sábado, noviembre 22, 2014

A un año de las movilizaciones del EuroMaidan, vicepresidente de Estados Unidos visita Ucrania



El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, y el vicepresidente de Estados Unidos plantearon este viernes su apoyo a las negociaciones de paz tal cual fueron formuladas en el protocolo firmado en Minsk el 5 de septiembre. Esas negociaciones incluyen al actual gobierno de Ucrania, Rusia, y los líderes separatistas del este de Ucrania, con la supervisión de la Unión Europea.
"Hemos llegado al consenso total de que el formato más aceptable para garantizar el proceso de paz son las negociaciones de Minsk (...), donde debemos garantizar varios puntos clave del plan de paz", dijo Poroshenko en la conferencia de prensa conjunta con Biden.
Durante esta semana la tensión estuvo centrada en cómo continuar las negociaciones. Mientras el primer ministro de Ucrania había planteado volver al formato negociador de Ginebra (Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea), el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, rechazó cualquier negociación que no incluya a los representantes de la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, autoproclamadas en el este de Ucrania.
El mensaje de Estados Unidos y Ucrania este viernes reafirma la continuación del diálogo incluyendo a los separatistas, pero al mismo tiempo realizaron fuertes advertencias a Rusia.
El vicepresidente estadounidense exigió a Moscú que cumpla con los acuerdos de Minsk y advirtió sobre su papel en el este de Ucrania:
"Si sigue así, Rusia pagará un precio aún mayor y quedará aislada. Si Rusia cumpliera con sus obligaciones y respetará la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, podríamos hablar del futuro de las sanciones, pero es algo que no ha sucedido todavía", recalcó Biden.
Agregó que, en lugar de cumplir con los acuerdos de Minsk, Moscú emprende "acciones aún más provocadoras y un incumplimiento aún mayor" del documento "firmado por Rusia".
"Se trata de toda una serie de compromisos, incluido el alto de fuego, que incumplen. Debe llevarse a sus formaciones armadas, armas y militares", se dirigió el político estadounidense a la parte rusa.
El presidente ucraniano sostiene que Kiev cumple con todos los compromisos alcanzados en el Protocolo y el Memorándum de Minsk, firmados el pasado mes de septiembre. Sin embargo, esto está cuestionado por los líderes separatistas, que acusan a Kiev de seguir con los enfrentamientos armados.
El 21 de noviembre del 2013 comenzaron las movilizaciones conocidas como el “Maidan” o “EuroMaidan”. Las movilizaciones contra el entonces presidente ucraniano, Viktor Yanukovich se iniciaron después de su renuncia a firmar una Asociación comercial con Europa.
Pocas semanas después los manifestantes habían ocupado los principales edificios públicos y se produjeron fuertes choques con la policía, con el saldo de cientos de muertos en los meses siguientes. Las movilizaciones de la plaza “Maidan” llevaron a la destitución de Yanukovich, un político con afinidad con Rusia, en febrero del 2014.
El movimiento del Maidan tenía consignas pro europeas. El objetivo era distanciarse de Rusia y lograr una mayor integración con la Unión Europea. Lo lideraron partidos de la oposición liberal y también participaron algunos grupos de extrema derecha.
Desde entonces se abrió una profunda crisis, que se transformó en un importante conflicto internacional donde se enfrentan los intereses de Estados Unidos, Europa y Rusia.
Los puntos más álgidos fueron la anexión unilateral de Crimea por Rusia y la apertura de la guerra civil en el este de Ucrania, donde los separatistas proclamaron las Repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Desde entonces los enfrentamientos entre el ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos han provocado 4.317 personas muertas y 9.921 heridas. Más de mil personas murieron desde que se firmó la tregua, el 5 de septiembre.

Josefina L. Martínez
Madrid | @josefinamar14

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