sábado, abril 14, 2018

Masacre de Shangái, derrota de la segunda Revolución china



Este hecho marcaría la derrota de la segunda revolución china iniciada en junio de 1925 cuando un ascendente proceso de huelgas y manifestaciones se desata en los principales centros industriales como las ciudades de Shangai y Cantón.

Se trató de una emboscada y brutal represión por parte del Kuomintang (KMT), partido nacionalista burgués, contra los comunistas, obreros y campesinos chinos que pusieron en peligro el poder de la burguesía y los terratenientes, en el marco de una alianza entre el Partido Comunista Chino y el KMT.
Este hecho marcaría la derrota de la segunda revolución china iniciada en junio de 1925 cuando un ascendente proceso de huelgas y manifestaciones se desata en los principales centros industriales como las ciudades de Shangai y Cantón. Todo comenzó con una campaña de boicot a las mercaderías inglesas en Cantón, donde gobernaba el Kuomintang, que rápidamente se expandió hacia Shangai y otros centros industriales y comerciales.
Los trabajadores junto con el movimiento estudiantil defendían en las calles sus condiciones de vida enfrentándose a las burguesías locales y a las potencias occidentales que dominaban el territorio chino repartido, a través de los Señores de la Guerra. Las primeras protestas y acciones fueron duramente reprimidas provocando decenas de muertos, lo cual potenció la bronca y agudizó el nivel de enfrentamiento entre las clases.
Este ascenso de las masas trabajadoras, campesinas y los estudiantes, sería cerrado entre julio y septiembre de 1925 con un boicot impartido desde la burguesía china con la posterior ocupación, represión y persecución del movimiento obrero y estudiantil en Shangai.

El Partido Comunista Chino y su alianza y subordinación al KMT

Algunos años antes, en 1921, como consecuencia de la Revolución de Octubre de Rusia, se había fundado el Partido Comunista Chino, a partir del establecimiento de relaciones entre representantes rusos y miembros del Kuomintang. Sin embargo al poco tiempo de vida, en enero de 1923, el partido comunista ya había abandonado su independencia política a manos de aquel partido y su líder Chiang Kai Shek, al integrarse y subordinarse al mismo por órdenes de la dirección de la Internacional Comunista (IC), que comenzaba su giro hacia el estalinismo.
Está alianza impartida desde Moscú tenía como fundamento "teórico" las posturas de Stalin y Bujarin acerca de la inmadurez de China para una revolución socialista. Lo que estaba planteando según esa concepción, era una revolución democrático burguesa, para sacudirse del yugo imperialista, unificar el país y desarrollar las relaciones capitalistas. Recién luego de esa etapa, el PCCh y las masas explotadas de China podrían comenzar a pensar en una revolución que termine con el poder de los terratenientes y la burguesía local.
Con esto, la Internacional Comunista con Lenin enfermo y la oposición encabezada por Trotsky censurada y luego reprimida brutalmente, echaba por la borda las más importantes lecciones sacadas por el marxismo y los revolucionarios al calor de la experiencia histórica. La política que Stalin sostenía no era más que una reedición de la línea que defendían los mencheviques en Rusia de la revolución por etapas. Es decir, primero la burguesa y luego la socialista. Esta teoría hacía de base para justificar la subordinación del proletariado a la burguesía, la cual dirigiría el proceso.
Pero aquél era un debate que los propios acontecimientos de la revolución rusa se habían encargado de cerrar. Ya Trotsky en su escrito Resultados y Perspectivas en 1906 y Lenin en sus famosas “Tesis de Abril” (1917) señalaban cómo la revolución democrática devenía inevitablemente socialista ya que la burguesía era incapaz de llevar esa tarea hasta el final, por lo cual la dirección debía ser llevada por el proletariado con el campesinado como aliado, y que la propia revolución no podía detenerse en las fronteras nacionales como condición para poder subsistir. Esto era lo esencial del carácter permanentista de la revolución.
A la vez esta vuelta a la teoría de la revolución por etapas y la asignación a la burguesía nacional del papel dirigente iba de la mano y en auxilio de la teoría del "socialismo en un solo país" planteada en 1924 por Stalin acerca de la URSS.

