entre ellas, contra la corrupción en el gobierno federal del Partido de los Trabajadores, un tema muy utilizado por la oposición de derecha para desgastar el ejecutivo federal. Críticas a la realización del Mundial en 2014, reclamos por mejor salud y educación también son frecuentes.
Desde la semana pasada, conocidos representantes de la oposición de derecha, como el periodista Arnaldo Jabor y el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, empezaron a hacer declaraciones elogiosas a las manifestaciones, cambiando el discurso de las primeras semanas. Los principales medios de comunicación hegemónicos del país, entre ellos la Globo también cambiaron el discurso acerca de las manifestaciones, intentando capitalizar la insatisfacción popular.
En un primer momento, tal hecho llevó al MPL y otras organizaciones de izquierda a hacer hincapié en la reivindicación acerca de la revocación del aumento de colectivo. “Manifestarse por todo es manifestarse por nada”, decían los mensajes compartidos en las redes sociales.
En la marcha conmemorativa del jueves, en San Pablo, las organizaciones de izquierda fueron con sus banderas y remeras. En determinado momento de la manifestación fueron obligadas a formar un cordón de seguridad y permanecer en un costado de la Avenida. Muchos, bajo amenazas, debieron salir de la marcha, con gritos y golpes de grupos de extrema derecha que coparon la Avenida Paulista con remeras y banderas de Brasil. Las banderas de los partidos de la izquierda eran sacadas a la fuerza por jóvenes identificados como pertenecientes a grupos de extrema derecha y enseguida quemadas.
En Ribeirão Preto, ciudad del interior de San Pablo, cuatro manifestantes fueron atropellados por un auto que forzó su camino por la calle en la cual se realizaba la protesta. Una de las víctimas está en estado grave y otra falleció.
En Brasilia, un militante del Partido de los Trabajadores (PT) fue amenazado con un cuchillo y forzado a dejar la protesta. Al final de la protesta, un grupo intentó entrar en el Congreso Nacional y después depredaron el edificio del Ministerio de las Relaciones Exteriores, el Palacio Itamaraty.
En Salvador, donde la policía reprimió a 80 mil manifestantes, el combate a la corrupción fue uno de los temas más presentes en las pancartas, así como el rechazo a las obras para el Mundial.
En Río de Janeiro, cerca de 40 personas quedaron heridas tras la represión de la policía a la marcha que reunió alrededor de 300 mil personas.
La presidenta Dilma Roussef convocó para el viernes a la mañana una reunión con algunos de sus ministros más cercanos, entre ellos, el de Justicia, José Eduardo Cardozo. Uno de los puntos que será discutido es si la presidenta saldrá en cadena nacional para hacer un pronunciamiento.

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