sábado, abril 07, 2018

¡No a la prisión de Lula! ¡Ninguna tregua o conciliación con los golpistas y sus ataques!



Reproducimos a continuación la declaración del Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT) de Brasil, ante la orden de prisión para Lula y la política del PT frente al ataque de la derecha.

La prisión de Lula decretada por el juez Sérgio Moro es un nuevo acto, de grandes proporciones, del golpe institucional orquestado por los medios golpistas, el autoritarismo judicial y por gran parte de la derecha más reaccionaria del país.
Esta alianza nefasta contó con el apoyo de sectores de las Fuerzas Armadas que llegaron a lanzar amenazas graves de intervención si Lula no iba a prisión. A su vez tienen en los movimientos MBL y Vem pra Rua a los agentes de articulación en las redes sociales y que intentan ser el factor de movilización en las calles, ya que son las dos plataformas que organizan las marchas de la derecha.
Esta alianza es la que también habilitó la reaccionaria aventura de tirotear la caravana de Lula la semana pasada. Es este clima reaccionario, forjado por el golpe, el que dio lugar también al brutal asesinato de Marielle Franco en Río de Janeiro.
El discurso utilizado por esa alianza, centrado en la lucha contra la corrupción, es del peor de los cinismos. Los ejemplos son múltiples, pero cualquier trabajador entiende la arbitrariedad y selectividad política del partido judicial al ver impune al presidente golpista Temer, a Aécio Neves (excandidato presidencial por la derecha del PSDB) o Renán Calheiros (presidente de Senado, del partido de Temer), todos salvados de ser removidos de sus cargos e ir a prisión por la Corte Suprema. Lo mismo ocurrió con tantos otros casos.
De hecho, toda la operación judicial y política está orquestada por el imperialismo estadounidense, donde se entrenó el juez Sérgio Moro, y que tiene poderosos intereses detrás del caso Lava Jato. Se trata de una operación similar a la que llevan adelante en otros países por el mundo.
Esta nueva medida de la prisión para Lula tiene el objetivo de dar un salto en los poderes que ya acumula el partido judicial e impedir que la población vote a quien quiera, incluso a Lula, si así lo desea.
Los golpistas quieren eliminar a Lula de la carrera presidencial porque quieren elecciones donde el resultado pueda favorecer más fácilmente que el presidente electo en octubre sea un defensor directo de los planes de ataque, más aún de lo que Temer ya venía haciendo, y mucho más de lo que el PT podría hacer en un próximo gobierno, o como lo hizo durante los gobiernos de Lula y Dilma.
Desde el Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT) siempre fuimos críticos del Partido de Trabajadores (PT), partido por el que nunca llamamos a votar ni al que apoyamos políticamente. Siempre hemos denunciado que desde nuestro punto de vista fue el propio PT el que abrió el espacio para el golpe con su política de conciliación de clases, aplicando ataques, asimilando métodos de la corrupción y paralizando al movimiento de masas, boicoteando la lucha de clases. En ese sentido, es responsable también por la situación que Brasil vive hoy. Una situación de pérdida de derechos económicos, laborales, políticos y sociales. Por eso, siempre exigimos a la CUT y a la CTB (las dos principales centrales sindicales dirigidas por el PT e el PCdoB) que rompan con la parálisis. Pero tanto Lula, como la dirección del PT y del PCdoB controlan estas centrales sin proponer ninguna perspectiva de lucha efectiva. Así fue que primero pasó el golpe institucional contra Dilma, luego pasaron cada uno de los ataques del gobierno golpista y ahora Lula está a punto de ser encarcelado.
Sin embargo, nunca dejamos de pelear en la primera línea contra los golpistas y sus ataques. Para nosotros, se trata de un principio elemental y sigue siendo una tarea crucial, y aún más urgente.
Cada avance del golpismo en curso significa una restricción aún mayor de esta democracia para ricos que hoy arresta a Lula, incluso sin pruebas, y mañana amenaza estrangular la lucha de los trabajadores y de los movimientos sociales, para así poder hacer pasar sus ataques históricos a las condiciones de vida del pueblo brasileño.
Al mismo tiempo, estar en la primera línea de manera consecuente sólo puede significar un enorme combate contra aquellas direcciones oficiales del movimiento de masas, pues siempre bloquean las perspectivas de lucha de clases y apuestan a las negociaciones palaciegas, como lo hicieron hasta ahora. Hasta último momento apostaron a las negociaciones y sembraron ilusiones en la justicia, y así es como llegamos a esta situación límite de que Lula termine preso en las próximas horas.

