domingo, julio 23, 2017

79 años del asesinato de León Sedov, revolucionario e hijo de Trotsky



Lev Lvóvich Sedov, conocido como León Sedov, fue el tercer hijo de León Trotsky y el primero de su relación con su segunda compañera de vida Natalia Sedova.

El joven revolucionario

Nació en febrero de 1906 en San Petersburgo mientras su padre se encontraba en la cárcel por órdenes del zarismo tras haber participado del primer intento revolucionario en 1905.
León Sedov, de los hijos de Trotsky, fue el más militante y entregado al proyecto revolucionario. Formó parte de la generación de jóvenes militantes revolucionarios que vivió la insurrección de Octubre de 1917 y que enfrentaría la degeneración de la URSS y, la persecución y aniquilación de los oposicionistas por el estalinismo.
Toda su vida, desde su infancia hasta su vida como adulto, está marcada por la agitación del acontecimiento revolucionario de la época y de quien desde muy joven se fue orientando a defender la revolución obrera y socialista de forma activa.
Con tan sólo 11 años, Sedov presenció la transición de la Revolución de Febrero a la de Octubre en 1917. Aumentó un año a su edad real para poder ingresar a las filas del Komsomol (Juventud Comunista) que en ese momento hervía con la pasión de la juventud que despertó a la revolución.
Desde muy pequeño su orientación política se iría definiendo al renunciar a los privilegios que tenía acceso por la pertenencia de su padre al Kremlin y al acercarse a los obreros-estudiantes enseñándoles matemáticas, en las cuales él tenía talento, considerando ésto como un servicio a su clase. Mientras estudiaba en la Academia Superior Técnica se dedicaba a la revolución.
En 1923, con tan solo 17 años y siendo ya un revolucionario consciente, Sedov se lanzó a la construcción de la Oposición de Izquierda, tarea a la que se dedicaría con pasión hasta el final de su vida.
A la edad de 22 años en 1927, momento en que la Oposición comenzó a ser masacrada Sedov decidió dejar sus estudios y a su familia partió al exilio rumbo a Asia Central junto con Trotsky y Natalia.
En Alma Ata su trabajo consistió en que Trotsky mantuviera la comunicación con la Oposición en Moscú. Cada dos semanas le hacía llegar a Trotsky el correo secreto de Moscú, y llevaba las cartas y manuscritos de Trotsky a un mensajero que los llevaría a Moscú. León Trotsky narra en su carta titulada “León Sedov: hijo, amigo, luchador” que el contacto con el exterior dependía enteramente de Sedov ya que se alojaban en una casa que estaba rodeada por las instituciones de la GPU y sus agentes.
En esa misma carta Trotsky reconoce que: “Entre abril y octubre recibimos aproximadamente 1.000 cartas y documentos políticos y alrededor de 700 telegramas. Durante este mismo período enviamos 550 telegramas y no menos de 800 cartas políticas, incluso una cantidad de trabajos sustanciosos, tales como la crítica del Proyecto del Programa de la Internacional Comunista, y otros. Sin mi hijo, no podría haber realizado ni siquiera la mitad de este trabajo.”
En enero de 1929, el Buró Político decidió deportar a Trotsky de la URSS, situación que llevó a Sedov a dejar a su familia (esposa e hijo) para siempre e ir con Trotsky rumbo a Turquía.
De nuevo en ese periodo fungió como secretario y colaborador, guardián y vínculo con el exterior. Los archivos y la biblioteca de Trotsky estaban en manos de Sedov. La Historia de la Revolución Rusa al igual que La Revolución Traicionada, dice Trotsky, no hubieran sido posibles sin la investigación y recopilación que hizo su hijo.
Por insistencia de sus padres para retomar sus estudios de ingeniería se fue a Alemania en 1931, en donde además de estudiar prestó sus servicios a la Oposición Internacional de Izquierda.
Cuando llegó a Berlín se hizo totalmente cargo del Boletín de la Oposición Rusa en el cual ya era editor desde su surgimiento en 1928.
En 1933, luego del ascenso de Hitler al poder y de haber llevado un trabajo en la clandestinidad, decidió partir de Alemania rumbo a Francia. En Francia reinició sus estudios en la Facultad de Física y Matemáticas de la Sorbona. Aunque en París estuvo en condiciones difíciles, logró terminar sus estudios y obtener un diploma a la par que seguía en la actividad revolucionaria y colaboraba con Trotsky en sus trabajos literarios.
En sus últimos años colaboraba de manera sistemática en la prensa de la Cuarta Internacional.
En 1936, cuando comenzaron los Juicios de Moscú, los procesos difamatorios contra viejos bolcheviques, Sedov realizó una defensa férrea frente a la opinión pública. Su principal obra literaria fue El Libro Rojo de los Juicios de Moscú que dedicó al Proceso de los Dieciséis y en donde responde a las difamaciones.

