miércoles, abril 04, 2018

Macron a la defensiva



El presidente francés no vio venir la fuerza de la huelga ferroviaria

Como preveíamos, la huelga en la SNCF (Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses según su sigla en francés) fue de fuerte acatamiento, especialmente entre los sectores que son esenciales para garantizar la circulación de los trenes. En el primer día de huelga los sindicatos ganaron claramente la partida. Solo funcionó un TGV (tren de alta velocidad) de ocho y un TER (trenes de conexión regional) de cinco: el primer día de huelga intermitente contra la reforma de la SNCF interrumpió fuertemente el tráfico este martes en toda Francia. La huelga se sintió particularmente entre los conductores de tren (77% de huelguistas). A este punto, es el conflicto más duro en la SNCF después de lustros.
Por primera vez desde que comenzó su mandato, el presidente francés se encuentra a la defensiva. Desde sus alturas jupiterianas [en referencia a la mitología romana que Macon citó para autodefinirse como el amo de los dioses] no vio venir la fuerza de la respuesta ferroviaria. Varios comentaristas dan cuenta de esta inédita situación en su mandato. Laurent Joffrin, director del diario Libération, afirma: "La eliminación del estatuto ferroviario no figuraba en el programa de Emmanuel Macron y la aplicación de la directiva europea que establece la apertura a la competencia es flexible. Muchos creen que las condiciones de empleo de los trabajadores del ferrocarril son negociables en el marco del estatuto, cuya abolición para los nuevos trabajadores que ingresen actúa como una provocación. La dramatización excesiva de la situación de la compañía también jugó un papel: al describir una sociedad prácticamente en agonía, el gobierno se ganó la enemistad de los cuadros de la empresa al mismo tiempo que los sindicatos más moderados. Obviamente, En Marche (nombre del partido gubernamental) se perdió una marcha en este caso”.
Por su parte Cecile Cornudet en el diario pro patronal Les Echos sostiene que: “El ejecutivo subestimó la relación afectiva de los trabajadores ferroviarios con su compañía. ‘Somos ferroviarios de padre a hijo, la SNCF forma parte de la familia. Por lo tanto, es imposible de ser razonable: si se toca a la SNCF se está tocando lo más profundo de ellos’, ahora reconoce un peso pesado del gobierno. El ejecutivo criticó a la SNCF buscando ganarse a los usuarios exasperados por la calidad del servicio prestado; él en cambio alienó a los ferroviarios que lo tomaron como un ataque personal…No debemos buscar más lejos la impresión de desorden que da el gobierno desde hace unos días. Hace gestos, extiende la mano, habla de "negociaciones", está a punto de hacer otros (sobre la deuda, el recurso a la ley para reformar el estatuto...) pero no se hace escuchar”.
Así estamos. Todavía nada está dicho. Pero el cambio del estado de ánimo del ejecutivo es el primer resultado evidente de este primer día de huelga. Macron se jactaba al principio de querer tener su huelga minera y transformarse en el Thatcher francés. Ahora solo espera salir de esta primera gran prueba de fuerza sin perder muchas plumas. Es clave impedírselo y derrotar su pacto ferroviario y todas sus reformas anti obreras y reaccionarias hasta el final.

Juan Chingo

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