lunes, agosto 22, 2016

Entre héroes y mito, Éxodo Jujeño



En la década de los bicentenarios, el Éxodo jujeño, está cumpliendo 204 años de aquel 23 de Agosto, es cuando parte del pueblo jujeño abandonaba su territorio.

En estas líneas queremos hacer unas reflexiones sobre el verdadero sentido de este momento histórico, a través de unas preguntas que desarrollamos a continuación.
Diremos en primer lugar, que para 1812 Jujuy era parte de la Intendencia de Salta, de la cual la conformaban diversas poblaciones, recién en 1834 los jujeños lograrían la autonomía política como provincia. Entonces el Bando que era una orden militar, no estaba solo dirigido para los habitantes de San Salvador de Jujuy sino para un amplio territorio que abarcaba toda la Intendencia de Salta. Al hacernos referencia del Bando diremos que Belgrano como General en Jefe, tuvo que obligar a numerosas familias a abandonar la zona cuestión, por medio de este documento, obligando sobre todo a Hacendados y Comerciantes a retirarse de estas tierras, para que no sirvan como base de sustento para las tropas realistas que avanzaban desde el Alto Perú (hoy Bolivia).
Y en dicho Bando, podemos leer “Que los que inspirasen desaliento estén revestidos del carácter que estuviesen serán pasados por armas con solo la disposición de dos testigos” y continua “Que serán tenidos por traidores a la patria todos los que a mi primera orden no estuvieran prontos a marchar (…) y (…), sean de la clase y condición que fuesen”1. A pesar de esta amenaza, al cumplirse la partida del pueblo jujeño, y con la llegada de los realistas, éstos con la complicidad de las familias tradicionales que no se habían ido, conformaron un nuevo cabildo que respondía a los realistas contrarrevolucionarios.

¿Por qué hablamos de Éxodo?

Siguiendo a la historiadora Viviana Conti, que en el bicentenario del llamado Éxodo Jujeño, puso en discusión sobre dicha denominación y nos dijo “en la terminología de la época –lo que se lee en la documentación oficial y privada- se habla de exilio, destierro, ostracismo, abandono (y no de Éxodo). Nuevamente es la historia oficial decimonónica quien le adscribió un carácter mítico y sagrado”, y concluyo de esta manera, “No era suficiente explicar que la gente de Jujuy había padecido en carne propia la Guerra de la Independencia durante 15 años, que había entregado hombres y riquezas por la revolución; la historia oficial necesitó endiosar el acontecimiento, construir una gesta épica (…)”2. Entonces, la denominación que hoy se reivindica fue una construcción histórica, por los historiadores que ayudaron a edificar del Estado-Nación-Burgués, que han creado de los acontecimientos innumerables mitos a su favor.

¿Hubo un solo Éxodo Jujeño?,

La respuesta es no, ya que se sabe que hubo dos retiradas más, una para 1814 y otra en 1817, éste ultimo según la documentación de la época fue desbastador, “durante 5 meses de ocupación por las fuerzas realistas, la ciudad fue arrasada, los edificios públicos y las iglesias se utilizaron como cuarteles para la tropa, las haciendas saqueadas y cualquier pertenencia que hubiese quedado de los exiliados, fue requisada”2. Y por qué se reivindica mucho más el exilio de 1812, y paso a la historia como el “Éxodo Jujeño”; una primera respuesta que podemos dar, es que en medio de la exaltación del acontecimiento, también hay que endiosar al “héroe”, y cuando empezaron a construir la gesta histórica del Éxodo, era más significativo escoger el año 1812 porque aquí está presente la figura del Gral. Manuel Belgrano, quien será el brillante conductor del éxodo, según los historiadores oficiales.
Y como reflejamos estos historiadores, en todo momento se han encargado de encumbrar a los héroes y acontecimientos, dejando de lado la participación de los sectores populares, y por más que no eran sus proyectos los que estaban en pugna, la intervención popular fue real, y los padecimientos fueron cruentos, ya que no solo perdieron sus pocas pertenencias, sino hasta llegaron a dar sus vidas. Es así como manifestaba el historiador Milcíades Peña para este proceso histórico, “el movimiento que independizó a las colonias latinoamericanas no traía consigo un nuevo régimen de producción ni modificó la estructura de clases de la sociedad colonial. Las clases dominantes continuaron siendo los terratenientes y comerciantes hispano-criollos, igual que en la Colonia.”3
Y cuando hablamos del éxodo jujeño, debemos contextualizarlo en esta caracterización, por más que hubo participación de las masas, éstas fueron parte de proyectos políticos que no respondían de fondo a sus verdaderas necesidades.
Por eso, es importante hacer conocer a los trabajadores y los sectores populares de hoy, lo que realmente sucedió en lo que se conoce como la guerra de la independencia, para que en la actualidad, no se repita esta historia, en el cual los trabajadores y el pueblo pobre deban seguir proyectos que tampoco responden a sus intereses, y en busca de un camino totalmente diferente, para que realmente podamos construir nuestro propio gobierno, y dejar de conmemorar gestas en donde el pueblo fue parte, pero que el beneficio político-económico-ideológico fue a parar a otro lado. Y así, poder tomar al Éxodo Jujeño como un hecho histórico propio, sin la mediación de aquellos que hoy ostentan el poder político, en detrimento de las necesidades del conjunto de los oprimidos.

Raúl Barba

1- Carrillo, Joaquin: “Jujuy. Apuntes de su Historia Civil”. Bs. As. 1877
2- Conti, Viviana: “Éxodo Jujeño: 200 años”. San Salvador de Jujuy UNJu-Secretaria de Turismo y Cultura. 2012
3- Peña, Milciades: Historia del Pueblo Argentino. Bs. As. Emece. 2012

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