sábado, abril 15, 2017

Moscú, Damasco y Teherán cierran filas ante EE.UU.



Rusia, Irán y Siria cerraron hoy filas ante Estados Unidos por su ataque con misiles del pasado día 7 contra una base aérea siria en la provincia de Idleb.

"Somos unánimes en que el ataque fue un acto de agresión, que violó gravemente el derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas", dijo el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en una rueda de prensa conjunta con sus homólogos iraní, Mohamed Yavad Zarif, y sirio, Walid al Mualem.
Lavrov subrayó que Rusia, Irán y Siria exigen que Estados Unidos y sus aliados respeten la soberanía siria y no incurran en acciones que "pueden tener graves consecuencias para la seguridad no solo regional, sino también global". Agregó que estas acciones atentan contra cualquier posibilidad de encauzar un proceso de paz.
También insistieron en que debe realizarse una “exhaustiva, objetiva e imparcial sobre las circunstancias del empleo de productos químicos en Jan Sheijún el pasado 4 de abril", en referencia al ataque lanzado en la provincia siria de Idleb. Lavrov dijo que la investigación debe hacerse bajo los auspicios de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), con un equipo "formado de una forma equilibrada, entre otros desde el punto de vista geográfico".
Por su parte el ministro de Exteriores sirio agradeció al respaldo de Rusia e Irán a su país y consideró que el encuentro trilateral de hoy en Moscú constituye un "mensaje fuerte" a Estados Unidos después de su agresión a Siria.
El ministro de relaciones exteriores de Irán denunció como un "hecho muy peligroso" el que se arguya el empleo de armas químicas como pretexto como actuar contra la soberanía e integridad territorial de un Estado independiente miembro de la ONU.
La reunión tripartita ruso-sirio-iraní se celebró dos días después del primer contacto directo entre el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, y las autoridades rusas, que no ayudó a acercar posiciones frente al conflicto sirio.
La tensión se mantiene. Como anunciara Tillerson luego de su encuentro con el ministro ruso durante la semana pasada: “Las relaciones entre EE. UU. y Rusia se encuentran en un muy bajo nivel de confianza, y las dos principales potencias nucleares no pueden tener este bajo nivel de confianza”. El encuentro no pareció haber ofrecido ninguna solución a los aspectos más conflictivos entre ambos países.

La Izquierda Diario // Agencias

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