domingo, noviembre 30, 2014

Tabaré Vázquez a un paso de la presidencia



Con un triunfo prácticamente asegurado del Frente Amplio en segunda vuelta, las últimas encuestas marcan una ventaja de entre 13 y 15% a favor de Vázquez-Sendic que alcanzaría entre el 53 y el 55% de los votos.
El escaso fervor electoral se cerró con la victoria frenteamplista del 26 de Octubre pasado. Desde ese entonces, en una campaña electoral que se caracterizó por ser la más apática y aburrida en muchas décadas, los presidenciables bajaron la intensidad de sus respectivas campañas.

Tabaré busca "ensancharse" hacia la derecha

Tabaré Vázquez, apoyado en el espaldarazo que significó el 48% de la primera vuelta y la mayoría en diputados, dedicó sus esfuerzos y su discurso a ensanchar su electorado hacia la derecha, generando a su vez más crisis en la oposición. Muestra de esto son las reuniones con dirigentes colorados de primera línea como Amado o Facello, ambos del sector Vamos Uruguay de Pedro Bordaberry. Esto terminó con la renuncia de Fernando Amado a ese sector. La postura de Bordaberry de apoyo a Lacalle Pou a su vez generó rechazo en minoritarios pero importantes sectores del partido de los ex presidentes Sanguinetti y Batlle. Algunos dirigentes de segunda línea en el interior del país no recomiendan el voto por ninguno de los candidatos, otros ya anunciaron que votarán a Vázquez-Sendic, y recientemente en Canelones un grupo de "batllistas" pidió el ingreso al Movimiento de Participación Popular de Mujica. Una muestra de la profunda crisis del histórico partido del estado que ya tiene a personajes como Borrelli, Scavarelli, Rondan, o Costa, apoyando al candidato frenteamplista desde la primera vuelta. En este sentido, la estrategia de Vázquez está siendo dirigida a desarticular a la oposición, teniendo un discurso atrayente tanto para los sectores blancos "wilsonistas", como para colorados "batllistas".
A nivel discursivo Vázquez marcó el giro a la derecha con sus spots televisivos comprometiéndose a "combatir la delincuencia y la inseguridad", donde explícitamente reconoce que en la era de gobiernos frenteamplistas se ha tecnificado a la policía y se ha aumentado el presupuesto para la represión. Así, el Frente Amplio como parte de los progresismos regionales se muestra capaz de neutralizar a la derecha tomando parte de su agenda y llevándola a cabo.

La oposición en repliegue y sin claro rumbo

Por su parte Lacalle Pou intentó combinar su discurso "Por la positiva" (y su convocatoria a "las mayorías sociales") con una leve confrontación programática en lo que respecta a los impuestos (planteando que el FA aumentará la carga impositiva sobre la clase media), y "alertando" sobre lo perjudicial de un nuevo gobierno con mayorías propias en el parlamento. Pero cualquiera sea la estrategia a utilizar, el clima que se respira en la fórmula blanca es de confusión y derrota en toda la línea. Es por esto que ya en noviembre casi no hicieron actos, no pagaron "militancia" en las calles, y no realizaron repetidos spots televisivos. Ante el multitudinario cierre de campaña del Frente Amplio en el Parque Batlle de Montevideo, la fórmula nacionalista eligió refugiarse en San Carlos, una pequeña localidad del Departamento de Maldonado. Una verdadera retirada en orden que buscará que los números de la derrota sean lo más benévolos posible.

Un candidato que "da garantías"

Uno de los puntos fuertes de la campaña electoral frenteamplista fue el haberse mostrado como un polo de "certezas", frente a lo que sería la aventura del joven candidato derechista. Tanto Tabaré en las riendas del gobierno, como Astori desde la línea económica expresan "un rumbo seguro", frase repetida hasta el hartazgo. Es una consigna con múltiples significados, pero centralmente va dirigido a la clase media que quiere un futuro de estabilidades y "progreso", a los empresarios que ven un próximo período con peligrosas turbulencias y buscarán mantener su margen de ganancia, y hacia los trabajadores que buscarán no perder lo conquistado e ir por más.
Ya desde Febrero cuando Vázquez anunció su candidatura, tanto la banca internacional, como los gerentes y dueños de las firmas más importantes del país saludaban su postulación. Es que es el hombre que puede disciplinar a las distintas alas internas del FA, y con ello a los sindicatos, y negociar y dialogar con los empresarios para dar lugar a sus demandas. En este sentido, el Frente Amplio como partido de la administración estatal viene a cumplir un rol aún más eficiente que el Partido Colorado, ya que no solo posee hegemonía sobre las capas medias urbanas y sobre importantes franjas de sectores pobres, sino también conserva hegemonía propia en los principales sindicatos. A propósito de la discusión de moda de la última semana, más que un populismo burgués propiamente dicho, la metamorfosis del FA en el gobierno va hacia un "batllismo con control sindical".

La Izquierda Diario

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