miércoles, noviembre 25, 2015

Algunas notas sobre el POUM, el arte y la cultura revolucionaria



El POUM, los de la “unificación”, nacieron hace ahora 80 años 1. Dicho concepto unificador se proyectaba hacia la izquierda socialista –Largo Caballero y Carrillo insistían en que ingresaran en el PSOE-, así como los grupos y partidos que en 1936 crearon el PSUC cuya naturaleza estalinista le vendrá impuesta a finales del mismo año. 2/
El POUM surgió de un encuentro entre “maurinistas” y trotskistas, pero también albergaba a nacionalistas catalanes (Jordi Arquer, Josep Rovira), bujarinistas Julián Gorkin, Lluís Portela) y “rabassaires”, y su planteamiento central se apoyaba más en el referente del Octubre asturiano de la “democracia obrera” que en el Octubre ruso. Obrerista, socialista, internacionalistas, wel POUM contó con diversos y potentes afluentes culturales sobre los que van estas breves notas.
BOC. En Cataluña, los comunistas democráticos formaban parte de lo que Ferran Aïsa llama la “tercera tendencia”, o sea del sector “bolchevique” de la CNT, distinto tanto de faístas como de los trentistas, aunque en 1933-1934, encuentran mucha mas facilidad en trabajar con los segundos que los primeros. En este terreno compartido con la CNT se dan conexiones bastante singulares. Este sería el caso del poeta Joan Salvat-Papasseit, de filiación anárquico-gorkiana, muy amigo de Andreu Nin con el que tuvo trayectos paralelos: ambos fueron desde el PSOE a la CNT, ambos serán fervientes partidarios de la “revolución bolchevique”, Joan justo hasta su muerte (1924)…
En este mismo apartado cabe señalar la persencia del inquieto pintor comunista gitano sevillano (y además, catalanista) Helios Gómez, seguramente el dibujante más habitual de “L´Hora” y “La Batalla” durante su periodo bloquista. Su retrato de Maurín –así como los de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht- llegará a ser casi tan conocido como algunas de sus fotografías. Helios abandonó la CNT en 1930 para ingresar en lo que será el BOC arguyendo que se trataba “simplemente (de) una rectificación en la metodología revolucionaria (…) La revolución rusa es un ejemplo elocuentísimo del procedimiento estatal de clase como transición hacia la desaparición de las clases”, lo que no le impedirá un año más tarde ingresar en el PCE tras hacer una declaración estentórea.
En ella escribe que “esta raquítica `oposición´ es una mezcla pintoresca de indefinición, donde el despecho no sabe cómo disfrazarse y unas veces se nos aparece con traje de trotskismo, otra de anarquista o de republicano, aunque al final, por ley de gravedad ineludible que tienen todos los monigotes e cabeza hueca y pies de plomo, caen mostrando lo que fatalmente no pueden ocultar. Lo que en realidad es el motor de su actividad: `El Estómago´”. Helios regresará finalmente a la CNT, aunque siempre con su manera de actuar propio como “borchevique andaluz” como gustaba de llamarse, tal nos contaba el poumista “Quique” Rodríguez, que fue uno de sus muchos amigos. Se cuenta que cuando Helios llegó a Barcelona, y se encontró a sus amigos detenidos, se fue a las Ramblas y comenzó a dar un mitin a favor de la consignan del UHP (¡Uníos Hermanos Proletarios¡) que estaba prohibido, y lo encerraron.
Con su habitual convicción Wilebaldo Solano contaba, que detrás del BOC había un extenso tejido social, “por ejemplo, en Barcelona, en el Ateneo Enciclopédico, el Ateneo Politécnico y en los Ateneos de otras ciudades de Cataluña. Los compañeros nuestros eran muchas veces los animadores de ese tejido social. Es decir, que estábamos muy metidos en el tejido social del país y con gente valiosa…”.
