domingo, diciembre 04, 2016

La educación en Cuba, una conquista de la revolución



Tras la muerte de Fidel Castro se abrieron muchos debates en relación a Cuba. La educación es una de las conquistas importantes que dio la revolución gracias a la expropiación de la burguesía.

La muerte de Fidel Castro marca un antes y un después de la Revolución Cubana.
Durante toda esta semana se abrió un gran debate político e ideológico acerca del carácter de la revolución en Cuba, su significado y sus logros. Desde sus máximos defensores hasta sus detractores, la educación y la salud se presentan como dos discusiones interesantes de los verdaderos alcances de la revolución. Según el diario que uno abra los números salen a favor de unos o de otros.
Los trotskistas, que defendemos las importantes conquistas de la revolución como lo es la educación, también somos críticos del régimen político. Contra la burocracia enquistada en el poder con los Castro a la cabeza, creemos firmemente que los trabajadores tienen que lograr una organización democrática y socialista que cambie a esta burocracia gobernante y profundice las conquistas de la revolución, en un nuevo curso para toda la isla.
Si Cuba no hubiera hecho la revolución hoy podría mirarse ante los ojos de Hati que posee uno de los más bajos índices de alfabetización mundial llegando al 48.7, cercano a porcentajes de países como Sierra Leona, Guinea y Senegal.
Contrario a toda visión de que la educación puede ser “popular” o “alternativa” por fuera del estado y como un acto emancipador en sí mismo, la revolución Cubana muestra como una revolución que expropie a la burguesía puede avanzar hacia una educación universal y masiva, con mucho mayor nivel y alcances en técnicas y tecnología que cualquier país capitalista. El sistema educativo Cubano previo a la revolución, respondía a los intereses del sistema político y económico reinante el capitalismo, queremos mostrar el salto de calidad en la educación durante el desarrollo de la revolución –con sus contradicciones y retrocesos por su propio carácter- con la ligazón que tiene un sistema educativo respecto a su sistema de producción.
Fidel Castro ya había señalado que “...un gobierno revolucionario procedería a la reforma integral de nuestra enseñanza..” durante su exposición en el Juicio del Moncada el 21 de septiembre del año 1953.

Algunos datos de la educación en Cuba

Según el sitio Chequeado.com que corrobora de alguna manera este debate de números y políticas, expresa que en Cuba “… las tasas de alfabetización están entre las más altas del mundo. Más del 99,8% de los mayores son alfabetizados, según la publicación anual de la Agencia Central de Inteligencia de los EE.UU. que recopila datos oficiales de cada país.” Y en relación a la tasa de mortalidad infantil –tan importante para medir la infancia y la educación- “Las tasas de mortalidad de Cuba fueron en 2013 más bajas que las de los Estados Unidos para hombres, mujeres y niños menores de cinco años.”
El 6 de junio de 1961 se dictó la Ley de Nacionalización de la Enseñanza que suprimió la educación privada y los viejos métodos de enseñanza.
La educación técnica profesional es el otro destino luego de la secundaria básica que prepara a obreros calificados y técnicos medios. Esta enseñanza cuenta con 322 centros politécnicos y 152 escuelas de oficio en todo el país a casi 300.000 alumnos en total hacia 2008. Todos estos edificios cuentan con laboratorios, talleres, aulas especializadas, áreas de campo, etc. y 15 especialidades de obreros calificados.
La última fase de enseñanza, que comienza después del 12.º grado es la educación Universitaria. Sus estudiantes pertenecen a la Federación Estudiantil Universitaria y posteriormente ejercen el definitivo trabajo en la facultad que deseen. Las universidades cubanas reciben también numerosos profesionales cubanos y extranjeros que llegan a perfeccionar sus conocimientos y a obtener títulos de posgrado. En Cuba, la masificación de la educación de la educación superior ha tenido como resultados el desarrollo en áreas de ciencias, en humanísticas, del arte y el deporte. Estas políticas de educación superior - así como las de ciencia y tecnología - han tenido un impacto importante en la construcción de capacidades y en el desarrollo de recursos humanos en Cuba, así como en otros países en desarrollo mediante la cooperación internacional vía los profesionales cubanos. Los médicos sus profesionales más conocidos en todo el mundo, son ejemplo de esto.
El Censo Nacional de Población y Viviendas de Cuba (2002) reportó una población de 11,17 millones de habitantes, de los cuales 712672 son graduados universitarios, lo que significa que el 6.91% del total dispone de al menos un título de la educación superior, conjunto en el cual las mujeres constituyen la mayoría con un 52.05%.
Son graduados universitarios el 11.63% del segmento de la población comprendido entre 30 y 59 años y el 10.01% de la Población Económicamente Activa, categoría esta última en la que el 10.45% son mujeres y el 8.30% son hombres. La Tasa Bruta de Matrícula6 en el curso académico 2006-2007 alcanza el 63.1%.
La cobertura de la educación superior abarca toda la geografía del país, con la presencia de al menos cuatro instituciones de educación superior en todas las provincias y en el Municipio Especial Isla de la Juventud. En la provincia Habana existen 6, en la provincia Holguín 5 y en la capital 16.