Luego de los sucesos de mayo: la Expedición al Norte y la masacre de Shangai

Como respuesta a la derrota de los levantamientos obreros y campesinos iniciados en mayo de 1925, el KMT emprenderá la "Expedición al Norte", hacia los territorios que estaban bajo control de los Señores de la Guerra. Será en este contexto en que se producirá la masacre de los comunistas, obreros y campesinos chinos a manos de Chiang Kai Shek, con quien la dirección de la Internacional Comunista había llamado a aliarse, diluyendo al Partido Comunista dentro del partido burgués, lo cual había sido criticado y denunciado desde un principio por Trotsky y los oposicionistas de izquierda.
Iniciada la expedición, los trabajadores de Shangai a través del Sindicato General del Trabajo organizarán una huelga general que logra la paralización completa de la ciudad. Se toman fábricas y se asaltan cuarteles y comisarías, a partir de lo cual el proletariado se hace de armamento. Al día siguiente la ciudad entera se encuentra bajo control de los obreros, sin embargo el PCCh, a raíz del abandono de la independencia política y de clase con la subordinación al KMT, ordena su desarme.
Lo criminal y errado de esta política de integración al Kuomintang se mostrará a las claras al poco tiempo. El KMT prepara una emboscada sorpresiva contra los comunistas y los trabajadores con el objetivo de mantener el dominio de la burguesía sobre las masas explotadas chinas. Los hechos se producirán en medio de la madrugada, en manos de mercenarios reclutados por el partido de Chiang Kai Shek, contra los trabajadores y campesinos desarmados y tomados por sorpresa. El saldo serán miles de muertos y el inicio de una ola de terror y persecución, que incluirá el cierre de sindicatos y la censura de todo lo que pusiera en peligro el poder de la burguesía, los terratenientes y propietarios ricos.
Con esto quedará en evidencia lo desastroso de la política de alianza y subordinación del PCCh al Kuomintang, el cual por su propio carácter de clase era incapaz de llevar la revolución "democrático-burguesa" hasta el final, por sus propios vínculos con las potencias imperialistas y porque los mismos miembros del partido representaban o eran parte misma de los terratenientes y propietarios ricos contra quienes las masas se levantaban.

Insurrección en Cantón, una política para intentar tapar lo ocurrido en Shangai

Como si fuera poco, el triste final de la segunda revolución china, como consecuencia de la política impartida desde la IC por Stalin, no será el último acto de una larga cadena de errores, desvíos, claudicaciones y zigzags que llevará adelante la Internacional Comunista, con Lenin muerto y Trotsky apartado del partido y perseguido.
Uno de esos hechos será el que le sigue casi inmediatamente a la masacre de Shangai: una tragedia de similar envergadura producto de un giro repentino y desesperado de Stalin para intentar tapar lo ocurrido en Shangai. Se tratará de un intento de insurrección en Cantón el 11 de diciembre de 1927 contra el KMT, su aliado hasta hace poco tiempo. Es decir, se trataba de una política aventurera en el momento de pleno retroceso del movimiento, luego de la dura derrota de Shangai, donde los trabajadores tenían todo para triunfar.
A pesar de todo, los obreros logran al poco tiempo poner bajo su control la ciudad, sin embargo son reprimidos por las fuerzas nacionalistas del KMT con un saldo de miles comunistas y trabajadores muertos que resistieron y lucharon hasta el último momento.
Con estos duros golpes sufridos por los comunistas y trabajadores chinos, finaliza la etapa revolucionaria que se había iniciado con las protestas en Cantón poco más de dos años atrás y que se había extendido con las huelgas, manifestaciones obreras y boicots a los demás centros industriales y comerciales. Con China derrotada (luego de la ya derrotada revolución alemana de 1923), se pierde una gran oportunidad para la extensión de la revolución internacional a partir de la URSS.
Será alrededor de las lecciones de esta revolución que Trotsky elaborará primero su Crítica al Programa de la Internacional Comunista en 1928 y en 1929 su formulación más definitiva de la teoría de la revolución permanente extendiéndola a los países pocos desarrollados como China. Y lo hará en discusión con un miembro de la propia Oposición de izquierda como Karl Radek.
El curso de la Internacional Comunista estalinizada y la revolución mundial seguirán un camino similar de derrotas, producto de la continuidad de las políticas desastrosas y de capitulación impartidas desde Stalin y la burocracia soviética, quienes tenían como fin, ya no liberar a la sociedad mundial de las cadenas de la explotación capitalista sino preservar su poder de casta en el nuevo Estado Obrero que había sido conquistado con la Revolución de Octubre.
Esto sólo será posible mientras se llevaba a cabo una implacable persecución contra lo Oposición de Izquierda liderada por Trotsky, quien no dejó de denunciar desde un primer momento las políticas de Stalin y la Internacional Comunista burocratizada.

Nicolás Milli

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