miércoles, febrero 11, 2015

Un nuevo escándalo sacude al banco HSBC

El gigante financiero con sede en Londres ayudó sistemáticamente a clientes con grandes fortunas de distintos países a evadir impuestos. El “Swiss Leak Data”, difundido este domingo, es la divulgación de datos bancarios más importante de la historia.

Los cables filtrados muestran cómo los empleados del banco se comprometían a no dar información sobre los activos de sus clientes, y los ayudaban a encontrar opciones para evadir los impuestos de sus países.
La divulgación de este documento socava la ya cuestionada reputación de la banca internacional, luego de 6 años de comenzada la crisis financiera mundial. Algunos políticos se vieron forzados a proteger a sus socios en los negocios y en el gobierno, como es el caso de Stephen Green, ex directivo de HSBC en Londres devenido Ministro de Comercio de David Cameron. El primer ministro británico salió a defenderlo públicamente.
Otras figuras, como la senadora estadounidense Elizabeth Warren, aprovecharon para despotricar contra la impunidad del sector financiero y pedir un duro castigo por parte de los fiscales federales.
Las autoridades de Estados Unidos están investigando además, si el banco manipuló las tasas cambiarias en la compra-venta de moneda extranjera. La pesquisa podría llevar a que el Departamento de Justicia revise un acuerdo diferido de la fiscalía con el banco alcanzado en 2012.
El acuerdo era parte de un pacto por 1.900 millones de dólares que permitió a HSBC evitar cargos criminales después de que se descubrió que ayudó a mover cientos de millones de dólares provenientes del narcotráfico al sistema financiero estadounidense.
Esto se suma a las investigaciones que sobre el banco están realizando los gobiernos de Argentina, Bélgica y Francia.

El informe del ICIJ

El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés), que coordinó la divulgación de detalles de datos filtrados de clientes, publicó una lista en la que figuran ejecutivos de corporaciones, como el recientemente fallecido presidente del banco Santander Emilio Botín, artistas y familias ricas.
Los documentos también mencionan a traficantes de armas, personas vinculadas a ex dictadores y traficantes de "diamantes de sangre”, como se conocen los obtenidos en zonas de guerra haciendo uso de trabajo esclavo.
La lista de clientes de HSBC fue suministrada por Hervé Falciani, un ex empleado del sector de informática de la filial suiza de HSBC. El banco dijo que Falciani descargó detalles de las cuentas y clientes a fines del 2006 y principios del 2007.
Suiza presentó cargos contra Falciani por espionaje industrial y violar las leyes de secreto bancario del país. Es que los activos depositados en cuentas suizas representan una fuente importantísima de ganancias para el país europeo. Las cláusulas de confidencialidad son uno de los principales atractivos de las cuentas en suiza.

Legalidades diferentes

Falciani dijo que es un informante intentando ayudar a los gobiernos a perseguir ciudadanos que utilizan cuentas suizas para evadir impuestos. El problema es que se metió con un pez gordo.
Se sabe que cuando dos derechos se enfrentan lo que define es la fuerza, y en este caso los bancos –sobra decirlo- son los más fuertes. Pero en este escenario hay otra variable que entra en juego: la legitimidad.
La crisis económica y financiera internacional, provocada en gran medida por el accionar consciente e irresponsable –e ilegal- de las grandes entidades financieras obliga a los representantes del régimen político de distintos países, como Elizabeth Warren, a tomar distancia y mostrar los dientes.
El resultado será la imposición de una multa millonaria que el banco pagará sin esfuerzo, y las operaciones ilegales seguirán siendo negocio. Falciani deberá buscar asilo en Rusia o Ecuador, o enfrentar el peso de la Ley en Suiza.

Juan Cruz Ferre

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