“L´Hora” fue una revista de gran repercusión. Estaba escrita en catalán y fue dirigida por Daniel Domingo i Montserrat, miembro activo y reconocido del Ateneu Enciclopédic Popular, desde el que dirigió la sub-sección internacional de la Secció d´Estudis Politics i Socials. De esta época data su libro La dictadura del capitalismo (1932). En su primer número proclama –obviamente- en catalán: “L´Hora vol esser més que un text doctrinal, un altaveu emocional. Mes que acatament, una tralla”. En sus páginas “se trataba de una multiplicidad de cuestiones políticas, históricas, literarias y artísticas, sin olvidar las noticias cinematográficas, todas ellas con coherencia de criterios”, expresando ya una tendencia hacia la modernidad periodística que resultará especialmente destacada en “La Batalla” bajo la dirección de Josep Escuder, un periodista reconocido que se olvidó de su “status” en la prensa de izquierdas neoyorkina para asumir esta tarea.
El principal animador de la política cultural del BOC por entonces fue Jaume Miravitlles, uno de los puntales de la cultura inconformista catalana. Después de escribir Miravitlles Contra la cultura burguesa, muy en línea de la oposición que se estaba desarrollando en la URSS entre la cultura burguesa/cultura proletaria, se mostrará más abierto en su siguiente libro, El ritme de la revolució, que por cierto, fue prologado por Salvador Dalí. Fue la época del manifiesto El surrealismo al servicio de la revolución, y Dalí se hacía notar por sus desprecios por la moral burguesa. Ya antes había hecho un dibujo de Trotsky que fue entendido como un guiño a los comunistas, detalles y momentos estos que en 1936 ya eran cosas de otra época. No en vano Dalí se convirtió –como diría Granell- en “el gran cabrón”, un repudio en el que también abundara Orwell de una manera no menos airada.
De la mano de Miravitlles, Dalí intervino en un mitin del BOC en septiembre de 1931, pero las coincidencias acabaron aquí. De hecho, en esta época Miravitlles creía que el surrealismo no podía ser utilizado como un arma “al servicio del proletariado”, y desdeñaba las elucubraciones de Dalí como “masturbaciones”. Sin embargo, esto no impidió que Maravilles hiciera una célebre “perfomance” junto con Dalí en Un perro andaluz. Es aquella en la que ambos aparecen caracterizados como “maristas”. Anotemos que la película que Buñuel hizo en 1929 con guión del pintor de Cadaqués, acabó siendo quizás la más emblemática de la compulsiva filmografía surrealista. Otro personaje clave de “L ´Hora” fue el periodista Àngel Estivill que creó la sección “Les Arts”, dedicada a lo que llamaban “al arte proletario”. Bastante olvidado, Jordi Éstivill fue uno de los personajes más reconocidos del bloquismo. Tuvo una destacada actividad en los hechos de Octubre de 1934, en base a los cuales escribió un entusiasta testimonio “6 d’ Octubre. L’ensulsiada dels jacobins”, en cuyas páginas exponía vigorosamente la idea de la necesidad de que la clase obrera encabezara una doble liberación: la social y la nacional.
Se puede decir que, en sus actividades divulgadoras el BOC dio más importancia a la relación y a la extensión de la cultura que a los debates que, muy significativamente, Trotsky mantenía con las escuelas que bajo el paraguas de la “cultura proletaria” trataban de imponer la hegemonía cultural del Estado, aunque hasta entrado los años veinte el estalinismo todavía era un fenómeno lejano e incipiente, con el que el BOC rompería cuando el desastre de la derrota de la clase obrera alemana –enfrentada entre socialdemócratas legalistas y unos muy sectarios comunistas oficiales-, le permite comprender mejor todo su significado. Será a partir de 1933 que el BOC y la ICE inician el curso que dará lugar a la creación del POUM.
Anotemos que sobre el BOC resultan en todo punto imprescindibles los diversos trabajos de Ferran Aïsa como Una història de Barcelona, Ateneu Enciclopèdic Popular, 1902-1999 (2000); El laberint roig, Victor Colomer i Joaquim Maurín, mestres i revolucionaris (2005), pero sobre todo Les avantguardes. Surrealisme i revolució (2008), todos ellos publicados en Editorial Base, responsable también de la edición catalana de la obra de Andreu Nin, Els moviments d´emancipació nacional…