Asesinato

Los últimos años de su vida los transcurrió en París en donde estaba rodeado de peligros ya que los agentes de la GPU le daban seguimiento a sus actividades robando sus cartas y archivos, e interviniendo sus conversaciones telefónicas. Algunos matones vivían en departamentos junto al suyo.
A pesar de ser alertado sobre los riesgos que corría de mantenerse en París, él decidió permanecer ahí realizando sus tareas revolucionarias.
El 16 de febrero de 1938 Trotsky recibió en México una carta que daba cuenta de la muerte de su hijo. Sedov días antes había sufrido un aparente ataque de apendicitis y “Étienne” (Mark Zborowski), un infiltrado agente soviético que se había vuelto un colaborador cercano y de confianza, lo llevó a una clínica cuyo director mantenía lazos con la GPU.
Luego de la cirugía todo indicaba la mejora de Sedov. Sin embargo, días después de su mejora fue encontrado caminando en los pasillos de la clínica en una pérdida de la consciencia, en un estado delirante.
Los médicos dijeron que su muerte podría haber sido por “causa naturales”. Trotsky dedica una serie de escritos a la situación de muerte de su hijo en donde señala la contradicción que existe entre decir que murió por “causas naturales” y la mejoría que veían los médicos, en donde el médico principal que atendía a Sedov se sorprendió de lo que pasó.
Trotsky denunció la resistencia de las autoridades a llevar un caso sobre la muerte de su hijo que llevara como línea de investigación el asesinato por envenenamiento por parte de agentes de la GPU. Se negó a que se pasara por alto que su hijo era militante revolucionario perseguido por el estalinismo y que su muerte fuera presentada como consecuencia de las “causas naturales” cuando existían motivos políticos de Stalin para acabar con su vida. De hecho meses antes ya habían existido intentos de asesinato contra Sedov.
Sedov, quien murió a la edad de 32 años, formó parte de esa generación de niños y jóvenes que vieron el alzamiento de las masas contra la explotación del zarismo y la burguesía y que más tarde los motivó a dedicar su vida a la lucha contra la opresión y explotación del capitalismo y la burocracia estalinista.
Su vida es fuente de inspiración para las juventudes revolucionarias del siglo XXI.

Trotsky termina el obituario a su hijo diciendo:

Legamos tu recuerdo irreprochable a las generaciones más jóvenes de los obreros del mundo. Con justicia tú vivirás en los corazones de todos aquellos que trabajan, sufren y luchan por un mundo mejor. ¡Jóvenes revolucionarios de todos los países! ¡Aceptad de nosotros el recuerdo de nuestro León, adoptadlo como vuestro hijo - es digno de ello - y dejad que, a partir de ahora, participe invisible de vuestras batallas, ya que el destino le ha negado la dicha de participar de vuestra victoria final!

Leah Muñoz
@DanmunozDan

Referencias:

Trotsky, L.: León Sedov: hijo, amigo, luchador
Trotsky, L.: ¿Fue asesinado León Sedov?
Archivo León Sedov

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