miércoles, noviembre 25, 2015

Mariposas luchadoras, las hermanas Mirabal



Hace 34 años en el Iº Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe se estableció el 25 de noviembre como el Día de lucha contra la violencia hacia las mujeres, hoy se relata su historia.

El 16 de agosto de 1930 Rafael Leónidas Trujillo inició en República Dominicana la dictadura que se extendería por 31 años, hasta el 30 de mayo de 1961.
Transcurría el año 1960 y en América Central se producían cambios políticos rotundos, que terminaron con las dictaduras de Rojas Pinalla en Colombia y Pérez Jiménez en Venezuela. Un año antes había huído de Cuba por el triunfo de la Revolución el dictador Fulgencio Batista. En República Dominicana un movimiento clandestino de izquierda se organizó contra la dictadura de Trujillo.
En este movimiento participaban las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, junto a sus esposos y a un centenar de luchadores antidictatoriales. Dentro de este grupo eran conocidas como Las Mariposas, porque ese era el nombre con que Minerva se identificaba en las relaciones políticas.
A poco tiempo de iniciar la resistencia, Minerva y María Teresa fueron encarceladas y torturadas, como también sus maridos y el hijo mayor de Patria.
Sin embargo, el 9 de agosto de 1960, en un gesto que resultó extraño, el dictador Trujillo les concedió el arresto domiciliario, permitiéndoles salir para visitar a sus esposos y para ir a misa. Tras un par de semanas en libertad, ya existían informes sobre reuniones secretas contra el régimen encabezadas de nuevo por las hermanas Mirabal. Fue entonces que Trujillo dio la orden de eliminar a Las Mariposas.
El 25 de noviembre de ese año, cuando volvían de la cárcel de visitar a sus esposos, junto con Minerva y María Teresa, estaba Patria. El jeep en el que viajaban fue interceptado en la carretera por fuerzas militares del dictador. Las tres hermanas y el chofer fueron brutalmente asesinados a golpes, y lanzados a un barranco para simular un accidente.
Trujillo supuso que con la desaparición de las hermanas terminaba con un problema. Sin embargo, el asesinato le trajo muchos inconvenientes y fue el principio del fin de su dictadura. La muerte de las Mirabal causó gran repercusión en la República Dominicana y provocó que el pueblo se mostrara cada vez más proclive a apoyar a las Mirabal y sus ideales. Esta reacción contribuyó a despertar conciencia y finalmente culminó con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961.
En el año 1981 se realizó el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá. Allí se propuso establecer el 25 de noviembre como el Día de Lucha Contra La Violencia Hacia las Mujeres, rindiendo así un homenaje a las hermanas dominicanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal. Mujeres que son un ejemplo de organización y lucha.

Volvamos a las calles y gritemos #NiUnaMenos

Hoy en Argentina todos los índices estadísticos muestran un aumento exponencial de femicidios. Miles de mujeres desaparecen a manos de las redes de trata con fines de explotación sexual y 300 mujeres mueren al año por la clandestinidad del aborto.
La organización es la que permitió la gran participación de centenares de miles de mujeres en la masiva marcha del 3J en contra de la violencia machista. Fueron más de 50 mil en el Congreso Nacional, replicándose la misma convocatoria en más de 70 ciudades del país. La izquierda se sumó a la consigna #NiUnaMenos, pero también sumó la denuncia de las múltiples formas de violencia contra las mujeres y también de las instituciones que son responsables de legitimarla, reproducirla y justificarla.
La consigna #NiUnaMenos llegó al XXX Encuentro Nacional de Mujeres de Mar del Plata, donde miles de mujeres se hicieron presentes junto a activistas de diversas organizaciones. En los talleres y debates participó la agrupación de mujeres Pan y Rosas, que pudo dar difusión al proyecto de ley del diputado Nicolás del Caño del PTS-FIT para que haya un Plan Nacional de Emergencia Contra la Violencia Hacia las Mujeres.
Andrea D’Atri, fundadora de Pan y Rosas, manifestó que “la violencia contra las mujeres es estructural en todas las sociedades de clase, patriarcales, y el Estado de las clases dominantes, con sus instituciones, no hace más que legitimarla, reproducirla y justificarla. Necesitamos ser miles y miles las que nos organicemos, cada vez que tocan a una, y poner en pie un movimiento de lucha de las mujeres para arrancar hasta el más mínimo de los derechos a este régimen social y político putrefacto”.

Marchá con Pan y Rosas contra la violencia machista

Por eso hoy, 25 de noviembre, tenemos que ser miles de mujeres en las calles, las trabajadoras, las estudiantes, las amas de casa, todas juntas luchando por los derechos que aún están pendientes. Al igual que en las distintas marchas que se harán en toda América Latina.
Sumate a la columna de Pan y Rosas. Seamos miles de mariposas, porque aunque pretendan golpearnos y cortarnos las alas, vamos a llenar las calles y a tomar el cielo por asalto.

Jessica Laertes

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