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Izquierda Comunista. Desde ICE, el colectivo ligado a la tentativa de Trotsky por cambiar el curso estaliniano del movimiento comunista, se mostrará especialmente activo en la actividad cultural, y su nivel de formación será reconocida, especialmente por los jóvenes socialistas. Su buque insignia fue la revista Comunismo, que combina importantes aportaciones sobre la situación mundial –en especial sobre la crisis alemana y la URSS- con los análisis de la lucha de clases en España. Su alto nivel servirá de referente de otras revistas como La Nueva Era, del BOC, pero sobre todo de Leviatán, dirigida por el “caballerista” Luis Araquistáin, que supuso el proyecto más serio de crear un foro abierto a todas las izquierdas, y en la que colaboraron junto con Maurín, la plana mayor de la ICE: Nin, Andrade, Bilbao, Fersen…
La ICE será también vehiculo de los presupuestos trotskiano sobre el arte y la revolución cuyo recorrido alcanzará su punto más álgido en el encuentro que tuvieron Trotsky y Breton en Patzcuaro, México, cuando ambos redactan el Manifiesto por un arte revolucionario e independiente, escrito en 1938, y que proclama ”Estimamos que la tarea suprema del arte en nuestras época consiste en participar consciente y activamente en la preparación de la revolución…”, y la libertad ilimitada del arte y la literatura bajo el socialismo.
…Este encuentro dará pie a la creación de la Federación Internacional de Artistas Revolucionarios e Independientes (FIARI), que contará con el apoyo de personalidades tan ligadas al POUM como George Orwell, Victor Serge, Marcel Martinet o Ignazio Silone, aunque la II Guerra Mundial destruirá esta iniciativa audaz y libertaria contra la corriente, y que apenas sí logró alcanzado ser un –deslumbrante– embrión sobre el que, dada la trascendencia cultural y política que representaba, sería muy importante indagar…
La primera traducción de uno de los trabajos de Trotsky sobre literatura –La verdadera poesía de la revolución-, aparecerá en “La Batalla” en 1923, y existe una edición de Literatura y revolución, del mismo año. Otra obra de Trotsky, Lenin, que como es bien sabido, resultó determinante en el compromiso de Breton, tuvo una traducción en 1927. Ni una ni otra tuvieron demasiada difusión, pero es evidente que los comunistas más ligados a las inquietudes literarias hicieron buen uso de ellas, y que pesaron en sus alforjas para convertirse en una referencia importante para muchos jóvenes intelectuales que se sintieron seducidos por la figura de Trotsky, un encuadre del que ofrecerá un penetrante testimonio el conocido periodista norteamericano John Gunther, renombrado autor de Inside Europa. Éste, después de conversar animadamente con los presente en la III Conferencia de la ICE, explica: “…Trotsky. De la revolución. Nuevamente de Trotsky. Todo parece muy inútil y bastante irreal. Sin embargo, no habían pasado muchos años desde que Lenin y Plejanov, Zinóviev, Radek y Bujarin revoloteaban en grupos, cerrados y tensos, por mesas de café iguales a ésta, hablando, hablando, hablando; y, probablemente, a la policía del zar le resultaba demasiado divertido”.
Más adelante, prosigue: “En ningún país los trotskistas son lo suficientemente fuertes como para desafiar directamente a la organización estalinista pero en Grecia, Checoslovaquia, Alemania y, especialmente en España, su poder va en aumento…” También hace el siguiente apunte sobre la militancia presente: “Los camaradas, en su mayor parte trabajadores con gorras y bufandas, y unos pocos escritores e intelectuales, jóvenes altos de tez oscura, conversan acaloradamente reunidos en pequeños grupos…” Estas líneas nos remiten a un curioso detalle, a la presencia de jóvenes intelectuales que fueron “trotskistas” en la época, y que mucho tiempo más tarde y ya situados casi en otra galaxia política y de regreso a la casa del padre más terrible y cruel jamás conocido, evocarán aquellos tiempos, no sin cierto regusto nostálgico
Muy indicativo de estos trazos sería el caso del muy minoritario -pero no por ello menos vivo inquieto- grupo trotskista gallego, en el que se insertan los hermanos Granell, y que conecta con eminentes figuras del surrealismo como Maruja Mallo, historia sobre la que me remito al cuidadoso y detallado trabajo de Dionisio Pereira Los heterodoxos del comunismo gallego, 1931-1936, incluido en la obra colectiva Eugenio Granell, militante del POUM, editado por la Fundación Granell en el año 2007.
Al cabo de los años, algunos personajes de la vida nacional de la postguerra y por lo tanto, eminentes conservadores, dieron a conocer sus veleidades “trotskistas” juveniles. Entre ellos cabe citar al arquitecto e historiador del arte Fernando Checa-Goitia, al hijo de Gregorio Marañón que cita el caso de su famoso padre, uno de los liberales que acabaron dándole la espalda a la República, el historiador Jesús Pabón, biógrafo de Cambó y de Salazar, y autor de un trabajado prólogo a la de edición del Lenin (Ariel, Barcelona, 1970)…En El sueño de una generación (Francisco Gracia Alonso y José María Fullola i Pericot, ed. Universitat de Barcelona, 2006), que trata del crucero de la élite universitaria llevó a cabo en 1933 por el Mediterráneo, y detalla como parte de sus componentes hicieron todo lo posible por hacer una visita a Trotsky en Prinkipo…

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Detalles de aquí y allá, partes de un mosaico muy amplio que nos lleva a la esforzada trayectoria del comunismo democrático que se opusieron al estalinismo cuando éste estaba fuera de cuestión para buena parte de la izquierda y de la cultura.

Pepe Gutiérrez-Álvarez

Notas

1/ Una efeméride que la Fundación Andreu Nin ha celebrada con jornadas abiertas en Madrid, Barcelona, La Felguera, Oviedo, y el mes próximo en Valencia. Me refiero a todo ello en 80 años después: el POUM entre Cataluña y Asturias.
2/ Me he referido a este proceso en un artículo reciente: El POUM y el PSUC, dos caras -contrapuestas- de una misma propuesta…www.fundanin.org/gutierrez121.h

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