¡Basta de tregua y conciliación! Paralicemos el país para impedir la detención de Lula y derrotar los planes de los golpistas

Este 6 de abril debe ser el comienzo de la reversión urgente de esa parálisis. Hay que acabar con los "arreglos" y las negociaciones frente a la arbitrariedad judicial que termina garantizando la continuidad del golpe. Necesitamos una respuesta de la clase trabajadora y de la juventud para parar e incendiar el país e impedir los planes de Moro, de la corporación mediática O Globo, de la Corte Suprema (STF), y de la cúpula del Ejército. No permitamos que avancen ni un milímetro más en la continuidad de esta golpe, avancemos nosotros para revertir cada uno de los ataques que vinieron llevando adelante, desde la reforma laboral, el congelamiento del presupuesto en salud y educación, y las privatizaciones.
Es urgente que se organice una resistencia de masas desde cada lugar de trabajo y estudio para incendiar el país y no permitir la detención de Lula. Incluso después de la orden de prisión, el PT y Lula todavía dan señales de conciliación, de que podría entregarse, y de expectativa en la justicia, a pesar de que llamaron a algunas acciones. A pesar de ser tardías, cada acción combativa debe ser apoyada activamente, y deben ser tan solo el comienzo de un proceso de radicalización más profunda, que necesariamente debe contar con la entrada en escena de los poderosos batallones de la clase trabajadora que dirigen la CUT y la CTB.
No es el momento de una vigilia pacífica en San Bernardo, como si fuera un acto de despedida. Mucho menos es el momento de anunciar, como lo hace la CUT, la organización de un ’recibimiento’ a Lula en Curitiba.
Esto sería el punto culmine de su política conciliadora, y es una muestra más de que lo que necesitamos es tomar en nuestras manos la lucha democrática para que Lula no sea encarcelado y salir a las calles masivamente, a pesar de la vacilación y parálisis de estas direcciones.
Pondremos toda nuestra energía para que se desarrollen grandes acciones de la clase obrera, participando activamente en cada una de las acciones que expresen esa resistencia activa al avance del golpe y contra la prisión de Lula. Si la CUT y las organizaciones de masas cambian su orientación en San Bernardo del Campo para impedir la detención, estaremos a disposición para dar este combate.
Al mismo tiempo que participaremos con todas nuestras fuerzas de los actos que sean combativos, no vamos a apoyar la línea petista de llamar actos bajo el lema "Lula es inocente" (como hizo el Frente Brasil Popular en San Pablo) o que exalten la figura de Lula y del PT. Actos así son parte descarada de la estrategia meramente electoral del PT, y no sirven de hecho para la movilización que el país necesita contra el avance autoritario en curso. Es el momento de acciones comunes entre todas las organizaciones obreras y populares alrededor de objetivos claros de combate contra la prisión de Lula, en defensa del derecho del pueblo a decidir a quién votar, y contra los golpistas y sus ataques. Sólo así podremos crear una fuerza capaz de responder a la altura de la ofensiva golpista.
Es necesario que las centrales sindicales, en especial la mayor del país, la CUT, elaboren un plan hacia una paralización nacional, empezando por los batallones centrales de la CUT, como los metalúrgicos, petroleros, bancarios y profesores. Organicemos asambleas en cada lugar de trabajo para que los trabajadores puedan ser sujetos activos en el impedimento de la prisión para Lula y que con esa fuerza podamos avanzar en derribar cada ataque implementado por los golpistas, imponiendo una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que revoque cada ataque de Temer y de los gobiernos anteriores y permita debatir cada problema social, político y económico del país. Desde el MRT luchamos por una Asamblea Constituyente en la perspectiva de erigir un gobierno obrero de ruptura con el capitalismo basado en los organismos de democracia directa de las masas.

Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT)

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