miércoles, noviembre 15, 2017

La república catalana: entre la represión del 155 y las elecciones del 21D



Con un Govern entre la cárcel o en Bruselas, las fuerzas soberanistas se preparan para las elecciones impuestas por el búnker del 78.

Las elecciones del 21D, la gran trampa de Rajoy para desconocer la voluntad popular del 1O y la proclamación en el Parlament de Catalunya la República catalana el 27O. Pero el velo de estas “elecciones autonómicas democráticas” se cayó rápidamente cuando el mismo día que las anunció, el Senado y el gobierno central disolvieron la cámara catalana, destituyeron el gobierno catalán, reforzaron la ocupación de guardia civil y policía nacional y días después comenzaron los encarcelamientos a ocho consellers y órdenes de detención para Puigdemont y cuatro consellers más que se habían trasladado a Bélgica.
Un verdadero golpe institucional que pretende cerrar de forma reaccionaria y recentralizadora la crisis catalana, con la “gran coalición” del Rey, el PP, el PSOE y Ciudadanos. Y que comenzó como reacción al 1-O tras sucesivos golpes represivos, como el encarcelamiento de los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana y Ómnium Cultural y todo lo que implica el artículo 155 de la Constitución.
En este contexto, como era de esperar la respuesta de la dirección del procés no ha sido efectiva al nivel que el golpe represivo lo requiere. Y con Puigdemont en Bruselas el bloque de Junts pel Sí, la ANC y Ómnium han aceptado participar el 21-D, como opción contraria a organizar la “resistencia” al brutal ataque del 155, llamando a la “paz y la calma”. Tampoco han respondido al nivel de disposición del enorme movimiento democrático catalán como ha demostrado desde el 1O, las huelgas del 3O y 8N y las masivas manifestaciones como la última de este sábado con 750.000 en las calles que incluso alcanza al nivel de una Diada.
Esto lleva a una situación en la que las elecciones del 21D, de parte de las masas catalanas se perciben como el último reducto para “defender” la República contra la derecha del PPC y Ciutadans e incluso el PSC. Hoy la proclamada “República catalana” sólo tiene como agenda, de parte de las direcciones de las fuerzas soberanistas del Govern, las elecciones del 21D.
En principio algunos portavoces de diferentes partidos anuncian más recules. Y el “gran debate” está sobre qué tipo de listas formar más que de programa u hoja de ruta a continuar. En principio, las fuerzas soberanistas no irán en una lista única.
Por su parte, Carles Puigdemont ha anunciado este lunes concurrir con una lista denominada Junts per Catalunya. Así se presentaría el presidente de la Generalitat con el PDECat como base. Esto fue acordado el sábado con Puigdemont durante la visita de Marta Pascal, David Bonvehí, Artur Mas y Ferran Bel a Bruselas.
De este modo se descarta definitivamente la propuesta de agrupación de electores para la que, durante el fin de semana, llegaron a recoger 35.000 de las 55.000 firmas necesarias para ser reconocida por la Junta Electoral. En su consejo nacional de este miércoles, el PDECat dará el visto bueno a la nueva estrategia electoral de la formación, ya que la dirección ha dado manos libres a Puigdemont para que confeccione su propia candidatura.
De parte de ERC, contará para su lista con todos los consellers del Govern de ERC que estén en la cárcel o en Bruselas: desde Oriol Junqueras, que será el número uno por Barcelona; al ex conseller Raül Romeva (independiente); Carles Mundó; Toni Comín (independiente); Dolors Bassa; y Meritxell Serret. Los demás candidatos serán de un buen número de independientes u otros partidos con los que ERC ha llegado a acuerdos. Proponen a Carme Forcadell, aunque probablemente no acepte. Marta Rovira, será la número dos, y otra figura importante, portavoz adjunto de JxSí en la anterior legislatura, Roger Torrent. En otros puestos se propone a dirigentes de los partidos que decidieron coaligarse con ERC como los socialistas soberanistas de MES y Avancem (otra escisión del PSC), así como de Demòcrates de Catalunya, la escisión de Unió de corte independentista.

La candidatura de la izquierda independentista

Este sábado, en la Asamblea Nacional Extraordinaria realizada en Granollers (Barcelona), el 91,63 % de los participantes han votado participar el 21D. También han votado presentar una candidatura propia "lo más amplia posible, claramente rupturista, independentista y de izquierdas", con el objetivo de "materializar la república" catalana. Esta opción ha logrado el respaldo del 64,05 % de los votos con la participación de 1.125 personas, contra otras dos que han sido: una "lista ciudadana de país" sin políticos. O participar en una coalición o lista lo más amplia posible -un frente de izquierdas con otras formaciones. La primera ha obtenido el 12,59 % de votos y la segunda, el 21,72 %.
Para Anna Gabriel, estas elecciones son "absolutamente ilegítimas e impuestas" por la aplicación del artículo 155 de la Constitución pero, tras lo resuelto en la asamblea de la CUP y que el 21D deben servir para "materializar la república" y explicó que es "imprescindible iniciar el proceso constituyente", lo cual según indicó "no es posible sin la ruptura con el Estado español".
A su vez ha sido crítica con con quienes se consideran "soberanistas y dicen que ’ni DUI ni 155", refiriéndose a Catalunya en Comú, "¿Cómo se puede equiparar la intervención de un Estado autoritario y fascista con respetar la voluntad de un referéndum?", ha criticado a los comunes.

La necesidad de una dirección independiente del “processisme”

La izquierda independentista y anticapitalista tiene hoy el gran desafío de, ante semejante ataque del Régimen, desarrollar la movilización social y aportar a la masificación, extensión y coordinación de los Comités de Defensa de la República en barrios, centros de trabajo y estudio, promoviendo asambleas en los centros de trabajo para debatir cómo preparar un plan de lucha obrero y popular. La única forma de derrotar el golpe institucional del PP y la corona, apoyado por el PSOE y Cs y exigir la libertad de los presos políticos.
Para ello es necesario comenzar por romper con su política de confianza y subordinación los partidos del “processisme”, y utilizar sus candidaturas para promover un programa independiente, basada en la movilización social, y en unir esta lucha democrática con un profundo programa de demandas sociales capaz de sumar a la clase trabajadora.
El mandato popular del 1O y la independencia solo se puede garantizar y defender por medio de la autoorganización obrera y popular, construyendo una dirección alternativa al PDeCAT y ERC que ya ha dado suficientes muestras de claudicación.

Cynthia Lub
Barcelona | @LubCynthia

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