Crítica al sistema educativo

Carlos Marx planteaba en “Crítica al programa de Ghota” sobre el punto de educación que “Eso de "educación popular a cargo del Estado" es absolutamente inadmisible. ¡Una cosa es determinar, por medio de una ley general, los recursos de las escuelas públicas, las condiciones de capacidad del personal docente, las materias de enseñanza, etc., y, como se hace en los Estados Unidos, velar por el cumplimiento de estas prescripciones legales mediante inspectores del Estado, y otra cosa completamente distinta es nombrar al Estado educador del pueblo! Lo que hay que hacer es más bien substraer la escuela a toda influencia por parte del gobierno y de la Iglesia. Sobre todo en el imperio prusiano-alemán (y no vale salirse con el torpe subterfugio de que se habla de un "Estado futuro"; ya hemos visto lo que es éste), donde es, por el contrario, el Estado el que necesita recibir del pueblo una educación muy severa.”
Una crítica que tranquilamente puede aplicarse a Cuba. Los importantes logros en materia de educación se combinan (en forma desigual) en forma contradictoria con la política del régimen y técnicas conductivas, tanto en el proceso de alfabetización como en aspectos al culto a la personalidad de alguno de los líderes de la revolución –por su régimen de partido único y la prohibición de organización y la falta de independencia política de los trabajadores frente a la burocracia gobernante-. En educación re plantear la idea del rol del sindicato, las familias y los estudiantes Una alfabetización donde se torna repetitiva en forma escrita y en su oralidad, por fuera de un proceso de alfabetización más profundo, una educación que podríamos decir de resultado. Gran parte de este método de enseñanza se puede ver en el famoso programa “Yo si puedo” de alfabetización que se extendió a otras partes de Latinoamérica, que también se declararon como territorio libre de analfabetismos.
Parte de estos “atrasos” se corresponden con los primeros años de la revolución donde la tarea principal es la de expropiar a la burguesía y avanzar en las demandas democráticas (como lo es la educación). Pero esta revolución luego de años debería avanzar a escala internacional y sobre la base de una diversificación de la industria, adoptando las mejores técnicas del propio capitalismo para la construcción de una sociedad socialista.
Si la sociedad de transición no avanza en expandir la revolución y en transformar todos los aspectos heredados de la sociedad capitalistas, desde la ciencia, la vida cotidiana, hasta la educación, se estanca y tiende a retroceder (contra la dinámica de revolución permanente en cuanto a "la sociedad como tal").
Es decir si la revolución propició en forma integral una educación universal y un salto sobre las condiciones de enseñanza y aprendizaje en el sistema capitalista, el avance de la revolución a escala internacional tendría que llevar a un desarrollo muy superior de la educación y la libertad de la sociedad de todo el continente. Los programas de alfabetización “Yo Si Puedo” que fueron incluidos en otros gobiernos de la era pos neoliberales como en Bolivia de Evo Morales o Venezuela, es una forma de pensar que si la revolución se hubiera extendido a otras partes de América Latina ¿hubiéramos declaro continente libre de analfabetismo?
Teniendo como dato que en momentos de retroceso como lo fue el “período especial” luego de la caída de la Unión Soviética, la educación también retrocedió donde por ejemplo los maestros prefirieron otros empleos por una cuestión de subsistencia.

La defensa incondicional de las conquistas de la revolución

El proceso de restauración capitalista en Cuba puede intentar desarrollarse a partir de la educación, siendo esta una de las más importantes conquistas.
Hay que seguir denunciando en todo el mundo el criminal bloqueo económico por parte del imperialismo a Cuba, que quiere ahogar por dentro la revolución y sus conquistas. Defendemos las conquistas de la revolución cubana porque mediante la expropiación de la burguesía y los terratenientes, y la ruptura con el imperialismo, Cuba puso en pie un Estado Obrero y logro su independencia nacional, terminó con el hambre, la mortalidad infantil y el analfabetismo. Dio techo, comida, trabajo, educación y salud al conjunto del pueblo obrero y campesino. Y estas conquistas son las que nosotros defendemos. Con los años se consolidó una burocracia que es hoy el sector privilegiado de la sociedad cubana que encabeza el proceso de restauración del capitalismo, desmontando las conquistas de la revolución de 1959.
Como demuestra la revolución cubana, la transformación de la educación no puede pensarse por fuera de la transformación social, la expropiación de la burguesía y la defensa de las conquistas contra el imperialismo y la burguesía.

Federico Puy
Docente, Congresal UTE-CTERA

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